Dos días en Oxford
Oxford es una escapada ideal de un día o un fin de semana para hacer desde Londres. Cuna de una de las universidades más importantes del mundo es también una preciosa ciudad con un gran patrimonio histórico y monumental. Llegar aquí desde Londres nos llevará poco más de una hora en transporte público y no quedaremos defraudados ante la cantidad de cosas que visitar en la preciosa ciudad a orillas del Támesis. Y para los fans de Harry Potter – o los padres de los fans de Harry Potter – Oxford alberga numerosas localizaciones relacionadas con Hogwarts.
DÍA 1:
Lo primero que hicimos tras llegar desde Londres fue recoger un mapa de la ciudad en la oficina de turismo y nos dispusimos a hacer una visita por los principales lugares de interés. Muy cerca de allí se encuentran dos de los Colleges que pueblan la ciudad: el Balliol College y el Trinity College. Más tarde visitaríamos el Trinity, ya que el horario de visitas es bastante restringido. Al lado vimos otro de los edificios emblemáticos de la ciudad: el Sheldonian Theatre. Unos preciosos bustos coronan las columnas que rodean el recinto, el lugar donde se gradúan los estudiantes de la universidad. Accedimos al interior y subimos a la linterna circular para disfrutar de un primer mirador de la zona centro de la ciudad y de la universidad. Pasando la entrada de este teatro accedemos al recinto más monumental de la ciudad. Allí mismo está el monumental edificio de la biblioteca Clarendon con sus columnas clásicas en su portal.
Siguiendo por la calle Catte vemos el famoso y precioso Puente de los Suspiros que une la parte vieja y la nueva del Hertford College. Y también allí está el edificio circular de la Cámara Radcliffe. No obstante antes de seguir visitamos el edificio contiguo al teatro, la Biblioteca Bodleiana. Antes de entrar paramos y contemplamos el monumental patio interior. Todo libro que es publicado en Reino Unido ha de enviar una copia aquí para su almacenamiento. Para visitar la biblioteca tuvimos que contratar una visita guiada ya que es la única forma de hacerlo. La Biblioteca es enorme y realmente preciosa.
Además de ver diferentes estancias espectaculares pudimos entrar en la Divinity School, lugar que hizo de enfermería en la película de Harry Potter. Una visita muy recomendable. Desde el patio interior de la Biblioteca Bodleiana pasamos a la Cámara Radcliffe (que es parte de la Biblioteca). Este edificio es uno de los más bonitos de todo Oxford, pues es un precioso espacio circular con un interior que merece la pena ver. En el interior, la cámara Radcliffe consta de dos niveles de salas de lectura, una galería superior y una biblioteca subterránea que alberga más de medio millón de libros y manuscritos. Por cierto que hay una buena variedad de visitas guiadas y no todas permiten entrar aquí.
Muy cerca de la Biblioteca encontramos la iglesia de University Church of St Mary the Virgin, con una aguja preciosa en el otro lado del complejo de edificios. Subimos a la torre de la iglesia para disfrutar de unas espectaculares vistas. La entrada la hicimos por la calle High Street, una de las calles más bonitas, animadas e importantes de la ciudad. La vista de las agujas del All Souls College es impresionante, es in duda el edificio más pintoresco y evocador de toda la ciudad.
Tras bajar de la iglesia paseamos por la mencionada High Street, donde cada edificio es realmente más bonito y elegante que el anterior. Hay muchas tiendas en los diferentes edificios y por supuesto no faltan los diferentes Collegue de la ciudad como All Souls, The Queen`s, Magdalen… En All Souls se puede entrar gratuitamente y admirar los edificios tranquilamente.
Después nos dirigimos hacia el oeste de la calle High Street hasta llegar a la Torre Carfax, parte de la antigua Iglesia St Martín. Con sus 23 metros de altura es el edificio más alto de la ciudad, y pudimos subir sus numerosos escalones hasta la parte alta de la torre para disfrutar de más vistas interesantes de la preciosa ciudad. Un poco más allá, alejándonos del centro llegamos al Castillo de Oxford, un antiguo castillo normando que sólo vimos por fuera. Justo al lado hay un montículo al que se puede subir para disfrutar de una bonita vista del castillo y el Nuffield College. No es un mirador sobresaliente pero ofrece una vista muy interesante. Sin embargo para subir hay que entrar en el castillo, y eso lo haríamos al día siguiente.
Y tras comer algo rápido nos dirigimos de nuevo al centro para visitar un par de Colleges, una de las grandes atracciones de la ciudad y los lugares donde se han formado muchas de las personalidades más eminentes del Reino Unido. El primero al que entramos fue Christ Church, uno de los más grandes. El complejo está compuesto por grandes jardines, la Catedral de Oxford, el Colegio y una galería de arte. Visitamos con otra visita guiada la catedral y el salón comedor, también muy conocido por aparecer en las películas de Harry Potter. Tanto la gran escalera en Bodley Tower como los claustros se usaron durante el rodaje de la misma película.
Tras la visita fuimos a ver otro de los famosos College, el Trinity College. Ubicado en Broad Street. Los enormes quads, los hermosos jardines y la increíble arquitectura de Trinity se han utilizado en el rodaje de varias películas. Visitamos también la capilla, y dimos un paseo por los bonitos jardines. El comedor del mismo estilo que el de Christ Church es más modesto, pero las estancias que visitamos nos gustaron mucho. Los edificios que componen este College son realmente preciosos. Tras estas visitas - de pago – aprovechamos para ver algunos otros lugares gratuitos, como los jardines del New College, donde hay un precioso jardín con tumbas y lápidas muy pintorescas.
Nos dirigimos al parque donde recorremos el Dead man’s walk. Es un sendero que sigue la antigua ruta de las procesiones funerarias judías medievales. Es un paseo muy agradable con vistas desde otro ángulo de los preciosos edificios de algunos de los Colleges. En la cercana pradera de Christ Church Meadows disfrutamos de más vistas como por ejemplo el Merton College.
Y ya con las visitas principales cubiertas nos dedicamos a pasear por las calles alrededor de la zona de los Colleges universitarios. Oxford es una ciudad con mucho ambiente y a lo largo y ancho de las calles que recorrimos pudimos ver algunas casa de entramado de madera preciosa o el New Theatre en la calle George Street. En la calle St Giles también vimos el Martyrs’ Memorial, un pináculo en memoria de unos protestantes que fueron quemados en la ciudad. Es un monumento muy elaborado con numerosos motivos esculpidos a lo largo del monumento coronado por una cruz.
Tras el paseo cenamos en un típico pub inglés antes de alojarnos en un hotel. En este caso elegimos uno que nos habíamos recomendado, el White Horse - 52 Broad St -. Tuvimos mucca suerte porque lo normal nos dijeron era tener que reservar pero como fuimos tarde encontramos una mesa y disfrutamos del maravillosos local, muy típico y que ha aparecido también en alguna película.
DÍA 2:
Aunque ya habíamos visto lo principal de la ciudad nos dedicamos el segundo día a hacer algunas visitas que no habíamos podido hacer el primer día para completar nuestro conocimiento de la ciudad universitaria.
Lo primero que hicimos fue visitar el castillo de Oxford. Es un edificio bastante bonito y lo primero que hicimos fue subir a la torre de observación, desde donde hay una preciosa vista en todas direcciones. La pena es que estamos un poco alejados del centro de la ciudad. Además de visitar varias estancias y aprender diferentes cosas a lo largo de la visita guiada visitamos la cripta del castillo. Y como parte de la visita subimos al Castle Mound, el montículo que ya habíamos visito el día anterior y que ofrece una buena vista del castillo, aunque no demasiado espectacular porque su altura tampoco es excepcional.
Salimos del castillo y nos fuimos al museo de Oxford, el museo más interesante de la ciudad y que nos ayudó a comprender como se había desarrollado la ciudad, la historia de las universidades y como se había convertido en lo que es hoy en día. También está el museo Ashmolean Museum, que contiene un poco de todo, tipo Museo británico, pero nosotros queríamos empaparnos de la historia de la ciudad por lo que elegimos visitar el museo de Oxford. Vimos muchas fotos antiguas, los Quarter Boys originales de Carfax Tower, y mapas de distintas épocas en las que podemos ver como se produjo el rápido crecimiento de la ciudad cuando comenzó a ser una ciudad universitaria. Es un museo bastante pequeño por lo que no tardamos demasiado en hacer la visita. Además de las exposiciones hay varias secciones interactivas que hacen más amena la visita.
Tras las dos visitas de la mañana dimos un paseo por las calles del centro y aprovechamos para comer en el Covered Market, un importante centro comercial formado por un buen grupo de galerías. El inmenso complejo va desde las calles High Street a Market Street. El techo es de cristal y es un lugar muy agradable para comer o ir de tiendas. Tras comer nos acercamos al río, donde alquilamos una embarcación para navegar por el mismo. Aunque lo típico es hacer punting, remar de pie sobre una embarcación llamada ‘punt’ por el río, nosotros no nos vimos capacitados y alquilamos una hora un barquito de remos. Había mucha gente en el río y como el tiempo era bueno fue una actividad muy agradable.
Y por último, antes de abandonar la ciudad y regresar a Londres nos fuimos a visitar los jardines botánicos. Están situados justo al lado del puente Magdalen Bridge. Allí pudimos ver un precioso jardín con invernaderos, arboles ornamentales, plantas tropicales… junto al curso del río. El jardín amurallado comprende la parte más antigua del jardín botánico y la parte cercana al río, dedicada a platas ornamentales, es la más agradable para dar un paseo. Y con esto ya sí que dimos por terminada la visita y regresamos a Londres. Sin duda Oxford es una fenomenal escapada y aunque es posible hacerlo en un solo día, en dos días se pueden ver algunas atracciones más.
Puntos de interés en Oxford: