Lo mejor de Málaga

Recorremos la provincia de Málaga, más allá de su capital. Conocida especialmente por la saturada Costa del Sol, la provincia de Málaga alberga rincones fantásticos tanto en la costa como sobre todo en el interior. Y es que el interior de Málaga es sorprendentemente verde, abrupto, montañoso… y nos brinda parajes naturales y pueblos de gran belleza y carácter. Una semana es tiempo suficiente para recorrer los lugares más emblemáticos de la provincia.

DÍA 1: Nerja- Acantilados de Maro – Frigiliana

Empezamos nuestro viaje en Nerja, la bonita población que se dio a conocer con la serie de televisión de Verano Azul, hace ya bastantes años. Y no es casual que una serie así se rodase aquí, porque Nerja es probablemente la zona más espectacular de la costa malagueña, tanto por su riqueza natural y sus playas como por el propio pueblo en sí, una delicia situada fundamentalmente sobre espectaculares acantilados que ofrecen vistas maravillosas.

​Balcón de Europa en Nerja, Málaga, España, Andalucía, costa, playa
​                                                                                                                       Balcón de Europa en Nerja

Aparcamos en el centro en un parking de pago y tras pasar junto  la bonita iglesia accedimos al Balcón de Europa, un precioso paseo sobre un acantilado que ofrece una de las vistas más fascinantes de toda la costa malagueña. Con las calas, rocas y montañas hacia el este, es un lugar para deleitarse de la belleza de este tramo de costa.  Por un arco accedimos a una escalinata que nos llevó a la playa de la Calahonda en la parte inferior del acantilado, una de las más bonitas del municipio  y dimos la vuelta al Balcón de Europa por abajo, a nivel del mar. Estuvimos callejeando un poco por el bonito y cuidado casco antiguo, con sus características casas encaladas y por la calle Hernando de Carabeo que discurre paralela a la costa pero sin vistas a la misma. Así llegamos a las playas de Carabeo y finalmente al mirador del Bendito, otro precioso mirador que ya da acceso al extremo oeste de la playa de Burriana, la más larga y cuidada del pueblo Aquí bajamos a la arena, ya que la calle por la parte superior del acantilado da mucha vuelta para llegar al centro de la playa de Burriana.

Playa de Burrina en Nerja, Málaga, Andalucia, playa, costa
                                                                                                                          Playa de Burrina en Nerja

Esta playa es la famosa playa donde se rodó Verano Azul y hay una pintoresca y pequeña zona dedicada al amarre de los barcos de pesca en la misma arena. Subiendo unas escaleras por un pequeño paseo accedimos a un fantástico mirador de la playa.  Retrocedimos por el mismo camino y volvimos al centro del pueblo donde paseamos por las callejuelas en torno al Balcón de Europa y disfrutamos de la fabulosa vista una vez más. De vuelta al coche nos dirigimos a la cueva de Nerja, pasando de camino por el barco de Chanquete, La Dorada. Es curioso como un elemento tan relevante de la serie de televisión se encuentra en un lugar muy alejado del centro y junto a un aparcamiento sin ningún encanto.

Llegamos a la cueva de Nerja, donde habíamos reservado una visita guiada previamente por Internet. La visita es muy agradable, el guía la hace muy amena. La cueva es fantástica. Una de las cosas más impresionantes es la estalactita más larga y grande del mundo en el Sala del Cataclismo. Las instalaciones están muy bien cuidadas y la verdad es que la visita merece la pena. La entrada incluye la visita al Museo de Nerja, en el pueblo. No lo visitamos por falta de tiempo y nos dirigimos a los acantilados de Maro. Esta zona de acantilados es preciosa, una zona virgen y muy accidentada que ofrece calas, fantásticas rutas de senderismo y hasta una cascada que vierte sus aguas al mar. Como el tiempo que teníamos era limitado nos decidimos por un par de paseos sencillitos.

Vista de los acantilados de Maro desde la Torre de Maro, Málaga, Andalucia
                                                                     Vista de los acantilados de Maro desde la Torre de Maro

Primero accedimos a la Torre de Maro, un breve paseo desde el aparcamiento de menos de 1 Km – situado en la carretera de la costa hacia Almuñecar -. El paseo es muy agradable en una zona natural cubierta de vegetación y con unas vistas fabulosas. Cuando llegamos a la torre las vistas mejoraron mucho. Hacia un lado Nerja y la cascada de Maro y hacia el otro lado la sucesión de acantilados hacia la provincia de Granada. Un mirador fabuloso. Seguimos por la carretera dirección Almuñecar y paramos en la Playa de las Alberquillas. Desde el aparcamiento hay fabulosas vistas y bajamos a la playa simplemente por verla. Estas calas son preciosas, en un entorno natural espectacular y prácticamente virgen.  Nuestra siguiente parada fue otra cala, la de Cantarriján, igualmente preciosa. Y por último hicimos otro pequeño paseo hasta otro mirador, en la torre de Cerro Gordo, otra torre vigía de las que abundan en la costa malagueña. Se accede desde un restaurante en una carretera secundaria y el peñón sobre el que se encuentra la torre hay fabulosas vistas en todas direcciones. Otra zona natural muy agradable y un paseo fabuloso.

Y por último nos dirigimos a nuestra última visita del día, el fantástico pueblo blanco de Frigiliana. Aparcamos muy cerquita de la oficina de Turismo, en la parte nueva del pueblo. La oficina se encuentra en un edificio precioso con un pequeño museo con hallazgos arqueológicos – realmente interesante a pesar de ser pequeño – y con acceso a unas terrazas que hacen de fabulosos miradores sobre la parte vieja del pueblo, la realmente pintoresca e interesante. La estampa de las casitas blancas derramándose sobre las laderas de la colina es preciosa. Allí cogimos un plano de la parte vieja y nos dirigimos al laberinto de callejuelas de trazado morisco que componen esta parte del pueblo. Nada más acceder a esta parte vimos el palacio de los Condes de Frigiliana y antigua fábrica de miel de caña, un edificio industrial que no desentona en el conjunto. Las callejuelas son encantadoras y el pueblo está realmente cuidado, con sus escaleras, maceteros… es un paseo encantador. Subimos por las calles hasta el peñón de la Sabina donde otro mirador nos da una fabulosa vista de la parte nueva del pueblo.

Calle del casco antiguo de Frigiliana, Málaga, Andalucia
                                                                                                       Calle del casco antiguo de Frigiliana

Seguimos callejeando por la parte antigua. Desde la parte más alta, callejuelas estrechas que descienden en escaleras vertiginosamente por la ladera nos ofrecen vistas realmente pintorescas. Pasamos por la fuente de  las tres culturas, y bajamos a la calle principal donde encontramos una preciosa plaza frente a la iglesia del pueblo. Ya por esta calle volvimos hacia la parte nueva del pueblo disfrutando de los callejones y la arquitectura tradicional del precioso pueblo. Cuando acabamos el recorrido llegamos a una terraza fabulosa con grandes vistas sobre la ruta por a que habíamos accedido al pueblo.

Otra calle en Frigiliana, Málaga, Andalucia
                                                                                                                              Otra calle en Frigiliana

Y con esto se nos hizo de noche y terminamos el primer día de nuestra visita a la provincia de Málaga. Nos alojamos en Nerja esta primera noche donde cenamos en el casco antiguo.

 

DÍA 2: Sedella – Vélez Málaga – Rincón de la Victoria

Comenzamos el día visitando Sedella, otro pueblo del interior entre las Sierras de Tejeda y Almijara, en el centro de la comarca de la Axarquía. Sedella es un pueblo que conserva la esencia de su pasado árabe con las típicas y preciosas casas blancas ricamente adornadas con flores. Además los paisajes que rodean el pueblo son preciosos. Dejamos el coche cerca de la ermita de la Virgen de la Esperanza, a las afueras de la villa en un pequeño promontorio. Este santuario está integrado en los restos del antiguo castillo árabe. Desde aquí hay una buena vista del resto del casco urbano.

Sedella, Málaga, Andalucia
                                                                                                                                         Plaza de Sedella

Desde allí nos dirigimos al centro del pueblo, donde las calles estrechas y pendientes denotan su pasado árabe. Las casitas blancas son encantadoras aunque se nota que éste no es un pueblo turístico, sino un pueblo más real, donde los habitantes hacen sus quehaceres diarios. En la parte superior llegamos a la plaza principal, donde se encuentra la Iglesia de San Andrés, y la Casa Torreón, una edificación que conserva una torre con decoración mudéjar de la época árabe. Es el edificio más destacado de todo el pueblo, sin duda. Desde la plaza donde se levanta la iglesia hay una terraza que ofrece vistas parciales de las montañas circundantes. Callejeamos un poco más y nos dirigimos a nuestro siguiente destino: Vélez-Málaga.

Sin embargo la carretera nos llevó a pasar por un pueblo, Canillas de Aceituno, que nos gustó e hicimos una breve parada no prevista. Es otro precioso pueblo blanco donde encontramos una bonita red de callejuelas con numerosas macetas, arcos y una bonita arquitectura popular. En la Plaza de la Constitución vimos el ayuntamiento y la Casa de los Diezmos, que conserva una torre con arcos ciegos de decoración mudéjar. Muy cerca vimos la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y subiendo un poquito por las callejuelas del pueblo llegamos al Mirador de Blas Infante, desde donde una fabulosa terraza nos ofrece vistas del pueblo y las montañas de alrededor. En nuestro recorrido hacia el coche encontramos otro mirador, el de la Virgen, éste de menor interés porque las vistas son mucho más parciales.

Canillas de Aceituno, Málaga, Andalucia
                                                                                                                                  Canillas de Aceituno

Y ya sí, tras la visita, llegamos a Vélez Málaga, una de las ciudades de Málaga que más recuerda el pasado musulmán de la provincia. Comenzamos la visita en el promontorio de la Fortaleza de Vélez-Málaga, un fabuloso mirador sobre el pueblo y a cuyos pies se encuentra la parte antigua de la ciudad. De este castillo solo queda la torre del homenaje. Su emplazamiento a unos 80 metros sobre el nivel del mar, nos ofrece las mejores vistas del conjunto histórico de la ciudad. Subimos a la parte superior de la torre para mejorar las fabulosas vistas con la Ermita de la Virgen de los Remedios en otro cerro  cercano. A los pies de la Fortaleza disfrutamos de otro bonito mirador, el de Ibn Batuta. Y así bajamos hasta la iglesia de Santa María la Mayor. En uno de los laterales está el Claustro donde pasamos por una galería abierta, para ver una bonita panorámica de la ciudad. Desde el claustro bajamos por unas escaleras cercanas donde se encuentra el aljibe. A los pies de la iglesia de Santa María, otro mirador, el mirador de Benamocarra, ofrece vistas a la ciudad y a la cuenca del río Vélez.

Torre de Vélez-Málaga, Málaga, Andalucía
                                                                                                                               Torre de Vélez-Málaga

Dimos un paseo por las callejuelas del casco antiguo. El pueblo no es ni de lejos tan atractivo como otros de los pueblos que vimos a lo largo de la ruta pero en un recorrido por el casco antiguo si pudimos ver algunos monumentos interesantes, como palacetes, un arco árabe, palacios, la casa de Cervantes y alguna iglesia. Sin embargo el conjunto carece del encanto de otros municipios de la montaña malagueña. Subimos por último a la Ermita de la Virgen de los Remedios, con una espectacular vista desde su mirador. Desde ahí se pueden apreciar muy bien los diferentes monumentos de la ciudad que habíamos visto en nuestro paseo.

Desde Vélez recuperamos la costa y nos desplazamos hasta Rincón de la Victoria viendo alguna torre de vigilancia a lo largo de la carretera costera, como la de Chilches. Nada más llegar a Rincón de la Victoria nos acercamos a la Cueva del Tesoro, uno de los atractivos naturales de la zona. Es una gruta de origen marino y su particularidad es que es de las pocas visitables en toda Europa. Aunque ha habido aquí importantes hallazgos en la cueva lo que se puede ver ahora son las formas creadas por el agua: estalactitas y estalagmitas. Columnas y gargantas conforman un precioso cuadro natural que merece la pena recorrer.  La visita es realmente interesante. Tras salir de la cueva nos acercamos a una torre almenara que sobre un acantilado nos da vistas de la larga playa de Rincón de la Victoria. La vista es preciosa.

Cueva del Tesoro en Rincón de la Victoria, Málaga, Andalucía
                                                                                             Cueva del Tesoro en Rincón de la Victoria

Nos adentramos un poco en el pueblo, que en seguida nos dimos cuenta que no es un pueblo turístico sino todo lo contrario. Aquí hay mucho turismo local, nacional y familiar. Vimos la fortaleza de Bezmiliana, una antigua estructura defensiva que hoy se ha reconvertido en espacio artístico.  Sí vimos alguna calle típica pero poca cosa, así que enseguida nos fuimos al paseo marítimo. El paseo es un paseo muy agradable y lo más interesante es su extremo oeste, donde atravesamos por abajo un acantilado que separa Rincón de la Victoria de Cala del Moral a través de unos túneles escavados en la roca de los acantilados. Recorrimos los túneles y la vuelta la hicimos por el paseo donde una red de pasarelas, escaleras, bancos y miradores permiten recorrer el acantilado y ofrecer preciosas vistas de la costa y hasta Málaga. En el recorrido vimos dos vírgenes, una de ellas antes de entrar a los túneles, al final de la playa del Rincón, en la gruta de la Virgen de Carmen. En el paseo por el Cantal hay otra pequeña capilla dedicada a la Virgen de Carmen. El lugar donde se encuentra ofrece unas maravillosas vistas. En definitiva se trata de un paseo muy interesante y agradable, y allí acabamos el día, antes de dirigirnos hacia nuestro alojamiento en el propio Rincón de la Victoria.

DÍA 3: Antequera – Archidona – Torcal

Madrugamos y tomamos la autovía hasta la ciudad de Antequera. Antequera tiene un patrimonio impresionante, de lo más completos de Andalucía. Nada más llegar nos impresiona la vista del pueblo desde el mirador de la Puerta de Granada, con un impresionante caserío blanco coronado por la Alcazaba. Aparcamos en la zona vieja y tras recoger un plano en la oficina de turismo nos dirigimos directamente a la Alcazaba. Tras subir por una preciosa calle llegamos a una terraza con una vista fabulosa de la ciudad. Pasamos por el arco de los Gigantes y entramos a la Alcazaba. Justo antes, junto al arco de los Gigantes está el mirador Michael Hoskin, quien realizó las investigaciones de los dólmenes de Antequera.

Panorámica de Antequera, Málaga, Andalucía
                                                                                                                         Panorámica de Antequera

Ya dentro de la alcazaba vimos el patio de armas. La Torre del Homenaje con una enorme campana ofrece más fantásticas vistas panorámicas de Antequera. La Torre Blanca es otra de las que se puede ver así como tramo de muralla en perfecto estado que nos van ofreciendo vistas hacia diferentes direcciones de la ciudad. Los restos de la mezquita y aljibe, una tumba romana colectiva y torre del Quiebro son otras de las cosas destacadas de la visita. Además de los propios elementos que visitamos las vistas son otro de los puntos fuertes de la visita. A la salida de la Alcazaba visitamos la Colegiata de Santa Maria – la entrada es conjunta con la de la Alcazaba- . La plaza que da acceso a la colegiata es preciosa y mirando desde el mirador de la Plaza de Santa María, pudimos ver los restos de las termas romanas situadas justo debajo. La Real Colegiata de Santa María la Mayor está considerada como una de las primeras de España. Es un edificio precioso en su exterior aunque el interior decepciona un poco. Rodeamos todo el cerro alrededor de la Alcazaba – disfrutando de más miradores - hasta llegar a la Capilla de la Virgen del Socorro, un edificio precioso con una imagen de la virgen. Allí mismo hay otra fabulosa iglesia – de las casi 30 que tiene la ciudad -.

Bajamos por el casco antiguo callejeando hasta la parroquia de San Sebastián, con una preciosa torre y un ángel que corona la torre. La plaza de San Sebastián es muy bonita, con edificios como la casa Bouderé, o el arco de la Paz. Estuvimos callejeando  por la zona baja de Antequera y vimos alguna iglesia más, la plaza de toros y la puerta de Estepa, una bonita puerta con tres arcos. La verdad es que el patrimonio de la ciudad es impresionante. Ya en coche subimos a la ermita de la Veracruz para disfrutar las vistas desde el otro lado de la ciudad. La panorámica es también impresionante. Y ya antes de abandonar la ciudad fuimos a visitar sus dólmenes, unas construcciones de gran importancia y que realmente nos impresionaron. Entrar en esas estructuras milenarias tan perfectamente conservadas es una experiencia. Desde el interior de uno de ellos se ve justo la peña de los Enamorados, una montaña rocosa con la forma de una cara tumbada a varios kilómetros.

Vistas desde la Alcazaba de Antequera, Málaga, Andalucia
                                                                                                  Vistas desde la Alcazaba de Antequera

Salimos de Antequera y llegamos a Archidona. En Archidona dimos un pequeño paseo por el pueblo, donde aparte de la curiosa plaza octogonal, la plaza Ochavada, no  hay mucho  más que ver. Sin embargo, subimos en coche a una montaña donde se encuentra la Ermita de la Virgen de Gracia. Las vistas desde el recinto amurallado que se conserva alrededor de la cima dela peña son espectaculares, tanto del pueblo y de los alrededores como de las preciosas montañas circundantes. Estuvimos paseando por las murallas y los caminos habilitados por la cima alrededor de la ermita con unas vistas fabulosas. Sólo por llegar a la parte superior de la montaña y las vistas merece la pena llegar hasta aquí. Ya cuando nos íbamos paramos en la carretera para sacar una fotografía del pueblo blanco con el castillo en la parte superior, una estampa espectacular. No nos entretuvimos mucho más y nos fuimos hasta  el fabuloso paraje de Torcal de Antequera.

Vistas desde la Ermita de Archidona, Málaga, Andalucía
                                                                                                       Vistas desde la Ermita de Archidona

Fuimos subiendo por la carretera desde Antequera hacia las montañas y los paisajes iban mejorando por momentos. Llegamos al Torcal enseguida y ya en la carretera de acceso al parque las formaciones rocosas con formas de lo más dispar nos van dejando sin palabras. Además las vistas desde la altura hacia los valles son realmente dignas de cualquier paraje de montaña. Dejamos el coche en el Centro de Visitantes y nos informamos de las diferentes rutas que se pueden realizar para conocer los lugares más emblemáticos de este maravilloso paraje natural. Muy cerca del centro de visitantes está el mirador de Las Ventanillas con amplias vistas hacia Villanueva de la Concepción y de una zona de las rocas del Torcal. Como no andábamos  muy sobrados de tiempo elegimos una de las rutas más cortas por el Torcal. Pasamos por formaciones rocosas impresionantes como la conocida por Proa de Barco. Es un recorrido en el que no paramos de sacar fotografías de las diferentes formaciones rocosas. Volvimos al comienzo del sendero y ya en la carretera de descenso fuimos haciendo varias paradas para acercarnos a varios miradores y formaciones rocosas curiosas.

El Torcal, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                                      El Torcal

Una de las paradas fue la roca conocida como el Tornillo, una sucesión de piedras discoidales que simulan un tornillo gigante. También nos acercamos al mirador de Manuel Grajales para disfrutar de vistas al valle. El Torcal nos dejó asombrados por su belleza y desde luego es una zona para practicar el senderismo fabulosa. Merece la pena estar aquí más tiempo del que le dedicamos porque las opciones de rutas son innumerables y además todas con unas vistas y unas formaciones rocosas maravillosas. Y así terminamos un nuevo día y nos dirigimos a Benalmádena, que ya visitaríamos al día siguiente.

DÍA 4: Benalmádena – Mijas – Calahonda

Nos levantamos pronto y empezamos la visita a Benalmádena. El pueblo tiene dos partes bien diferenciadas: la parte de costa y Benalmádena Pueblo, en las laderas de la montaña y con amplias vistas de la costa. Primero nos dedicamos a pasear por la costa, pasando por el pintoresco castillo de Bil Bil con su color rojizo y llegamos hasta la parte del puerto deportivo. Esta parte no es excesivamente interesante y antes de dejarla pasamos por el Parque de La Paloma, una extensa área verde que es un paraíso para los más pequeños con una buena colección de animales que se pueden ver y buenos parques y zonas verdes. Aquí nos gustó mucho la colección de cactus que se encuentra en una esquina del parque.

Castillo en Benálmadena, Málaga, Andalucía
                                                                                                                          Castillo en Benálmadena

Seguimos por la costa en coche e hicimos alguna parada desde zonas de acantilado para disfrutar de preciosas vistas. Subimos hasta la zona del pueblo y allí nos encontramos una zona de callejas blancas muy bonita, que tienen su centro en la preciosa plaza de España donde se encuentra una bonita escultura de una niña que es el símbolo de la ciudad. Desde allí nos asomamos al parque mirador donde se encuentra la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, en un entorno maravilloso. Las vistas hacia la costa son fantásticas y en primer plano se ve el castillo de Colomares, un edificio espectacular con sus torres profusamente decoradas. Estuvimos paseando por la zona vieja de Benalmádena disfrutando de las callejuelas empedradas y casas encaladas adornadas con coloridas flores. No muy lejos de allí nos acercamos al templo Budista cercano al Mariposario, otra de las atracciones turísticas de Benalmádena. El precioso templo blanco se encuentra en una terraza con unas buenas vistas de la costa.

Por último subimos al teleférico que nos llevó desde Arroyo de la Miel – uno de los grandes barrios de Benalmádena – hasta las cercanías de la cima del Monte Calamorro. Desde la estación superior del teleférico hay unas vistas fabulosas de toda la costa. Subimos hasta la cima por un sendero muy sencillo para mejorar las vistas. En  un día claro las vistas alcanzan África y una buena parte de la costa Malagueña. Sin duda este es uno de los miradores más privilegiados de la costa.

Iglesia en Benalmádena Pueblo, Málaga, Andalucía
                                                                                                               Iglesia en Benalmádena Pueblo

Seguimos nuestro viaje hacia Mijas, otro de los maravillosos pueblos blancos andaluces. Se encuentra en una ladera de una montaña sobre Fuengirola y según llegamos nos pasamos por la oficina de turismo, que se encuentra en una terraza con fabulosas vistas de otra parte de la costa. Allí se acumulan los típico burritos – los burro-taxi - que te dan paseos turísticos por la ciudad con sus carritos, una imagen muy pintoresca. Y allí mismo frente a la oficina de turismo hay una réplica metálica de uno de los burros para sacarse la típica foto. Justo al lado, visitamos la ermita de la Virgen de la Peña, en unos jardines con grandes vistas también. Recorrimos el casco viejo de la ciudad con sus típicas casitas encaladas y encontramos rincones maravillosos. La plaza central del pueblo es a plaza de la Virgen de la Peña, que es preciosa. Subiendo poco a poco a  lo largo de las calles y plazoletas de Mijas llegamos a la parte superior del pueblo. Allí está la plaza de toros, la iglesia y un moderno auditorio. En un pequeño parque hay una torre de piedra a la que se puede acceder para disfrutar de una maravillosa vista del pueblo y sus casitas blancas extendiéndose por la ladera.

Casco antiguo de Mijas, Andalucía, Málaga
                                                                                                                              Casco antiguo de Mijas

En esta parte superior encontramos también un fantástico parque con un jardín botánico colgado literalmente en terrazas del acantilado con fabulosas vistas de la costa  de Fuengirola. Este es un lugar maravilloso para pasear a la sombra disfrutando de las  vistas. Visitamos la plaza de toros, muy curiosa porque solo tiene gradas en dos de sus extremos y no en todo el espacio alrededor de la arena. También estuvimos paseando por las preciosas callejuelas con sus numerosas tiendas de souvenirs y acabamos de nuevo en la plaza principal. Muy cerca de allí hay un curioso carromato que es un museo de miniaturas. Entramos a verlo porque la entrada era muy barata. Es un museo muy curioso donde se pueden ver objetos en miniatura con ayuda de unas lentes de aumento. Una atracción turística pero que merece la pena.

Vistas desde Mijas, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                     Vistas desde Mijas

Dejamos el precioso pueblo y nos dirigimos a la costa, concretamente a la Cala de Mijas, la parte marítima del municipio de Mijas. A lo largo de la carretera vimos alguna playa bonita como la del Cura, bajo un precioso peñón rocoso. En la Cala de Mijas no hay gran cosa que ver ya que es un pueblo turístico cien por cien, pero  si disfrutamos de un maravilloso paseo costero por una pasarela de madera habilitada sobre la misma línea de costa que va atravesando playas, zonas de acantilado y los típicos chiringuitos playeros donde preparan pescado a la leña en unas réplicas de embarcaciones pesqueras repletas de arena. A lo largo del recorrido vimos alguna torre de vigilancia bastante curiosa. El sendero nos llevó hasta la playa de la Luna, justo antes de la playa de Cabopino.

Tras recorrer la senda fuimos a ver la playa de Cabopino, en concreto las dunas de Artola, una de las pocas zonas de  costa salvajes al oeste de Málaga que no está completamente urbanizada. Es una zona bonita, con su torre, dunas, bosque mediterráneo…. Dimos un paseo por la playa y acabamos aquí el día alojándonos en Marbella.

Dunas en la playa de Cabopino, Málaga, Andalucía
                                                                                                               Dunas en la playa de Cabopino

DÍA 5: Marbella – Ojén – Istán

Marbella tiene mucha fama por sus playas y su animación nocturna, con la presencia habitual de muchos famosos. No fuimos con muchas expectativas pero he de decir que el casco antiguo es precioso, nos encantó. Empezamos a recorrer sus callejuelas plagadas de comercios y vimos la plaza de la iglesia, el patio de los Naranjos, una preciosa plaza con la oficina de turismo y el  ayuntamiento, el castillo, y muchas callejuelas con casas encaladas y muy decoradas con los típicos maceteros de colores. La Calle Peral y la Calle Ancha son  de los lugares más pintorescos con otra plazoleta, la del Santo Cristo. Recorrimos el laberinto de callejuelas y desde allí salimos al parque de la Alameda, un pedazo de selva amazónica en medio de Marbella, con una vegetación realmente exuberante.

Casco antiguo de Marbella, Málaga, Andalucía
                                                                                                                       Casco antiguo de Marbella

Desde el parque bajamos por la amplia avenida del mar, donde hay un buen número de obras de arte de Dalí, hasta la playa. Justo allí se encuentra el puerto deportivo con numerosos locales de restauración y unas terrazas superiores con vistas a las playas. Desde aquí empieza un paseo que llega hasta Puerto Banús, tras varios kilómetros recorriendo la costa. Sólo recorrimos un tramo y volvimos al coche para llegar precisamente a Puerto Banús, un rincón de Marbella dedicado al lujo y la ostentación. Alrededor de un pequeño puerto donde anclan todo tipo de yates de lujo se despliegan comercios de las marcas más prestigiosas. La verdad es que no hay mucho que ver pero resulta curioso darse un paseo por allí entre tanto yate y coche de lujo. Hacia el oeste sigue un  paseo por las diferentes playas con buenas vistas al grupillo de casas blancas de Puerto Banús.

Puerto Banús, Andalucía, Málaga
                                                                                                                                              Puerto Banús

Y desde aquí abandonamos la costa para visitar dos pueblos del interior cercanos a Marbella. Primero nos dirigimos a Ojén, un típico pueblo  blanco con sus casas en una ladera. Dimos un paseo por el pequeño pueblo viendo sus calles más destacadas, la plaza del pueblo, la iglesia y algunos rincones muy bonitos. Este es un pueblo de los no turísticos, muy auténtico. Además era día de mercado y estaba todo muy animado. Junto a la iglesia la fuente de los caños creaba una bonita postal muy típica de los pueblos del interior malagueño. Subimos por las callejuelas hasta la parte delas cuevas que hay en la parte superior. Hay unas cuevas – las inferiores- que en realidad son unas oquedades sobre las que se asientan las casas del pequeño municipio – y otras – las superiores – a las que llegamos por unas escaleras metálicas y son pequeñas cuevas cuya entrada hace de mirador a las casitas blancas del pueblo. Una postal idílica de nuevo.

Cueva de superior de Ojén, Málaga, Andalucía
                                                                                                                        Cueva de superior de Ojén

También en nuestro recorrido por las callejuelas del pueblecito visitamos el museo del molino, donde pudimos ver perfectamente conservado el mecanismo de un antiguo molino de agua y una exposición sobre el licor de Ojén, una visita muy interesante. Callejeamos por el pueblo y ya de salida paramos en la carretera donde hay un mirador con preciosas vistas del pueblo. La verdad es que uno no se cansa de fotografiar etas estampas de pueblos blancos andaluces, con su caserío desparramándose por las laderas de las montañas. Todos tienen algo distinto que  los hace especiales. Además el interior de Málaga, montañoso y muy verde es el fondo perfecto para estos preciosos pueblos.

Dejamos Ojén y nos dirigimos a Istán, otra preciosa población blanca en la montaña. Aparcamos en la zona alta y fuimos internándonos por el  laberinto de callejuelas. Pasamos por el bonito Lavadero del Chorro, donde hay una preciosa fuente. Enseguida llegamos a la plaza del pueblo donde está la iglesia y alcanzamos varios miradores como el del Peñón con preciosas vistas de las montañas de los alrededores. Tras recorrer varias de las calles con las típicas casitas blancas nos dirigimos al mejor mirador del pueblo, el de la Herriza. Para llegar allí salimos del pueblo por un camino muy bien señalizado y primero pasamos por otro fantástico mirador, el de Tajo Bandera, desde donde hay una preciosa vista del pueblo. Tras un agradable paseo por una pista en ligero ascenso llegamos al mirador de la Herriza en la cumbre de un cerro muy abierto. Las vistas son espectaculares en todas direcciones, hacia el embalse, hacia el pueblo y hacia las montañas que rodean todo el caserío.

Istán, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                        Embalse de Istán

El paseo hasta el mirador de la Herriza es fabuloso, ya que las vistas nos acompañan en todo el trayecto y la vegetación desprende un aroma maravilloso. Un paseo de lo más relajante. Bajamos de este mirador y ya desde el pueblo accedimos a otro, al del embalse de la Concepción, en la cima de otra loma más hacia el interior. Las vistas fabulosas una vez más. Y es que lo mejor de Istán son los alrededores y los fabulosos miradores que rodean todo el pueblo. Dimos unas vueltas más por las encantadoras callejuelas empedradas y regresamos al coche, para volver a Marbella donde nos volvimos a alejar esta noche. Ya en el coche y antes de volver subimos en coche al Mirador de Jarales, desde donde se aprecia una buena vista general del pueblo desde otra perspectiva.

DÍA 6: Ronda – Mirador Guarda Forestal – Parauta – Júzcar

Para este día teníamos reservado uno de los platos fuertes del viaje, la maravillosa Ronda. El recorrido  por carretera hasta Ronda atravesando la sierra del mismo nombre es espectacular. Es una zona de montaña preciosa, que nos hubiese gustado conocer más a fondo, pero eso lo tuvimos que dejar para otra ocasión. Una razón más para volver por estas tierras. Llegamos a Ronda y dejamos el coche cerca de la puerta de Almocábar, una de las antiguas entradas a la ciudad. Allí mismo pudimos subir a las murallas para disfrutar de preciosas vistas de las montañas, la iglesia del Espiritu Santo y los restos de la Alcazaba. Atravesamos una pequeña zona de casitas blancas y comenzamos a recorrer un  tramo de murallas más extenso con fabulosas vistas del entorno. Estas murallas, tras atravesar la puerta de la Cijara,  nos llevaron en descenso hasta el lecho del río y los Baños Árabes.

Tajo de Ronda, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                            Tajo de Ronda

Visitamos los baños, uno de los mejores conservados de España y disfrutamos de las primeras vistas de los famosos puentes de Ronda desde el puente de San Miguel. Este es un puente bajo, cerca del nivel del río y con una gran vista hacia arriba del puente Viejo, muchos metros por encima. Este es el tajo de ronda, una gran garganta que parte el pueblo en dos. Subimos por unas empinadas escaleras hasta este puente, visitando primero otro mirador espectacular, junto al palacio del Rey Moro. Atravesamos el puente viejo y comenzamos a seguir la espectacular garganta por los jardines de Cuenca, una bella sucesión de terrazas arboladas que van ascendiendo por uno de los lados de la garganta ofreciendo vistas espectaculares del increíble corte en la roca. Nos deteníamos en cada una de ellas porque las vistas van variando a cada paso. Desde la parte superior hay una vista fabulosa del Puente Nuevo, el  más icónico de Ronda. Aunque no es esta la perspectiva desde  la que  se suele fotografiar.

Puente Nuevo de Ronda, Málaga, Andalucía
                                                                                                                           Puente Nuevo de Ronda

Salimos de los jardines y por el interior llegamos al Puente Nuevo, donde el mirador de Aldehuela nos ofrece unas maravillosas vistas del tajo de Ronda. Este es otro de los típicos puntos desde donde se saca fotos todo el mundo. Por el lado de la ciudad nueva, rodeamos el Parador Nacional justo por el borde del acantilado disfrutando de vistas continuas hasta el valle inferior. Aquí se llega a otro fantástico mirador y también a la plaza de Toros, que también pudimos visitar. Seguimos paseando después por la Alameda, otro parque con una espectacular terraza sobre el acantilado, que hace que sea una delicia andar por aquí. Dimos una vuelta también por las calles alrededor de la plaza, en la  parte nueva del pueblo, que es un lugar muy agradable para perderse y disfrutar de la ciudad. Y desde aquí regresamos al casco antiguo para callejear por sus  estrechas callejuelas, descubriendo algunos rincones encantadores, como la Plaza del Gigante o la iglesia de Santa María la Mayor. El casco antiguo no nos pareció delos más bonitos que vimos en el viaje pero sí merece la pena un paseo por el mismo.

Y dejamos Ronda, no  sin antes bajar en coche a la parte inferior del puente Nuevo, donde hay algunos restos monumentales como el Arco del Cristo y la Puerta del Viento, pero sobre todo un fabuloso mirador que nos da la típica imagen de Ronda con el impresionante puente Nuevo uniendo ambos lados del  tajo de Ronda. La vista es sencillamente espectacular. Y aunque no nos pillaba exactamente de camino hicimos una pequeña incursión en la Sierra de Las Nieves, un espacio natural maravilloso y de una gran belleza. No teníamos tiempo de hacer ninguna ruta así que fuimos disfrutando del paisaje desde el coche y en ocasiones paramos para hacer fotografías. Seguimos hasta el  mirador del Guarda Forestal, donde un pequeño sendero nos llevó a un mirador espectacular con una inmejorable vista de la Sierra.

Paisaje de la Sierra de las Nieves, Málaga, Andalucía
                                                                                                            Paisaje de la Sierra de las Nieves

Regresamos por donde habíamos venido  e hicimos un desvío de la carretera principal para visitar dos pequeños pueblos: Parauta y Júzcar. Júzcar podría ser otro bonito pueblo blanco andaluz i no fuese porque sus  casas están pintadas de azul, y es que el pueblo lo vendían – ya no -como el Pueblo Pitufo. La visita es curiosa. Aparte del típico pueblo andaluz, y de lo curioso del color de sus casas hay muchos negocios orientados al turista, algo raro en estos pequeños pueblos. Se ve que el tema de los Pitufos lo tuvieron que quitar por temas de derechos. Sin embargo la vista al pueblo merece la pena, porque  es un pueblo  bonito y en un lugar natural impresionante. Así que dimos unas vueltas por el mismo, recorrimos sus callejuelas y ya de vuelta paramos en otro pequeño pueblo blanco, Parauta. Es un pueblo muy pequeñito, pero dimos un agradable por sus calles y por un sendero  que se eleva sobre el pueblo. Como en todos estos pueblos blancos que visitamos vimos rincones de interés, y pese a no ser un pueblo eminentemente turístico sí que estaba todo muy cuidado. Una vez más volvimos a Marbella para alojarnos esta última noche.

Parauta, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                                        Parauta

DÍA 7: Gaucín – Casares – Estepona – Reales de Sierra Bermeja

Último día de nuestro recorrido por Málaga. Dedicamos el día, un poco más corto de lo normal porque empezábamos el viaje de vuelta, a visitar un par de pueblos del interior y después la localidad costera de Estepona. El  primer pueblecito que visitamos fue Gaucín. La vista del caserío blanco con el castillo del Águila coronando un  peñón rocoso en uno de los extremos del pueblo es espectacular. Y fue allí donde nos dirigimos en nuestra primera parada. Subimos hasta el castillo por un amplio sendero y al legar a la parte superior del peñón las vistas fabulosas de toda la zona se abrieron ante nosotros.  Tras atravesar una puerta amurallada llegamos a la Ermita del Santo Niño en una zona de terrazas con unos cañones que miraban desde la parte superior al amplio valle debajo. Subimos hasta el castillo y pudimos acceder a la parte superior libremente. Allí hay un campanario – los restos de él más bien – desde donde las vistas del pueblo y de todo el entorno montañoso son espectaculares.

Gaucín con su castillo del Águila, Málaga, Andalucía
                                                                                                             Gaucín con su castillo del Águila

El castillo es el mayor atractivo del pueblo pero merece la pena darse un paseo por las callejuelas con sus casitas blancas. Desde el extremo opuesto al castillo la vista de todo el pueblo es maravillosa. Vimos la iglesia y la Fuente de Seis Caños, una de estas fuentes tan típicas en los pueblos andaluces. En la calle del Corral se encuentra uno de los rincones más bonitos de pueblo, en una pequeña plazoleta triangular con una fuente y una preciosa escalera rodeada de las preciosas casitas blancas típicas de todo el  pueblo.

De Gaucín nos fuimos a otro espectacular pueblo: Casares. Llegando al pueblo hay un centro de información – que encontramos cerrado  - pero que da acceso a un mirador sobre un  peñón rocoso que nos ofrece una fabulosa perspectiva del pueblo, que se asienta sobre otro peñón rocoso. La vista desde allí es realmente fabulosa, por lo que conviene pararse antes de seguir hasta el pueblo.  Una vez en el centro encontramos un aparcamiento de un montón de pisos y además gratuito que nos facilitó mucho la visita. En la calle de entrada hay otro mirador fabuloso desde donde se ve una panorámica perfecta del pueblo. Enseguida llegamos a la plaza del pueblo, bastante bonita y desde allí nos adentramos en la parte superior, de camino hacia  el recinto del Castillo. Atravesamos una puerta con un  arco en una de las calles y fuimos atravesando por las estrechas callejuelas y llegamos a un mirador  muy cerca de la iglesia de la Encarnación en la parte alta del cerro.

Casares, Málaga, Andalucía
                                                                                                                                                       Casares

Esta parte superior del pueblo se encuentra sobre un peñón rocoso y hay una terraza con vistas en todas las direcciones. Aquí pudimos ver los escasos restos del castillo y la Ermita de La Vera Cruz. Lo mejor, las espectaculares vistas. Bajamos de la parte superior y estuvimos callejeando por el casco antiguo, donde encontramos rincones verdaderamente preciosos. Salimos en coche del pueblo por la carretera de Estepona, donde paramos en el mirador de Casares, otro fabuloso mirador del pueblo desde una perspectiva completamente diferente a las que ya habíamos visto. Nos encantó la visita al pueblo especialmente la zona alta.

Llegamos a Estepona donde lo más interesante es el casco antiguo. Es un casco precioso donde hay una serie de calles muy adornadas con las típicas casas blancas, la iglesia, una par de plazoletas muy agradables, y en definitiva otra zona vieja digna de visitar.  Además no es excesivamente grade por lo que la vimos  bastante rápido. Después dimos un paseo por el paseo marítimo y llegamos hasta el Faro de Estepona. Y ya por último con el coche nos desplazamos a la Sierra Bermeja, las montañas que se levantan detrás de Estepona. Allí subimos en coche también hasta un mirador accesible desde el área recreativa de los Reales de Sierra Bermeja. La vista es fabulosa sobre toda la costa. De hecho ya en la carretera de subida la vista se va ampliando y es una gozada. Subimos caminando también al Pico de Los Reales de Sierra Bermeja, aunque las vistas no mejoran desde allí por la presencia de una loma cercana. Apuramos aquí nuestros últimos momentos del viaje y nos despedimos así dela provincia de Málaga. Un viaje por una provincia fabulosa y que fuera de lo que es la zona dela costa del Sol, es bastante desconocida.

Casco antiguo de Estepona, Málaga, Andalucía
                                                                                                                      Casco antiguo de Estepona

 

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