Puy du Fuou: un parque temático increíble

Este no demasiado conocido parque temático – al menos en España - se encuentra a medio camino entre Nantes y La Rochelle. Y es precisamente poco conocido porque no tiene atracciones como tal sino que  se basa en espectáculos que recrean momentos de la historia. Se encuentra construido alrededor de las ruinas de un antiguo castillo . Teníamos dudas si les iba a enganchar a los niños, y la verdad es que les encantó. Un parque diferente a los archiconocidos Eurodisney, Asterix o incluso Futuroscope, pero que merece mucho la pena.

Y además otra ventaja: los precios. Son unos precios muy asequibles: para tres días la tarifa de adulto es de 56 euros y para niño de 41 euros en total. Además hacen descuentos para familia numerosa. Y en tres días la verdad es que da tiempo de sobra a ver el parque, de hecho ajustando un poco se podría comprimir en dos la visita y también quedaría muy bien. De hecho el necesitar tres días es por los niños, para darles tiempos de juego entre espectáculos y no llevarles con la lengua fuera todo el rato. Es fundamental bien planificar la visita con los horarios de los espectáculos ya que suelen durar unos tres cuartos de hora y hay que ir algo antes para hacer cola en la entrada y poder sentarte donde te corresponda.

Y si no hay atracciones, ¿Qué hacer en el parque? Bueno pues hay seis grandes espectáculos, impresionantes todos ellos y que no te puedes perder si visitas el parque. Es decir, organiza la visita al parque para que al menos puedas ver una representación de cada uno de ellos. El número de representaciones varía en función de los días. Los espectáculos son sólo en francés, un pequeño inconveniente, pero la verdad es que al ser tan visuales merecen la pena incluso aunque no sigas todo lo que están hablando. Si que hay información en inglés sobre cada uno de los espectáculos. Los espectáculos principales son los siguientes:

El signo del triunfo: transcurre en un espectacular – me quedo corto - coliseo romano, donde se representa una lucha entre los prisioneros galos y los romanos, con las cuadrigas, leones, peleas que parecen totalmente reales, etc… El simple hecho de presenciar el espectáculo en el coliseo coloridamente adornado ya es una gozada para los críos – y por supuesto para los adultos -.

Los vikingos: es a representación de un ataque vikingo a un fuerte, cuyo epicentro es una torre de más de 20 metros de altura. Los vikingos llegan en un drakar por el  agua y hay además de muchas peleas, espectacualres efectos especiales con  fuego… los trajes de todos los actores están cuidados hasta el último detalle. Este fue el espectáculo que más les gustó a los niños.

El secreto de la lanza: una representación medieval, en una historia donde una  joven pastora tiene que descubrir los poderes de una lanza mágica para defender las murallas del castillo. Justas, mucho espectáculo con caballeros y sus caballos y más efectos especales de fuego en un muy bien ambientado castillo.

Mosquetero de Richelieu: es una representación con mosqueteros, caballos y bailarinas de estilo español. Aquí si que se habla más en la representación pero las peleas con espadas, las acrobacias de los caballos y los bailes sobre un escenario con agua son espectaculares.

El baile de los pájaros fantasmas: es una exhibición de cetrería pero realmente espectacular. Participan numerosas aves y además hay algunos de los cetreros que se colocan en mitad de las gradas por lo que alguna vez nos pasaron literalmente rozando los enormes animales. Espectacular aunque a los críos les dio algo de miedo en algún momento.

Los caballeros de la Tabla Redonda: ambientado en la leyenda de Merlín y Arturo y en un marco espectacualr de un poblado amurallado vemos peleas, magia y la famosa escena de Arturo extrayendo a Excalibur de la roca.

Adicionalmente a esto, hay un espectáculo nocturno, Cinécénie, un verdadero espectáculo de magnitudes faraónicas. Recrea una batalla con muchísimos actores –más de 2.000 -, fuegos artificiales, proyecciones en 3D, algo realmente espectacular. Ahora sí es de noche y es muy largo – más de hora y media – así que los críos terminaron dormidos después de todo el día trotando por el parque. Así que es para pensárselo porque además este espectáculo hay que pagarlo aparte, no está incluido con la entrada convencional. Además hay otro espectáculo si  incluido en la entrada principal que está también muy bien, es una representación musical en un estanque con preciosos efectos luminosos.

Además de estos grandes espectáculos también hay otros menores, pero también interesantes. Y mientras caminas de una zona a otra puedes disfrutar de representaciones de pueblos medievales, un parque infantil de madera, un rincón urbano de principios de siglo con autómatas musicales, jardines, demostraciones de artesanía, animales y otras interesantes atracciones. También hay zonas de juego para los niños con columpios bastante elaborados. Todo el parque está rodeado de un bosque muy agradable con una red de caminos que te llevan de un  espectáculo a otro y a los centros menores entre ellos. Otra atracción que les gustó mucho a los niños fue el Jardín Extraordinario, donde hay estatuas que se mueven, árboles que hablan…

Para comer hay restaurantes con espectáculos y menús bastante caros. No obstante nosotros tiramos de puestos rápidos con bocadillos, ensaladas y otros platos sencillos. Además hay lugares en los que puedes hacer picnic mientras descansas entre espectáculos. Es otra de las cosas que nos gustó, que  puedes entrar al parque con comida del exterior. Para alojarse nosotros optamos por uno de los hoteles temáticos dentro del parque. No son mucho más caros que los de fuera si encuentras un buen pack de oferta, y además es como seguir en el parque sin romper la magia. Están muy bien ambientados en las épocas sobre las que versa el parque.

Ubiicación del parque: