Ibones Azules desde Panticosa: un maravilloso escenario
Los ibones, pequeños lagos a lo largo de todo el Pirineo aragonés, son un maravilloso destino de muchas rutas senderistas de la cordillera. La ruta a los Ibones Azules desde el Balneario de Panticosa nos lleva junto a dos pequeños lagos de agua cristalina, gélida y de un azul intenso, rodeados de montañas imponentes. Es una ruta exigente pero accesible para todos. No hay dificultades técnicas y es una ruta de 14 Km entre la ida y la vuelta. Se salvan unos 800 metros de desnivel, por lo que tampoco es una ruta catalogable como sencilla. La ruta desde la preciosa población de Panticosa es muy vertical en su inicio y la vegetación desaparece enseguida para dar paso a un precioso paisaje e alta montaña. Entre praderas con grandes piedras seguiremos el curso del río Caldarés, donde podemos observar algunas bonitas cascadas. Tras llegar al refugio de Bachimaña, a orillas del ibón homónimo, la senda se inclina para llevar a los Ibones Azules, entre las cumbres españolas y francesas.
La ruta comienza en Baños de Panticosa (1580 metros), una enorme pradera rodeada de montañas junto al Ibón de los Baños, donde están los balnearios y hoteles de Panticosa. Justo al lado del refugio, comienza la senda señalizada que empieza a ascender en zigzag, ganando altitud rápidamente y dejando detrás el balneario y el lago, adentrándonos en una zona boscosa que salvo en escasos puntos no nos permite vistas demasiado amplias. El sendero asciende por el barranco formado por el río Caldarés, que forma diferentes cascadas – algunas deellas muy vistosas - salvando el importante desnivel que vamos ascendiendo. Hacemmos un primer alto en el camino al llegar al mirador de la Reina y disfrutanos de las vistas, luego continuamos el camino.
Tras esta primera ascensión bastante pronunciada y donde hay algunos cables para ayudarse en los tramos más estrechos llegamos a los Llanos del Bozuelo, otra pradera que es el comienzo del inicio de la subida hacia el embalse de Bachimaña, ,primera parada importante en nuestra ruta. Seguimos por el sendero que está perfectamente señalizado. El sendero asciende por la roca a la derecha de un profundo barranco horadado por el propio arroyo. Aquí se puede ver ya la primera cascada importante de la subida, la cascada del Fraile. La vemos con bastante agua y es realmente bonita.
Después de esta subida, el valle se abre y llegamos a la parte inferior de la cascada y la cuesta del Fraile. Esta cuesta del frailes es una empinada senda en zigzag que salva por la izquierda el circo escarpado por donde se precipitan las aguas del río y que forman el Salto del Fraile. El camino sigue ascendiendo con fuerza por esta parte izquierda y salva un importante desnivel de unos 200 metros hasta el embalse de Bachimaña en muy poco recorrido, por lo que la pendiente es realmente importante.
Subimos en zigzag y vamos ganando altura justo al lado de la espectacular cascada a nuestra derecha. Llegamos así tras este importante repecho al embalse de Bachimaña, que en realidad se compone de dos partes separadas por un murete que contiene las aguas. El embalse al que llegamos primero ya se encuentra a 2162 metros de altitud. Allí mismo se encuentra el refugio de montaña de Bachimaña, en un imagen idílica en este paisaje de alta montaña junto al embalse.
Seguimos por el camino hasta el embalse superior. Siguiendo el fácil y descansado camino rodeamos el embalse por su orilla izquierda. El paisaje es precioso ccon lasmontañas que nos rodean. Dejamos el embalse atrás y continuamos por un camino con bastantes rocas hacia los Ibones Azules. Según ascendemos la vista hacia atrás a los ibones que acabamos de abandonar es preciosa.
Llegamos a la Cascada de los Azules por donde el agua desciende de los ibones superiores, que todavía no se encuentran a la vista. Aquí pasamos el río y seguimos por la pista que está perfectamente señalizada siguiendo el cauce del arroyo que queda ahora a nuestra izquierda. El sendero sigue ascendiendo entre las rocas y alcanzamos otro llano donde ya podemos ver de la idílica visión del Ibón Azul Inferior con sus aguas cristalinas y de un color azul precioso. Este pequeño ibón se encuentra en un pequeño circo rocoso, con paredes cubiertas de algún nevero que otro.
Tras las pertinentes fotografías seguimos el camino para llegar al ibón superior, fin de la caminata. Continuamos para ello por el lado derecho del lago, subiendo por un estrecho y difuso sendero, que a veces se estrecha. En unos quince minutos, llegamos por fin al Ibón Azul Superior a unos 2400 metros de altitud. Este lago se encuentra también en un pequeño circo rocoso circundado por cumbres de más de 2800 metros. Podemos ver de hecho los Picos de los Infiernos (3081 m.). Hacia el este se puede ver el Vignemale, el pico más alto del Pirineo francés.
Tras disfrutar del entorno y aprovechar para repostar y hacer una buena sesión de fotografías deshacemos el camino que hemos hecho hasta llegar de nuevo a Baños de Panticosa. Cuando llegamos a la zona de llanos del Bozuelo, aconsejados por unos montañeros que encontramos en el refugio hicimos una pequeña modificación en la ruta de descenso, cruzando el barranco del Caldarés por un pequeño puente, y continuando el descenso por un sendero a través de un bosque. Las vistas sobre Baños de Panticosa y las cumbres de los alrededores son impresionantes a lo largo de esta ruta e bajada. El sendero llega a Baños de Panticosa y nos deja muy cerquita del refugio, donde habíamos iniciado la ruta.
Ruta a los Ibones Azules: