Vancouver, entre el mar y la montaña

Vancouver es una de las ciudades más bonitas de América por su emplazamiento natural en el estrecho de Georgia y con fantásticas montañas verdes a su alrededor que contrastan con los rascacielos del downtown de la capital de la British Columbia. La naturaleza y las raíces de los nativos americanos están muy presentes en toda la ciudad. Recorremos esta fantástica ciudad visitando el centro, la parte antigua, sus parques, el barrio chino, las playas de la periferia y las amplias zonas de museos. Como la parte principal de la ciudad está rodeada por agua, ya que se extiende sobre una península, hay transportes acuáticos entre las diferentes partes de la ciudad. Nosotros nos movimos mayoritariamente en coche pero también tiramos de los transportes acuáticos en un par de ocasiones. Y también visitamos la montaña de la ciudad, la Grouse Mountain y el puente de Capilano, para disfrutar de una zona de esparcimiento natural y de espectaculares vistas de la ciudad y su entorno.

DÍA 1:

Nos alojamos en el centro, en un  hotel situado en una fabulosa torre en Robson Street con unas maravillosas vistas hacia los rascacielos y las montañas. Las vistas eran espectaculares especialmente por la noche con todos los rascacielos iluminados. Comenzamos a caminar por la calle Robson, una calle comercial con todo tipo de tiendas y muchos bares y restaurantes. Llegamos hasta la Robson Square, la plaza más céntrica de la ciudad, donde se encuentran algunos de los edificios más representativos de la misma, como la Galeria de Arte, la iglesia de St Peter o los juzgados. Los dos primeros son elegantes edificios con sus techos de cobre verde. Alrededor hay edificios modernos también muy interesantes. Estuvimos deambulando por la plaza sacando fotos y es que esta zona es realmente fotogénica. El Hotel Vancouver es otro fabuloso edificio.

Robson Square, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                            Robson Square

Bajamos por la calle Burrard en dirección al mar. Esta calle está rodeada de espectaculares rascacielos y edificios, estamos ya en pleno downtown. La calle desemboca en el Canada Place, una zona muy agradable para pasear junto al mar. Allí hay varios edificios singulares además de un maravilloso paseo que discurre a lo largo de la costa. La Terminal de Cruceros es uno de los más llamativos. Con unas estructuras que recuerdan a las velas de un trasatlántico la Terminal parece un verdadero crucero varado en el muelle. Además pudimos pasear por toda la terminal y sus diferentes terrazas con unas vistas fantásticas. En el final del espolón hay una plazoleta con vistas fantásticas hacia todo el waterfront de la ciudad. Seguimos la línea de costa por el paseo rodeando el centro de Convenciones. Subimos a la terraza del edificio para disfrutar de fantásticas vistas y después pasamos por el terminal de ferries y también por una zona donde había un servicio de hidroaviones. Desde esta zona se tiene una fantástica vista de los  rascacielos del oeste que veíamos desde el hotel.  Seguimos paseando hasta una punta en la que hay una terraza con una escultura que consiste en una especie de casa de pescadores elevada por unos postes.  Desde aquí se ve el puerto deportivo y más rascacielos. Enfrente una zona de casetas que hacen de embarcaderos completan la bonita estampa de esta zona de la ciudad.

Gastown desde la terminal de cruceros, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                  Gastown desde la Terminal de Cruceros

Retrocedimos hasta la Canada Place callejeando entre los rascacielos del downtown. Esta zona tiene edificios muy bonitos y es una zona de negocios por lo que no hay demasiados comercios. Sin embargo pasear por aquí merece la pena para disfrutar de los diferentes rascacielos. Llegados al Canada Place subimos al cercano Vancouver Lookout, una torre con una plataforma circular en su parte superior que proporciona unas vistas fabulosas de toda la ciudad. Subimos en ascensor y el mirador además dispone de cafetería y tienda de recuerdos. No es una torre excesivamente alta pero las vistas son buenas ya que se encuentra fuera del conglomerado de rascacielos. Y a los pies de la torre visitamos el Gastown, la zona ‘vieja’ de Vancouver, al menos todo lo vieja que puede ser en una ciudad americana. Gastown tiene un carácter único y alberga la mayor parte de los edificios históricos de la ciudad. No es una zona muy extensa pero merece la pena recorrerla a conciencia. Edificios victorianos jalonan las calles. El reloj de vapor es el monumento más famoso de Gastown. El vapor entra en el reloj a través de tubos que pasan por debajo de las calles y cada 15 minutos el reloj suena y deja salir algo de vapor. El reloj es  una atracción en sí mismo, y además es realmente bonito. La calle donde se encuentra, Water Street, con su suelo empedrado es la más bonita de este barrio también. A lo  largo de las calles vimos muchísimas y curiosas tiendas, restaurantes.. todo muy cuidado y con mucho encanto. En la confluencia de Powell y Alexander Street hay un edificio triangular precioso que recuerda al Flat-iron Building de Nueva York, aunque de menores dimensiones. Comimos algo en un bar de pasada y seguimos nuestro recorrido.

Vancouver Lookout en el Gastown, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                Vancouver Lookout en Gastown

Fuimos caminando hasta el barrio chino, uno de los más importantes de Norteamérica. Es una zona pintoresca con los restaurantes y comercios típicos, así como detalles arquitectónicos muy interesantes con referentes  a la cultura china. Visitamos el jardín botánico del Dr. Sun Yan-Sen, un precioso jardín tradicional chino  con su lago y  sus típicas construcciones. La puerta de entrada al barrio es también muy bonita. Sin embargo esta parte de la ciudad nos dio cierta sensación de inseguridad, un ambiente que no nos gustó demasiado por lo que no  prolongamos demasiado la visita. Una pena porque algunos de los edificios sobre todo en Pender Street son bastante bonitos y nos hubiese gustado estar algo más relajados por aquí. Además fuera de la mencionada calle Pender la zona parece bastante degradada.

Puerta de entrada al Chinatown, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                  Puerta de entrada al Chinatown

Desde aquí bajamos caminando hasta la zona costera del  Parque Creekside. Allí vimos varias cosas interesantes. La primera fue el espectacular edificio del Museo de Ciencias, una futurista esfera en una terraza sobre la orilla del mar. Una zona preciosa para pasear. Seguimos el paseo hacia el sur y pasamos por una zona de puentes y viviendas muy bonita con vistas preciosas hacia los rascacielos.

Museo de Ciencias​​, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                  Cúpula del Museo de Ciencias

Allí tomamos el ferry hasta la Place of Nations. No es que hiciese falta pero nos apetecía probar el transporte acuático de la ciudad. El edificio de la terminal de ferry es precioso y allí se encuentra el impresionante estadio BC Place con una espectacular cubierta en forma de carpa y el Rogers Arena, otro espacio para eventos deportivos y culturales. Desde allí nos adentramos de nuevo en el corazón de la ciudad y pasamos por la Biblioteca Pública de Vancouver, un edificio realmente espectacular que ha aparecido en muchas series y películas. Es un edifico al que se puede entrar porque en su parte baja alberga varias cafeterías y disfrutarlo desde dentro. Desde aquí retrocedimos poco a poco hasta el hotel donde recogimos el coche para dirigirnos a nuestro último destino del día: Granville.

Biblioteca Pública de Vancouver, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                            Biblioteca de Vancouver

En coche llegamos en apenas un cuarto de hora a la Granville Island, una península en realidad. Esta es una zona repleta de antiguos almacenes portuarios restaurados y que en la actualidad albergan centros comerciales, galerías de arte, bares y restaurantes. El paseo junto al canal es precioso. La vista de los rascacielos del downtown justo enfrente bajo el precioso puente de metal de Granville es una estampa urbana realmente maravillosa. La zona al oeste de la isla es la más bonita, en especial el paseo bajo el puente en los embarcaderos y los pabellones restaurados No obstante desde la zona este de la isla – a donde nos acercamos en coche – desde el parque de Ron Basford hay una bonita vista también hacia otra zona de la ciudad. Aprovechamos para cenar en uno de los almacenes restaurados y desde allí en coche regresamos al hotel. Con esto habíamos completado la visita a lo más importante de la ciudad y la verdad es que fue un día completísimo. No obstante todavía nos quedaban un montón de cosas por ver, saliendo algo de la zona centro.  Y eso es lo  que hicimos los dos días siguientes.

Granville Island, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                               Puente de Granville sobre Granville Island

DÍA 2:

Tras desayunar cogimos el coche y nos desplazamos a la zona sur de la ciudad saliendo de la península del downtown. Paramos en el Vancouver Museum and Pacific Space Centre. La entrada al museo es muy singular con un edificio circular coronado por una estructura en forma de sombrero y la escultura metálica de un cangrejo. Entramos a visitarlo – en el hotel nos recomendaron este museo en concreto– y descubrimos una amplia exposición sobre Vancouver y su historia. La parte de planetario y exhibición sobre el espacio me pareció menos interesante. Muy cerca se encuentra también el museo marítimo,  ambos en el parque Vanier, una zona verde con calas de arena y con unas vistas maravillosas del skyline de la ciudad. Seguimos por la carretera en paralelo a la península del downtown disfrutando de las vistas y parando en alguna playita más. También nos encontramos un precioso edificio de madera, el Old Hastings Mill Store, uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Y paramos en la playa de Spanish Banks, una playa con una vista maravillosa de todo el centro de Vancouver.

Vistas desde el parque Vanier, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                    Vistas desde el parque Vanier

Seguimos por la carretera costera y así llegamos hasta la universidad de British Columbia y el museo de Antropología. Este museo merece la pena una visita sobre todo si te interesa el arte y cultura de los nativos americanos que poblaron estas tierras. El edificio está localizado al final de la carretera frente al océano y su salón principal es espectacular. A lo largo de la exposición se pueden ver muchísimos tótems de los antiguos pobladores de Canadá, canoas y muchos más objetos. Desde el edificio principal se sale al exterior a un zona donde hay más tótems y casas típicas de los nativos. Recorrimos el museo disfrutando de las colecciones de objetos y comimos algo en la misma cafetería del museo, porque por esta zona tampoco hay muchas opciones más.

Spanish Banks, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                            Spanish Banks

Desde aquí seguimos hasta el parque Queen Elizabeth situado en una pequeña colina con buenas vistas  a la ciudad. En la parte más alta hay una cúpula de cristal que alberga diferentes plantas. Aparte de las vistas tampoco hay mucho más que ver en el parque así que seguimos  hasta el Parque Stanley en la otra punta de la ciudad, al norte, en la punta de la península sobre la que se asienta el centro y que da acceso a la parte norte de Vancouver. El parque es una zona natural justo al lado del centro y con amplias posibilidades para pasear. Dejamos el coche a la entrada del parque y allí mismo vimos una laguna con un sifón en su centro. Al otro  lado de la carretera comenzamos a pasear con preciosas vistas del puerto deportivo, pasando por el club de remo. Las vistas de los pequeños botes con los rascacielos de fondo son preciosas. Alquilamos unas bicicletas para recorrer la península de una forma más amena y pasamos por el aquarium de la ciudad. En la entrada hay una escultura de una orca, una de las preciosas ballenas que  surcan las costas de esta zona de Canadá. No entramos porque no teníamos tiempo aunque nos hablaron muy bien de este aquarium.

Vistas desde el parque Stanley, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                 Vistas desde el Parque Stanley

A lo largo del recorrido hay diferentes cosas que vimos y que merecen la pena. Vimos algún tótem más como los del Museo de Antropología. También encontramos un precioso edificio, el Bar Stanley junto a un bonito jardín. También pasamos por un  pequeño faro, el faro de Brockton con vistas hacia la bahía sobre la que se asienta el puerto de Vancouver y la zona norte de la ciudad. Seguimos el recorrido alrededor de la península pasando por una estatua muy similar a la de la Sirenita de Copenhague. Se trata de una figura femenina sobre una roca en el agua. Nos encontramos después con un pequeño parque acuático para niños, con sifones, grifos… Y desde aquí el sendero se adentra en una zona boscosa que recorrimos junto a la costa hasta pasar por debajo del precioso puente de  Lions Gate que cruza la bahía de una manera similar al Golden Gate de San Francisco.

Lions Gate, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                                   Lions Gate

Subimos a un mirador que ofrece unas preciosas vistas sobre el puente y las montañas del lado norte. El mirador está compuesto por una serie de terrazas escalonadas con fantásticas vistas. Volvimos a encontrar el camino hacia el sendero que rodea la península y seguimos el recorrido en bicicleta. Fue un paseo  muy agradable disfrutando del paisaje y de alguna playa ocasional que cierra la península en su lado oeste. También pasamos por una roca muy pintoresca a escasos metros de la costa.

Totems en el parque Stanley, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                     Tótems en el parque Stanley

Y tras el fantástico recorrido devolvimos las bicicletas y volvimos al hotel. Aprovechamos lo poco que quedaba del día para pasear por los alrededores del mismo y entrar en alguna tienda de recuerdos antes de buscar un local para cenar en nuestra segunda noche en la ciudad.

Vista nocturna del downtown, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                   Vista nocturna del downtown

DÍA 3:

Este tercer día lo dedicamos a ver la parte norte de Vancouver, para lo que cogimos el coche y cruzamos  el puente de Lions Gate para pasar hacia esta zona.  Aquí hay varias visitas muy interesantes. La primera fue el puente colgante de Capilano. En esencia se trata de un larguísimo puente colgante situado sobre un cañón en el interior de un denso bosque con altísimos árboles. Accedimos al recinto – previo pago de una entrada – y tras pasar la típica tienda de recuerdos adornada por un par de tótems nos encontramos de frente con el puente. El puente es espectacular, realmente largo aunque lo suficientemente ancho y robusto como para que no de impresión pasar sobre el mismo. Es un puente de estilo tibetano, con sus traviesas de madera y las cuerdas – cadenas en realidad – que hacen de pasamanos. Tras pasarlo hay un circuito precioso que atraviesa una parte del bosque sobre unas plataformas en los propios árboles, de dimensiones descomunales. Es otro recorrido fantástico y que nos dejó estampas muy pintorescas.  Las vistas desde los diferentes miradores son preciosas. Hay varias rutas de senderismo habilitadas en el recinto pero la parte más espectacular es la del puente, así que no nos entretuvimos mucho más porque teníamos muchas más cosas que ver.

Puente de Capilano, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                    Puente de Capilano

Desde aquí seguimos hasta la montaña de Vancouver, la Grouse Mountain. Allí tomamos un teleférico que nos llevó a la cima de esta montaña con preciosas vistas de la ciudad, aunque un tanto lejanas. A lo largo de la subida las vistas al lago Capilano son preciosas. En la cima hay varias atracciones y pudimos ver una exhibición de leñadores, unos osos grizzlies y un campeonato de parapente que tenía lugar justo ese día. Subimos en un telesilla hasta la cima de la montaña donde la vista se abre aún más. Desde allí pudimos observar perfectamente la península en la que se asienta la ciudad, el trazado delas avenidas, los rascacielos, la isla de Vancouver y una miriada de barcos por la zona de la bahía de la ciudad. La subida a la montaña es una visita obligada en Vancouver, desde allí se puede apreciar la grandiosidad de la naturaleza que rodea la ciudad.

Vistas desde Grouse Mountain, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                 Vistas desde Grouse Mountain

Comimos algo a la carrera y nos dirigimos al Lynn Canyon Park, un  poco más al este y ya algo más alejado de la ciudad. El parque es una zona de senderismo en torno al precioso cañón de Lynn. Aunque hay senderos bastante completos y de larga duración nosotros vimos lo básico porque no podíamos dedicarle más tiempo. Pasamos por el puente colgante sobre el río – similar al de Capilano  pero de menores dimensiones – con una bonita vista sobre el río. Muy cerca vimos una pequeña piscina natural donde había gente bañándose e hicimos el sendero hasta las cascadas de Twin Falls, una modesta caída de agua. El paseo es agradable pero no espectacular. El bosque que nos rodea durante todo el camino está formado por un espectacular bosque de altísimos árboles.

Lynn Canyon, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                                Lynn Canyon

Tras la visita fuimos a hacer otro pequeño sendero en otro bonito parque situado al oeste del Lions Gate. Se trata del Lighthouse Park. Ya el propio recorrido hasta el parque es digno de mención, porque vas por la costa con vistas hacia el estrecho, con Vancouver en el otro lado y paisajes costeros y pequeñas playas o acantilados según vamos avanzando paralelos a la costa. Una vez aparcamos en el parque, un sendero muy sencillo nos llevó  a Point Atkinson, un faro en un excepcional enclave natural con vistas hacia el océano y el estrecho de Georgia. El paisaje es precioso porque el pintoresco faro se encuentra en un espolón rocoso rodeado de unas bonitas formaciones rocosas. Nos movimos alrededor del faro a ambos lados para disfrutar del paisaje y las vistas, y desde allí deshicimos el camino para volver hasta el coche. Es impresionante las posibilidades que tenemos de adentrarnos en la naturaleza más espectacular a pocos minutos de la gran ciudad. A la vuelta paramos en Ambleside desde donde hay una vista preciosa del puente Lions Gate desde otro punto de vista.

Point Atkinson, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                             Point Atkinson

Y para cenar esta noche elegimos acercarnos al centro comercial de Lonsdale Quay, un impresionante mercado con centro comercial y muchas  facilidades de restaurantes y bares. Las vistas hacia la ciudad de Vancouver son preciosas. Este complejo alberga además un animado mercado que visitaríamos también al día siguiente de camino a nuestro próximo destino, pero que a esas horas  de la tarde estaba ya cerrado. El centro comercial se abre al mar en una plaza muy agradable para dar un paseo o simplemente disfrutar de las vistas.  Y así concluimos nuestra visita a la ciudad de Vancouver, una fantástica ciudad, mezcla de gran núcleo urbano y espacios naturales espectaculares.

Lonsdale Quay, Vancouver, Canada, British Columbia
                                                                                                                                             Lonsdale Quay

 

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