El valle de Ordesa es uno de los que constituye el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y probablemente el más representativo y accesible para los senderistas de todo tipo. La ruta que presentamos hoy es la más clásica del parque, la que parte de la pradera de Ordesa y llega a la cascada de la Cola de Caballo. Se trata de una ruta larga (18 Km de ida y vuelta) pero sencilla ya que solo salva un desnivel de unos 300 metros y discurre por un sendero muy sencillo y fácil de seguir. Se puede hacer en unas 6 horas.
Este itinerario nos permite adentrarnos en el espectacular valle de Ordesa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que constituye uno de los espacios naturales más bellos de toda España. Durante el recorrido podremos admirar las espectaculares paredes del valle, excavadas por la erosión de un glaciar, disfrutar de las diferentes cascadas del río Arazas y conocer la gran riqueza natural del valle.
Para acceder a la pradera de Ordesa en verano y Semana Santa es necesario hacerlo en autobús desde el bonito pueblo de montaña de Torla. Existe un aparcamiento público gratuito en Torla, junto a la salida de los autobuses. Fuera de estas fechas se puede acceder hasta la pradera en vehículo privado. Al principio el camino es prácticamente llano y en su mayor parte discurre por un frondoso bosque. Cuando se empieza a subir se van sucediendo bellas cascadas (Arripas, Estrecho o Cueva). En unos 45 minutos desde la salida llegamos a la cascada de Arripas, donde hay una fuente. A partir de aquí la senda comienza a aumentar la pendiente y unos 500 metros más adelante llegamos a un desvió señalizado que nos llevará tras un corto recorrido al mirador de las espectaculares Cascadas de la Cueva y del Estrecho.
Siguiendo el camino principal, cuando salimos del bosque de hayas, nos encontramos con las preciosas Gradas de Soaso, que no son sino una serie de pozas que va formando la corriente de agua en su descenso por el valle y una sucesión casi interminable de cascadas y saltos de agua consecutivos. Seguimos ascendiendo siempre unto al curso del río mediante un sendero perfectamente habilitado.
Dejamos atrás las Gradas de Soaso y alcanzamos las preciosas y extensas praderas de los llanos de Soaso. Aquí ya hemos salvado prácticamente todo el desnivel de la ruta. Poco más adelante nos encontramos ya de frente la vista de las tres Sorores (El Cilindro de Marboré, Monte Perdido y el Pico Añisclo) que conforman la espectacular imagen de esta cabecera del valle, y tras avanzar ya en terreno despejado hasta la pared del circo de Soaso unos 45 minutos más nos encontramos con la cascada conocida como Cola de Caballo, que cae sobre la roca en numerosos hilos.
Sorteando unas rocas podemos alcanzar su base y si el caudal es suficiente el ruido es ensordecedor. Tras disfrutar de la belleza del destino de nuestra excursión, emprendemos el regreso por el mismo camino por el que vinimos. Antes de llegar a la cascada de Arripas podemos desviarnos por una senda que cruza al otro lado del río Arazas para seguir por la margen contraria y disfrutar así de vistas diferentes, como la que nos regala el mirador de Arripas.
Si se quiere alargar un poco más la excursión para disfrutar de unas vistas espectaculares del circo de Soaso y el valle podemos subir desde la Cola de Caballo hasta el refugio de Goriz (3 Km, 350 metros de desnivel en cada sentido). Tras cruzar el río Arazas por un puente de madera seguimos por el sendero que hay a la derecha del puente de madera. Hay que tener cuidado en no equivocarse con un sendero que encontraremos a mano derecha y que se dirige hacia la Senda de los Cazadores y de vuelta a la pradera. Una vez superado este tramo del Circo de Soaso, seguimos un sendero bien marcado y vamos disfrutando de las vistas aéreas del circo y del valle de Ordesa.
Finalmente llegamos al refugio de Góriz. Este refugio es la base para la subida al Monte Perdido, pero sólo llegar hasta aquí ya es más que suficiente para una excursión de día – y regresar a la pradera -. Las vistas a lo largo del recorrido adicional son espectaculares.
Otra alterativa para senderistas más experimentados es la que hace la ida del recorrido a la cola de Caballo por la conocida como la Senda de los Cazadores. Es una ruta muy interesante gracias a sus impresionantes vistas de todo el valle de Ordesa. Se parte de la Pradera y se comienza a subir por el interior del bosque con muchas eses y en ascenso continuo. La subida por la senda de Cazadores es muy empinada y puede estar muy resbaladiza. Una vez arriba llegamos al mirador de Calcilarruego, desde el que hay una completa panorámica del valle y de la cascada del Cotaruelo. Desde el mirador la ruta es un precioso paseo casi sin desniveles hasta llegar a la cola de caballo disfrutando de tremendas vistas del valle y del recorrido que hubiésemos hecho de seguir por el fondo del valle. Esta alternativa no añade distancia a la excursión y nos permite un conocimiento más amplio del valle así como espectaculares vistas. Es muy aconsejable seguir la Senda de los Cazadores durante la ida y no durante la vuelta, ya que el descenso por la misma puede ser bastante peligroso.
Tras hacer la ruta hasta el refugio de Goriz en un maravilloso pero muy largo día de senderismo, el día siguiente decidimos hacer una actividad más relajada y que nos permitiese contemplar el parque y especialmente el valle de Ordesa desde las alturas. Contratamos una excursión en 4x4 desde el vecino pueblo de Broto – un pequeño pueblo de montaña con una impresionante cascada en su propio centro- que nos llevó por encima de las paredes rocosas del valle de Ordesa para disfrutar de sus diferentes miradores. La excursión duró unas 5 horas en total. Parte hay que hacerla a pie, pero es una caminata muy sencilla sin desnivel para acceder algunos miradorses, y las vistas a lo largo tanto del recorrido en todoterreno como la parte que se hace andando son simplemente increíbles.
Cualquier época del año es buena para admirar esta maravilla de la naturaleza, pero en verano además del calor hay demasiada gente. El otoño es la mejor época para conocer este precioso lugar, de los más bellos en todos los Pirineos, debido en gran medida a la riqueza de colores que presenta el bosque en esta época del año. Tanto en Broto como en Torla y en los pequeños núcleos dispersos del parque hay diferentes opciones de alojamiento.