Ruta de los castillos cátaros
Recorremos la ruta de los castillos cCátaros en las estribaciones del Pirineo occitano en Francia, por los departamentos de Aude y Ariege. A lo largo de las carreteras D117 y D14 y partiendo de Foix nos acercamos a maravillosas muestras de arquitectura militar de la época cátara. Fabulosos castillos encaramados en los lugares más insólitos y que ofrecen una estampa realmente maravillosa.
No incluimos en esta ruta la visita a Carcassone que ya habíamos hecho anteriormente y os contamos en este post: visita a Carcassone. Evidentemente la ruta cátara quedaría incompleta sin una visita a esta fabulosa población, donde se han reconstruido las antiguas murallas y castillo de una de las poblaciones más importantes de la zona.
Foix
Partimos de la pequeña ciudad de Foix. Aquí podemos visitar el casco antiguo, un conjunto de callejuelas agradables bajo una elevación rocosa donde se encuentra el castillo e Foix, el principal atractivo de la población. Se puede visitar y además merece mucho la ppena. Aparte de varias colecciones de objetos medievales y de visitar las torres y varias estancias desde la terraza hay unas grandes vistas del pueblo y los montes circundantes. También hay una pequeña exposición de armas medievales en el exterior del castillo.
Tras visitar el castillo seguimos explorando el casco antiguo y la preciosa iglesia. Crruzando el río por uno de sus puentes, un sendero lleva a una tabla de orientación en la ladera opuesta donde hay una mesa de orientación. Desde aquí hay una bonita vista de Foix con su imponente castillo en el centro. Si tenéis tiempo merece la pena el esfuerzo de la subida, la vista es muy bonita.
Y por último antes de dejar Foix y comenzar la ruta de los castillos cátaros merece la pena también visitar el río subterráaneo de Labouiche. Es un lugar curiosos, una amplia cavidad subterránea donde puedes recorrer parte de la misma a bordo de unas pequeñas barcas. Es una experiencia muy interesante, ir navegando por la cueva subterránea disfrutando de las formaciones de la cueva.
Montsegur
Tras dejar Foix tomamos la D117 avanzando por un agradable paisaje prepirenaico hasta llegar a Montsegur, sin duda el castillo cátaro más conocido y con mayor historia. Encaramado sobre la cumbre de un escarpe rocoso, este castillo fue el último bastión de la iglesia cátara. Y es que realmente por la posición que ocupa parece un lugar inexpugnable. Hay que tener en cuenta que la subida al castillo es bastante dura, una media hora larga de subida por la ladera del peñasco, primero por un bosque y luego yoa por la ladera desnuda sobre la que se asienta el castillo. La taquilla donde se adquieren las entradas se encuentra en la parte inferior, poco después del parking.
La verdad es que lo mejor del castillo son las vistas que se tienen de todos los alrededores y del propio pueblo de Montsegur. El castillo en sí decepciona un poco, solo quedan unas ruinas, donde hay que echarle cierta imaginación para recrear como era el castillo original. No obstante por las vistas y por lo emblemático del lugar recomiendo visitar este castillo.
Tras bajar del castillo también merece la pena dar una pequeña vuelta por el pueblecito de Montsegur, con sus casitas de piedra que ya habíamos divisado desde el castillo. También entramos en el Museo donde hay más información sobre el sitio de Montsegur y la historia de los cátaros. Es un museo pequeño pero interesante para poder entender algo más la importancia de este castillo.
Puivert
Entre Bélesta y Quillan encontramos el castillo de Puivert, situado sobre una suave colina y con un buen estado de conservación. En este castillo se conservan las murallas las torres y alguna sala interior donde hay expuestos objetos del castillo medieval. Las vistas desde la torre son también muy agradables. Una vez atravesamos la entrada del castillo nos encontramos en un amplio espacio verde desde donde se accede a las diferentes zonas que se conservan del castillo.
Cabe mencionar también que la carretera desde Quillan, la D-117, pasa por un paisaje muy interesante atravesando varias gargantas y desfiladeros como el de Pierre-Lys. Si queremos disfrutar de otro precioso paisaje prepirenaico solo tenemos que desviarnos por la carretera D-118 desde Axat, para disfrutar de los imponentes paisajes de la garganta de Saint-Georges.
Puilaurens
Situado en un espectacular paisaje, este castillo se ubica sobre un espolón rocoso donde crece un agradable bosque. La carretera que nos lleva al castillo es maravillosa, atravesando unos paisajes donde nos paramos varias veces a sacar fotografías. Tras dejar el coche unas empinadas rampas conducen a la entrada de la fortaleza. Por cierto que en la taquilla donde se compran las entradas hay una zona con mesas por si os cuadra hacer un picnic aquí.
Tras los 20 minutos de subida entramos en el recinto amurallado donde hay un gran patio repleto de césped. Las vistas son espectaculares, ya que hacia el río Boulzane se pueden ver unas espectaculares elevaciones rocosas. Dentro del recinto fortificado hay dos torres y una segunda muralla. Se puede caminar por las ruinas de las diferentes estancias y disfrutar de vistas en todas direcciones. No hay estancias amuebladas, solo ruinas, pero realmente es un castillo que merece mucho la pena.
Ya saliendo del castillo pasamos por Saint-Paul-de-Fenouillet y remontando el río Agly llegamos a la garganta de Galamus, un fabuloso paisaje que en temporada alta no se puede recorrer en coche. Sin embargo unos vehículos similares a los carritos de golf te hacen un recorrido por la carretera para poder disfrutar del espectacular paisaje de las gargantas.
Peyrepertuse
A pesar de que el castillo de Montsegur es el más famoso de la ruta cátara por su convulsa historia, para mí sin duda la fortaleza más impresionante que vimos es la de Peyrepertuse. Situado sobre una cresta rocosa con impresionantes vistas de los alrededores, el castillo está formado por dos recintos amurallados situados a dos alturas y con sus cerca de 300 metros de longitud es una de las fortalezas medievales más grandes de Francia y de toda Europa.
Desde el aparcamiento hay que recorrer un buen tramo de sendero que rodea el farallón rocoso sobre el que se alza el castillo atravesando un pintoresco bosque. En el recinto inferior hay una buena sección de murallas y varias estancias que se pueden visitar – solo la estructura, no hay estancias amuebladas -. Desde aquí ya se puede disfrutar de preciosas vistas. Pero lo mejor está por llegar, una vez abandonamos este primer recinto amurallado. Tras recorrer una cierta distancia por el propio monte llegamos a una larguísima y empinada escalera que nos lleva al recinto superior. Allí otra serie de estancias nos conducen a las terrazas superiores de las torres de desde donde la vista del recinto amurallado inferior junto con las montañas circundantes es espectacular.
Queribus
Muy cerquita de Peyrepertuse llegamos a esta fortaleza, que ya habíamos divisado desde Peyrepertuse. Mucho más pequeño pero situado en una ubicación imposible sobre un estrecho risco rocoso estamos ante otro castillo espectacular, sobre todo por su ubicación.
Desde el aparcamiento una pronunciada pendiente que concluye en un largo tramo de escaleras nos lleva al interior del castillo. Allí se pueden visitar su sala gótica muy bien conservada en el interior de la imponente torre del homenaje. Desde la terraza de esta torre las vistas son impresionantes. Y es que nos encontramos a más de 700 metros de altitud y se divisa una gran parte de la región alrededor del castillo ya muy cerquita de los Pirineos.
El cercano pueblo de Cucugnan, por donde hay que pasar al hacer la ruta alberga un pintoresco molino de viento donde vale la pena hacer una parada para hacerse una bonita foto.
Padern
Paramos en este pueblo con la intención de visitar su pintoresco castillo situado sobre el racimo de casas que componen el pueblo pero nos tuvimos que conformar con verlo desde fuera ya que no es visitable y aunque se puede llegar subiendo hasta sus ruinas el acceso está prohibido, supuestamente por problemas de seguridad en las ruinas, por posibles desprendimientos. La verdad es que las ruinas tenían pinta de ser lo suficientemente sólidas pero ahí nos tuvimos que parar, a la entrada de las mismas.
Termes
Este castillo se encuentra un tanto a desmano de la ruta principal que seguimos en nuestro viaje, pero es parte de la ruta. No es de los más espectaculares por lo que si no tenéis tiempo sería una de las paradas a saltar. El pueblo de Termes alberga este castillo que se encuentra unido a su pequeño casco urbano a través de un agradable sendero. Del castillo sin embargo no queda mucho, solo algunas murallas de piedra que nos dan una idea de lo que pudo haber sido, y es que el castillo según indica el folleto que nos dieron fue completamente destruido. La vista del pueblo desde lo alto del castillo es bastante bonita. Y también merece la pena darse una vuelta por el pequeño pueblo de Termes, con su iglesia y su colección de casitas de piedra.
Villerouge-Termenès
Si nos hemos decidido a desviarnos de la ruta para llegar a Termes, también merece la pena visitar este otro castillo, el de Villerouge-Termenes, situado en otro pequeño pueblo unos 20 minutos al norte. Este castillo tiene la particularidad de que no se encuentra en una ubicación espectacular, sino que se encuentra empotrado en el pequeño casco urbano del pequeño pueblo de Villerouge.
El castillo de planta cuadrangular tiene cuatro torres circulares, en una de las cuales hay una exposición con abundante información sobre los cátaros y el castillo. Y es que este castillo fue importante porque en él se ejecutó al último de los Perfectos Cátaros.
Aguilar
Nuestra última parada en la ruta fue el castillo de Aguilar, un castillo situado en una zona de interminables viñedos. Tras recorrer una estrecha carretera rodeada de los mencionados viñedos legamos al castillo, situado en un pequeño promontorio y con bonitas vistas a los campos de alrededor. Probablemente es el castillo menos espectacular de los que visitamos pero su ubicación en un entorno idílico le confiere un cierto encanto.
Puntos de interés: