Hamburgo, un destino diferente en el Norte de Alemania

Hamburgo es una de esas ciudades  europeas que  no suele aparecer como primera opción cuando se trata de pensar en un destino para una escapada. Sin embargo es una ciudad fascinante que bien merece una escapada de fin de semana.  Aunque está a 100 Km de la costa el río Elba lo convierte en uno de los puertos más importantes de Europa. El agua está muy presente en la ciudad con una bonita red de canales y dos lagos muy bien integrados en la ciudad: el Binnenalster o lago pequeño y el Aussenalster o lago grande.

Desde el aeropuerto es muy sencillo llegar a la ciudad en tren, y la forma más económica también. Nos alojamos en un hotel bastante cercano al ayuntamiento. Y es esta la primera zona que empezamos a explorar. El ayuntamiento es un edificio espectacular, clásico, al estilo del de Viena o de otras ciudades centroeuropeas. El ayuntamiento e encuentra en una plaza junto al algo  menor de la ciudad. Además en unos de sus laterales se abre uno de los canales más bonitos, el Kleine Alster. Este canal está jalonado por restaurantes bares y todo tipo de edificios. Merece la pena recorrerlo hasta la zona portuaria, ya que  hay numerosos rincones que merece la pena ver. Hay algunos bares bajo soportales en un entorno muy pintoresco junto al ayuntamiento. Justo en frente de los soportales hay una zona de escaleras muy amplias que desciende hasta el canal con un alto obelisco y esta zona está muy concurrida por los habitantes de Hamburgo los fines de semana.

Ayuntamiento de Hamburgo
                                                                                                                       Ayuntamiento de Hamburgo

Recorrimos todo el canal hasta la zona del puerto, unas veces por la parte superior, otras veces el paseo pasa por debajo de los diferentes puentes que vamos cruzando… es una zona muy pintoresca y muy agradable para pasear. Deshicimos el camino  hasta el ayuntamiento por la calle paralela, también con diferentes comercios. Hay otro canal paralelo al primero hacia el oeste pero este no dispone de un paseo para recorrerlo por completo. Sin embargo desde la calle por la que subimos de nuevo al ayuntamiento – Neuer Wall – se puede uno ir asomando a este canal en diferentes puntos y puentes para disfrutar de preciosos rincones. Al acercarnos al ayuntamiento el canal ya dispone de una zona habilitada para pasear por sus orillas. Esta zona cercana al ayuntamiento es muy comercial, hay numerosos comercios de todo tipo, aunque siendo una ciudad grande muchos de los establecimientos son los mismos que podríamos encontrar en cualquier ciudad española.

Canal junto al ayuntamiento de Hamburgo
                                                                                              Canal junto al ayuntamiento de Hamburgo

De vuelta al ayuntamiento nos dirigimos al lago. Este lago, el pequeño, dispone de una amplia zona de esparcimiento que se sitúa junto al lago y desde donde parten diferentes barcos. Es una zona realmente agradable. En el lago hay un chorro de agua que se eleva con fuerza al estilo del de Ginebra, y las orillas del lago aparecen jalonadas de numerosos edificios elegantes y señoriales.  La orilla más interesante y amplia para pasear es la este. También hicimos un pequeño recorrido en un barco para ver la ciudad desde el agua. El recorrido te lleva por el lago menor de Hamburgo y por algún pequeño fanal adyacente. Las vistas hacia la zona del ayuntamiento son  realmente bonitas. Muy cerca del ayuntamiento se puede ver también otra enorme iglesia la de St. Petri y también un par de manzanas al este la de Jakob, donde entramos y pudimos ver un enorme órgano.

Zona de canales de Hamburgo
                                                                                                                   Zona de canales de Hamburgo

Tras pasar buena parte del día aquí y comer algo rápido en uno de los establecimientos de los canales nos dirigimos de nuevo hacia la zona del puerto y más concretamente a la zona de Speicherstadt, justo al sur del ayuntamiento. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este complejo de antiguos almacenes portuarios, es uno de los lugares imprescindibles si visitas Hamburgo. Están construidos en ladrillo rojo y forman un  conjunto de mucha belleza urbana. Es otra zona de canales y  pasear por los puentes de metal que los unen es realmente interesante.  Hay numerosos rincones maravillosos, como el típico que aparece en muchas fotos de Hamburgo al este  de Speicherstadt, donde un edificio en forma de pequeño castillo que en realidad es un restaurante se sitúa en la unión de dos canales y las vistas desde uno de los puentes son realmente preciosas. 

Zona de almacenes de Speicherstadt
                                                                                                       Zona de almacenes de Speicherstadt

Aprovechamos para hacer un recorrido en barco también por estos canales y es una zona espectacular. El barco sale de Landungsbrücken  - un enorme edificio situado en la orilla del Elba - y discurre entre grandes barcos de contenedores y enormes transatlánticos. Es un recorrido que merece mucho la pena. Aunque desde los puentes se pueden  obtener buenas vistas de los canales, las vistas desde abajo, desde un barco son mucho más impresionantes ya que los edificios de ladrillo rojo imponen mucho. Hacia la orilla del Elba en esta zona de almacenes hay una zona completamente nueva con edificios muy modernos. Es una zona que se ve que está en expansión y hay lugares muy interesantes para pasear y disfrutar de este paisaje de canales y arquitectura moderna como el muelle de Kaiserkai, uno de los más destacados.

Vistas de Landungsbrücken desde el mirador
                                                                                        Vistas de Landungsbrücken desde el mirador

 

También aquí en la zona oeste podemos ver el espectacular edificio de la filarmónica de Hamburgo – que también se puede apreciar mejor desde el mar -. Es un edificio impresionante y lo visitamos para disfrutar de la vista  desde uno de los pisos superiores. Aquí se puede apreciar la inmensidad del puerto de Hamburgo…. Se extiende ante nosotros prácticamente hasta donde la vista alcanza.  Seguimos paseando por toda la zona – es bastante extensa – hasta el anochecer. La verdad es que es una zona que merece la pena verse de noche iluminada. La parte de los almacenes y el edificio de la Filarmónica son realmente espectaculares.

Edificio de la Filarmónica de Hamburgo
                                                                                                   Edificio de la Filarmónica de Hamburgo

Para cenar algo rápido algo y  como nos apetecía tomar algo antes de ir al hotel nos acercamos al barrio alternativo de St. Pauli- al oeste de la zona del ayuntamiento -. A lo largo de la calle Reeperbahn (conocida como la calle del pecado), hay numerosos pubs, bares, discotecas, cafeterías, y establecimientos iluminados en rojo. Es una zona muy animada, una especie de barrio rojo. A lo mejor más entrada la noche no es una zona muy recomendable, pero para comer algo rápido y ver algo diferente no está mal. Como había sido un día largo nos dirigimos de nuevo al hotel. Era sábado por la noche y la zona de los canales también estaba muy animada y preciosa iluminada por la noche.

Barrio de St. Pauli
                                                                                                                                        Barrio de St. Pauli

A la mañana siguiente nos desplazamos hacia el este hacia la zona de Altona. Es lo más moderno de la ciudad. Es una zona muy agradable para pasear especialmente por la Platz der Republik y los alrededores, cerca del antiguo Ayuntamiento. En el bulevar Palmaille pudimos ver fachadas neoclásicas, y aquí también paseamos por el Volkspark, el parque público más grande de la ciudad. En Altona bajamos a la zona del río, donde subimos a un curioso edificio escalonado – Dockland – que dispone de una terraza abierta al público para disfrutar de más vistas de la ciudad y de la zona portuaria.

Edificio en escalera de Dockland
                                                                                                              Edificio en escalera de Dockland

Desde allí regresamos andando por la orilla del río – es tan ancho que en realidad parece el mar – y a lo largo del paseo vimos curiosos edificios y unas grúas del puerto que se conservaban como monumentos. El paseo hasta el centro es muy agradable. Hay zonas con paseo habilitado en la misma orilla del río y muchos restaurantes hasta llegar al mercado  de pescado de Hamburgo. Es un  precioso edificio donde hay justo una pasarela que nos adentra en el río hasta la terminal de ferries, a donde merece la pena ir para disfrutar de buenas vistas de la ciudad.  Hay muchísima gente y aparte de pescado se vende fruta, flores, artesanía… además en el interior de la lonja te puedes tomar algo y la verdad es que solo entrar para ver los altos techos del edificio merece la pena. Justo después del mercado de pescado pudimos visitar un submarino  soviético que se encuentra aquí amarrado. La visita nos encantó, ya que yo al menos nunca había visto un submarino por dentro. Impresiona ver el escaso espacio interior y las diferentes salas con maquinaria e instrumental. Una visita muy recomendable.

Edificio del mercado de pescado de Hamburgo
                                                                                       Edificio del mercado de pescado de Hamburgo

Seguimos caminando y llegamos al Landungsbrücken, donde el día anterior habíamos hecho  el viaje en barco para conocer el puerto y la zona de los almacenes. Es un  edificio impresionante clásico donde diferentes pasarelas nos llevan hasta las zonas de embarque. Es una zona muy bulliciosa. Justo enfrente del edificio junto a la estación de tren del mismo nombre hay un parque elevado con una terraza que ofrece preciosas vistas del  edificio y del puerto. Un poco más y llegamos de nuevo a la zona de los almacenes, pero esta vez no pasamos a la zona de los canales y seguimos avanzando por el canal interior donde vemos preciosas vistas de los almacenes, preciosos puentes que unen la zona de los almacenes con nuestro paseo y un edificio en forma de pequeño castillo. Justo enfrente parte un pequeño canal hacia el interior de la ciudad donde se conservan algunos de los edificios más antiguos de Hamburgo, junto a la calle Deichstrasse – que fue arrasado durante la guerra -. Este canal es precioso pero desgraciadamente no tiene un paseo habilitado – los edificios dan directamente al agua – así que para poder verlo hay que callejear e ir accediendo  a los diferentes puentes que lo cruzan.

Casas antiguas en el canal cercano a Deichstrasse
                                                                                Casas antiguas en el canal cercano a Deichstrasse

Es de los rincones más bonitos de Hamburgo, por la presencia de estas viejas casas que nos hacen imaginar cómo debió ser la ciudad antes de la guerra. Llegamos hasta un puente, el Trostbrücke, adornado con unas bonitas estatuas. En las cercanías se encuentran las impresionantes ruinas de la iglesia de San Nicolás, espectacular sobre todo por su estado ruinoso, que le dan un aire fantasmagórico. Seguimos por el paseo principal de canal hasta que se acabó la zona de los almacenes. Allí nos encontramos con un colosal y bonito edificio, el Chilehaus que está declarado patrimonio de la humanidad. Es famoso por su punta, que simula la proa de un buque, y por sus fachadas que se juntan en un ángulo muy agudo en la esquina de las calles Pumpen y Burchardstraße. La mejor vista del edificio se obtiene desde el este. También tiene un pasaje interior realmente espectacular.

Chilehus en Hamburgo
                                                                                                                                                      Chilehaus

Otra de las visitas que hicimos fue la de la iglesia de San Miguel. Es la iglesia barroca más importante del norte de Alemania y el emblema de la ciudad. La torre de la iglesia tiene 132 metros de altura y casi 450 peldaños. Desde la plataforma panorámica pudimos disfrutar de una espléndida vista sobre Hamburgo y el puerto. Se  encuentra al sureste del ayuntamiento. Y con esto prácticamente agotamos el segundo día de visita. En los alrededores hay  algún edificio de entramado de madera que aún se conserva, de los pocos que sobrevivieron a la guerra. Justo detrás de la iglesia está la Krameramtswohnungen, donde detrás de lo que parecen un par de casas antiguas hay un estrecho callejón con unas casas con vigas de madera.

Vistas desde la iglesia de San Miguel
                                                                                                       Vistas desde la iglesia de San Miguel

La mañana del tercer día la comenzamos visitando dos barcos museo que se encuentran en el puerto muy cerca del imponente edificio del Landungsbrücken. Son un carguero – Cap San Diego - y un precioso velero verde – Rickmer Rickmers - que se encuentran permanentemente amarrados en los muelles y se pueden visitar. La verdad es que la visita no es tan interesante como la del submarino pero si tienes tiempo merece la pena. Seguimos caminado hacia el oeste y reparamos en un edificio que habíamos visto el día anterior pero no nos fijamos en su uso. Se trata de la entrada de un túnel subterráneo bajo el Elba  - Alter Elbtunnel - que te lleva justo a la orilla de en frente. Es muy curioso porque coches y personas descienden al túnel en un ascensor y luego cruzas por un estrecho túnel bajo el río caminando. Lo probamos por curiosidad y la otra orilla del río  no  tiene nada que ver pero ofrece vistas del skyline de Hamburgo que no se pueden obtener desde otro sitio. Así que cruzamos, sacamos las fotos y volvimos. 

Vistas desde el otro lado del Alter Elbtunnel
                                                                                           Vistas desde el otro lado del Alter Elbtunnel

 

Aquí cogimos un autobús y fuimos  visitar otro museo marítimo, esta vez el Museumshafen, dedicado a la conservación de barcos históricos. Está en una zona muy agradable donde incluso hay una playa, aunque no demasiado bonita, pues en frente está toda la zona portuaria. Está situado al oeste del centro. En el museo se pueden ver curiosos barcos restaurados. Caminando un poco por un paseo que  hay paralelo a la playa llegamos a una zona donde había unos bares en la propia playa y allí comimos algo. Buscamos la parada de autobús más cercana y regresamos al centro.

Aprovechamos lo que nos quedaba de día para acercarnos a la torre de comunicaciones que habíamos visto desde lejos. Se encuentra, al oeste del ayuntamiento,  al lado de un palacio de congresos enorme y muy bonito, pero no se puede visitar así que nos conformamos con verla. Fuimos andando por un parque muy grande con un lago interior hacia la zona del ayuntamiento. Es una zona agradable para pasear, hay diferentes espacios habilitados para conciertos, parques infantiles, un precioso jardín de plantas… Salimos por la parte sur donde vimos algún edificio interesante, los Juzgados y el Palacio de Justicia, la iglesia ortodoxa rusa y junto a una plaza había un monumento a Brahms. Y ya lo poco que nos quedaba lo  dedicamos de nuevo a pasear por los canales y la zona del ayuntamiento.

Iglesia ortodoxa rusa de Hamburgo
                                                                                                          Iglesia ortodoxa rusa de Hamburgo

En definitiva, tres días muy bien aprovechados y sobre todo disfrutados. Aunque también se podían haber condensado en dos sin duda. Hamburgo es una gran desconocida y es una ciudad que merece mucho la pena para una escapada. La zona del puerto y los almacenes es realmente impresionante, no en vano es patrimonio de la humanidad. Y también hay que destacar que para comer, tomar algo, o el transporte público, los precios no son muy diferentes a los de una gran ciudad en España.

Puntos de interés turístico en Hamburgo:

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