Bergen, la ciudad más bonita de Noruega
Bergen es la segunda ciudad de Noruega y es especialmente conocido por el muelle hanseático con sus coloridos almacenes de madera y por su precioso entorno natural rodeado de montañas y fiordos. Aunque es una ciudad tiene todo el encanto y el ambiente de una pequeña población. Las atracciones más interesantes de Bergen son el Bryggen, el funicular Fløibanen, el mercado de pescado, y la iglesia de madera de Fantoft. Recorremos en un par de días todos estos lugares y más.
DÍA 1:
Tras dejar nuestras maletas en el hotel, nos desplazamos a la cercana zona norte del puerto de Vågen, entre el muelle de Bryggen y Øvregaten, una calle llena de edificios hanseáticos, que alberga algunos de los lugares más importantes de Bergen. Los primeros edificios de Bergen se erigieron a lo largo del viejo muelle hanseático, Bryggen, que se encuentra en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este muelle está formado por los restos de los viejos edificios del puerto y es uno de los asentamientos medievales más conocidos de Noruega. El viejo muelle hanseático tiene un diseño arquitectónico único y es quizás una de las imágenes más familiares de toda Noruega.
Caminar por las estrechas callejuelas y galerías externas oscuras es una experiencia única. Es una zona muy compacta con unas cuantas callejuelas paralelas. Los edificios de madera pintados en diferentes colores, con sus arcos y pequeños detalles son una gozada. Pasear por esta zona hace que te transportes a otra época. También visitamos aquí el museo Bryggen que da una visión de la vida de los antiguos comerciantes. El museo de Bryggen está basado en las excavaciones arqueológicas de Bryggen, ilustra el comercio, la artesanía y la vida cotidiana en la Edad Media. Entramos a visitarlo, ya que es una visita bastante rápida – lo visitamos en una hora pero muy interesante para comprender los orígenes de la ciudad y de la maravillosa zona portuaria. Junto al museo se encuentra la Iglesia de Santa María, el edificio más antiguo de Bergen. Es un bonito edificio románico con dos torres y su interior es bastante austero aunque destacan el púlpito y el retablo. Bryggen también alberga el Museo Theta del Movimiento de la Resistencia durante la ocupación de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial. A éste sin embargo no entramos.
Toda la parte del Bryggen que da al mar está formada por un bonito paseo con las fachadas de los antiguos almacenes y varias terrazas. Es una zona preciosa para pasear. Nos alejamos de la zona hacia el norte hasta el castillo, el Bergenhus Festing. La Fortaleza de Bergenhus se encuentra en la entrada del puerto de Vågen. Es una de las fortalezas más antiguas y mejor preservadas en Noruega, aunque no está situada en la zona más bonita de la ciudad. Si bien el acceso al fuerte es gratuito, se debe pagar aparte para acceder a algunos de los edificios que contiene (por ejemplo la torre o el Haakon's Hall). Merece la pena visitar la torre por las vistas que nos ofrece de la ciudad. La residencia real y el salón del banquete, el Salón de Haakon, está situado junto a la Torre Rosenkrantz, el elemento más pintoresco de la fortaleza.
Tras pasear por el interior de la fortaleza, salimos por la puerta norte al barrio de Skuteviken, un lugar muy pintoresco, formado por tradicionales casas blancas de madera y estrechas callejuelas empedradas por las que es una gozada pasear. Además la salida al mar de este barrio – al otro lado del saliente sobre el que se asienta la fortaleza – está formada por una serie de casas de madera de colores similares a las del Bryggen aunque más modernas, pero igualmente pintorescas. Hay algunas realmente preciosas y que merecen una buena sesión de fotografías.
Volvimos a la zona del Bryggen y comimos algo en un pequeño restaurante de comida tradicional, por supuesto basado en el pescado. Tras la comida seguimos hacia la zona del mercado de pescado por la misma calle principal del Bryggen pasando por una serie de preciosas casas de estilo hanseático hasta llegar al museo Hanseático y Schøtstuene, otra muestra más de cómo era la vida de los comerciantes hanseáticos de Bergen. Se pueden ver salas de reuniones, y muchos artefactos de la época, que realmente merecen la pena.
Visitamos también este museo en una hora más o menos y tras salir del mismo nos dirigimos hacia otra de las grandes atracciones de la ciudad: la montaña Fløyen. Hicimos el corto viaje hasta la montaña a bordo del funicular Fløybanen desde el centro de la ciudad hasta la cima de la montaña (320 metros sobre el nivel del mar). Allí las vistas sobre la ciudad, las montañas y el mar desde una terraza panorámica son espectaculares. Fløien es uno de los siete picos alrededor de la ciudad y es parte de Bergens Fjellstrekninger, un inmenso parque junto a la ciudad que ofrece posibilidades de senderismo y paseos más sencillos. Tras disfrutar de las fabulosas vistas descendimos caminando. Es un paseo agradable en su mayor parte por el interior de un bosque que cubre la ladera. Al legar a la parte más baja en Øvre Blekeveien, encontramos otro fabuloso mirador de Bergen, éste a menos altitud pero con vistas muy buenas. Desde allí una sucesión de callejuelas nos llevó de nuevo al mar, a la zona del Museo Hanseático.
Estuvimos dando una vuelta por la zona del mercado de pescado, ya cerrado, pero desde allí hay varios muelles donde las vistas de la zona del Bryggen son preciosas. Desde el muelle principal, donde se levanta un precioso edificio con bares, restaurantes y demás, las vistas son inmejorables. Esta es la parte más animada de la ciudad y muchos barcos clásicos se apiñaban en los muelles. Es una zona muy muy pintoresca. Un puerto precioso, de los de película de época. Y después de explorar bien esta zona dedicamos lo que nos quedaba de tarde a callejear por la ciudad. Desde el muelle accedimos a una gigantesca plaza peatonal, la Torgallmenningen, con numerosos comercios y algún edificio interesante. Esta plaza estaba muy animada con artistas callejeros.
Desde allí y atravesando una zona ajardinada se llega a la Festplassen, con un enorme lago con un sifón en su interior que expulsa agua hacia arriba. Esta es una zona para los aficionados al arte ya que aquí hay varios museos y galerías que muestran valiosas colecciones, como el Museo de Arte de Bergen, el Centro de Arte Contemporáneo, y el Museo de Arte Decorativo – situado en un monumental edificio -. También se puede visitar el Museo Edvard Grieg. Nosotros sin embargo seguimos nuestro paseo. Hacia el sur llegamos al barrio de Nygard. Allí está la moderan sala de conciertos (Grieghallen) que es un edifico moderno interesante. Allí se encuentra también la universidad y callejeando un poco descubrimos algunas callejuelas empedradas y una zona de bonitas casas de madera. No es en general una zona especialmente bonita pero sí que te encuentras con rincones muy interesantes. Finalmente llegamos a la Johanneskirken una preciosa iglesia roja rodeada también de calles empedradas con bonitos edificios. También desde a posición de la iglesia hay buenas panorámicas de la ciudad. Ya desde allí regresamos al centro pues haca el sur se extiende el puerto comercial, que no tiene mayor interés. Cenamos algo en el muelle principal y disfrutando de un paseo por la zona del Bryggen iluminado llegamos al hotel.
DÍA 2:
Tras desayunar visitamos el famoso mercado del pescado de Bergen. El mercado ocupa parte del muelle tanto en un recinto cerrado como en el exterior con multitud de puestos. Además de comprar para llevar, en los puestos de pescado de Bergen se puede probar allí mismo el pescado en unas mesitas que hay allí mismo. Curiosamente nos encontramos con varios españoles que estaban trabajando en los puestos vendiendo pescado. Es un lugar muy animado y pintoresco, con mucho ambiente. Pero como no era la hora de comer seguimos con el plan que teníamos para ese día. Justo en frente del mercado de pescado hay una preciosa plaza, Vågsallmenningen, donde se ubica la oficina de turismo y unas bonitas casas rodean el espacio empedrado presidido por una estatua.
Nos desplazamos en autobús unos 4 Km al este del Bryggen, concretamente al teleférico que sube al monte Ulriken. Este monte es otro de los que rodean la ciudad y ofrece una maravillosa vista de la ciudad desde sus 640 metros de altura. Al estar más alto y más separado de la zona del puerto la panorámica es mucho más amplia. La subida dura unos siete minutos y una vez en la cima, además de las espléndidas vistas, se puede disfrutar de preciosas excursiones. Nosotros simplemente caminamos hasta la cima verdadera del monte, que no es donde te deja el teleférico. Está a unos 600 metros caminando hacia el interior del macizo montañoso y también está más elevada que el punto de llegada del teleférico. Sin embargo las vistas son mucho peores ya que la propia montaña nos tapa parte del panorama. Lo que sí se pueden ver son las montañas hacia el interior perfectamente. Desde la estación del teleférico, donde hay tiendas y un restaurante, te das cuenta de lo grande que es Bergen. La zona turística es bastante más pequeña pero luego los barrios se extienden hacia el sur. La vista es maravillosa y pasamos allí un buen tiempo.
Tras bajar del teleférico fuimos a comer algo al centro. La tarde la pasamos callejeando por zonas que no habíamos pasado el día anterior. Descubrimos el Teatro Nacional, un espléndido edificio de estilo Art Nouveau, la catedral dela ciudad y algunos edificios sueltos interesantes. Paseamos por el barrio de Nøstet, uno de los más pintorescos de la ciudad, porque está formado por una amplia red de callejuelas empedradas rodeadas de casitas de madera encantadoras. Seguimos por la calle Haugeveien hacia el acuario, pasando por zonas verdes y una zona de nuevas viviendas sobre una terraza con grandes vistas al mar. Al final de esta península nos encontramos con un parque donde se encuentra el acuario de la ciudad y también buenas vistas. Rodeando la península llegamos a otra zona de casas de madera junto al mar. Desde la zona del terminal de cruceros hay buenas vistas a este grupito de casas. El propio terminal es un edifico de madera con bastante encanto.
De aquí hacia el sur la línea de costa no ofrece muchos más atractivos – salvo las vistas puntuales hacia el otro lado del puerto al Bryggen - , así que nos internamos de nuevo por las callejuelas y descubrimos otra bonita zona de calles empedradas y casas de madera en torno a la calle Strandgaten. Otra zona muy agradable para pasear. Y así volvimos a la zona del mercado de pescado y de allí al hotel para dar por terminada nuestra visita a la maravillosa ciudad de Bergen, una escapada imprescindible si se viaja a Noruega. Ya de camino, visitamos cerca de Troldhaugen, a 7 Km al sur del centro, la impresionante Iglesia de madera de Fantoft, un buen ejemplo de las iglesias de madera en Noruega. Se encuentra en el interior de un pequeño bosque y salvo por las verjas que la rodean es una imagen preciosa.
Puntos de interés en Bergen: