Por los Alpes suizos

La montaña suiza esta increíblemente acondicionada para el visitante. Hay numerosos teleféricos y trenes cremallera a lo largo y ancho del país que facilitan la llegada a lugares bastante inaccesibles. Y además de la naturaleza, hay infinidad de pueblos y ciudades de postal, aunque en este viaje nos centramos más en la parte natural, pues ya habíamos estado antes en Suiza y conocíamos muchos de los pueblos y ciudades. Viajamos en coche desde Bilbao hasta Interlaken en el mes de Julio. El verano es la época ideal para conocer los Alpes suizos ya que en invierno la nieve impide el acceso a muchos lugares de la montaña.

 DÍA 1:

Interlaken es un pueblo sin demasiado encanto, pero estratégicamente situado para las visitas que íbamos a hacer en los siguientes días. Al día siguiente nos dirigimos hacia uno de los lugares emblemáticos de los Alpes, el Jungfrau. Se trata de una cumbre de más de 4000 metros, una de las míticas del alpinismo suizo. Y lo bueno es que se puede llegar prácticamente hasta sus pies a bordo de un increíble tren cremallera, que nos deja en una cima secundaria, el Jungfraujoch. Conviene subir un día despejado porque el tren es realmente caro y si subes con mal tiempo vas a ver muy poco.  Subimos desde Grindelwald y tras un trasbordo en Keine Scheidegg el tren se introduce en el interior de la montaña y tras dos paradas en unos miradores excavados en el interior de la propia roca llega a la estación de Jungfraujoch (3454 metros). Las paradas son espectaculares porque a través de una ventana excavada en la roca puedes ver los enormes picos y el glaciar como si estuvieses en una especie de salón.

Sphynx en Jungfrau, Suiza
                                                                                                                                  Sphynx en Jungfrau

El paisaje que se puede contemplar desde las terrazas es espectacular, el glaciar Aletsch, el más grande de Europa se extiende hasta donde se pierde la vista y pudimos caminar sobre una parte del mismo. De hecho  hicimos una ruta acondicionada sobre el mismo hasta el precioso refugio de Mönchsjoch Hütte, a los pies  del mítico Monch. El recorrido es fabuloso, caminando por los hielos del glaciar – siempre sin desviarse del camino balizado y asegurado – y la vista desde el refugio de montaña es también preciosa.  Deshicimos el camino y aprovechamos las diferentes atracciones del Sphynx, la espectacular estación superior de la línea de ten que habíamos usado. Las terrazas del Sphynx son fabulosas sobre un promontorio rocoso. Dentro de la estación hay una exposición con información del lugar y un  pequeño museo con esculturas de hielo.

Vista del glaciar Aletsch desde Jungfraujoch, Suiza
                                                                                        Vista del glaciar Aletsch desde Jungfraujoch

Tras pasar unas horas arriba en el viaje de vuelta nos paramos en la parada de Keine Scheidegg para acercarnos a las paredes de los míticos Eiger, Mönch y Jungfrau. Las vistas desde la propia estación intermedia son impresionantes. En este lugar trascurre una famosa película de Clint Eastwood. Seguimos desde esta estación una preciosa ruta de senderismo que sigue por las faldas de las montañas hacia Grindelwald y en unas dos horas llegamos al punto donde habíamos cogido el tren de subida. Aquí dejamos el detalle del recorrido que hicimos. Ya en Grindelwald visitamos  los dos glaciares que bajan hasta las inmediaciones del pueblo. El superior está acondicionado mediante escaleras en la propia roca y varias pasarelas. El circuito por las rocas es precioso. Se accede por una escalera que nos lleva a la parte superior de una pared rocosa y a partir de ahí unas pasarelas y unos puentes colgantes nos acercan a la lengua del glaciar.

Spiez, Suiza, Alpes
                                                                                                                                                           Spiez

Ya para terminar el día visitamos el pequeño pero coqueto pueblo de Spiez, muy cerquita de Interlaken y sobre el lago Thunnersee. Situado entre colinas y viñedos, y dominado por un magnífico castillo, Spiez es un pueblo pintoresco. Por encima del lago, el cresterío del Niederhorn se extiende hasta los Alpes de Berna y forma un magnífico panorama. Dimos un paseo por las orillas del bonito lago. El área alrededor del puerto deportivo es también muy agradable, con numerosos cafés y restaurantes. La vista más interesante del pueblo fue el castillo medieval con su iglesia de unos mil años de antigüedad. Aunque ya estaba cerrado pudimos pasear por los jardines y disfrutar de la fantástica vista. Seguimos por la orilla del lago hacia Faulensee, por un hermoso sendero en la naturaleza, que no completamos por falta de tiempo pero que nos regaló preciosas vistas del lago.

DÍA 2:

Al día siguiente nuevamente desde Interlaken nos dispusimos a conocer el espectacular valle de Lauterbrunnen. La primera parada fue el propio pueblo de Lauterbrunnen, un puñado de casas de estilo alpino suizo encajadas en un valle de altísimas paredes verticales por donde se dejan ver cascadas que caen desde la parte superior. La más conocida y pintoresca es la de Staubbachfall, de unos 270 metros, muy cerca del pueblo. Una vez visitado el pintoresco pueblo y la cascada nos dirigimos a las cataratas de Trümmelbachfälle, realmente curiosas porque son unas cataratas que caen por el interior de la montaña en diferentes saltos. Un sistema de túneles, ascensores y escaleras nos permitieron ascender por ellas. Desde el interior de la montaña el rugido del agua al caer es atronador. Hay numerosos miradores a lo largo del recorrido y no sólo hacia el interior sino también hacia el valle. Es una visita realmente fabulosa y muy curiosa, ya que nunca habíamos visto una cascada en el interior  de una montaña.

Vista del valle de Lauterbrunnen, Suiza
                                                                                                              Vista del valle de Lauterbrunnen

Después nos dirigimos a Mürren, uno de  los pueblecitos situados en terrazas sobre las montañas del valle. Es un pueblo precioso, peatonal y solo accesible en teleférico o a pie. Dimos un paseo por un pequeño sendero señalizado que ofrecía unas vistas espectaculares del valle y de las cimas del Eiger, Mönch y Jüngfrau. Tras dar un pequeño paseo por el agradable pueblecito subimos al Schiltorn tomando otro teleférico. Allí se encuentra un famoso restaurante giratorio, el Piz Gloria, que se hizo famoso a raíz de su aparición en una película de James Bond. Las vistas desde aquí superan las que encontramos prácticamente en todos los Alpes. Es uno de los mejores miradores que encontramos en el viaje, y eso que hay para elegir unos cuantos. La interminable sucesión de picos nevados en todas direcciones y los valles muy abajo en un vergel verde es algo  que te deja sin palabras.

Mürren, vista desde las montañas suizas
                                                                                                                                  Vistas desde Mürren

Tras bajar al valle visitamos Wengen, otro pueblecito situado en el mismo valle y solo accesible por ferrocarril o teleférico. Dimos una vuelta por el precioso pueblo, excepcionalmente cuidado como todos en Suiza, y disfrutamos de más vistas. Este complejo turístico se encuentra en una terraza protegida del viento al pie del Jungfrau, 400 metros por encima del valle de Lauterbrunnen. Con sus casas de madera, los numerosos chalets y hoteles que datan del período de belle époque dispersos, Wengen conserva todo el carácter de un pueblo de montaña de postal.

Tras visitar el pueblo tomamos otro teleférico – la verdad es que la red de teleféricos en Suiza es realmente tupida y te da acceso  a lugares fabulosos, aunque  desde luego  no es barata en absoluto – hasta la estación de Männlichen. Desde allí accedimos tras un agradable paseo por una pista muy amplia a la cima del Männlichen , donde hay una preciosa plataforma que ofrece unas vistas increíbles del valle de Lauterbrunnen, con sus cascadas y sobre todo una panorámica impresionante del macizo rocoso del Eiger, Mönch y Jungfrau. Es otro mirador incomparable al que llegamos tras solo un paseo e unos 20 minutos.

Tras bajar de nuevo al valle, y como era algo más pronto que los días anteriores,  nos dirigimos a la ciudad de Thun en uno delos extremos del lago Thunersee. El casco antiguo se encuentra a un kilómetro de la orilla del lago, en el río Aare. Esta pintoresca localidad disfruta de torrentes atravesados por puentes de madera, y sus calles están llenas de soportales. Hay un precioso castillo en el centro de la vieja ciudad que cuenta con un museo que junto con la iglesia de la ciudad dominan el casco antiguo medieval. Las vistas son preciosas por todas partes con las diferentes montañas elevándose por doquier.

Para empezar una visita comenzamos por la calle Bahnhofstrasse y cruzamos el primer puente hacia la isla Bälliz, en medio del río. Cinco puentes conectan la isla Bälliz con el centro de la ciudad medieval; el más interesante es el puente cubierto de madera Untere Schleuse. Las compuertas regulan el caudal de agua del río Aare. Cruzando el puente llegamos al centro histórico de la pequeña ciudad. Cuando se atraviesa el puente Untere Schleuse se llega a la Mühleplatz con una bonita escultura y muchos cafés y restaurantes a lo largo de Aarequai. Continuamos precisamente por Aarequai y llegamos a la plaza del Ayuntamiento, la Rathausplatz. El Ayuntamiento y varios edificios históricos situados en la plaza forman un complejo pintoresco. Desde el Ayuntamiento, llegamos hasta Obere Hauptgasse. Vimos algunos edificios interesantes. La ciudad vieja también tiene una curiosidad arquitectónica: la construcción en dos niveles - el camino conduce por debajo de las aceras elevadas a través de Obere Hauptgasse entre la plaza de la ciudad y Freienhofgasse. En el extremo este de la Obere Hauptgasse tomamos una escalera hasta el castillo de Thun. Disfrutamos de las mejores vistas a los jardines del castillo al caminar por el sendero peatonal Holi Mäz.

Thun, Suiza
                                                                                                                                                            Thun

Pudimos visitar el interior de la iglesia. El castillo medieval Zähringen Schloss, ya cerrado, ofrece unas preciosas  vistas del lago y la zona. La pena  fue que no pudimos ver el interior y las torres.  Desde el castillo de Thun seguimos a lo largo de la muralla de la ciudad y emergimos en el extremo inferior de la vieja ciudad. Callejeamos por la zona vieja disfrutando de muchos rincones pintorescos, comercios y casas de cuento. Justo en el punto donde el Aare se encuentra con el lago vimos por fuera el castillo de Schadau. Desde aquí hay preciosas vistas del lago. Cenamos algo en un  restaurante del casco antiguo y volvimos a Interlaken.

DÍA 3:

El día siguiente lo dedicamos a la zona de los dos lagos que rodean Interlaken. Por la mañana, nos dirigimos a la cima del Niesen en el lago Thunersee. Es una montaña bastante modesta (2362 metros) pero con unas vistas sobre el lago y las grandes cumbres de los Alpes realmente espectaculares. Llegamos fácilmente en funicular desde Mülenen, prácticamente hasta la cima. En la cumbre hay un hotel, un restaurante y sobre todo vistas increíbles. Debido a su forma, al Niesen a menudo se le llama la Pirámide suiza.

Panorama desde el Niesen, Suiza
                                                                                                                       Panorama desde el Niesen

Al menos estuvimos una hora en la parte superior para disfrutar plenamente de las vistas. Las vistas sobre los Alpes berneses hasta el lago Thun y el valle de Simmental son verdaderamente increíbles, y aún más espectaculares vistas desde el pabellón de cristal transparente. Es importante comprobar la previsión del tiempo, ya que es una pérdida de tiempo subir cuando la parte superior de la montaña está entre nubes. Tras disfrutar de  las vistas bajamos de nuevo en funicular y nos dirigimos al este hasta el Brienzersee, el otro lago que baña Interlaken. Allí subimos a otro impresionante balcón, el Brienzer Rothorn. Subimos en un pintoresco tren a vapor desde Brienz. El recorrido es de cuento de hadas y la vista del lago turquesa y las montañas desde la cima es otra vez indescriptible.

Brienzer Rothorn es la montaña más alta del cantón de Lucerna. Casi no hay montaña en el centro de Suiza con una visión más fascinante, y es muy accesible ya que hay dos medios de transporte que llevan a tan solo 100 m por debajo de la cumbre: el tren a vapor que utilizamos y  un moderno teleférico desde Sörenberg. El paisaje en el camino es extraordinario: el tren serpentea por la montaña, atravesando prados y bosques. Una vez que llegamos a la estación intermedia de Planalp, los bosques dan lugar a prados alpinos, rocas y cantos afilados. En la parte superior, hay una tremenda vista: 1800 m por debajo está el lago verde de Brienz, detrás del fantástico telón de fondo de los cuatromiles de los Alpes berneses.  Desde la cima caminamos un poco hasta el cercano Arnihaaggen, una cumbre que nos permitió ampliar algo más las vistas hacia el interior. Desde allí regresamos a la estación superior del tren y bajamos de nuevo al valle.  

Vistas desde Brienzer Rothorn, Suiza
                                                                                                                 Vistas desde Brienzer Rothorn

Descendimos de nuevo en el maravilloso tren y aprovechamos para visitar las cercanas cascadas de Giessbach, en la orilla sur del lago. Las impresionantes cascadas retumban en una serie de diferentes etapas hasta caer 500 metros más abajo en el lago. Inmediatamente al lado se encuentra el histórico Grand Hotel Giessbach, que parece un castillo de cuento de hadas. El funicular más antiguo de Europa nos llevó desde el embarcadero de Giessbach hasta el hotel y la cascada. Hay un  pintoresco puente por el que se puede pasar junto a la cascada y sentir toda su fuera. Después pasamos por Brienz, otro encantador  pueblo con sus casas de madera. Brienz tiene una larga tradición en la talla en madera. La calle más romántica en Brienz es la famosa Brunngasse, donde la mayoría de las casas están embellecidas con dichas tallas.

Cascadas de Giessbach, Suiza
                                                                                                                             Cascadas de Giessbach

Tras Brienz fuimos recorriendo la orilla norte del lago hasta llegar a Beatenberg, sobre el lago Thun, en una terraza que ofrece un panorama único de los picos de los Alpes del Oberland bernés.  Subimos al Niederhorn (1950 metros sobre el nivel del mar) en teleférico desde el pueblo. Desde la cima, se puede apreciar no sólo el Jungfrau, sino también lo accidentado del terreno que rodea el paso de Gemmi hacia el oeste y Grosse Scheidegg hacia el este. Es un lugar muy conocido  entre los aficionados al parapente.  Caminamos por la cresta del Niederhorn en dirección al Mt. Gemmenalphorn, aunque no llegamos porque no teníamos tiempo. Sin embargo el tramo de sendero que seguimos mereció mucho la pena por sus espectaculares vistas.  Bajamos del monte y dimos un  paseo relajado para concluir la jornada. Seguimos el  Beatusweg desde el barrio Waldegg al centro del pueblo. El sendero de 4 kilómetros de longitud, relata la leyenda del Santo Beatus, patrón de Beatenberg. Y tras el agradable paseo nos volvimos a Interlaken.

DÍA 4:

Comenzamos el día visitando el castillo de Oberhofen en la orilla norte del Tunersee. El castillo Oberhofen con su fortaleza medieval y su torre del lago propia de un cuento de hadas se encuentra en la orilla del lago de Thun. El castillo alberga un museo. El gran parque del castillo es uno de los más bellos de la región de los Alpes. Paseando por las distintas salas históricas del museo, obtuvimos una impresión vívida del estilo de vida de la vida de la nobleza de Oberland. Entramos en el elegante recibidor de verano, en el comedor neogótico, y pasamos por la armería. Visitamos varias estancias como el salón de fumar oriental con su magnífica vista sobre el lago. La capilla, con sus frescos medievales excepcionales, se encuentra todavía en uso hoy en día. El parque, ajardinado en estilo Inglés, ofrece una vista impresionante de los Alpes de Berna. Sin embargo la mejor vista del castillo y la torre en el lago se obtienen desde el muelle cercano, fuera del castillo, donde los barcos se detienen a lo largo de sus rutas.

Castillo de Oberhofen, Thun, Suiza
                                                                                                                     Castillo de Oberhofen, Thun

Tras esta parada, os dirigimos a visitar el glaciar de Trift y sobre todo el espectacular puente colgante de estilo nepalí que atraviesa la garganta, el Triftbrücke. Desde Gadmen, al oeste de Brienz, tomamos un teleférico que nos dejó a algo menos de dos horas del puente. La caminata resultó muy agradable a lo largo del valle hasta que de repente llegamos a un punto en el que apareció ante nosotros una imagen impactante. Al fondo, el glacial con el lago de un turquesa impresionante justo debajo y el increíble puente cruzando la garganta a unos 100 metros de altura. Cruzar el puente es una experiencia realmente única. Aunque era un poco pronto aprovechamos para comer allí y disfrutar de la espectacularidad de lugar. Además estábamos casi solos, a pesar de hacer un día impresionante y ser pleno mes de Julio. Aquí se pueden ver los detalles dela excursión.

Triftbrücke, Suiza
                                                                                                                                                  Triftbrücke

De vuelta a la carretera nos acercamos a otra atracción natural cercana. El funicular de Gelmer es el más pronunciado en Europa. Te lleva hasta el hermoso lago Gelmer que puede ser recorrido en una preciosa y sencilla ruta de senderismo. El funicular comienza su ascenso de manera gradual, pero en cuestión de minutos te encuentras sentado perpendicularmente  a la tierra incluso llegando hasta una inclinación casi perpendicular al suelo. Tanto el ascenso como el descenso son una aventura en sí mismos, independientemente de  la espectacularidad del paraje natural. Una vez en la parte superior, llegamos al hermoso lago Gelmer. A continuación, caminamos alrededor del lago lo que lleva  un poco menos de 2 horas. Si bien es una ruta relativamente plana, hay algunas secciones en las que se camina sobre un acantilado estrecho por encima del lago - es totalmente seguro, ya que hay cables en las secciones más duras -.

Hay una ruta más larga hasta el refugio de Gelmer, pero nos quedamos con las ganas porque no teníamos tiempo. Ya de vuelta en la parte inferior del funicular pudimos ver la bonita cascada de Handeggfall  y 70 metros por encima del desfiladero Handeck, el puente colgante Handeck ofrece una fantástica vista maravillosa dela misma. El puente conecta la ruta desde el hotel Handeck a la estación inferior del funicular Gelmer. Es un puente similar al Trift pero mucho más pequeño.

Puente colgante de Gelmer, Suiza, Alpes
                                                                                                                       Puente colgante de Gelmer

De nuevo regresamos hacia Brienz, y aprovechamos para ver una serie de atracciones naturales ‘menores’ en las cercanías de Meiringen,  como la garganta del Aare – un precioso recorrido de poco más de un kilómetro por pasarelas y puentes -, las cataratas de Reichenbach – unas bonitas cataratas donde Doyle mató al personaje de Sherlock Holmes, y a las que se accede en funicular- y  la garganta de Alpbachschlucht – otro precioso paseo esta vez bastante empinado y con buenas vistas -.

Y tras un día muy intenso nos alojamos por última vez en Interlaken antes de continuar nuestro viaje.

DÍA 5:

Comenzamos el día subiendo a otra fantástica cima alpina: el Alpen Tower o Planplatten (2245 metros) que ofrece una espectacular vista de 360 ° panorámica de las montañas y el valle Hasli. Es un hermoso mirador al este del Oberland bernés, con vistas de 401 cumbres de montañas. Tomando varios teleféricos desde Meiringen llegamos a Planplatten. Además de las espectaculares vistas desde aquí parten numerosas excursiones.  Nosotros nos limitamos a llegar a la cima de la montaña desde la estación superior del último teleférico, a lo largo de un cómodo y corto sendero por la cresta de la montaña. Las vistas son fabulosas en todas las direcciones.

Planplatten, Suiza
                                                                                                                                                 Planplatten

Bajamos de la montaña  y seguimos hasta Sachseln, lugar famoso por ser el centro geográfico de Suiza, en el Älggi-Alp en la orilla sur-oriental del lago Sarnen. Una iglesia, la Ermita del Hermano Klaus –patrón de Suiza – se encuentra en los alrededores de Flüeli-Ranft y es el símbolo de Sachseln. El punto central del país está en la cima de un acantilado al oeste de Chli Älggi, pero fue desplazado 500 m al sur-este, a un lugar de fácil acceso y muy pintoresco. A 1.650 metros, el emplazamiento se encuentra repleto de prados atractivos, un pequeño lago y varias pequeñas cascadas, entre ellas la impresionante cascada Älggi. Estuvimos dando un paseo por la zona disfrutando del idílico paisaje suizo. Al Noreste del pueblo pudimos ver el puente más alto cubierto en Suiza, entre Kerns y Flüeli-Ranft. El desfiladero de Ranft es bastante profundo y el puente es un puente precioso y espectacular.

Sachseln
                                                                                                                                                     Sachseln

Seguimos nuestra ruta hacia Titlis, una fabulosa montaña de 3.238 metros. Para acceder a ella tomamos un teleférico giratorio – el primero del mundo al parecer - desde Engelberg en el lado norte. El sistema de teleférico conecta Engelberg con la cumbre de Klein Titlis (3028 m) a través de tres etapas. El teleférico gira 360 grados durante el viaje ofreciendo idílicas vistas panorámicas de las paredes rocosas escarpadas, grietas profundas y distantes picos de las montañas cubiertas de nieve. La última parte del camino del teleférico lleva por encima del glaciar. Al llegar a Klein Titlis, pudimos visitar una cueva glaciar iluminada desde una entrada dentro de la estación del teleférico. La cueva de 150 metros de largo se bifurca en varias direcciones y desciende 20 metros debajo de la superficie del glaciar. Otra de las atracciones de la cima es el Titlis Cliff, el puente colgante más alto de Europa que ofrece excelentes vistas de los Alpes. Está 3.041 metros sobre el nivel del mar y a 500 metros del suelo. Al llegar a la cumbre, seguimos a través de un túnel subterráneo y hasta la plataforma de observación en la ventana de la pared sur. El puente suspendido se extiende desde aquí a la estación del telesilla glaciar Ice Flyer. El puente es apenas de un metro de ancho y 100 metros de largo. Las vistas hacia el abismo de abajo son impresionantes y simplemente la sensación de caminar sobre el puente es única. Estuvimos disfrutando del sublime paisaje desde todas  las terrazas y ángulos posibles e iniciamos el descenso.

Titlis, Suiza
                                                                                                                                                            Titlis

Tras bajar dimos una vuelta por el pueblo de Engelberg. El pueblo se caracteriza por el imponente monasterio y la iglesia colegiata. No la visitamos pero paseamos por las  calles y vimos  alguna que otra casa muy bonita, además de disfrutar del paisaje. Tomamos un teleférico más doméstico que el que habíamos usado hasta Titlis para subir al cercano Fürenalp, una preciosa pradera con muy bonitas vistas. Allí hicimos un recorrido muy sencillo, el Fürenalp Trail Grotzliweg, una ruta circular (3,4 kilómetros) que comprende diez estaciones diferentes con paneles informativos relativos al agua ya que en el recorrido vimos el agua en un número de maneras diferentes, como el pequeño lago de Spiegelseeli, arroyos de montaña, pozos, y sumideros.  Tras el paseo y disfrutar de las vistas recogimos el coche en Engelberg y nos dirigimos a Stans,  donde nos alojamos esa noche.

Stans, la capital del cantón de Nidwalden, es una pequeña ciudad a orillas del río Engelberger. El principal punto de interés es el pico de Stanserhorn por encima de la ciudad. Ya era tarde para subir así que nos dedicamos a explorar la pequeña ciudad. Stans tiene una bonita plaza rodeada por varios edificios barrocos. Pudimos visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo, con su viejo campanario románico. También vimos un monasterio capuchino y el Convento de Santa Klara. Tras cenar algo nos alojamos en la pequeña ciudad.

 

DÍA 6:

Este día lo comenzamos haciendo una ruta de senderismo algo  más larga de lo que habíamos hecho hasta entonces. Subimos al Brisen, en la frontera entre los cantones de Nidwalden y Uri. La cordillera occidental llamada Haldigrat es la forma más fácil de acceder a la cumbre, a través de un precioso paseo por las crestas. Prácticamente la totalidad de la Suiza central se ve desde el Brisen, destacando las vistas al lago de Lucerna y el Rigi y vistas impresionantes hacia abajo sobre Oberrickenbach con el Titlis por encima dominado por la cordillera.

La caminata (3 horas 40 min, 9 km) a lo largo de la pista ancha sobre el Haldigrat es en sí mismo una gran experiencia. A Haldigrat accedimos por teleférico desde Dallenwil a Niederrickenbach, luego a pie (30 min) hasta  Alpboden, y al final con el telesilla a Haldigrat. Y tras disfrutar de una maravillosa ruta de senderismo las vistas panorámicas desde la parte superior de Brisen son simplemente espectaculares. El vecino Hoh Brisen con su casi perpendicular pared de roca aparece frente a nosotros. Aunque hay opciones de hacer una ruta circular que pasa por otras cumbres, por comodidad decidimos volver por el mismo camino por donde habíamos subido.

Vistas desde el monte Brisen, Suiza
                                                                                                                   Vistas desde el monte Brisen

Y de una montaña a otra, ya que así fueron nuestras vacaciones por Suiza. Nuestro siguiente objetivo fue el Niederbauen Chulm, una montaña con una vista espectacular sobre el Lago de Lucerna por su posición sobre uno de los puntos en los que el lago se dobla en dos brazos. Su cumbre a 1,923 metros es muy modesta respecto a lo que ya habíamos recorrido pero las vistas desde lo más alto son preciosas.  La caminata fácil y gratificante (menos de 3 horas) a la cumbre comenzó en Bergstation Niederbauen (Emmetten), después de tomar el teleférico aéreo desde Emetten. EL teleférico nos dejó en Alp Niederbauen, donde ya hay unas fabulosas vistas al lago. Luego caminamos sobre una hora hasta la cima de Niederbauen-Chulm. Desde aquí la vista es aún mejor y se pueden contemplar fácilmente las muchas bahías azules del lago, así como numerosos picos.  Volvimos por el mismo camino, y descendimos de nuevo hasta el coche.

Vistas desde el Niederbauen Chulm, Alpes, Suiza
                                                                                                        Vistas desde el Niederbauen Chulm

Tras las dos excursiones de montaña nos fuimos hasta Bürglen, un bonito pueblo al comienzo del romántico valle salvaje de Schachen y la ciudad natal de Guillermo Tell. La preciosa torre de la población alberga el museo de Tell. Es una de las cuatro torres existentes con viviendas y almenas medievales. Hicimos una rápida visita al museo que ofrece información acerca de Guillermo Tell. Aparte de la iglesia parroquial de Bürglen, visitamos  la población donde encontramos  la capilla de Tell, ricamente decorada con frescos y pinturas que narran la historia de Tell. Otro edificio destacado del curioso  pueblo es la posada Adler, una pintoresca taberna de madera.

A continuación hicimos una preciosa ruta por carretera, la que nos llevó al Susten Pass con increíbles vistas del glaciar Stein en el lado sur. La ruta comienza en Wassen, donde se pasa por la garganta irregular del río Meienreuss través de varios túneles. Al principio vimos la línea de ferrocarril de San Gotardo, que atraviesa varios túneles en zigzag. Cerca de la parte trasera del valle, la carretera sube de nuevo en varias curvas cerradas a la parte superior del paso a través de un corto túnel. Poco antes del túnel, una vista panorámica se extiende sobre la vasta cuenca del valle de Meien hasta el Sustenhorn. El panorama impresionante del valle Gadmen y el Glaciar Stein están a la vista. Hicimos una pequeña excursión por el sendero del  glaciar. El punto de partida fue el hotel Steingletscher en la carretera del paso.

Sustenpass, Suiza
                                                                                                                                                 Sustenpass

Finalmente volvimos por el túnel y terminamos el día en Andermatt. El valle Ursern, donde se encuentra el pueblo,  es uno de los más impresionantes valles de montaña en Suiza. Andermatt se encuentra en el corazón de los pasos alpinos de Suiza, y es la mayor de las tres aldeas en el valle. Aparte de servirnos para descansar sería el punto de partida para disfrutar de estos maravillosos pasos de montaña accesibles por carretera al día siguiente.

La carretera desde Göschenen a Andermatt a través de la garganta Schöllenenschlucht y el puente Teufelsbrücke es realmente fantástica. Avanzamos paralelos al río Reuss y a lo largo de un desfiladero increíble donde paramos varias veces para ver algunos otros puntos de interés que se encuentran a lo largo de la ruta como la iglesia de Wassen, Göschenen, el Puente Häderlins, el cañón de Schöllenen, el memorial Suworow o el Puente del Diablo. Un tramo de carretera espectacular que nos abrió boca para lo que íbamos a ver al día siguiente.

DÍA 7:

Este día nos dispusimos a visitar los diferentes pasos de montaña que rodean la localidad de Andermatt. Primero nos encaminamos hacia Oberalppass que es el puerto de montaña más alto de los Alpes suizos. La carretera es preciosa avanzando por un maravilloso paisaje de montaña hasta llegar al lago Oberalpsee en  el mismo paso. Paramos para disfrutar del paisaje y del lago. Hay un entrante en el lago donde hay un pequeño refugio precioso. Lo único que altera el idílico paisaje es la vía del tren que también atraviesa el paso. Seguimos un tramo la carretera ya descendiendo el paso por el otro lado para hacer la ruta de las fuentes del Rhin, en el lago Tomasee. Es una ruta sencilla de unos 4 Km y nos llevó al precioso lago de Tomasee. El lago está muy bien situado en una gran depresión. El regreso lo hicimos por el mismo camino.

Seguimos por carretera hasta el paso de Gotardo (2106 m) que conecta Suiza con Italia. Aunque hay un túnel a lo largo de la carretera que evita el paso, lo que merece la pena es tomar la antigua carretera hasta el paso para disfrutar de las vistas a través de la garganta de Schöllenen. El ascenso discurre por un paisaje precioso. En la parte superior del paso se encuentra el Museo de San Gotardo, con exposiciones sobre el desarrollo del paso y del tráfico de tránsito. Además paseamos por la zona donde hay varios pequeños lagos, una capilla y en general es una zona muy bonita para pasear y disfrutar del entorno. Pasado el paso elegimos la histórica carretera de la Tremola para hacer el descenso hacia el Ticino en Italia, aunque no llegamos a descender del todo. El viaje a través de la carretera pavimentada con adoquines – la Trémola - es impresionante. La Tremola te lleva en curvas cerradas y serpenteantes desde el paso hasta Airolo y está considerada como el monumento histórico más largo de Suiza. Desde el paso subimos a la presa del lago de  Lucendro, donde unas terrazas montañosas con espectaculares  vistas nos ofrecieron un maravilloso panorama de todo el entorno del paso.

Paso San Gotardo, Suiza
                                                                                                                                     Paso San Gotardo

Retrocedimos de nuevo hasta Andermatt para seguir hasta el siguiente paso, el Furkapass. El paso de montaña de Furka es el primero  de la popular ruta de los tres pasos de montaña sobre los puertos de Furka, Grimsel y Susten. El Furka Pass fue utilizado como escenario en una película de James Bond, Goldfinger. El ascenso se hace por un paisaje precioso y que según vamos ascendiendo vamos ganando fantásticas vistas. Desde la aldea de Tiefenbach hay una vista panorámica del macizo de San Gotardo. Por el lado de Valais, desde el Hotel Belvedere, a unos tres kilómetros por debajo de la cresta del paso de Furka, disfrutamos de una buena vista del glaciar del Ródano. Este glaciar es el que mejor se puede apreciar desde la carretera. Desde las diferentes curvas de 180 grados vamos disfrutando de maravillosas vistas sobre el mismo

Furkapass, Suiza
                                                                                                                             Glaciar en el Furkapass

Desde el Hotel Belvedere bajamos al glaciar a visitar la misma lengua y una gruta glaciar, una cámara de hielo que se construye cada año de nuevo. Las vistas desde la bajada y la internada en la propia lengua del glaciar merece muchísimo la pena. La lengua del glaciar da lugar a un riachuelo que formará posteriormente el Ródano. El glaciar del Ródano ha perdido parte de su tamaño espectacular debido al cambio climático y en la actualidad la lengua glaciar termina a la altura del Hotel Belvedere. La ubicación del hotel junto al glaciar es muy pintoresca. Los miradores sobre el glaciar y el lago glaciar son realmente inmejorables. Para disfrutar aún mejores vistas se pueden seguir el sendero desde el hotel hasta el paso de Furka, que está mucho más cerca del glaciar que la carretera. Seguimos por la carretera en descenso hacia el pueblecito de Gletsch donde vimos la pequeña estación del Tren de vapor Furka. Dimos un paseo de 30 minutos por el sendero de la naturaleza habilitado para familiarizarse con la preciosa zona pre-glaciar.

Y tras la breve parada seguimos hasta el paso de Grimsel, para lo que nos tuvimos que desviar hacia el norte. La carretera asciende en sucesivos zigzags ofreciendo maravillosas vistas del valle y del propio  glaciar del Ródano. En la cresta del paso está el Totensee, o Lago de los Muertos. Con el coche seguimos una precaria carretera desde el mismo paso hacia el Oberaar, un precioso valle de alta montaña hasta la presa Oberaar. A lo largo de la orilla norte del lago recorrimos un sendero y en algo menos de una hora llegamos al pie del glaciar en la otra punta del lago. El lugar es increíble. De regreso al paso seguimos descendiendo un tramo hacia el norte y llegamos al pantano de Räterichbodensee. Desde la propia barrera de la presa hay una vista fabulosa de todo el valle en el otro lado del paso.

Aunque era un poco tarde nos decidimos a subir al Sidelhorn desde el lago Grimsel. El pico ofrece un magnífico panorama de montañas y lagos. Es una caminata de montaña fácil con vistas panorámicas de la zona de Grimsel, la zona de Goms, los Alpes de Berna, los glaciares Ródano y Oberaar, una multitud de ríos y más de una docena de lagos alpinos. Entre subir y bajar estuvimos unas dos horas y media caminando. Sin embargo las vistas recompensaron el ascenso, no demasiado duro por otra parte.

Grimselpass, Suiza
                                                                                                                                               Grimselpass

Seguimos la ruta tras bajar de Grimsel y nos dirigimos al último paso del día tras pasar por Obergoms: el paso de Nufenen, el segundo más alto paso de montaña de Suiza. Al este de la parte superior del paso está la fuente del río Ticino. Hacia el norte hay una vista espectacular de los Alpes de Berna, en particular del Finsteraarhorn mientras que hay una muy buena vista sobre el glaciar Gries al sur. Hicimos varias paradas a lo largo de la subida y caminamos hasta algunos puntos para mejorar las vistas. Bajamos del puerto y seguimos hasta Brig donde pasamos esa noche.

DÍA 8:

Este día dedicamos gran parte del mismo a ver el glaciar de Aletsch. Y aprovechamos la misma subida en teleférico hasta Riederalp para ver dos de las principales atracciones del fabuloso glaciar. Primero desde Riederalp nos encaminamos hacia Belalp para pasar por el fantástico puente colgante de 124 metros de largo sobre el Massaschlucht (desfiladero de 50 metros de profundidad). Aquí disfrutamos de las vistas en todas direcciones y de la sensación de cruzar una vez más un fantástico puente colgante de estilo nepalí. La única pena es que la ruta desde Riederalp es en descenso hasta aquí y en general no es demasiado vistosa salvo al final en las inmediaciones del puente. Así que tras visitar el puente retomamos el camino hasta Riederalp, donde nos había dejado el teleférico.

Puente de Riederalp, Suiza
                                                                                                               Puente entre Riederalp y Belalp

A partir de Riederalp hicimos un fantástico camino panorámico por la orilla sur del glaciar. En este post podemos ver los detalles de la fabulosa caminata que nos llevó por uno delos parajes más espectaculares de toda la montaña suiza. Y aquí pasamos gran parte del día, caminando con unas vistas excepcionales del glaciar Aletsch.

Glaciar Aletsch, Suiza
                                                                                                                                           Glaciar Aletsch

Tras la extensa pero maravillosa visita al mayor glaciar de Europa nos dirigimos en coche al cercano valle de Binntal. Viejas casas pintorescas y mucha naturaleza intacta hacen del valle Binntal una joya paisajística. Las mejores vistas del paisaje del valle Binntal las disfrutamos conduciendo por una estrecha carreta de Binn a Ernen junto al cañón salvaje y agreste de Twingischlucht. Es una ruta que discurre a través de pueblos bien conservados y aldeas con pintorescas casas de madera. Vimos  y paseamos por un precioso puente colgante, el  "Puente Goms",  que conecta las dos zonas de senderismo de Bellwald y Ernen. Este es uno de los más pintorescos puentes de este tipo que vimos en nuestro viaje. Especialmente pintoresco nos pareció el pequeño poblado de Ze Binne.

Ze Binne, Suiza, Alpes
                                                                                                                                                     Ze Binne

La localidad de Mühlebach cuenta con uno de los centros históricos de aldeas más antiguo de Suiza construido en madera. Pero Mühlebach no es un pueblo-museo; todas las casas siguen siendo utilizadas. Un sendero señalizado nos llevó por 22 atractivos edificios, cada uno de los cuales se identifican con una pequeña placa. Después visitamos Mässersee y descendimos a Imfeld. Con esto terminamos el día en una zona menos agreste pero realmente preciosa y muy muy pintoresca.

Brig, Suiza, Alpes
                                                                                                                                                              Brig

De nuevo nos desplazamos hasta Brig donde volvimos a pasar la noche. La localidad de Brig con su casco histórico y el bonito Palacio de Stockalper se encuentra al pie del Paso de Simplon y es un agradable lugar para pasear. Aprovechamos el final del día para pasear por la zona histórica y cenar algo. El casco antiguo de Brig es interesante, con casas aristocráticas, una iglesia y colegiata y la capilla de Sebastian. El Palacio de Stockalper en Brig es uno de los palacios barrocos más importantes de Suiza. Tiene tres torres cuadradas coronadas por cúpulas muy características. También cuenta con un bonito patio con arcos al que pudimos entrar a pesar de la hora y una pequeña capilla dedicada a los tres reyes magos.

DÍA 9:

Comenzamos el día visitando el Simplonpass que conecta esta zona de Suiza con Italia. El impresionante paisaje que ofrece la carretera de montaña es para no perdérselo. Desde Brig, la carretera dibuja largas curvas por la montaña. A medio camino, el pintoresco puente de Ganter – muy pintoresco y el  de mayor vano de Suiza - cruza el Valle Ganter. En la cumbre del paso llegamos al Hospicio de los monjes Bernardinos. Mirando hacia atrás, vimos el magnífico panorama de los Alpes de Berna.

En el lado sur del paso, la carretera hacia Italia pasa por el valle de Simplon. Paramos en el pueblo, con edificios con sus típicos techos de placas de piedra es típico de Italia. La plaza del pueblo es similar a una plaza italiana. Las calles estrechas y empedradas y casas de piedra intactas de tres plantas dan al pueblo su carácter. La carretera continúa a través de galerías y túneles a través de la estrecha y pintoresca garganta de Gondo que está cercada por paredes de granito.

Puente en el valle de Simplon, Suiza
                                                                                                                  Puente en el valle de Simplon

Siguiendo hacia Italia nos dirigimos  a Zwischbergental un impresionante valle salvaje. Lo primero que hicimos fue una ruta de senderismo bastante sencilla hasta el Seehorn, un fabuloso mirador sobre la zona. Subimos en coche hasta el paso de Furggu, a unos 1900 metros de altitud. Desde allí hasta la cima hay apenas dos kilómetros aunque con una buena subida. Ida y vuelta nos llevó un par de horas y las vistas desde la cima son preciosas, aunque la cima está un tanto afeada por la presencia de unas antenas. Ya en el valle avanzamos por la carretera desde el pueblo de Zwischbergen. El paisaje es precioso porque es un valle apenas humanizado con unas montañas muy verticales a ambos lados y completamente cubiertos de una espesa vegetación.  Hicimos varias paradas pero no hicimos ninguna ruta de senderismo por falta de tiempo.

Vistas desde el Seehorn, Suiza
                                                                                                                            Vistas desde el Seehorn

Tuvimos que deshacer todo el camino del día hasta el bonito pueblo de Grächen. El pueblo se encuentra en una terraza amplia soleada a una buena altitud y está rodeado de picos majestuosos. Es un complejo vacacional  muy orientado a los niños. El 'Ravensburg Spieleweg' es una pista de juego para toda la familia y el parque de  juegos de Robi tiene una casa encantada, un tobogán gigante, un paseo temático de cuento de hadas y mucho más. Una gran parte del pueblo es peatonal y los vehículos eléctricos son la única forma de transporte dentro del pueblo. Un lugar ideal para pasar unos días relajados en la montaña con los niños. Paseamos por el complejo y tomamos el teleférico a Seetalhorn donde disfrutamos de preciosas vistas de esta zona entre los valles de Saas-Fee y Zermatt, dos de los valles más turísticos de Suiza.

Grächen, Suiza
                                                                                                                                           Grächen, Suiza

Y precisamente tras bajar de la montaña nos fuimos a Saas-Fee, nuestro destino de esta noche. Saas-Fee es un paraíso al aire libre. Trece picos de cuatro mil metros rodean la turística población que ha conservado gran parte de su encanto tradicional con sus bonitas casas de madera. La ruta a Saas-Fee por el valle de Saas con sus gargantas escarpadas por las laderas de las montañas ya es una experiencia fantástica. En el pueblo libre de coches de Saas-Fee, tuvimos que dejar el coche en el aparcamiento a la entrada. Como ya era tarde no pudimos subir a ningún teleférico a las montañas delos alrededores así que visitamos los alrededores del pueblo acercándonos a algún mirador y disfrutando de la arquitectura tradicional de los diferentes núcleos de casas del pueblo.

DÍA 10:

Madrugamos y tomamos el funicular subterráneo de Metro Alpin que conduce hasta la montaña de 3500 metros de Mittelallalin. Las vistas desde la cima son realmente increíbles. Allí se encuentra el restaurante giratorio más alto de los Alpes. En la montaña también visitamos el Pabellón de Hielo, el mayor del mundo. Un largo túnel de 70 metros conduce a través del hielo de miles de años del glaciar Feegletscher y permite ver preciosas esculturas en el hielo. Esta es una zona de esquí durante todo el año y pudimos andar solo un  poco por alrededor de la estación, por una reducida zona que estaba despejada de nieve.

Mittelallalin, Suiza, Alpes
                                                                                                                                                 Mittelallalin

Además este día teníamos otro objetivo, uno de los principales destinos del viaje, la localidad de Zermatt a los pies del Matterhorn. Solo pudimos llegar en coche hasta Täsch (5 km antes de Zermatt). La carretera Täsch-Zermatt está cerrada al público y para llegar a Zermatt tuvimos que tomar un tren. El pueblo de Zermatt es precioso, con sus casitas de madera repletas de comercios. Pero lo primero que hicimos fue una de las  innumerables excursiones que se pueden hacer en los alrededores.

Tomamos uno de los trenes que sube a las montañas, en concreto el tren de cremallera que sube a los 3.089 metros de altura del Gornergrat. El panorama que vimos en la cima es uno de las más bellos de los Alpes: el macizo de Monte Rosa con la montaña más alta de Suiza (el Dufourspitze), y una vista sobre el segundo mayor glaciar en los Alpes, el Gornergletscher , y por supuesto una vista privilegiada del Matterhorn. El viaje hasta la estación superior solo nos llevó 33 minutos. Tras movernos por la zona superior y disfrutar de numerosas vistas en los miradores alrededor de la estación decidimos bajar caminando un par de estaciones. El camino es una verdadera maravilla, las vistas al Matterhorn van cambiando y no paramos de sacar fotos. En un punto y tomamos el tren y descendimos hasta la estación para realizar e l recorrido de los cinco lagos, que describimos aquí.

Matterhorn, Suiza, desde Gornergrat
                                                                                                                                                  Matterhorn

Descendimos al pueblo donde visitamos la garganta de Gorner - 500 m al sur del centro del pueblo – que discurre por un sendero a través de puentes y pasos estrechos, así como una ruta de cuerda fija, que nos llevó a través de la profunda y escarpada garganta. Luego estuvimos recorriendo las calles del pueblo para ver sus casas y algunas tiendas tras un día muy intenso. Alrededor de Zermat hay numerosas montañas cubiertas por una tupida red de funiculares y teleféricos. Nos quedamos con ganas de hacer alguna excursión más por la zona pero en un solo día es imposible. Aquí podrías estar tranquilamente una semana haciendo rutas diferentes todos los días y subiendo a diferentes montañas en teleférico, aunque la verdad es que el precio de los  mismos como en toda Suiza es bastante elevado. Por ejemplo el paraíso glaciar Matterhorn (3.883 m), y Rothorn (3.103 m) son dos de los destinos más apetecibles y que con más ganas nos quedamos de ver.

Puente colgante de Randa, Suiza
                                                                                                                        Puente colgante de Randa

De vuelta hacia el valle principal donde se encuentra Sion paramos en la localidad de Randa para visitar el fabuloso puente colgante de Charles Kuonen Hängebrücke. Aparcamos el coche en un parking habilitado para  la visita del puente y en algo menos de dos Km y algo de subida llegamos al fabuloso puente colgante de estilo nepalí. Este es particularmente largo y estrecho e impresiona bastante pasar sobre el mismo. Es un paseo realmente espectacular. Ya sin tiempo para más pues anochecía deshicimos el camino hasta el parking donde habíamos dejado el coche y nos retiramos  a nuestro alojamiento en Visp.

DÍA 11:

Comenzamos el día con una ruta de senderismo para subir a una montaña más modesta que las que habíamos visto el día anterior pero con fabulosas vistas. Se trata del Illhorn, una montaña con vistas a Chandolin y una altura de 2.717 metros. La subida a esta montaña es una fácil caminata, pero vistas desde la cima son realmente impresionantes. La caminata es de cuatro kilómetros fáciles en cada sentido, con alrededor de 700 metros de desnivel y nos llevó unas tres horas, ya que la bajada la hicimos realmente rápido. A lo largo de la subida hay una buena vista del lago cercano, el Illsee. El ascenso final es bastante fácil, y desde la pequeña cima hay excelentes vistas en todas las direcciones. Se puede ver también Illgraben, un gigantesco cráter causado por el colapso de una montaña.

Chandolin, Suiza
                                                                                                                                                    Chandolin

Ya en Chandolin también disfrutamos de un majestuoso panorama. Este antiguo pueblo con sus casas típicas de madera es uno de los asentamientos más altos habitados en Europa. El antiguo pueblo de Haufendorf aún conserva su carácter original. Estuvimos por el valle de d'Anniviers disfrutando de los maravillosos paisajes y pintorescos poblados. Soussillon, La Tuelle y St-Luc  son algunos de los pueblos en los que hicimos varias paradas.

Grimentz es otro de los pueblos que visitamos en el valle. Es un pueblo de postal, famoso por sus graneros, que han sido quemados casi hasta el color negro por el sol, y por los innumerables geranios rojos en las jardineras. El paisaje urbano de Grimentz es un conjunto armonioso de antiguos almacenes de grano, graneros y nuevos hoteles chalet.

Seguimos en coche hasta el embalse de Moiry y lo pasamos hasta llegar al lago de Chateaupre. El glaciar de Moiry es uno de los más espectaculares de los Alpes. Hay una magnífica vista del glaciar desde la Cabane de Moiry. Y esa es la ruta que hicimos. Desde el lago donde dejamos el coche  -muy pintoresco – unos 3 Km en moderado ascenso nos llevaron a la cabaña. Desde allí la vista sobre el glaciar es impresionante. La lengua muy plana se extiende a nuestros pies a unos cientos de metros bajo la cabaña. Toda la masa del glaciar se encuentra frente a nuestra posición. Es un paseo realmente agradable porque todo el rato fuimos disfrutando de fabulosas vistas del glaciar.  Además es una ruta cómoda y corta.

Lago y glaciar de Moiry, Suiza
                                                                                                                             Lago y glaciar de Moiry

Y con esto dejamos el valle y nos  fuimos a Crans-Montana, otro de los centros de deportes de invierno más famosos del país. Desde aquí hay una impresionante vista de la cadena de los picos de las montañas desde el Matterhorn hasta el Mont Blanc. El pueblo en si no tiene demasiado encanto pues es un moderno  centro de vacaciones pero el objeto de la visita era hacer una parte – no teníamos tiempo de hacer todo – de la ruta de senderismo del Bisse du Ro, un antiguo canal de irrigación realmente espectacular pues en buena parte va colgado de la pared de la montaña. El sendero se ha habilitado con pasarelas de madera y cadenas colgadas literalmente del vacío, en una serie de secciones realmente  impresionantes.  Además las vistas desde el antiguo canal de agua hacia la profundidad del valle Liene son espectaculares. Empezamos  el camino dejando Crans-Montana en dirección a la presa de Rawyl. La ruta se ha securizado completamente y pasa por precipicios espectaculares literalmente colgando de las rocas. La ruta sigue después hacia el lago de Tseuzier pero  no teníamos tiempo para eso, por lo que nos volvimos y nos alojamos en Crans-Montana.

Bisse du Ro, Crans-Montana, Suiza, Alpes
                                                                                                                                                Bisse du Ro

DÍA 12:

Seguimos la ruta por los Alpes Suizos y nuestra siguiente parada fue el Val d'Hérens, donde aparte de los pueblos con sus preciosas y típicas casas se encuentra la presa de hormigón de Grande Dixence, que es la más alta del mundo. La puerta al Val d'Hérens está formada por las pintorescas pirámides de tierra de Euseigne, torres de piedra escarpadas coronadas con los cantos rodados de rocas. El pintoresco paisaje está formado por conos de tierra de 10 a 15 metros de altura y la mayoría de ellos están protegidos por una piedra alojada en la parte superior. Pasada esta maravilla geológica visitamos alguno de los pueblos, como Evolène que es uno de los pueblos más auténticos del valle. Cuenta con numerosos edificios con varios pisos. Les Haudères es otra de las aldeas que visitamos, una aldea encantadora con un número especialmente grande de casas de madera bien conservadas. Llegamos hasta Arolla para ver el glaciar, que aunque menos espectacular que otros que ya habíamos visto, merece la pena una pequeña visita. A lo largo de valle hicimos varias paradas para sacar fotografías del maravilloso entorno natural.

Pirámides rocosas de Euseigne, Suiza
                                                                                                              Pirámides rocosas de Euseigne

En uno de los valles laterales visitamos La Grande Dixence, la mayor presa del mundo. La presa tiene unas dimensiones descomunales. Es una obra faraónica, que merece la pena visitar, porque además está situada en un entorno natural espectacular. Hicimos una visita guiada con presentaciones de diapositivas y películas que tienen lugar en el interior de la presa. Un teleférico nos llevó a la cima de la presa, que tiene una magnífica vista panorámica de las montañas del Valais. Y desde allí hicimos una ruta de senderismo, el Sentier des bouquetins que nos permitió  descubrir la presa Grande Dixence, el brillante Lac des Dix, y los picos cubiertos de nieve desde la perspectiva que da la altura. La subida nos llevó a través de coloridos prados de montaña y las mejores vistas las tuvimos desde el Col de Rous.

Grande Dixence, Suiza
                                                                                                                                         Grande Dixence

Y de un valle nos fuimos a otro, esta vez al norte de la divisoria de Sion. El valle de Derborence es una reserva natural de una gran belleza natural. Allí llegamos desde Conthey a través de una pequeña carretera y pudimos aparcar en el mismo lago de Derborence. Es un precioso lago de montaña en un entorno natural idílico, y además completamente accesible, ya que como decía el  coche se deja justo  al lado del lago. Desde el lago  hicimos una ruta bastante sencilla hasta el Pas de  Cheville pasando por el Alpage de Cheville. Es un paisaje maravilloso, como  todos en los Alpes, aunque quizás no tan espectacular como otros que habíamos visitado. No obstante el tranquilo paseo nos sentó fenomenal y nos permitió conocer los alrededores de esta fantástica reserva natural.

Sion, Suiza
                                                                                                                                                             Sion

Y ya de aquí nos dirigimos a Sion, donde haríamos noche. Sion es la capital del cantón suizo de Valais y es reconocible desde lejos gracias a las altas torres del castillo de Tourbillon y el Castillo de Valeria que coronan la ciudad desde dos pintorescas colinas. El ambiente de la ciudad vieja es más parecido al mediterráneo que al de una ciudad suiza. Desde el centro subimos hasta la rue des Châteaux a lo largo de la larga fila de edificios medievales que conducen al castillo de Valère. El castillo tiene una torre cuadrada y murallas y de hecho es una iglesia fortificada. Las vistas desde delante del castillo son excelentes, abarcando los Alpes y el Ródano. Ya estaba cerrado así que nos tuvimos que conformar con verlo desde fuera. Sí pudimos ver la catedral gótica de Notre-Dame du Glarier, junto a la igualmente gótica iglesia de San Théodule. Y subimos también hasta el Chateau Torbillion, el otro castillo de Sion. Es un castillo en ruinas situado en la otra colina. Cuesta un poco subir pero las vistas del valle del Ródano y las montañas son impresionantes. Esta maravillosa fortaleza medieval se encuentra en la colina más alta, y está rodeada de murallas y torres cuadradas. Aunque el castillo está en su mayoría en ruinas aún se conservan grandes secciones de las murallas.

Ya de vuelta al casco antiguo pasamos por el ayuntamiento, uno de los edificios más hermosos a lo largo de la Rue du Grand-Pont. Y aprovechamos para cenar algo en uno delos animados bares de la ciudad antes de dirigirnos a nuestro alojamiento.

DÍA 13:

Empezamos la mañana subiendo en teleférico hasta Mont-Fort , un impresionante mirador hacia el Mont Blanc y una inmensa cantidad de cumbres de los Alpes. La imagen que tuvimos desde allí es de las más bonitas que disfrutamos en todo nuestro viaje. Desde la estación superior del teleférico se puede acceder a un montículo rocoso por una precaria escalera que nos amplia aún más las impresionantes vistas.  Subimos a Mont-Fort desde Verbier.

Vistas desde Montfort, Suiza
                                                                                                                                Vistas desde Montfort

Encaramado en una meseta soleada en el corazón de las montañas, Verbier ha preservado su encanto como pueblo alpino. Además Verbier ofrece una vista panorámica única del Mont-Blanc y el macizo de Combins. Visitamos las ruinas del castillo de Verbier tras un agradable paseo. También vimos algunos edificios históricos en el pueblo. Subimos en coche a La Croix de Coeur para disfrutar de las vistas de Verbier y los picos de los alrededores. Desde allí una subida hasta la estación superior del teleférico nos permitió ampliar aún más las vistas. Después seguimos en coche hasta la presa de Mauvoisin, la más alta de Europa y su sendero temático. Allí disfrutamos de la espléndida vista del lago de Mauvoisin y sus cascadas empinadas. La presa se alza en un entorno espectacular bajo el Grand Combin.

Ya iniciando el retorno del viaje paramos en la pequeña aldea de Saint-Pierre-de-Clages con su iglesia y su campanario octogonal. El interior es bastante austero, sin decoración importante, lo que da aún más encanto a esta pintoresca iglesia. Las casas en el casco antiguo son en su  mayoría bastante típicas. Nuestra siguiente parada fue la pequeña ciudad de Martigny. Su patrimonio histórico-cultural, y su toque mediterráneo se observan a lo largo de la ciudad. Martigny está rodeado de viñedos y huertos. Un anfiteatro restaurado, las termas romanas, templos y la parte vieja son lo que más merece la pena. Los barrios históricos con sus iglesias y edificios civiles valen la pena una visita. Vimos la capilla de Saint-Michel y su famosa torre del reloj. Frente a la capilla está la plaza de Saint-Michel y cerca se puede explorar el molino de Semblanet, que todavía está en uso.

Martigny, Suiza
                                                                                                                                                      Martigny

El Castillo de Bâtiaz con su bonita silueta se levanta sobre una roca. En el interior del castillo visitamos su patio central, su gran salón, y su capilla. También vimos la cámara de tortura y subimos a la torre del homenaje y admirar la vista sobre toda la ciudad y la región. En la plaza fuera del castillo, encontramos información sobre la historia de las máquinas de asedio y su evolución en los siglos en una exposición. Debajo del castillo junto al río también vimos un pintoresco puente de madera cubierto. También pasamos por la Fundación Pierre Gianadda construida alrededor de los restos de un antiguo templo romano.

Y finalmente terminamos nuestro último día de viaje en el valle de Triental. En la entrada al valle el primer punto de interés es  una profunda garganta de 200 metros cerca de Vernayaz. La pudimos visitar cómodamente con unas pasarelas habilitadas sobre las paredes de la misma. Un alto puente une las dos paredes de roca que se enfrentan entre sí a la entrada del valle. En las profundidades abajo, cerca del arroyo, seguimos un sendero que conduce a través de pasarelas de madera. Y visitamos la impresionante cascada de 114 metros de altura de Pissevache cerca de Vernayaz.

Garganta en el valle de Trient, Suiza
                                                                                                                   Garganta en el valle de Trient

Aunque era un poco tarde nos dio tiempo a hacer una última caminata, la que va del Col de Forclaz al precioso glaciar de Trient. No es una caminata muy exigente y la hicimos un poco a la carrera, pero las vistas al final sobre la lengua glaciar son preciosas. El recorrido que hicimos sigue el antiguo y restaurado Suonen (conducto de agua). Y ya con esto dimos por finalizado el viaje. Esa noche la pasamos en Chamonix (Francia) y desde allí regresamos al día siguiente a casa. El viaje ha sido sin duda un repaso por los mejores parajes de montaña de los Alpes.

Puntos de interés: