Cómo saber el punto dulce de nuestra lente
El punto dulce de una lente es la zona de máxima precisión de la misma y donde podremos conseguir los mejores resultados. Generalmente se encuentra en la zona central de focales que el objetivo permite – en el caso de un objetivo con zoom – y también en una zona central de aperturas. En el caso de las aperturas el punto dulce suele situarse 2 o 3 pasos por encima de la apertura máxima del objetivo. Es decir para un objetivo tipo de apertura máxima de f/2.8, su punto dulce estará aproximadamente entre f/5.6 y f/8.
Muchas veces nos pasa que tras sacar fotografías con la misma lente vemos que unas están más nítidas que otras. Aparte de otros factores como vibraciones, tiempos de exposición adecuados… es debido a este fenómeno: las lentes no se comportan igual en todo su rango de aperturas o distancias focales. Es decir aunque nuestro objetivo sea por ejemplo un 18-50 y tenga un determinado rango de aperturas la calidad que nos va a dar no va a ser siempre la misma a igualdad de otros parámetros del entorno. Por eso es importante conocer cuál es su punto óptimo – el punto dulce – para tratar de trabajar siempre en esa zona. Obviamente habrá circunstancias de trabajo – iluminación, movimiento… - que harán imposible trabajar en ese rango pero siempre que nos sea posible sabremos que los resultados van a ser mejores.
Y, ¿cómo podemos saber cuál es ese punto exactamente en nuestra lente? Si hablamos por ejemplo de la apertura ya hemos visto lo que dice la teoría – dos o tres pasos por encima de la apertura máxima, en otros casos se habla de 1 a 2 – pero lo mejor es asegurarnos haciendo trabajo de campo y descubriéndolo empíricamente para nuestro objetivo que es lo que nos interesa. Y en cuanto a la focal lo mismo, lo mejor es hacer trabajo de campo y probarlo por nosotros mismos.
Para identificar el punto ducle seguiremos el siguiente proceso. Configuraremos la cámara en modo de prioridad de apertura para que nosotros podamos fijar este parámetro y sea la cámara la que ajuste la velocidad del disparo. Para esta prueba por cierto podemos trabajar en JPG, no es necesario el RAW. Básicamente lo que haremos será:
- Colocamos la cámara en un trípode y elegimos una escena a fotografiar, preferiblemente en el interior o en un lugar que no nos vayan a cambiar las condiciones de iluminación.
- Configuramos la máxima apertura y sacamos una foto.
- Cerramos la apertura en un paso y capturamos la misma escena.
- Reducimos la apertura otro paso y repetimos el paso 3, hasta la apertura mínima que nos permita la lente utilizada.
En el caso de una lente con zoom, lo más habitual, hay que repetir el proceso con diferentes focales. Aquí no es necesario explorar toda la gama de focales – no terminaríamos nunca -sino elegir unas cuantas alrededor del rango central que es donde con toda seguridad vamos a encontrar el punto dulce.
Una vez hemos hecho esta colección de fotografías las abrimos en un ordenador con un software que nos permita ver la información EXIF – Photoshop, Lightroom, el propio software de tu cámara… -. Nos tenemos que fijar sobre todo en el punto en el que hemos enfocado y en sus alrededores. Cuando encontremos las fotografías más nítidas sólo queda revisar la información EXIF para ver con qué apertura y distancia focal hemos obtenido el mejor resultado.
Otra forma de saber cuál es el punto dulce de tu objetivo es recurrir a una comparativa ya publicada si tu objetivo es uno bastante conocido. Una excelente página con reviews sobre lentes es DPReview que ofrece en la web información sobre numerosos objetivos y como se comportan en función de la apertura y distancia focal que utilices. De hecho es una buena fuente para tomar decisiones sobre qué lente comprar. Ahora bien, dada la singularidad de cada objetivo no está de más que hagamos las pruebas que hemos descrito para conocer el punto exacto en el que nuestra cámara se comportará con mayor nitidez. Por ejemplo para un objetivo Canon EF-S 17-85mm 1:4-5.6 IS, uno de los que uso habitualmente, la gráfica de nitidez es la siguiente: