Kattanakken, un mirador excepcional en los Fiordos
Kattanakken es una espectacular cumbre que se encuentra en el borde del glaciar Jostedalsbreen , el glaciar más grande de Noruega. Poco visitada contrasta con la masiva afluencia de visitantes que por el fondo del valle se dirigen a Briksdalbreen y su lago glaciar y cascada, uno de los lugares más visitados de esta parte de Noruega. Las vistas con el glaciar a nuestros pies que tendremos desde Kattanakken son simplemente espectaculares. Pero no estamos hablando de una ruta sencilla, el desnivel es muy fuerte -más de 1000 metros- y en algunas zonas avanzamos por secciones expuestas - no peligrosas, pero no aptas para personas con vértigo-. Para llegar a la cima hay que trepar un poco por una zona de rocas, una trepada sencilla pero que hay que tener en cuenta si no nos sentimos cómodos con ello.
Esta ruta pasa por un fantástico mirador sobre el glaciar, el mirador de Sauskårholten, a 960 metros. Hasta aquí se llega sin ninguna dificultad – salvo obviamente el esfuerzo de la pronunciada subida – y las vistas sobre el glaciar son maravillosas. Hacer esta parte de la ruta como complemento a la visita a Briksdalsbreen en el fondo del valle es una fenomenal excursión de día, si no queremos seguir más adelante.
En el camino hacia la cresta, tendremos el precioso valle de Oldedalen al norte, el glaciar Briksdalsbreen y la cascada Tjøtafossen al este, la cascada Volefossen al oeste y sobre nosotros, los glaciares Tjøtabreen y Melkevollbreen, así como muchísimas cumbres de esta zona. En conjunto un maravilloso catálogo de bellezas naturales como sólo la Noruega de los fiordos puede ofrecernos.
El inicio de la caminata es el mismo que el que aparece ampliamente señalizado para visitar el Briksdalsbreen. Desde Stryn se sigue la carretera hacia Olden y desde allí nos dirigimos a Briksdalsbreen. Seguimos la carretera hasta el final donde hay un aparcamiento de pago, que suele estar abarrotado por los visitantes al mencionado Briksdalsbren.
Desde el aparcamiento seguimos la ruta por el valle hacia Briksdalsbreen. El camino lo compartimos inicialmente con numerosos turistas y los coches de caballos que llevan a los visitantes a ver la famosa cascada y el glaciar que cae al lago en el fondo del valle. Cuando llegamos al segundo puente - desde donde ya hay una bonita vista del glaciar - no cruzamos y seguimos el camino en la dirección que nos indica un poste hacia Kattanakken junto antes del río. Seguimos este camino unos 900 metros hacia el este, a lo largo del río Tjøtaelva . Atravesamos una sección rocosa que encontramos bastante húmeda pues el día anterior había llovido mucho.
La ruta gira gradualmente hacia el oeste y sube hasta el mirador Sauskårholten a unos 960 metros de altitud. El sendero está muy bien marcado por pequeños montones de piedras o pintura roja. Sauskårholten ofrece una vista tremenda hacia los glaciares, los valles de Oldedalen y Briksdalen y las montañas circundantes. Como comentábamos antes éste es un destino maravilloso para una excursión y si no nos apetece seguir subiendo podemos dejarlo aquí, ya que a partir de aquí la ruta se complica. Este es el punto en el que abandonamos el bosque y comenzamos a caminar por la roca desnuda de la cresta.
Nosotros optamos por seguir la ruta hasta la cima. Subimos por la cresta en dirección sur-sureste. Pasamos por una zona un tanto incómoda porque la pendiente es bastante pronunciada y para superar algunas rocas es necesario usar las manos. No es complicado pero si resulta un tanto incómodo, vamos que no vamos caminando tranquilamente por un sendero. A partir de aquí se van abriendo vistas y llegamos a zonas con una vista muy limpia sobre el glaciar. Ya sólo queda avanzar hasta la cima, tras pasar una zona de cornisa un tanto estrecha y desde luego no muy adecuada si tienes vértigo.
La cresta de la cima tiene aspecto de una pequeña pirámide con el glaciar detrás en todo su esplendor. La cima de Kattanakken la encontramos marcada por un montón de piedras. Las vistas son realmente impresionantes. No es lo mismo ver el inmenso glaciar desde aquí con su lengua bajando hasta el valle, que verlo desde abajo, donde sólo podemos ver la lengua de hielo y el lago a sus pies.
Tras disfrutar de las maravillosas emprendimos el camino hacia abajo por el mismo sitio por donde habíamos venido. Vimos a unos montañeros que tras la cima se acercaron al glaciar para caminar sobre él pero nosotros decidimos no correr riesgos. Llegamos al punto del inicio poco más de 8 horas después. Desde ese puente habíamos visitado Briksdalsbreen el día anterior y todavía seguía el reguero de turistas.
Itinerario: