Liverpool, la ciudad de los Beatles
Recorremos la interesante ciudad de Liverpool. Mundialmente conocida como la cuna de los Beatles, la ciudad es una de las ciudades inglesas más interesantes después de Londres. Otro de sus iconos es el club de fútbol Liverpool, con el mítico estadio de Anfield Road. Pero además de fútbol y Beatles, Liverpool cuenta con los suficientes atractivos para pasar un par de días recorriendo sus diferentes puntos de interés. Situada en la orilla este de la amplia desembocadura del río Mersey, Liverpool es sin duda una ciudad volcada al mar.
DÍA 1:
Llegamos a Liverpool en avión y aterrizamos en el aeropuerto John Lennon – en la ciudad hay numerosas referencias a los Beatles en los nombres de casi todo -. Desde allí tomamos un tren que nos dejó en el centro dela ciudad. Dejamos los trastos en el hotel y nos fuimos directamente a la orilla del Mersey, una de las zonas más atractivas e interesantes de la ciudad.
Empezamos a pasear por los muelles y lo primero que nos encontramos fue el fabuloso edificio del Royal Liver Building. El impresionante edificio coronado por dos “liver birds” – el emblema de la ciudad – se encuentra en Pier Head. Junto con los edificios Cunard Building y Port of Liverpool Building, forma un conjunto fabuloso y protegido conocido como las “Tres Gracias” de la ciudad. De hecho toda la Ciudad Marítima y Mercantil de Liverpool está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No se puede visitar su interior pero simplemente ver la fachada impresiona. Y si de día impresiona, cuando pasamos por aquí de noche la iluminación realza aún más el fabuloso edificio. Justo allí delante del edificio, en la terminal de cruceros, vimos también un Memorial del Titanic, una columna junto a la pasarela de embarque de los cruceros.
Seguimos paseando por el muelle y nos encontramos con el segundo edificio, el Cunard Building, frente a la terminal de cruceros de Mersey Ferries. Y allí mismo hicimos nuestra primera visita: el British Music Experience, un impresionante museo interactivo que recorre la historia de la música británica desde los 60 hasta nuestros días. Aparte de una gran colección de instrumentos y objetos de los principales grupos británicos hay shows interactivos y es muy entretenido, muy aconsejable para ir con niños y desde luego imperdible si te gusta la música inglesa. Saliendo del museo nos tropezamos con una estatua delos Beatles – los cuatro integrantes del grupo paseando por el muelle – y el tercer edificio de los arriba mencionados, el Port of Liverpool Building. El edificio es impresionante y cuenta con una cúpula similar a la del Capitolio americano.
Pasamos por el museo de Liverpool, un impresionante edificio moderno a la orilla del río y como la entrada era gratuita nos decidimos a entrar para echar un vistazo. En el interior del museo hay un poco de todo, desde una exposición que explica toda la historia del a ciudad y especialmente de la zona portuaria, a una zona de arqueología… en conjunto fue bastante interesante aunque como tampoco era nuestro objetivo no nos entretuvimos demasiado. Junto al Museo se encuentra el Riba North un impresionante par de edificios de cristal oscuro que alberga exposiciones de arquitectura. Al salir del museo el edificio de ladrillo del Pilotage Building contrasta con el edificio del propio museo, justo a la salida de un muelle interior que salvamos mediante un puente para llegar a Albert Dock, una zona de muelles realmente pintoresca con algunos edificios antiguos de ladrillo.
Albert Dock es sin duda la zona más turística de Liverpool y aquí hay varios museos .Los primeros que encontramos son el Tate y el Museo Marítimo en preciosos edificios de ladrillo que rodean una zona de pequeños muelles interiores. De hecho los edificios eran los antiguos almacenes portuarios y hoy son una importante zona de ocio con sus bares y restaurantes. Es una zona realmente bonita. Recorrimos a zona por la orilla del río y sobre todo por el interior donde uno de estos muelles internos se encuentra completamente rodeado por edificios con sus locales de ocio bajo unos bonitos soportales. Allí cerca encontramos también The Beatles Story, una exposición dedicada íntegramente a los Beatles y no pudimos resistirnos a entrar. Aunque a mí me resulto más interesante el British Music Experience entiendo que para los fans del grupo esto tiene que ser lo más.
Seguimos paseando por la orilla del río y llegamos a la Wheel of Liverpool, la noria de la ciudad. Merece la pena subirse para tener una panorámica aérea de la ciudad y sobre todo de la cercana zona de los muelles por donde andábamos. Justo debajo de la noria se encuentra el moderno edificio del Liverpool Echo Arena, un centro para convenciones y demás.
Estuvimos también paseando por esos muelles cercanos a la noria, aunque no eran tan interesantes como el Albert Dock. Seguimos nuestro paseo por los muelles aunque el interés de esta zona era cada vez menor. Pasamos por más muelles interiores y algunos edificios interesantes como The Keel. Y un poco más allá llegamos hasta el puerto deportivo de la ciudad, una zona interesante con bonitas casas de ladrillo junto a los amarres. Y ya desde aquí no dimos la vuelta porque comenzaba a oscurecer. Así pudimos pasar por todos los edificios que habíamos visitado de noche con una fantástica iluminación, que les hacía parecer completamente diferentes. Entre las visitas a los museos y el paseo por la zona agotamos completamente este primer día en la ciudad.
DÍA 2:
Este segundo día nos dedicamos a ver la zona centro de Liverpool. Empezamos por el barrio de Saint George. Partimos de la estación de tren de Lime Street, que junto a los andenes dispone de otro impresionante edificio. Justo enfrente se yergue otro espectacular edificio, el palacio de conciertos y eventos de St George’s Hall. Es un enorme edificio neoclásico con innumerables columnas que destaca sobremanera en esta parte de la ciudad. Entramos a ver el interior y aunque hay una pequeña parte que es de acceso libre si se quiere visitar el impresionante edificio hay que pagar una entrada y seguir un tour guiado. A lo largo del mismo vimos un montón de estancias realmente de interés: las salas de los juzgados, las celdas, las salas de recepciones, la sala de conciertos….
Tras recorrer los jardines también vimos el teatro Empire, uno de los más clásicos de la ciudad. Y justo a un lado del St George’s Hall encontramos una preciosa calle empedrada, la William Brown Street, rodeada de fastuosos y preciosos edificios como la Central Library y otro par de museos como el World Museum. Entramos a la Central Library ya que cuenta con una espectacular sala de lectura, la Picton Reading Room. Es una sala preciosa. Y en la parte moderna de la biblioteca subimos a la azotea, desde donde disfrutamos de unas bonitas vistas del barrio y esta preciosa zona monumental de Liverpool. Por cierto que desde el hall mirando hacia arriba se van viendo diferentes plantas con escalinatas entre ellas que van ascendiendo de una manera irregular y crean un efecto maravilloso. Es un edificio digno de visitar y además es gratuito también. El contiguo edificio del World Museum es también grandioso.
Dejamos esta zona tan monumental y nos fuimos al mejor mirador de la ciudad, la torre de comunicaciones de St John Beacon. Tiene más de 130 metros de altura y en su parte superior hay un mirador, un restaurante y una estación de radio. Las vistas no se extienden únicamente a la ciudad sino que llegan hasta realmente lejos ya que la ciudad de Liverpool y sus alrededores se encuentran en una zona muy llana. Seguimos caminando - y es que todas las atracciones de la ciudad se pueden ver perfectamente caminando - hasta llegar a la Catedral católica de la ciudad, una construcción moderna que nada tiene que ver con las viejas catedrales de Europa. Accedimos a su interior y pudimos ver la curiosa cúpula desde el interior.
Nuestra siguiente visita fue otro edificio religioso pero realmente curioso. Se trata de la St.Luke's Bombed Out Church, una iglesia que quedó destrozada en la guerra y que se ha mantenido así. Únicamente quedan las fachadas y en el interior la naturaleza se ha adueñado del espacio. La torre también permanece bastante intacta. Se ha cubierto parte del interior con una cúpula de cristal y es realmente una visita muy curiosa. En la iglesia hay un bar ahora y se utiliza también para espectáculos.
Entramos después en el barrio de Ropewalks, uno de los más animados y vitales de la ciudad. Las calles están repletas de tiendas, galerías, bares y restaurantes. Especialmente pintoresca es la calle de Bold. Desde ella se aprecia además al final la torre de la iglesia de St. Luke. Esta es desde luego la zona de compras y bares por antonomasia en Liverpool. Muy cerquita de allí visitamos también Chinatown, con su monumental arco de entrada. El arco es espectacular, fue traído directamente desde Shangai y nos dio acceso al barrio chino, uno de los más antiguos de Europa. La calle principal Nelson Street alberga algunos comercios y restaurantes chinos, aunque tampoco es nada del otro mundo. Sin embargo el monumental arco chino sí que merece la pena. Y cerca del arco, llegamos a la catedral anglicana de Liverpool. Ésta si que es ya una catedral enorme y más al uso que la católica. El interior es bastante austero sin embargo. Lo que más no sorprendió fue la presencia de un restaurante y una cafetería con su tienda de regalos en el interior de la propia catedral. Aprovechamos para subir a la torre de la misma que es otro fabuloso mirador de la ciudad. Desde allí se ve perfectamente la catedral católica y la zona del puerto más lejana. Para subir a la torre hay que tomar dos ascensores y finalmente subir un buen tramo de escaleras.
Dejando la iglesia nos fuimos a visitar la zona de Baltic Triangle, una zona muy de moda con restaurantes, galerías de arte y muchos grafitis pero que no llegó a gustarnos demasiado. Aunque había profusión de todos estos elementos no es un lugar especialmente pintoresco, así que no le dedicamos mucho tiempo. Volvimos hacia el centro a visitar otro de los lugares imperdibles para los fans de los Beatles, el pub donde empezaron sus andanzas: The Cavern. Es un pub situado en una pintoresca calle empedrada, Mathew Street. En la entrada ya encontramos una estatua de John Lennon. Entramos al pub a degustar una cerveza y a curiosear un poco. Suele haber actuaciones pero no coincidimos con ninguna así que nos conformamos con visitar el bar. Para acceder al local hay que bajar una serie de escalones ya que se encuentra en un sótano y el interior está hecho de ladrillos… parece más bien una cripta subterránea o algo similar.
Tras salir del pub estuvimos callejeando por los alrededores, una zona muy céntrica con muchísimos edificios interesantes y rincones pintorescos. También es una zona muy comercial y animada, con algunas como Castle Street que son zonas de compras en la ciudad. Paseando por aquí agotamos las últimas horas de nuestra segunda jornada en Liverpool y aprovechamos para cenar algo también. Por la zona vimos también el Ayuntamiento de Liverpool y la plaza de Exchange Flags.
DÍA 3:
Todavía disponíamos de una mañana para disfrutar de Liverpool y la dedicamos a hacer dos actividades que nos habían quedado pendientes: un crucero por el Mersey y una visita a Anfield Road, el mítico estadio del Liverpool.
Lo primero que hicimos fue disfrutar del crucero por el río Mersey. Reservamos para esta mañana un crucero en Mersey Ferries. Lo más interesante desde luego es ver la ciudad desde el río. El skyline con algunas de sus torres y las Tres Gracias es realmente característico. El viaje en total lleva unos 50 minutos y hace paradas en Seacombe y Woodside, dos terminales de ferry situadas en la otra orilla del río. Te puedes bajar en cualquiera de las paradas y después tomar un ferry posterior. Nosotros nos bajamos en Woodside para visitar un submarino alemán con una exposición relacionada, incluido en el precio del billete de ferry. En realidad el submarino está troceado en varios segmentos y se encuentra en tierra. Está preparado con paneles y miradores para asomarnos a su interior. No es como entrar en un submarino pero es interesante y merece la pena verlo. Volvimos a Liverpool en el siguiente ferry, que tomamos en la terminal justo al lado de la exposición del submarino.
Tras dejar el ferry tomamos un autobús hasta Anfield Road, para visitar el mítico estadio del Liverpool. Allí hicimos el tour guiado para visitar el campo. Es un recorrido similar al de otros estadios de fútbol, pasando por las gradas en su parte más alta, los vestuarios, el túnel de acceso al campo, el banquillo…. Un recorrido interesante sobre todo si eres aficionado al futbol, teniendo en cuenta que el Liverpool es uno de los clubs con más historia del mundo. De vuelta al centro paramos en Everton Park, un amplio parque urbano desde donde hay bonitas vistas del centro urbano. Es uno de los mejores miradores de la ciudad.
Y ya sin tiempo para más volvimos al hotel y de allí a la estación para tomar el tren hacia el aeropuerto. En resumen, un par de días y medio bien aprovechados para conocer esta interesantísima ciudad inglesa.
Lugares de interés: