Pozalagua: la Capilla Sixtina de las excéntricas, con niños

Las Cuevas de Pozalagua son uno de los mejores ejemplos de formaciones como estalactitas y estalagmitas en la cornisa cantábrica. Se encuentran en el precioso valle de Carranza, en las Peñas de Ranero, dentro del Parque Natural de Armañón en la comarca de las Encartaciones en Bizkaia. La cueva consistente básicamente una gran sala de 125 x 70 metros, con una altura máxima de 17 metros y con un desnivel de 6 metros. Su principal característica diferencial son las estalactitas excéntricas que se pueden encontrar en abundancia a lo largo y ancho de la cueva.

Cuevas de Pozalagua
                                                                                                                              Cuevas de Pozalagua

Para llegar hasta las cuevas hay que subir por una estrecha carretera que sube desde el pueblecito de Ranero, adentrándonos en el Parque Natural de Armañón, una de las zonas naturales más destacadas de Bizkaia. Una vez arriba hay un amplio aparcamiento en la misma entrada de la cueva y otra zona adicional de aparcamiento cerca de la casa del Parque Natural de Armañón. La entrada a la cueva se encuentra cubierta por un edificio donde se compran las entradas y se pueden adquirir diferentes tipos de souvenirs. Justo al lado de este edificio hay un anfiteatro excavado en la antigua cantera donde se encontraron las cuevas y donde se celebran actuaciones en  los meses de verano.

Anfiteatro en el exterior de la cueva
                                                                                                      Anfiteatro en el exterior de la cueva

La visita dura una hora y no se pueden sacar fotos, de ahí que las que se pueden ver en este artículo son las que facilita la propia organización de la cueva. Tras adquirir las entradas nos dirigimos con los niños a la entrada. Hay bastantes niños habitualmente y la guía los tiene muy en cuenta a lo largo de la visita, por lo que los críos disfrutan el doble, ya no solo por ver una fantástica cueva sino por las historias que cuenta la guía. Todo el recorrido lo hacemos por una pasarela metálica. Inicialmente descendemos una buena serie de escaleras hasta llegar a la entrada de la gran sala. Allí mismo se hace la misma parada para poder aclimatar nuestros ojos a la oscuridad de la cueva. En esta primera parte ya se pueden ver todo tipo de formaciones rocosas y seguimos avanzando hacia la zona más amplia de la cueva.

Otra vista del interior de la cueva
                                                                                                           Otra vista del interior de la cueva

La guía va parando en puntos estratégicos y explica a los niños  - también a los adultos – el proceso de formación de las estalactitas y estalagmitas y otras curiosidades de la historia y descubrimiento de la cueva. Lo hace de una forma muy amena y divertida para los más pequeños haciéndoles los protagonistas de la visita. Una de las paradas estrella es una zona a la que llaman ‘Sala Versalles’ donde la densidad de excéntricas – estalactitas que crecen en direcciones que parecen desafiar la gravedad y forman verdaderas redes de lo que parecen raíces de árboles – es realmente impresionante. Tras la pertinente explicación subimos hasta un mirador en la parte superior de la sala donde hay una panorámica maravillosa de la cueva. Aquí nos detenemos un buen rato atendiendo a las explicaciones y la guía juega con los niños buscando formas en las rocas, sombras en las piedras… Tras descender cerramos un recorrido circular y volvemos a la pasarela por la que entramos. En definitiva se trata de una visita muy amena y divertida que se hace corta y de la que los niños salen encantados.

Tras visitar la cueva vamos al edificio de la casa del Parque. Aquí se puede acceder a la parte superior que es un fantástico mirador sobre el valle de Carranza y la sierra de Ordunte justo enfrente. El Valle de Carranza es una de las zonas más bellas y desconocidas de Vizcaya. Su patrimonio natural ha permanecido bastante intacto y podemos observar el paisaje solo salpicado por pequeños núcleos rurales dispersos.  Después visitamos la propia Casa del Parque donde hay una buena exposición explicando diferentes aspectos del parque  de Armañón y una atracción que a los niños les encantó. Se trata de un simulador en el que simulas tu propio vuelo sobre el parque en una pantalla sobre la que vas viendo el paisaje a vista de pájaro. Para manejar el sentido del vuelo solo tienes que mover los brazos como si fuese un pájaro y te desplazas en el sentido  que corresponda. A los niños les encantó y demás como no  había apenas visitantes pudieron aprovechar todo el tiempo que quisieron para disfrutar de lo que para ellos era un divertido juego.

Vistas desde la Casa del Parque de Armañón
                                                                                      Vistas desde la Casa del Parque de Armañón

Tras la visita a la Casa del Parque comimos de picnic en una zona habilitada muy ceca del aparcamiento pero bastante separada como para no ver los coches y poder disfrutar del entorno. Tras comer decidimos hacer una pequeña ruta para disfrutar de los paisajes y del fantástico día que hacía. Hicimos una ruta muy sencillita que partía de las cercanías de la casa del Parque y nos llevó hasta un fabuloso mirador.  Es un recorrido sencillo con buenas vistas y que nos ofrece la posibilidad de conocer el entorno del parque. Si queremos hacer rutas más largas desde el mismo sitio tenemos varias opciones, así que este es un lugar fantástico para una excursión de día con los niños, con la cueva la casa del parque y un poco de senderismo.

Vistas desde el mirador de la ruta de senderismo
                                                                               Vistas desde el mirador de la ruta de senderismo

 

Cuevas de Pozalagua y Parque Natural de Armañón: