San Sebastian es una ciudad que hemos visitado muchas veces, pero esta vez la visitamos con los niños y centrándonos en actividades pensadas para ellos. San Sebastian es una ciudad preciosa y además tiene varias actividades muy aconsejables para los niños.
La primera sin duda es el Parque de Atracciones de Igueldo. Aunque se puede acceder en coche hasta el mismo decidimos hacerlo en funicular, ya que el trayecto es así una atracción más para los pequeños. El funicular sale desde la Plaza del Funicular, como no podía ser de otra manera, que se encuentra justo detrás de las pistas de tenis que hay al lado del paseo que nos lleva al Peine de los Vientos – uno de los iconos de la capital donostiarra -. El viaje es corto pero a los niños les encanta.
Ya arriba, tras disfrutar de una espectacular vista panorámica sobre la bahía de la Concha y la ciudad, entramos en el parque. Igueldo es un parque de atracciones bastante pequeño y can atracciones un tanto anticuadas pero tiene mucho encanto. No se paga entrada y pagas por las atracciones en las que vas a montar. A los niños les encantó la pequeña montaña rusa y unas barcas que podían conducir ellos mismos.
Tras probar todas las atracciones volvimos a tomar el funicular y pasamos por el Peine de los Vientos, muy cerca de allí. Como había algo de oleaje el agua salía por una especie de respiraderos que tiene la plataforma desde donde se ven las esculturas y alguna pequeña ola saltó por encima del murete. Los niños encantados, aunque claro hay que estar atentos de que no se calen, pues a pesar de ser pleno Agosto, hacía uno de esos días grises y frescos típicos del Cantábrico.
Desde aquí nos desplazamos en autobús hasta la zona vieja, en el otro extremo de la bahía. Allí comimos a base de los famosos pintxos donostiarras en un par de restaurantes del casco viejo. Y tras comer nos dirigimos hasta otro de los grandes atractivos de la ciudad para los niños: el Aquarium. Está en el mismo puerto viejo de la ciudad, una zona preciosa y muy pintoresca a los pies del Monte Urgul. Los niños disfrutaron muchísimo, ya que aunque el acuario no es excesivamente grande hay bastantes especies diferentes y un tubo de visión de 360 grados que parece que estés andando por el mismísimo fondo del océano. Además de la zona del acuario hay un museo oceanográfico donde se pueden ver elementos que ayudan a entender la relación de la ciudad con el mar. Esto a los niños no les gustó tanto pero tampoco se aburrieron.
Cuando salimos del aquarium dimos un paseo por el Paseo Nuevo, disfrutando de las olas. Había oleaje pero no era ni mucho menos peligroso – cuando hay oleaje fuerte este paseo permanece cerrado al público -. Y ya para acabar el día pasamos por los columpios de Alderdi Eder y los niños se montaron en el precioso carrusel que se encuentra allí durante todo el año. Fue una jornada muy complete y los niños encantados especialmente en Igeldo y en el túnel del Aquarium.
Otra actividad que en esta ocasión no tuvimos tiempo de hacer pero que también es muy adecuada para hacer con niños es pasar en barco a la isla de Santa Clara. El trayecto en barco es realmente corto – solo está disponible en verano y Semana Santa – pero ya el simple hecho de ir en barco para los niños es muy especial. Y luego la isla está muy bien. Tiene una pequeña playa donde hay un bar y un par de senderos sencillitos que nos llevan hasta el faro. Las vistas desde la isla hacia la ciudad son realmente bonitas y diferentes. Se sale desde el puerto viejo y merece la pena solo por las vistas y por el propio paseo en barco por la preciosa bahía de La Concha.
Mapa con los lugares mencionados en el artículo: