Peñíscola es un importante centro de vacaciones en la costa castellonense. Pero es mucho más que eso, es por derecho propio uno de los pueblos más bonitos de España. Su castillo y recinto amurallado situado en un istmo entre las dos playas es realmente encantador y uno de los más bonitos de España-. Además dentro del municipio encontramos también el Parque Natural de la Sierra de Irta, una preciosa sierra costera con preciosos paisajes, playas y restos históricos.
La parte vieja, que es la realmente interesante y bella, se levanta en una abrupta península rocosa. Originalmente esta península estaba unida a tierra sólo por un istmo que a veces quedaba sepultado por el mar y la península se convertía en isla. Hoy en día las nuevas edificaciones y el puerto evitan que eso ocurra. Sobre la peña se levanta el casco viejo, del que sobresale el famoso castillo del Papa Luna. Esta parte vieja divide la costa en dos mitades con amplias playas tanto al norte – esta es especialmente grande - como al sur.
Dentro de la parte vieja la estrella sin duda es el castillo templario del Papa Luna que lo corona. Es un precioso edificio que merece la pena visitar. Tras comprar la entrada en una pequeña oficina a los pies del castillo nos adentramos en el mismo. Se pueden visitar varias estancias y un gran patio abierto. Lo mejor es la amplia terraza, el punto más alto del castillo y de la roca, que ofrece unas maravillosas vistas de ambas playas y de la zona vieja. La terraza está completamente abierta y solo estás protegido por una pequeña barandilla. Es una vista impresionante. Con la entrada al castillo también se pueden visitar los jardines del mismo que no están comunicados con el recinto del propio castillo sino que se encuentran más abajo por la calle principal del casco viejo. Los jardines no están mal pero lo mejor son las vistas. Además se hacen exhibiciones de cetrería a determinadas horas. Una parte de estos jardines, el Patio de Artillería, se abren al público para conciertos y otros eventos en periodo estival.
Junto a la puerta de acceso al castillo en la parte más alta del pueblo podemos encontrar varias coas de interés. Por una parte hay una terraza donde se encuentra el faro de Peñíscola, completamente integrado en los edificios del casco antiguo y con bonitas vistas de un lado del castillo y de otra zona de la roca. Hacia el interior nos encontramos una plazoleta, la Plaza de Armas, desde la que podemos ver una estatua del Papa Luna bajo las murallas del castillo – es un lugar muy fotografiado ya que un pequeño paseo te lleva hasta la propia escultura -. Y desde la plaza accedemos a la iglesia contigua al castillo, el Ermitorio de la Mare de Déu d’Ermitana. Es una iglesia muy bonita especialmente en el exterior y alberga una imagen de la patrona de la ciudad.
El resto de la zona amurallada es una verdadera gozada. Si accedemos desde el puerto pesquero – al norte – atravesamos una monumental puerta, la puerta del Papa Luna, y si seguimos la muralla podemos ir visitando diferentes tramos, garitas y llegamos hasta una plaza en la que hay un pequeño museo marítimo gratuito. Poco antes se puede ver una de las curiosidades de Peñíscola: el Bufador. Se trata de una grieta en las rocas por las que salen agua de mar y se oye perfectamente el mismo cuando hay oleaje. Desde allí siguiendo el perímetro llegamos a la casa de las Conchas, una preciosa casa con su fachada completamente cubierta por conchas de mar. Desde allí un tramos de escaleras nos lleva hasta una terraza con vistas y por encima a la terraza del faro que visitamos anteriormente. Pasando por debajo del castillo y descendiendo por la otra vertiente pasamos por los Jardines y el Patio de Artillería. Desde allí otra plaza nos da acceso a nuevas vistas y unas escaleras descienden hasta la rampa de subida al castillo.
Si en vez de seguir esas escaleras seguimos por la parte superior de la muralla llegamos a otra puerta de acceso a la parte vieja – el Portal Fosco - y un tramo de murallas en escalera con preciosas vistas. Aquí encontramos otra bella iglesia, la iglesia de Santa María de Peñíscola y callejeando un poco salimos a otra plaza interior del castillo con unas fabulosas arcadas y más terrazas. La verdad es que recorrer el castillo con todos sus tramos de muralla, plazoletas y demás nos lleva un buen tiempo. Además merece la pena callejear entre las casas encaladas con detalles de azulejos, pues hay rincones preciosos por descubrir. Todas las calles principales en verano suelen estar abarrotadas por turistas visitando todo tipo de comercios, tiendas de souvenirs, bares, restaurantes… Sin embargo en estas calles interiores hay mucha tranquilidad, no hay agobios de gente y puedes descubrir los detalles a tu antojo.
En la zona digamos nueva adyacente al puerto hay unas calles peatonales también repletas de tiendas y restaurantes y allí empieza el paseo marítimo. Las vistas desde este principio del paseo hacia la roca es fabulosa con las casas situadas justo bajo el castillo que le dan un aspecto realmente pintoresco. Justo bajo las murallas del castillo en la zona norte hay un callejón empedrado precioso que nos lleva a un mirador con restos del antiguo puerto de Peñíscola. Es uno de los lugares más bonitos para ver el atardecer, con toda la playa Norte a nuestros pies, llegando hasta Benicarló. El paseo es muy agradable y se extiende por 7 Km hasta Benicarló junto a la playa. Es un lugar ideal para pasear y muy animado por las noches especialmente. Hay zonas más anchas y más estrechas, en algunas la carretera discurre en paralelo al paseo y en otras zonas hay amplias zonas peatonales.
Otro atractivo de Peñíscola es obviamente la playa. Y hay dos playas principales. La playa Sur se encuentra junto al puerto y es una playa mediana en forma de media luna de aguas muy tranquilas al estar completamente protegida del mar por el propio puerto y el peñón sobre el que se encuentra el casco viejo. La playa Norte es una playa enorme, que se extiende 7 Km hasta el vecino pueblo de Benicarló. Esta es la mejor playa de Peñíscola, con arena fina y dorada, un agua cristalina y muy poco profunda lo que la hace ideal para los niños. Realmente la playa original de Peñíscola se extendía solo 2 Km desde el castillo hacia el norte. El resto se hizo posteriormente y se nota ya que el relleno se hizo a base de tierra, piedra molida y no es desde luego la maravillosa arena de la playa natural.
Y aunque Peñíscola está completamente ocupado por hoteles y apartamentos al sur del castillo una franja de costa se mantiene bastante intacta. Se trata de la sierra de Irta. Es una zona montañosa que acaba en la costa y da lugar a playas y zonas de acantilados. Hay una carretera de tierra que recorre la sierra por la costa y que llega hasta Alcossebre, aunque es más recomendable hacer parte del camino o todo el mismo a pié. Llegaremos a lugares tan maravillosos como la Cala de Russo, donde puedes estar casi solo incluso en verano aunque solo estés a unos pocos kilómetros del ajetreo de Peñíscola. También encontramos aquí una antigua torre de vigilancia, la torre de Badum, en un acantilado con preciosas vistas de la costa. Otras construcciones podemos encontrar en esta zona son la Ermita de San Antonio o el Mas del Senyor.
Peñíscola ha sido escenario del rodaje películas como El Cid, Calabuch de Luis García Berlanga y más recientemente de la serie Juego de Tronos. Hay un itinerario cinematográfico que lleva por diferentes localizaciones de películas y diferentes paneles lo ilustran. Otra de las experiencias aconsejables si visitas Peñíscola es hacer un pequeño viaje en barco para rodear la zona vieja por mar y disfrutar de unas vistas diferentes. Los barcos parten del puerto a los pies del castillo y tras rodear el peñón avanzan paralelos a la playa Norte.
Y para obtener las mejores vistas del castillo y la zona vieja de Peñíscola podemos desplazarnos hacia la sierra de Irta o hacia la urbanización de las Atalayas. Desde el principio de la ruta de la Sierra de Irta se tiene una bonita vista del castillo. Incluso desde la cala del Moro, antes de empezar la zona del parque natural la vista es preciosa desde el saliente rocoso que protege la pequeña cala. Por su parte la urbanización de las Atalayas se levanta en un pequeño monte enfrente del castillo, y a medida que vas ascendiendo por sus calles las vistas mejoran. La zona no es especialmente bonita ya que se encuentra completamente abarrotada de apartamentos pero las vistas del castillo son excepcionales.
Puntos de interés en Peñíscola:
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