Glaciar de la Grand Méan en Vanoise
La Vanoise fue el primer parque nacional francés. Junto al parque italiano situado al otro lado de la frontera, el Gran Paradiso, conforman el área protegida más grande de Europa y una de las zonas más bellas de los Alpes. Muchos picos superan los 3.000 metros y a lo largo del parque podemos visitar multitud de lagos y de glaciares que son un destino paradisíaco para practicar senderismo. Hoy presentamos una de las rutas que hicimos en la zona: la que lleva al Glacier du Grand Méan, que nos condujo a un precioso lago glacial en una parte encantadora del parque.
Esta es una hermosa caminata que nos llevó a un glaciar donde pudimos ver trozos de hielo flotando en el pequeño lago. El recorrido discurre cerca de la encantadora población alpina de Bonneval-sur-Arc – por cierto uno de los pueblos más bonitos de Francia - , y además del espectacular destino esta caminata discurre a través de una gran variedad de paisajes de alta montaña. Es una de las mejores excursiones que hicimos en el parque de la Vanoise. En total 13 Km que nos llevaron cerca de 7 horas pues salva un importante desnivel de unos 1000 metros.
Para llegara al punto de partida, desde Bonneval-sur-Arc, nos dirigimos hacia el sur y cruzamos el puente en dirección a L'Écot. Después del puente, llegamos a una intersección y giramos a la izquierda. Tras seguir por esta carretera durante poco más de 3 km, se pasa por la primera zona de estacionamiento y siguiendo recto llegamos a la siguiente zona de estacionamiento, que habiendo sitio es la más conveniente. Tuvimos suerte y dejamos el coche aquí.
Comenzamos a caminar desde el aparcamiento. En el cruce entre la carretera y un camino antes del puente, tomamos el camino a la derecha y nos dirigimos hacia el sur. No hay perdida pues hay que seguir las indicaciones hasta el Refuge des Évettes. El paisaje ya desde el aparcamiento es espectacular pues estamos en pleno parque nacional y no vemos más que impresionantes montañas por todos los lados. El camino sube sostenidamente hasta llegar al Refugio de las Évettes, situado a más de 2500 metros de altitud. Es un sendero muy agradable, perfectamente marcado y rodeado de praderas con flores y vistas hacia las montañas circundantes. Esta parte de la ruta hasta el refugio forma parte de una caminata de 10 días conocida como Tour de Haute Maurienne Vanoise.
Seguimos el sendero hasta llegar al Col des Évettes, siempre siguiendo a la izquierda en las diferentes intersecciones que nos vamos encontrando. Una vez en el Col des Évettes seguimos otra vez la izquierda, siempre dirigiéndonos hacia el Refugio. Después de unos metros, tenemos que seguir un camino que desciende a la derecha. El camino pasa entre el Refugio y el Cirque des Évettes, y luego nos lleva a un puente, el Pont Romain, que lleva hacia la cascada de Reculaz que desciende por la garganta del mismo nombre. El camino no pasa por el refugio aunque es sencillo acercarse si necesitas parar allí.
Tras pasar el puente, bajamos un poco por el circo y enseguida tomamos un empinado camino a la izquierda que será el que nos acabe conduciendo a nuestro objetivo. Aquí el terreno se vuelve más rocoso y vamos ganando altura poco a poco por la ladera de una montaña mientras disfrutamos de preciosas vistas sobre otro pequeño lago que hay a lo largo de la corriente que finalmente desemboca en la cascada que hemos pasado. El paisaje es espectacular con los montes formando un espectacular circo, el río que lo atraviesa y el glaciar que se empieza a vislumbrar tras un pintoresco pico.
El pequeño camino está marcado por algunos montones de piedras. A veces realmente no se llega a ver claramente la trayectoria, pero es bastante sencillo orientarse, siempre subiendo por la ladera de la montaña hasta que llegamos a la cubeta donde el glaciar termina en el lago. El camino es muy empinado al principio, antes de llegar a la parte inferior del Mont Seti. Luego, el camino continúa con mucha menos pendiente en dirección a una morrena. Y por fin tras una subida empinada llegamos al lago y al glaciar. El lago es precioso con el enorme glaciar justo detrás y algunos bloques de hielo desprendidos del mismo.
Estuvimos caminando por los alrededores del lago y llegamos al glaciar bordeando el mismo lago. Pudimos tocarlo, y hasta caminar por su parte inferior un poco. Aprovechamos para comer aquí mientras nos deleitábamos con el maravilloso paisaje. Y tras un descanso emprendimos el camino de regreso.
La bajada la hicimos por el desfiladero de Reculaz. Después de cruzar el puente cerca de la cascada, antes de llegar al Refugio, tomamos el camino a la derecha, que desciende por la garganta. El descenso es más empinado y más complicado que la ruta que habíamos seguido para subir. Sin embargo la vista es espectacular por lo que merece la pena si no sufres de vértigo porque hay algún tramo un tanto aéreo. Sin embargo el corto tramo que es más complicado está protegido con una barandilla para evitar cualquier tipo de problema. Seguimos todo el rato la corriente de agua que baja de la montaña y finalmente giramos a la izquierda para llegar hasta el lugar donde habíamos dejado el coche.
Itinerario: