Desde Getxo a Lekeitio por la costa vizcaína

Hoy vamos a presentar un recorrido por buena parte de la costa vizcaína, desde Getxo hasta Lekeitio. Es un recorrido ideal para una escapada de dos o tres días y que incluye todos los puntos de interés de la costa, ideal para complementar con una visita a Bilbao por ejemplo. Nos centraremos en la costa, sus playas, acantilados, paseos…

DE GETXO A PLENTZIA

Empezamos este recorrido en Getxo, en la desembocadura el Nervión. Aquí podemos ver el fantástico puente colgante, patrimonio dela Humanidad, que une las localidades de Getxo y Portugalete. Merece la pena subir a su pasarela panorámica para disfrutar de espectaculares vistas desde las alturas. Getxo es un municipio que permite dar maravillosos paseos a lo largo de su extensa costa. Desde el Puente Colgante podemos caminar hasta el puerto deportivo a lo largo de una sucesión de imponentes mansiones que jalonan el paseo. Pasado el puerto deportivo llegaremos al puerto viejo de Algorta, un precioso puerto con sus casitas blancas descolgándose desde la parte superior del pueblo.

Tras visitar esta parte podemos ver la bonita playa de Arrigunaga y llegamos a Punta Galea, donde un maravilloso molino de viento nos marca el inicio de un fabuloso paseo por los acantilados que parte desde punta Galea y llega a Sopelana. Es un paseo que discurre por una franja costera de acantilados con grandes vistas y que está acondicionado mediante una calzada de piedra para poder seguirlo cómodamente. Desde Punta Galea tenemos una vista maravillosa del Abra, Getxo y la desembocadura del Nervión. A medida que vamos avanzando hacia Sopelana pasamos por una serie de altos acantilados y algunas calas poco accesibles hasta  llegar a la playa de Aizkorri, una preciosa playa de piedra y algo de arena cuya vista desde los acantilados es espectacular.

En Aizkorri además tenemos un  aparcamiento donde poder dejar el coche para iniciar una segunda parte de la ruta, que nos llevará hasta Sopelana. Aquí el camino sube y llega hasta un promontorio con amplias vistas sobre Sopelana y sus dos playas. Sopelana es una de las playas más cercanas a Bilbao y por lo tanto es un lugar muy concurrido. El paseo sigue tras pasar la primera de las playas ‘La Salvaje’ y continua lo largo de la playa principal de Sopelana, Arrietara. También podemos continuar por los acantilados por encima de la playa hasta El Peñón, un promontorio que se adentra en el mar y que proporciona fantásticas vistas de la playa.

Desde Sopelana podemos continuar andando hasta Barrika pero ya por un sendero costero de tierra a menudo bastante menguado por la vegetación. Sin embargo es un maravilloso camino que nos llevará, tras pasar por la cala de Meñakoz, hasta la playa de Barrika, escenario recuente de la serie Juego de Tronos. Es una pequeña cala a la que se  accede por un tramo de escaleras que bajan por la pared del acantilado. Desde allí el sendero continúa hasta el núcleo urbano de Barrika, recorriendo la costa por un sendero precioso con vistas a los acantilados. Finalmente llegamos a la cala de Muriola y a una punta desde la que hay fantásticas vistas de la bahía de Plentzia. Toda esta zona es fantástica para pasear y relajarnos en la naturaleza con vistas del mar.

Tras Sopelana y Barrika llegamos a Plentzia, un precioso pueblo en la desembocadura del río del mismo nombre. Nada más llegar podemos dejar el coche junto a la parada de metro y cruzamos un bonito puente peatonal con vistas a la ría y a las bonitas casas del pueblo. Plentzia tiene un fantástico paseo que bordea la ría hasta la desembocadura, la playa y el puerto. Es un paseo muy agradable y el pequeño puerto  es muy pintoresco. El pueblo y el paseo son realmente bonitos también, con sus casitas bajas  y con los pinos cubriendo una de las orillas de la ría. Pasado el puerto llegamos a la playa. La playa es muy extensa y llega hasta el vecino Górliz.

La playa está rodeada por un fantástico paseo peatonal que nos lleva hasta el otro extremo de la bahía. Desde este paseo además se puede acceder hasta el faro por un sendero maravilloso por los acantilados.  El sendero pasa por varios salientes con fenomenales vistas hasta llegar al faro. Desde el faro también hay buenísimas vistas. Una vez visitada la costa el pueblo de Plentzia merece la pena una visita. Desde la plaza del ayuntamiento que está en el paseo de la ría podemos subir a la zona alta donde hay una serie de callejuelas que nos llevan a otra bonita plaza donde está la iglesia. Las callejuelas de esta zona alta son bastante bonitas.

DESDE PLENTZIA HASTA BERMEO

Dejamos Plentzia y enseguida llegamos a Armintza un pequeño puerto encajado entre los montes costeros. Aquí hay un buen espigón en el puerto por donde pasear y poder disfrutar del mar. En el puerto hay una zona de terrazas donde poder tomar algo y tras  el puerto un sendero  nos lleva hasta la punta de un promontorio rocoso sobre el mar desde donde hay fantásticas vistas. Tras la punta hay una playa de piedras que en marea baja deja una amplia zona de rocas al descubierto y es un lugar donde los más  pequeños suelen entretenerse buscando peces en los charcos que quedan al retirarse la marea. Desde Armintza seguimos la carretera costera y se pasa por la central de Lemoniz, una central nuclear que no llego a construirse. Sin embargo su visión junto a la costa en un entorno totalmente natural impresiona. Se levanta como un fantasma en medio de los bosques costeros y sobre las calas rocosas de la zona.

Seguimos nuestro camino y llegamos a Bakio, otro de los enclaves más pintorescos de la costa vizcaína. En la carretera encontramos un  mirador que nos da una fantástica vista de la población su playa y los acantilados que la cierran al este junto con San Juan de Gaztelugatxe. Tras llegar al pueblo en Bakio merece la pena dejar el coche en la costa en el minúsculo puerto – de hecho solo hay una rampa por la que botar pequeñas embarcaciones – bajo el acantilado rocoso. El paseo se extiende a lo largo de toda la playa y ofrece fantásticas vistas.  En el otro extremo del pueblo una zona de acantilados cierra la playa y sobre esta parte hay un fantástcio mirador que nos da otra perspectiva completamente diferente del bonito pueblo. Bakio es un pueblo de veraneo con muchas segundas viviendas por lo que si lo visitáis fuera del verano es un lugar realmente tranquilo para pasear y relajarse. Desde este mirador en la zona este del pueblo parte un camino que llega hasta San Juan de Gaztelugatxe, el punto más conocido de la costa vizcaína, especialmente después del rodaje de Juego de Tronos.  No nos extenderemos en San Juan de Gaztelugatxe, pues ya nos dedicamos en exclusiva a su visita en este otro post.

Tras para por San Juan de Gaztelugatxe la carretera nos lleva hacia Bermeo. Pero antes de visitar la localidad costera tomamos un desvío hacia el cabo y el faro de Matxitxako. Allí se pueden ver dos faros, el actual y el antiguo del que solo se conserva la torre. Desde la punta del cabo los acantilados elevados nos permiten disfrutar de grandes vistas hacia ambos lados de la costa. Desde aquí se puede ver perfectamente Gaztelugatxe. Y después llegamos a Bermeo, uno de los puertos más importantes del cantábrico. Al ser un puerto tan importante la zona portuaria no es especialmente atractiva, pero los jardines que se encuentran al principio del puerto y el puerto deportivos constituyen una zona bastante interesante para pasear y disfrutar de buenas vistas de las casas apiñadas en torno al puerto. Las calles del casco viejo  empedradas no son especialmente atractivas, pero Bermeo tiene su encanto. Además podemos visitar el ballenero Aita Guria, un precioso pecio amarrado en el puerto y que es un centro de interpretación de la pesca de la ballena. Esta zona del puerto previa al puerto pesquero suele estar muy animada y es muy agradable.

DESDE BERMEO HASTA GERNIKA

Dejamos Bermeo y seguimos hasta nuestra próxima parada en la costa: Mundaka. Para mí es probablemente el pueblo más bonito de todo el recorrido. Además está situado en un enclave maravilloso, la desembocadura de la ría de Gernika, en la preciosa reserva de Urdaibai, una de las zonas más bonitas de la costa vasca. Según llegamos a Mundaka nos encontramos con una zona verde en un saliente de tierra donde se encuentra la ermita de Santa Katalina. Paseando por esta bonita zona llegamos al puerto. Es un precioso puerto tradicional con embarcaciones muy pequeñas y realmente pintoresco. Las callejuelas, las casitas de pescadores junto al puerto y los propios muelles son preciosos. No es demasiado grande así que se explora bastante rápido.

Después llegamos  a una terraza abierta a la desembocadura de la ría con fantásticas vistas del estuario. Allí también está la iglesia de Santa María. Y siguiendo  un poco la costa llegamos a las pequeñas playa de Laidatxu y Mundaka. Unos miradores y un muelle preciosos nos ofrecen más posibilidades de contemplar esta preciosa zona. Desde aquí además salen unos taxi-botes que nos llevan por la ría de Gernika o nos cruzan a la otra orilla. Mundaka es además muy conocida por los amantes del surf ya que se celebra aquí una importante competición de este deporte. En Mundaka merece la pena callejear por la zona vieja pues las estrechas calles tienen mucho  encanto.

Tras dejar Mundaka no podemos continuar por la costa porque no hay un acceso físico posible. Todo el estuario de la ría de Gernika no está atravesado por ninguna vía de comunicación. Por lo tanto tenemos que desviarnos hacia el interior hacia Gernika bordeando la ría. Nos vamos encontrando diferentes poblaciones en el estuario y accesos a diferentes playas a lo largo de la carretera. Destaca la playa de San Antonio en Pedernales, donde hay un bonito islote en medio de la playa, accesible en marea baja. La isla de Txatxarramendi, accesible por un puente, es otro enclave peculiar que nos encontramos y que nos proporciona más vistas del estuario. Llegamos así a Gernika, la histórica localidad vizcaína donde podemos ver la casa de juntas, el simbólico árbol de Gernika y el Parque de los pueblos de Europa. Tras visitar esta zona seguimos la carretera para llegar de nuevo a la costa. Pasamos por Kortézubi, desde donde se accede al bosque de Oma y las cuevas de Santimamiñe y un  poco después al castillo de Arteaga ya muy cerca del estuario pero por la otra margen. Este castillo es realmente bonito y merece la pena hacer un desvío. Alberga un restaurante y merece la pena tomarse algo en la terraza superior porque las vistas de la zona de Urdaibai son preciosas.

DESDE LAIDA HASTA LEKEITIO

Desde aquí seguimos bordeando el estuario hasta llegar a la bonita playa de Laida. Esta playa está formada por una lengua de arena que se adentra en el estuario y que en marea baja es bastante extensa. Un paseo por la playa proporciona buenas vistas hacia Mundaka y hacia el estuario. Siguiendo la carretera nos elevamos y vemos el bonito islote de Izaro, poco antes de llegar a la playa de Laga, una de las más bonitas de Bizkaia. Es una playa en un entorno totalmente salvaje, de arena dorada y cerrada por el imponente cabo de Ogoño en uno de sus lados. Pasear por esta playa en temporada baja es una verdadera gozada. La zona del cabo alberga una buena zona de rocas bajo la pared de roca.

Tras abandonar la playa y seguir por la costa merece la pena desviarse hasta el barrio de Akorda. Desde allí parte un sendero que en poco más de una hora nos lleva a la ermita de San Pedro de Atxarre, un impresionante mirador sobre Urdaibai. Las vistas del estuario abriéndose al mar con sus diferentes zonas de arena es sencillamente espectacular. La ruta en sí no es demasiado bonita porque transcurre por el interior de un denso bosque. Pero el mirador que aparece al final, junto a la ermita, es maravilloso. Aquí se puede consultar el itinerario para llegar a la ermita.

Dejamos Akorda y seguimos hasta Elantxobe, un precioso pueblo pesquero cuyas casas se descuelgan sobre una abrupta ladera hasta caer al pequeño puerto , en el otro lado del cabo Ogoño. Las calles del pueblo son tan estrechas que hasta el autobús tiene que dar la vuelta en una plataforma giratoria habilitada a tal efecto. Merece la pena dejar el coche arriba e ir descendiendo por las  callejuelas hasta llegar al bonito puerto. Allí varios espigones nos permiten disfrutar de diferentes vistas. De vuelta al pueblo nos acercamos al cementerio, ya que desde allí parte un sendero que nos lleva a la parte superior del cabo Ogoño. Las vistas de la costa con la playa de Laga bajo nuestros  pies, son sencillamente maravillosas.

La carretera de la costa al este nos lleva algo apartados de la costa hasta llegar al pequeño pueblo de Ea, encajonado en la desembocadura de un pequeño riachuelo en una estrecha playa rodeada de acantilados. Tras aparcar el coche en el escaso espacio habilitado, avanzamos por las callejuelas – donde un par de pintorescos de piedra cruzan el riachuelo con las casas colgadas sobre la corriente de agua -hasta llegar a la pequeña playa. Es un lugar con mucho encanto. Además de la playa un pequeño espigón pegado a uno delos bordes montañosos de la ensenada, permite el amarre de pequeñas embarcaciones. Al final del paseo una escalinata nos lleva a la Ermita de Talako Ama, con preciosas vistas de la costa y de la salida del pueblo al mar. La verdad es que el pueblo aunque pequeño es encantador.

Un poco más adelante nos encontramos con un desvío hacia la playa de Ogeia. Es una preciosa playa que se encuentra en un enclave natural maravilloso, con el bosque costero cayendo  al mar sobre la pequeña bahía. No se atisba ninguna construcción en los alrededores por lo que la belleza del lugar es todavía mayor. La playa puede tener arena o no en función de las corrientes, lo más habitual es que no la tenga. Una escalinata nos conduce desde el acantilado a la playa y es una verdadera gozada darse un paseo por allí. Y ya sin más, llegamos al destino final de este recorrido por la costa: Lekeitio.

Lekeitio tiene un precioso puerto rodeado de casas marineras típicas y con la Basílica de Nuestra Señora cerrando la estampa idílica del mismo. Hay buenas zonas para pasearse por el puerto y sus espigones y poder disfrutar de las vistas hacia la playa de Isuntza – la playa local - , la isla de San Nicolás – accesible en marea baja – y la preciosa playa de Karraspio en la vecina población de Mendexa. Desde la zona del puerto se puede ir paseando hasta Karraspio por un estrecho paseo que pasa por un puente elevado sobre el río Lea, con una vista fantástica. Allí se pueden ver los restos de un antiguo astillero, y la salida del río  al mar con la isa en frente.

Poco después llegamos a Karraspio donde un paseo hasta su extremo este nos da buenas vistas de todo el pueblo. Otro lugar que merece la pena visitar en Lekeitio es el pequeño promontorio del monte Lumentza. Se accede desde el cementerio y tras un corto pero empinado paseo hasta la cima podremos disfrutar de fantásticas vistas desde la zona superior. Otra zona de interés en Lekeitio es la zona del faro de Santa Katalina, donde hay un museo  y una ermita con buenas vistas. Y ya desde Lekeitio  la carretera sigue hacia Ondarroa, un importante puerto pesquero, y ya después nos adentraríamos en Gipuzkoa. En Ondarroa se puede hacer una parada pero la existencia del importante puerto pesquero afea bastante esta localidad.

Puntos de interés en la costa vizcaína: