Consejos para una visita a Disneyland Paris
Viajamos unos días con los niños a Eurodisney y os contamos las claves para que la visita sea una experiencia única. El mayor parque temático de Europa no defrauda, pero hay que elegir cuidadosamente las fechas para una visita ya que la afluencia de visitantes es realmente elevada en ciertas épocas del año. No obstante las atracciones de los dos parques que componen el recinto junto con las zonas temáticas cuidadosamente ambientadas son un disfrute para todos, niños y mayores.
Cuándo ir:
Como decíamos anteriormente hay que elegir cuidadosamente las fechas en las que visitamos el parque. Los meses de Julio y Agosto, los fines de semana en general durante todo el año y las semanas en las que los escolares franceses tienen vacaciones son realmente fechas a evitar porque el parque llega casi al colapso. Nosotros hemos estado una semana en Marzo y los días del fin de semana, especialmente el sábado, son días en los que resulta muy complicado moverse por el parque, disfrutar de las atracciones y hasta del propio parque. Además hay que tener en cuenta que en París puede llover en cualquier época de año y que el clima es bastante fresco, algo a considerar cuando gran parte del tiempo se pasa a la intemperie.
Cómo llegar:
Nosotros visitamos el parque en coche. Llegando así, tras acceder al recinto del parque y enseñando el pase anual pudimos acceder al gigantesco parking desde donde unas cintas mecánicas te llevan al recinto central de acceso al parque. Pero además los parques Disney están espectacularmente comunicados, con tren, autobús, TGV… así que no hay preocuparse por el acceso porque tenemos múltiples opciones.
Dónde alojarse:
La principal duda que surge al preparar el viaje es sí alojarse dentro del parque en la Disney Village o bien fuera del mismo. Puede que sea más cómodo hacerlo en el parque pero los precios son mucho más elevados y para cuando llegas a la noche al hotel los niños están fundidos por lo que no vas a poder disfrutarlo mucho. Nosotros nos alojamos a 5 minutos del parque en un apartamento en la pequeña y agradable localidad de Magny-le-Hongre. Hay bastante s opciones que están especialmente orientadas a la visita del parque y te facilitan mucho las cosas, como el acceso, las horas de entrada y salida…
Tipos de entrada:
Conviene consultar en la web los tipos de entradas y los packs que ofrecen. Nosotros elegimos un pase anual porque para una semana es la mejor opción y además te incluye el parking si haces la visita en coche. En cuanto al tema del Fast Pass hay que tener varias cosas en cuenta. El clásico Fast Pass mejora la experiencia en días de mucha afluencia de visitantes pero tampoco es la panacea. Este Fast Pass te ofrece la posibilidad de disfrutar de una atracción con cita previa. No es que el tiempo de espera vaya a ser cero pero si muy reducido. Sin embargo en el momento que solicitas una cita para una atracción, no puedes pedir la siguiente cita para otra atracción hasta que haya pasado la hora para la que te han dado la primera cita. Esto que a priori no parece ningún inconveniente tiene algo de trampa. Por ejemplo el sábado te daban cita en algunas de las atracciones más demandadas para dos o tres horas después. Y durante esas tres horas si quieres visitar otras atracciones tendrás que esperar cola como todo el mundo. Y además el coste de este Fast Pass es de 30 euros por persona, en el momento de escribir este post.
Este año han sacado dos nuevas opciones. El Super Fast Pass y El Ultimate Fast Pass permiten acceso a las atracciones sin cita de manera ilimitada o una vez, según el tipo de pase, pero el coste es realmente importante. La opción más completa puede llegar a los 150 euros por persona, con los que el coste de las entradas se dispara.
Los Parques
Vengas en coche, en tren o en autobús, al final llegas a una explanada en la que te hacen un primer control de seguridad de mochilas, etc…. Una vez pasado el control accedemos al recinto de los parques pero todavía estamos fuera de ellos. Desde ese espacio podemos acceder al parque de Disneyland o a Walt Disney Studios. También desde aquí podemos acceder a la Disney Village – zona de los hoteles – y diferentes centros comerciales, cines, etc…
Para acceder a cualquiera de los dos parques tenemos que pasar la entrada donde nos piden nuestra entrada y atravesando los tornos entramos en el parque que deseemos. Hay que tener en cuenta todos estos pasos previos porque llevan su tiempo y lo ideal es franquear la puerta del parque a la hora de apertura – incluso algo antes ya dejan acceder al recinto -.
Parque Disneyland
Es sin duda el mejor de los dos parques, el más extenso, completo y el que tiene las mejores atracciones. Según entras en el parque te encuentras con una plazoleta preciosa con su pérgola y ayuntamiento y después a lo largo de la Main Street llegamos hasta el espectacular castillo de la Bella Durmiente, la seña de identidad del parque. Toda la Main Street es una calle ambientada en la típica calle de cuento de una pequeña población americana del siglo pasado y plagada de tiendas, bares y restaurantes.
A partir de la enorme plaza frente al castillo se extienden las cuatro áreas temáticas: Discoveryland, Frontierland, Adventureland y Fantasyland. Cada una de ellas está ambientada con una temática diferente y albergan tanto atracciones como todo tipo de tiendas, restaurantes y bares.
Discoveryland alberga las atracciones más futuristas y algunas de las mejores del parque, como la de Buzz Lightyear – donde recorres un circuito disparando a los enemigos del entrañable juguete de Toy Story – o Star Tours – un viaje de realidad virtual en una lanzadera espacial pilotada por el mismísimo C3PO – o la montaña rusa de Star Wars Hyperspace Mountain. También hay una atracción más relajada que es una representación del submarino Nautilus, muy interesante de ver. Autopia también es una fantástica atracción para conducir tu propio coche.
Frontierland es una zona preciosa ambientada en el antiguo oeste americano. Aquí podemos montar en un barco de vapor, o probar otra montaña rusa en una antigua mina abandonada – Big Thunder Mountain – o visitar la casa del terror en una antigua mansión. Simplemente pasear por esta zona es realmente una experiencia fantástica.
Adventureland es otra de las zonas más bonitas del parque y donde se encuentra la fabulosa atracción de Piratas del Caribe, la réplica espectacular de su barco pirata, o una cabaña en un árbol como la de Robinson Crusoe. Aquí también está otra de las más espectaculares atracciones del parque, la de Indiana Jones, otra montaña rusa ambientada en la famosa escena de la mina de la película de Indiana Jones.
Por último Fantasyland es la zona más orientada a los niños. Aquí encontramos muchas atracciones relacionadas con cuentos como el de Pinocho, Peter Pan – una de las más recomendables donde a bordo de un pequeño barco sobrevolamos la ciudad e Londres hasta llegara a Nunca Jamás -, o Blancanieves. En esta zona también hay atracciones más clásicas como el típico carrusel, la de Dumbo o las Tea Cups. También hay un recorrido por los cuentos más famosos clásicos a bordo de un barco y un simpático trenecito.
Además de todo esto, todo el parque se puede rodear en un precioso tren que nos ofrece fabulosas vistas y nos permite parar en las diferentes zonas del parque. Una de las cosas que sorprende en el parque es lo reducido de los tiempos de cada viaje en las atracciones. Algunas de ellas son espectacularmente cortas. Tras pasarte un buen tiempo en la cola a veces únicamente pasas un par de minutos de reloj en la propia atracción.
Walt Disney Studios
En este parque nos vamos a encontrar con atracciones relacionadas con películas de Disney o directamente con estudios en los que nos muestran cómo se realizan algunas de las películas más famosas de Disney.
El parque es mucho más pequeño y ni de lejos es tan espectacular como el de Disneyland. En general es un parque bastante más desangelado pero sí que merece la pena por alguna de sus atracciones. La entrada se hace a través de una calle cubierta con diferentes bares, restaurantes…ambientados en Hollywood. Tras atravesar el recinto llegamos a una explanada donde accedemos a las atracciones.
Aquí aparte de una montaña rusa solo apta para los más atrevidos – la Rock’n’Roll Coaster – las atracciones que más nos gustaron fue la dedicada a Ratatouille – una experiencia en 4D donde revivimos algunas de las secuencias de la película desde el punto de vista del ratón – y la Tower of Terror, un ascensor de caída libre en un rascacielos de 11 pisos, que es el edificio más emblemático del parque. Además hay otras atracciones relacionadas con Toy Story o una montaña rusa ambientada en el mundo de Nemo.
Espectáculos
Otro punto fuerte del parque – o de los parques – son los espectáculos que se suceden a lo largo del día, bien en escenarios abiertos o en los diferentes teatros o escenarios cerrados que abundan en todo el parque. Estos espectáculos van variando por temporadas pero hay algunos que merecen mucho la pena, por lo que conviene informarse y elegir bien. Aparte de los desfiles de Disneyland que discurren por la Main Street en carrozas, destacan sobre todo los espectáculos de luces y fuegos nocturnos. En el parque Disneyland se hace el espectáculo sobre el propio castillo con un despliegue realmente impresionante. Es digno de ver. Y el espectáculo nocturno de Walt Disney Studios también es muy interesante, aunque menos espectacular y mucho menos concurrido. En este caso se proyectan las imágenes sobre el edificio de la Tower of Terror.
Ubicación: