La Mesa de os Tres reyes es una emblemática cumbre de los Pirineos que hace de frontera natural entre Francia, Navarra y Aragón. Es la cota más alta de Navarra y se encuentra en una estribación montañosa del Macizo de Larra. La altura es de 2444 metros y para llegar a su cima partiremos del refugio de Linza, a lo largo de una ruta exigente de más de 17 Km ida y vuelta y que además supera un desnivel de más de 1000 metros. Las vistas desde la cima son realmente maravillosas en todas direcciones. El tramo final requiere de alguna pequeña trepada y es algo aéreo. Puede impresionar un poco pero se puede hacer sin dificultad.
Para llegar al refugio de Linza, inicio de la ruta, salimos desde Isaba dirigiéndonos hacia Belagua y tomando la carretera que entra al Valle de Belabartze y finalmente llega a Zuriza. Una vez en Zuriza hay que seguir la carretera que parte junto a la entrada del camping y seguirla rodeados de un imponente paisaje de montañas hasta el final de la misma, donde encontraremos el refugio.
Saliendo del parking del refugio, pasamos un pequeño puente y tomamos una senda balizada como GR que empieza en ascenso por una preciosa ladera cubierta de hierba y desde donde ya podemos disfrutar del precioso paisaje montañoso que nos rodea. El camino rodea una elevación, y pasa por encima del barranco de Petrechema. Atrás va quedando Plano de La Casa, donde se encuentra el refugio bajo la bonita cumbre del Txamantxoia. Nos dirigimos después hacia las paredes de la Paquiza. Al llegar a la muralla rocosa atravesamos un cauce muy pedregoso. Aquí hay un cruce de caminos. Un camino a la derecha nos lleva al Petrechema, otro fantástico destino para una excursión por la zona. Nosotros sin embargo tomaremos el camino balizado como GR y que sube por las laderas de la Paquiza hasta llegar al collado de Linza. Según ganamos altura la zona de hierba va dejando paso a una zona rocosa aunque enseguida retornamos a zona de hierba. Desués pasamos por un pequeño barranco, y el sendero sigue por una gran zona cubierta de rocas, desde donde ya solo nos queda un pequeño tramo para llegar al collado de Linza, desde donde ya vemos la cima de la Mesa de los Tres Reyes, con el Petrechema a la derecha. Aquí de nuevo hay un cruce de caminos, tomamos el de la izquierda pues el otro sigue hasta el Petrechema. Hasta aquí todo ha sido caminar por zonas muy amplias y agradables, un auténtico paseo salvo por el desnivel.
Desde el collado de Linza, ya observaremos nuestro objetivo al fondo de la hoya de la Solana a la izquierda. Aquí tomaremos un camino que desciende hacia la izquierda, puesto que el de la derecha va hacia Petrechema. Bajaremos para llegar a una pequeña pared rocosa y continuaremos paralelos a ella. Allí podemos ver un refugio y llegamos a un cruce y un poste informativo. Subimos en dirección a un terreno kárstico, por unas laderas herbosas con una pendiente considerable, hasta que en la parte alta aparece un terreno rocoso. en el cual tendremos que ayudarnos alguna vez de las manos sin ninguna dificultad. Las vistas van mejorando a medida que ascendemos con la Hoya de la Solana rodeada de montañas. En la parte alta avanzamos por una zona más llana por terreno kárstico. Aquí hay que andarse con cuidado pues si nos seguimos los hitos podemos encontrar alguna grieta. Pero todo el lapiaz es precioso, con el mar de rocas que nos rodea. Y así llegamos a la zona conocida como el Portillo de Larra. A medida que vamos ganado altura, comenzamos a ver mejor el Petrechema.
Desde el Portillo tenemos que girar a la derecha y seguir el camino que va ascendiendo por las laderas de la sierra de Budogia. La vista al Petrechema es preciosa, con las Agujas de Ansabere y el Atxerito detrás. La pendiente es cada vez mayor mientras alternamos terreno rocoso con zonas de hierba. Tras superar esta zona de fuerte desnivel llegamos al collado que separa la Mesa de la sierra de Budogia.
Desde el collado para subir a la Mesa pasamos por una zona de piedras sueltas donde hay que ir avanzando por donde podamos. Hay que usar las manos en algún tramo por la propia disposición de las rocas sueltas y el camino es bastante empinado por lo que puede impresionar un poco, pero una vez puestos a ello, se hace bien. Tras superar esta zona llegamos a la cresta que nos conducirá la cima. Es una cresta corta pero puede resultar algo aérea si tienes vértigo. Finalmente llegamos a la cima donde hay una estatua de San Francisco Javier, patrón de Navarra y una réplica en metal del castillo de Javier.
Las vistas desde la cima son espectaculares si tenemos la atmósfera limpia. Podemos disfrutar de vistas hacia el Pico Anie y el Barranco d'Anaye con el Pene Blanque a la derecha y más a la derecha el Valle de Lescun con el Lac de Lhurs, una amplia panorámica sobre esta zona donde los Pirineos empiezan a ganar altitud. Tras disfrutar de un merecido descanso en la cumbre tras cuatro horas de caminata iniciamos el viaje de vuelta. Para volver deshacemos el camino que hemos seguido para la ascensión sin más complicaciones.
Itinerario: