Esta es una de las rutas más bonitas que podemos hacer en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Todo el recorrido (14 Km de ida y vuelta) hasta el refugio de Urriellu a los pies de la impresionante mole del Naranjo de Bulnes discurre por una zona de una belleza excepcional y nos sentimos completamente alejados de cualquier atisbo de civilización, una maravilla para los amantes de la naturaleza.
El coche lo dejamos en una zona de aparcamiento habilitada junto al arroyo Canero, en las cercanías de Sotres. Desde el aparcamiento cogimos un sendero claramente identificable que nos lleva hasta el collado de Pandébano, un primer ascenso que tenemos que hacer en nuestro recorrido. El camino según va asciendo pasa junto a unas cabañas y antes de llegar a la parte superior del collado ya empezamos a ver parcialmente la fabulosa silueta del pico Urriellu – el Naranco de Bulnes -. El contraste de los prados verdes con las moles de roca desnudas es fabuloso.
Seguimos caminando por el collado siguiendo el sendero marcado y enseguida pasamos por una bonita zona de cabañas de piedra, la majada de la Tenerosa. Caminando un poquito más ya empezamos a apreciar el pequeño y pintoresco pueblecito de Bulnes aunque muy por debajo de nuestro camino. El pueblo entre las rocas allí abajo parece diminuto. Poco después pasamos por otro collado, el de Vallejo. Pasado el collado caminamos por una zona sin apenas desnivel hasta que llegamos a la parte más dura del recorrido. En esta zona pasamos de caminar por amplios prados a hacerlo por un sendero más estrecho. Durante un buen tramo hay una importante caída en el lado derecho según ascendemos. No obstante tampoco es como para ocasionar vértigo pero si para andar con ojo si uno va con niños. Esta zona es conocida como “Las traviesas” y el sendero va directamente tallado en la ladera bastante vertical del monte.
Y es que superado este collado entramos en zona de alta montaña, donde las rocas predominan y ya solo vemos parches de hierba aquí y allá, nos encontramos en una zona de ata montaña y el paisaje es espectacular. A partir de aquí viene la parte más dura del recorrido en lo que a subida se refiere pero vamos siendo recompensados con vistas cada vez más claras y cercanas del Naranjo. En zonas el sendero está completamente desdibujado y tenemos que atravesar zonas de pedregal y rocas desprendidas de la montaña, aunque la ruta no tiene pérdida. Seguimos ascendiendo y acercándonos cada vez más al Naranjo de Bulnes. La silueta de esta mole rocosa impone según vamos acercándonos al refugio de Urriellu, justo al pie de la cara oeste del Naranjo. Y allí termina nuestro recorrido, en el fabuloso refugio a los pies de la mole rocosa y a casi 2000 metro de altitud. Algunos escaladores se pueden vislumbrar colgados de las paredes del Naranjo, pero nuestra aventura no llega tan lejos. Nos conformamos con sacar un buen puñado de fotos y de disfrutar de uno de los enclaves naturales más bonitos de los Picos de Europa.
Tras el bocadillo y recuperar fuerzas iniciamos el camino de regreso a Sotres, por el mismo sendero por el que hemos ascendido hasta aquí. Sin duda una fabulosa excursión de día para conocer este maravilloso rincón de la montaña asturiana. En total entre la ida, la vuelta y una buena parada para comer en el refugio – y disfrutar de las vistas - la ruta nos llevó unas 6 horas.
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