Hoy hacemos un recorrido por las Dolomitas, por una de sus zonas más icónicas, las tres cimas de Lavaredo. Se trata de un recorrido sencillo de montaña con unas vistas maravillosas. Las cimas de Lavaredo son unas enormes moles de roca que se levantan unos 500 metros sobre el recorrido y también a lo largo de la excursión se pasa por unos preciosos lagos de montaña. En total el recorrido son unos 12 Km y nos lleva unas 5 horas. Además no hay subidas muy pronunciadas por lo que es un recorrido realmente agradable y que nos regala unas estampas maravillosas. Las fotogénicas cimas se encuentran entre el Valle di Landro y el Val Fiscalina en plenas Dolomitas y muy cerca de la frontera con Austria.
Para acceder al inicio del sendero se puede subir con el coche hasta el Refugio de Auronzo aunque hay que pagar una buena cantidad por meter el coche hasta aquí – 30 euros cuando subimos nosotros -, ya que la carretera de subida es de peaje. Otra opción más barata es dejar el coche junto al lago d´Antorno – parking gratuito - y subir andando hasta el Refugio Auronzo, lo que alarga la excursión en unas dos horas y media con la ida y la vuelta ya que son unos 4 Km adicionales. También hay un autobús que desde aquí asciende al refugio pero hay que consultar los horarios para ver que tal nos cuadra. Nosotros como no teníamos tiempo subimos en coche a pesar del elevado coste.
El sendero parte del refugio y lentamente asciende mientras vamos rodeando las tres imponentes y espectaculares Tres Cimas de Lavaredo (Ovest de 2973m , Grande de 2999m y Piccola de 2856m). Aquí las vistas son espectaculares hacia el valle por el que hemos accedido ya que las moles rocosas las tenemos justo encima y la vista hacia ellas no es muy espectacular. Cuando hemos caminado disfrutando de las vistas durante unos 2 km llegamos a una pequeña ermita, la capilla Degli Alpini, realmente pintoresca por estar aislada en la montaña y en un anfiteatro tan bonito. Desde la ermita nos desviamos un poco hacia un mirador sobre el valle marcado por un monolito y una escultura. La vista a lo largo de todo el valle terminando en el lago de Santa Caterina nos ofrece un paisaje de montaña realmente maravilloso.
Retomando el sendero desde la capilla seguimos por la pista principal hasta llegar al refugio de Lavaredo. Continuamos la pista hasta un cruce de caminos donde nos desviamos a la izquierda en ascenso por el sendero 101. Aquí empezamos a rodear las cimas de Lavaredo y llegamos a la parte superior, a un collado o paso, el de Lavaredo a 2449m, cerca de la base de la Cima Piccola. Desde este punto hay una vista lateral espectacular de las cimas. Este es el punto más alto de nuestra ruta y a partir de aquí comenzamos a descender lentamente. Según bajamos por el sendero nos empezamos a alejar de las paredes rocosas y disfrutamos de una de las vistas más clásicas de las Tres Cimas, la que suele aparecer en todos los folletos y en todas las guías.
Seguimos el sendero 101, perfectamente señalizado, que nos va ofreciendo vistas fabulosas de las Tres Cimas y acabamos llegando al Refugio Antonio Locatelli, bajo el precioso Monte Paterno. En el Refugio Locatelli paramos a comer y hacer fotos junto a otra pintoresca ermita y nos acercamos hasta los lagos del Piani bajo la cara norte del Monte Paterno. Muy cerca del refugio se encuentra esta pequeña ermita es realmente preciosa y que es un lugar fabuloso para sacar fotos con las Tres Cimas hacia un lado con el propio refugio y los bonitos Lagos dei Piani hacia el otro lado. También bajamos hasta estos lagos, realmente encantadores con sus aguas verdosas. Desde el lado más alejado de los lagos hay otra vista del valle que se desploma hacia ese lado. Otro paisaje fabuloso.
Regresamos al sendero 105 que nos lleva en descenso de regreso y hacia una vaguada en la que perdemos las vistas de las Tres Cimas. Tras un descenso notable comenzamos a subir hasta otro pequeño collado desde donde recuperamos parte de las vistas y pasamos por un mirador donde pudimos hacer preciosas fotos y llegamos hasta otro refugio, el Malga Langalm. Justo frente al refugio nos desviamos a una serie de lagos de aguas cristalinas justo bajo las rocas de las Tres Cimas. Es otro lugar idílico. Seguimos el camino y tras alcanzar la falda oeste de las Tres Cimas llegamos a un nuevo paso, el paso de Medo, donde hay fabulosas vistas no hacia las Cimas sino a todo el entorno montañoso que nos rodea, que es verdaderamente maravilloso.
Ya desde el mirador solo nos resta seguir el sendero para llegar finalmente al parking donde habíamos dejado el coche. La verdad es que el recorrido ha sido espectacular, no solo por las Tres Cimas, que son un icono de las Dolomitas, sino por todos los paisajes montañosos que hemos podido disfrutar a lo largo del recorrido.
Itinerario:
