Las Vegas, la ciudad del juego

No es una de las ciudades más bonitas de Estados Unidos, no tiene grandes monumentos y está rodeada por un árido desierto, pero sin embargo es una de las ciudades más conocidas del país. Con su infinidad de casinos, hoteles de lujo, centros comerciales y todo tipo de atracciones Las Vegas es un verdadero parque temático para adultos. Y es que aquí tienes de todo durante las 24 horas del día. Las Vegas es un lugar donde los americanos van de fiesta, de despedidas de soltero o para celebrar cualquier otro evento que uno se pueda imaginar. La recorremos en tres días y os contamos que ver en esta singular ciudad americana.

DÍA 1:

Tras llegar al aeropuerto – por cierto justo al lado de los principales hoteles de la ciudad - nos cogimos el coche de alquiler y nos fuimos hasta nuestro hotel. Y esta es una de las primeras cosas que te sorprende cuando haces las reservas. Los hoteles  todos ellos de lujo y con todo tipo de comodidades son realmente baratos. Y es que el negocio no está en  el alojamiento sino en sus casinos, atracciones y servicios. Nosotros nos alojamos en el MGM, un enorme complejo con su casino, centro  comercial, salas para espectáculos y todo tipo de servicios y atracciones en su extenso recinto. Los casinos son de hecho el centro de los hoteles. Están ubicados de manera que tengas que atravesarlos sí o sí para ir a tu habitación, para ir al restaurante y hasta para llegar a la recepción. Se trata de hacer picar al cliente y que pruebe alguna de sus mesas de juego o su infinidad de tragaperras. Sorprende su tamaño y la presencia continua de personas de todo tipo y condición a cualquier hora del día.

Tras dejar las maletas nos fuimos a recorrer el Strip, la avenida principal y más importante de las Vegas. Y aquí lo interesante es ir viendo los hoteles  a los que se puede entrar libremente, por lo menos en sus zonas comunes y en sus casinos,  y descubrir sus diferentes atractivos, que la verdad es que los tienen. Comenzamos a recorrer el Strip por su extremo sur, donde se puede apreciar el mítico cartel de bienvenida a las Vegas. Desde allí comenzamos nuestro recorrido por el Mandalay Bay, uno de los hoteles más sencillos. Aquí el principal atractivo es su complejo de piscinas donde hay hasta una piscina con olas y otra con arena simulando una playa artificial. Dejamos rápidamente éste y empezamos a ver algunos de los más interesantes como el Luxor. Como su nombre y su edificio  - una impresionante pirámide negra  -  hacen sospechar está ambientado en el antiguo Egipto. También podemos ver una impresionante Esfinge a la entrada dl hotel. En la zona de las salas de conciertos, cine… hay una serie de recreaciones de edificios de Egipto bastante interesante y también nos impresionó aquí ver el casino desde un piso superior abierto. Allí te das cuenta de la magnitud de la zona de juego. Y por las noches desde la pirámide del Luxor sale un chorro de luz que ilumina la ya de por sí saturada vida nocturna de las Vegas.

Por cierto, comentar que todos los hoteles  a lo largo del Strip están comunicados por un moderno tren, aunque es más recomendable ir por el exterior viendo todo y disfrutando del ambiente callejero. Nosotros sólo lo usamos para volver al hotel cada día.  Seguimos nuestra ruta por los hoteles y entramos en el Excalibur, con una ambientación de castillo medieval. En el interior hay una zona de juegos y atracciones para los niños además de un espectáculo cena con recreación de una justa de caballeros. Este hotel se nota que es de los más antiguos de la ciudad, según fuimos viendo  los demás te das cuenta de que este es muy flojo en lo que a ambientación, decoración y atracciones se refiere. Y desde aquí salimos al Strip de nuevo y vimos uno de los más bonitos para mi gusto, el New York New York .Ya la fachada es espectacular con una gigante recreación de la estatua de la libertad y de los rascacielos más emblemáticos de la ciudad. Además una montaña rusa atraviesa las recreaciones de los edificios. Es una de las atracciones que probamos. Es una montaña digna de cualquier parque de atracciones y por las vistas y por ver el hotel desde arriba merece mucho la pena. Aquí también la zona comercial del hotel con sus tiendas y restaurantes recrea un precioso barrio neoyorkino y no falta ningún detalle. Otro de los fabulosos elementos exteriores del hotel es una recreación del puente de Brooklyn. Justo en frente se encuentra el MGM, nuestro alojamiento. Quizás es uno delos menos espectaculares por fuera, pero ya hablaremos de él en otro momento. Una pasarela une el MGM con el New York. Estas pasarelas a lo largo del Strip permiten cruzar desde un lado a otro de la avenida y ofrecen unas vistas espectaculares del Strip con sus hoteles y espectáculos. Sobre todo por la noche la iluminación de la avenida con el tráfico que la surca hacen de las vistas desde estas pasarelas unas imágenes muy características de la ciudad.

Seguimos avanzando por el Strip y pasamos por el Aria Resort, un espectacular y moderno  edificio pero que no tiene ninguna ambientación especial. Sin embargo esta zona alberga un enorme centro comercial con infinidad de tiendas y atracciones. Después llegamos al Bellagio, uno de los iconos de las Vegas. Este hotel está inspirado en el lago di Como en Italia. Delante del elegante edificio hay un impresionante lago donde hay unos espectáculos de luces y sonido preciosos por la noche. Los coches paran y la gente se amontona para ver estos juegos de luces y música que se suceden a varias horas de la noche. Es una de las cosas que uno no se debe perder en el hotel. Un lugar privilegiado para disfrutar del espectáculo es la réplica de la torre Eiffel que luego comentaremos. O si no también la pasarela que cruza el Strip es un gran lugar para disfrutar del espectáculo. Entramos al interior del hotel Bellagio que aunque lujosísimo no nos aportó demasiado respecto de lo que ha habíamos visto. Sí que vimos un fabuloso jardín botánico en el interior del hotel. Siguiendo hacia el norte llegamos a uno de los hoteles más emblemáticos de las Vegas, el Caesars Palace. Está ambientado en Roma y su interior es realmente opulento, emulando decoraciones de los palacios romanos con sus columnatas y decoraciones en los techos y con un teatro que alberga grandes espectáculos y que es como el Coliseo. También en el hotel vimos una réplica de la Fontana de Trevi.

Por supuesto  entre hotel y hotel en el Strip no faltan todo tipo de restaurantes, comercios, hoteles menores sin tanta decoración y ambientación y todo  tipo de atracciones que uno se pueda imaginar. Frente al Caesar entramos en el Flamingo, uno de los hoteles más vintage del strip, ya que de hecho es el más antiguo  y se distingue por una profusa decoración con numerosas luces de neón a la entrada del casino, prácticamente a pie de calle. Entramos en el casino y ya en el hotel vimos una especie de pequeño zoológico interior con animales sueltos como los flamencos que dan nombre al hotel-casino. La zona del Flamingo además es la zona más animada de toda la Avenida. Y allí también visitamos el hotel Paris, con una espectacular reproducción de la torre Eiffel de nada menos que 140 metros de altura. Y como en la torre original se puede subir en ascensor hasta el mirador en la parte superior de la misma. Las vistas son espectaculares. Y cuando  se ilumina por la noche es también uno de los sitios más bonitos de la ciudad. Además es posible cenar en un restaurante situado en la primera planta de la torre. En el interior del hotel la zona comercial emula las calles de París con sus cafés, restaurantes, pastelerías…. Una verdadera maravilla  que te hace creer que estés paseando por el mismísimo París. Es como comentaba antes un verdadero parque temático.

Y hasta aquí nos dio tiempo este primer día. Que decir tiene que para comer o cenar en un restaurante o  algo de paso como comida rápida hay infinidad de opciones para todos los gustos. Ya de vuelta al hotel  este primer día lo hicimos caminando y pudimos ver el ambiente nocturno de las Vegas, con su galería de pintorescos personajes callejeros y el fabuloso espectáculo del Bellagio que ya hemos comentado. Regresamos al hotel sobre la una de la madrugada y la cantidad de gente que paseaba por el Strip era realmente impresionante.

DÍA 2:

Este segundo día desayunamos en el hotel, atravesando el casino por supuesto, y nos dedicamos a ver el propio hotel MGM. La verdad es que hay infinidad de referencias cinematográficas en todo el complejo hotelero pero no hay grandes atracciones o recreaciones como  en otros hoteles. No obstante en el propio hotel hay numerosos conciertos y espectáculos varios – el día que estuvimos nosotros actuaba Rod Stewart – y también es muy destacable la zona de piscinas, enorme como todo el hotel. No en vano el MGM es el hotel más grande de las Vegas. Salimos del hotel y fuimos caminando hasta la zona del Hotel Paris donde habíamos dejado el recorrido el día anterior. En la parte trasera del Flamingo hay una impresionante noria al estilo del London Eye con cabinas panorámicas para apreciar las vistas de la ciudad. No obstante decidimos no subir ya que habíamos estado en el mirador de la torre Eiffel y teníamos pensado subir al Stratosphere, otro de los grandes miradores de la ciudad.

El siguiente hotel que vimos fue el Mirage. Lo más interesante del hotel es el espectáculo de un volcán que hay en la entrada del hotel. Por la noche se puede ver un espectáculo de luces, sonido y fuego que simulan la erupción de un volcán. Es un espectáculo gratuito y que merece mucho la pena. Nosotros lo disfrutamos esta segunda noche en la ciudad.  Dentro del hotel hay una especie de zoológico de especies en peligro de extinción aunque no lo visitamos. Sí que vimos el fabuloso y gigantesco acuario de agua salada tras el mostrador de la recepción y una cúpula con vegetación tropical y un ambiente neblinoso para simular de manera bastante verosímil una selva.  

Siguiendo un poco más al norte llegamos al hotel Venetian y al Treasure Island. Primero visitamos el Venetian, ambientado en la ciudad italiana. Lo primero que te llama la atención al llegar es la reproducción del Campanille de la plaza de San Marcos y los canales de la ciudad, donde también puedes contratar un viaje en Gondola por el canal que atraviesa el centro comercial del hotel.  Además hay réplicas del puente de Rialto y la plaza de San Marcos. Otra cosa que destaca en el interior del hotel es un cielo artificial que simula que estás al aire libre. Este es quizás el hotel más espectacular de los que visitamos. Y justo enfrente está el Treasure Island. En la entrada destaca la recreación de una batalla de piratas en una laguna – hay un espectáculo que pudimos ver también por la noche con luces y sonidos  - . En este hotel además se puede ver un espectáculo permanente del circo del Sol.

A partir de aquí el Strip parece empezar a perder su glamour y aunque hay más hoteles están más espaciados y la zona no es tan interesante. Sin embargo, hay algunos hoteles como el Wynn, uno de los más lujosos de la ciudad y donde vimos una exposición de coches de lujo. Aquí reservamos para la noche un espectáculo que nos habían aconsejado y la verdad es que mereció la pena tanto por lo espectacular del mismo como por el propio auditorio. Y saliendo del Wynn llegamos al Circus, uno de los hoteles más curiosos de Las Vegas. Y es que en su anterior alberga un circo. A la entrada del hotel hay un parque de atracciones orientado a familias y atracciones de las típicas ferias de los pueblos americanos. Un lugar realmente curioso. Y además en el hotel se pueden ver durante todo el día espectáculos circenses gratuitos. La verdad es que es un hotel curioso aunque está un poco alejado del centro del Strip y es también de los más viejos y vetustos de Las Vegas, pero merece la pena llegar hasta aquí.

Y finalmente llegamos a la torre Stratosphere, que con sus 350 metros de altura, es el edificio más alto de Las Vegas. Aquí subimos al mirador – hay que pagar una entrada – y disfrutamos de las vertiginosas vistas de la ciudad, aunque un tanto lejanas, porque la parte del Strip queda un tanto alejada y hacia el otro lado, hacia el norte, solo se extienden los barrios residenciales y más allá el desierto. Sin embargo al ser las paredes oblicuas las vistas dan un cierto vértigo. Y para vértigo las atracciones que hay en la parte superior de la torre. Una montaña rusa te suspende directamente en el vacío fuera de la superficie de la torre. La verdad es que no nos atrevimos a montarnos pero tiene que ser toda una experiencia para los amantes de las emociones fuertes.

Para la vuelta a la zona del hotel optamos por el tren y paramos en el hotel Wynn para el espectáculo que habíamos reservado. Y finalmente para llegar a nuestro hotel decidimos de nuevo usar el tren. Aunque había mucha gente y ambiente por la calle estábamos cansados y nos apetecía llegar al hotel cuanto antes.

DÍA 3:

El último día de nuestra estancia en Las Vegas nos acercamos por la mañana hasta la presa Hoover, que se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad. La presa es una fantástica obra de ingeniería que ha salido en muchas películas americanas. Nos acercamos hasta allí en coche y disfrutamos primero de los miradores de la carretera, desde donde la vista de la propia presa y del lago es fabulosa. El Lago Mead, formado por el represamiento del Río Colorado está rodeado por un paisaje lunar fabuloso, muy fotogénico. De hecho antes de llegar a la presa paramos en una ‘playa’ donde la gente se bañaba en el lago, en las cercanías de una zona de amarre de embarcaciones. Una estampa muy curiosa, ver a la gente bañarse en este lago en un paisaje completamente desolado pero muy pintoresco.

Ya en la presa hicimos una visita guiada que nos llevó un par de horas por las diferentes instalaciones de la misma, donde nos fueron explicando desde anécdotas de su construcción, hasta la importancia que tiene para la zona desértica en la que se emplaza y su funcionamiento desde un punto de vista más técnico. Es una visita muy amena  y que merece la pena para completar las vistas que ya puedes tener desde fuera. Caminar por la propia presa es también una experiencia. Cuando fuimos nosotros estaba repleto de turistas, ya que las vistas desde la propia acera que cruza la presa son maravillosas. Hacia un lado hay un fabuloso puente que cruza el río Colorado y hacia el otro se encuentran las torretas de la propia presa que hacen de la instalación un lugar tan pintoresco. Ya de vuelta nos desviamos con el coche hasta el mirador del Lago Mead, desde donde se ve la gran superficie del algo y la zona de playa y amarres que habíamos visto antes de llegar a la presa.

Regresamos a Las Vegas y de camino al hotel pudimos ver un par de las famosas capillas que a modo de establecimientos de comida rápida hacen de capillas para casarse en La ciudad. Resultan muy curiosas allí junto a gasolineras o todo tipo de comercios. Tras dejar el coche en el hotel  - por supuesto con servicio de aparcacoches, ya que no puedes meter tú mismo  el coche al garaje – nos fuimos a comer algo al New York New York. Pasamos las primeras horas de la tarde por el Strip haciendo algunas compras y disfrutando del ambiente. Algo antes de que oscureciese nos dirigimos a la última zona que nos quedaba por ver en Las Vegas, la calle Fremont.

La calle Fremont es la antigua calle principal de las Vegas. En esta calle se puede ver Las Vegas más vintage y más auténtica. Se puede ver por ejemplo el mítico neón del cowboy que ha salido en numerosas películas. Es una calle peatonal y completamente cubierta por una gigantesca cúpula donde por la noche hay un espectáculo de luces y sonidos bastante interesante. Es una zona diferente a los megahoteles del Strip pero que la verdad está bien como una curiosidad. Además hay muchísimo ambiente. Toda la calle está repleta de pequeños casinos y todo tipo de espectáculos callejeros incluidos conciertos… es un buen sitio para pasar unas horas disfrutando de esta parte de la ciudad. La calle Fremont está un tanto  alejada de la zona turística del Strip y decidimos llegar aquí en taxi, que no es demasiado caro.

Otra cosa fabulosa de la calle Fremont es el aire acondicionado que ofrece gracias a ser un recinto cerrado por la cúpula multimedia. La pantalla multimedia del techo continuamente proyecta espectáculos, anuncios etc…. añadiendo aún más colorido a la ya de por si recargada calle. Los casinos que hay aquí son mucho más pequeños que los de los hoteles, algunos de ellos son de los primeros que abrieron en Las Vegas.  Aunque la calle no es excesivamente grande  - no llegará a los 400 metros – la verdad es que hay de todo para entretenerse. Aquí estuvimos un par de horas largas recorriéndola y luego ya aprovechamos para cenar aquí antes de volver hasta el hotel en taxi.

Y así concluyó esta visita a la ciudad de Las Vegas, una ciudad diferente, y muy peculiar, pero que si estás por esta parte de Estados Unidos merece la pena visitar. Como resumen decir que las Vegas es una auténtica rareza. Hay gente que sale encantada y gente que sale decepcionada de la visita. A nosotros nos gustó aunque desde luego ni mucho menos como San Francisco o incluso Los Angeles. Todo en las Vegas tiene un aire como artificial, pero es que en realidad es lo que es: un parque temático para adultos. Compras, atracciones, fiesta, casinos….. es para lo que está diseñada la ciudad, y es lo que uno puede encontrar allí.

Y aquí os dejamos algunas fotos más de Las Vegas....

Puntos de interés en Las Vegas: