Los Ángeles: la ciudad del cine

Una de las mayores ciudades del mundo, y la más poblada de California, Los Ángeles es mundialmente conocido por su industria del  cine en Hollywood y pos sus extensas playas. Pasamos unos días en la ciudad descubriendo sus tesoros y sus diferentes zonas: desde el Downtown a Santa Mónica pasando por Beverly Hills o Hollywood, Los Ángeles es una ciudad quizás no tan bella como San Francisco pero con mucho por ver. Las playas y los puertos de su franja costera, a lo largo de Santa Mónica, Palos Verdes, o Long Beach son otro de los atractivos más importantes. El tamaño de la ciudad es impresionante. Como veníamos de un viaje por la costa disponíamos de coche y nos movimos muy bien con él. Las avenidas son infinitas, parece que no se acaban nunca.

DÍA 1:

Nos alojamos en Santa Mónica. Tras desayunar en el hotel tomamos el coche y nos fuimos a Beverly Hills. Contrariamente a lo que pueda parecer el coche es una buena forma de moverse por la ciudad. Nosotros  al menos nos desplazamos entre zonas usándolo y no tuvimos problemas de tráfico ni tampoco para aparcar. Dejamos el coche en la calle principal y dimos un paseo por esta lujosa zona de la ciudad, donde hay varias cosas que ver. Es una zona pequeña y que ha salido cientos de veces en películas, delimitada por Santa Monica Boulevard – la larga avenida por la que llegamos aquí - , Wilshire Boulevard y North Crescent Drive. El ayuntamiento es el edificio más bonito, tiene un aire colonial, y es de estilo renacentista español. Es el edificio más alto de este distrito. Tras el bonito edificio hay una serie de edificios menores en forma de varios círculos y con unas bonitas arcadas.

Rodeo Drive, la calle donde Julia Roberts hacia sus compras en Pretty Woman, es una calle sencilla pero con cierto encanto, repleta de tiendas de todo tipo de artículos de lujo. En la parte baja de la calle hay un centro comercial, Rodeo, con una calle peatonal que lo atraviesa rodeada de casas vitorianas y que recuerda a una calle londinense. De nuevo aquí vimos numerosas tiendas de lujo. Justo al lado está el precioso hotel de Regent Beverly Wilshire, uno de los iconos del distrito, un precioso edificio en forma de U. Allí entramos a ver el hall del lujoso hotel de Pretty Woman.  Estuvimos paseando por las cuatro calles de Beverly Hills y cruzando Santa Mónica Boulevard pasamos al parque donde se encuentra el icónico letrero con el nombre del barrio. Justo  detrás se extiende una zona de lujosas mansiones pertenecientes a muchos famosos. Se ofrecen tours para visitarlo pero no nos pareció demasiado interesante así que seguimos con el coche hasta Hollywood. Aunque  sí pasamos en coche por unas de las famosas avenidas con altas palmeras que hay en esta zona para hacernos una idea del barrio.

Cuando llegamos  la primera vista nos decepcionó un poco. Por cierto que en el hotel nos desaconsejaron esta zona por la noche. La zona de interés es una calle no demasiado larga donde se encuentran el Teatro Chino y el teatro Kodak. En los adoquines de la calle es donde pudimos ver la colección de archiconocidas estrellas en el paseo de la Fama. El Teatro chino es el más impresionante de los edificios de la calle, con una fachada compuesta de pagodas, dragones… En el patio pudimos ver las famosas huellas y autógrafos en el cemento de algunos artistas. En esta zona hay numerosos teatros, museos, como el Believe it or Not, el  museo Guinness… El Capitán es un precioso cine art decó con la típica cabina de entradas en medio de un atrio que hace de entrada. Hicimos una visita guiada al interior del teatro Kodak, la actual sede de entrega de los Oscars. Es una visita interesante sobre todo por lo que te van contando más que por el propio edificio en sí. Desde el centro comercial que hay al lado, que tiene una monumental puerta de muchos metros de altura como si de un arco del triunfo se tratase,  se ven las famosas letras de Hollywood en la montaña a lo lejos.

Seguimos paseando por la calle en ambas direcciones. Hacia el este llegamos hasta el teatro Pantages. Pasamos por diferentes edificios, algunos de interés y otros no tanto. Llegados a este teatro, que es realmente pintoresco, decidimos dar la vuelta y volver a la  zona centro de Hollywood Boulevard. Allí comimos en el centro comercial anexo al teatro Kodak y dejamos el distrito en coche.

Habíamos reservado un tour por los estudios de la Paramount en Melrose Avenue, al sur del cementerio de Hollywood. El tour duró algo  más de dos horas y fue una visita guiada – vas en una especie de carrito de golf muy grande – por varias zonas de los estudios que han aparecido en numerosas series y películas, aunque no demasiado actuales la verdad. También vimos algún set de rodaje por dentro y una zona donde hay recreadas un grupo de calles de Nueva York. Fue una visita bastante interesante aunque no tanto como la de los estudios de la Warner que haríamos al día siguiente. No obstante mereció la pena. Además en una tablet que te facilitan a la entrada vas viendo escenas de películas que se rodaron en algunos de los escenarios.

A la salida recorrimos la mítica Sunset Boulevard en coche, parando en alguno de los puntos más emblemáticos.  Paramos en la zona del Hollywood Palladium, otro cine con mucha historia, o en el Arclight Cinerama Dome con su cúpula esférica que destaca en la avenida. Además de otros edificios que vimos desde el coche paramos en la zona conocida como Sunset Strip, una zona muy animada con muchos restaurantes  y cafés. Es una zona interesante y hay muchos edificios relacionados con la historia del cine y el espectáculo de Estados Unidos.  Seguimos por Sunset Boulevard haciendo alguna parada aquí y allá para ver algún edificio curioso o interesante y seguimos hasta Santa Mónica, donde dejamos el coche de nuevo en el hotel y nos dedicamos a dar un paseo por la zona.

Primero estuvimos por el parque de Palisades, un parque sobre un acantilado con preciosas vistas a la playa y al muelle de Santa Mónica. Desde aquí bajamos para hacernos  las típicas fotos en la playa con las casetas de los vigilantes de la playa y después fuimos al muelle. Una foto en las casetas de los vigilantes es obligada. El muelle es realmente pintoresco. Con sus atracciones vintage y sus restaurantes y cafés es un conjunto encantador. Además las vistas desde  allí hacia Los Ángeles son preciosas. Es un sitio en el que no puedes dejar de hacerte fotografías. Tras la visita al muelle nos adentramos en las calles del distrito, en concreto visitamos una de sus arterias comerciales, Third Street Promenade. Es una calle con tres manzanas peatonales repletas de tiendas, y también cafés y restaurantes. Aprovechamos para entrar en alguna que otra tienda y ya cenamos por allí y nos acercamos al hotel caminando.

DÍA 2:

Para empezar el día nos fuimos a hacer la visita a los estudios de la Warner en Burbank, a una media hora al norte. Habíamos reservado el tour guiado por internet, de unas dos horas y media de duración. De camino hicimos una parada en el Getty Center. Es un enorme e importante museo, curiosamente gratuito, y donde nos detuvimos para disfrutar de las vistas de Los Ángeles desde los espectaculares jardines. Se ve Los Ángeles muy de lejos pero la vista es preciosa, con las amplias avenidas, las autopistas, los edificios del Downtown, hasta el mar al fondo. Y tras la parada y las vistas seguimos hasta Burbank para visitar los estudios de la Warner.

Durante el recorrido a bordo de un carrito de golf similar al de Universal, nos desplazamos por las instalaciones con un guía. Fuimos pasando por los lugares donde se habían rodado escenas famosas de películas o series, algunas más conocidas que otras. Paramos a sacar alguna foto y la verdad es que el recorrido es muy interesante.  Vimos estudios de grabación por fuera y uno por dentro. Además pudimos visitar otras instalaciones de la Warner. De hecho al principio del recorrido se pasa por  la Torre de Agua, que es un icono de muchas películas clásicas. También otra zona que nos encantó fue una recreación de calles típicas de Nueva York, como algunas donde se rodó Spiderman. Es realmente impresionante porque parece que estas en la misma ciudad de Nueva York, con sus tiendas, calles, entradas de metro… Según pasas por las callejuelas te van explicando las escenas que se han rodado en esas localizaciones. Otra parte del recorrido se hace por una recreación de un pueblecito típico americano, donde se rodó por ejemplo Gremlins. También hay una recreación de una selva utilizada en otras películas como los Goonies. Otra de las partes interesantes es cuando nos explicaron cómo era el proceso de rodaje, concretamente utilizando el bar dela serie Friends. Finalmente pasamos por una serie  de departamentos donde lo más interesante fue una amplia colección de vehículos y una exposición sobre Batman. La verdad es que se nos pasó la visita volando, porque va todo muy rápido y se ven muchas cosas a lo largo de la visita. Antes de dejar Burbank pasamos por los estudios Disney, aunque solo se pueden ver por fuera, porque están cerrados al público.

Regresamos al centro de los Ángeles y fuimos a visitar el Downtown, el distrito financiero. Es muy parecido al de cualquier otra ciudad americana, una zona compuesta por enormes rascacielos. La zona no  es muy grande, y aunque los edificios son bastante espectaculares es una zona bastante deprimida con  muchos vagabundos, y por lo que nos dijeron nada  recomendable para andar de noche. El First Interstate World Center es el edificio más alto de la ciudad. En Pershing Square, con sus numerosas estatuas,  vimos el monumental hotel Millenium Biltmore donde se han rodado escenas de películas como Cazafantasmas. Pershing Square es el centro de esta zona y muy cerca encontramos el Grand Central Market, un enorme mercado de comida internacional muy bonito donde aprovechamos un poco más tarde para comer. A pocos minutos a pie llegamos al Museo de Arte Contemporáneo (MOCA), el Museo de Arte moderno (The Broad) y el Walt Disney Concert Hall, un edificio con el sello de Frank Gehry y que inevitablemente recuerda al Guggenheim de Bilbao. Seguimos hasta Grand Park, una explanada verde, que nos condujo hasta el espectacular Ayuntamiento de Los Angeles, un rascacielos al que pudimos acceder gratuitamente hasta su planta 66 y tener buenas vistas de la ciudad. También vimos por aquí la catedral, un edificio moderno bastante curioso, el precioso edificio Bradbury, donde nos pudimos colar a ver su espectacular patio interior, con sus balconadas y escaleras. Aquí se han rodado escenas de Blade Runner. Hay hasta un pequeño funicular que comunica South Hill Street con South Olive Street. El cercano edificio de la Biblioteca de Los Ángeles con sus jardines, es también precioso, rodeado de rascacielos.

Desde el Downtown fuimos ya en coche hasta El Pueblo, la zona más antigua de Los Ángeles, antigua frontera mexicana. Hoy en día es casi inimaginable que la enorme megalópolis de Los Ángeles se redujera a estas callejuelas hace poco más de un siglo. Paseamos por la peatonal Olvera Street donde hay muchas tiendas con sabor mejicano. Es una zona con mucho encanto. Hay también una plazoleta con un kiosko similar a los de la música en cualquier plaza europea, y varias iglesias. La Old Plaza Church es una de esas preciosas iglesias justo en la misma plaza. La casa Avila Adobe fue el primer rancho angelino y se encuentra en Olvera. Su propietario fue el primer alcalde de la ciudad y la pudimos ver por dentro para ver cómo era la típica casa de Los Ángeles del siglo XIX, donde se instalaron las primeras familias españolas que llegaron aquí. Otras viviendas emblemáticas son la Casa Sepúlveda y la Casa Pelanconi que vimos por fuera. Muy cerquita está la estación de tren de Union Station, con aspecto de misión española y que también resulta familiar por haber aparecido en alguna película.

En coche de nuevo nos acercamos a Chinatown, un pequeño barrio chino más modesto que el de San Francisco. La plaza central muy cerca de una de las puertas de entrada a Chinatown es el punto neurálgico. Las calles que la rodean tienen el estilo de las verdaderas calles chinas. Es una zona muy ambientada y donde vimos muchas tiendas interesantes. La calle Chung King fue un antiguo plató de Hollywood y hoy en día está repleta de galerías de arte. El templo Thien Hau es el templo chino más importante de la ciudad y lo más interesante del barrio desde el punto de vista turístico.  Lo visitamos y aunque curioso, tampoco es algo espectacular pero sin embargo sí es el edificio con más encanto del Chinatown angelino. Y ya para acabar con esta zona nos dirigimos  a la zona de Little Tokyo, donde se instalaron los primeros japoneses que llegaron a la ciudad. Es una zona muy pequeña con muchos restaurantes y tiendas típicas como las zonas de Little Tokyo Plaza o la Japanese Village Plaza. En este último pudimos ver  una gran torre de estilo japonés, con la típica cubierta de teja.

Ya desde aquí volvimos a la zona de Santa Mónica donde cenamos y regresamos al hotel.

DÍA 3:

Nos despertamos y tras desayunar en el hotel nos fuimos paseando hasta Venice Beach, la continuación de la playa de Santa Mónica. Se trata de una playa que ha salido muchas veces en  el cine y es realmente un lugar curioso. Ciclistas, patinadores y todo tipo de personajes curiosos abarrotan el paseo. También hay muchos artistas callejeros por todas partes que dan un color especial al paseo que va junto a la playa. Pasamos por galerías de arte y tiendas muy curiosas, en casitas muy bajas llenas de grafittis y decoración urbana.  Uno de los lugares más fotografiados es el famoso cartel de Venice, en el cruce entre Pacific Avenue y Windward Avenue. Paseando por la playa llegamos a otro rincón muy curioso, Muscle Beach, donde hay un gimnasio al aire libre con numerosos culturistas. Hasta Swarzenegger dicen que entrenaba aquí. Y así caminando muy entretenidos llegamos a la zona de canales que dio origen a Venice Beach. Hoy no quedan muchos pero es una zona bonita. El mejor sitio para ver los canales es Dell Avenue. Volvimos hasta el hotel y recogimos el coche para dirigirnos a nuestro próximo destino.

Nos fuimos hasta Long Beach. Es una zona con rascacielos de cristal y edificios más cláscos, que le confieren un ambiente encantador. Paramos en el Shoreline Village, una zona de tiendas y restaurantes bastante bonita junto al pequeño puerto deportivo. Los edificios con frontal de  madera, el paseo marítimo, el faro y los jardines te hacen pensar en un pequeño pueblo costero.  Cruzamos hacia el interior por un paso peatonal elevado increíblemente amplio con vistas a los hoteles enormes de la zona y accedimos a la zona centro de Long Beach. Seguimos Pine Avenue donde encontramos en centro de convenciones y edificios históricos como el Masonic Temple y  algunos lujosos hoteles. Volvimos por una calle peatonal rodeada de más edificios imponentes y regresamos así hasta el puerto donde cogimos de nuevo el coche. Comimos algo y nos acercamos a la terminal de cruceros de Long Beach para visitar el Queen Mary. El Queen Mary es un impresionante trasatlántico histórico que funcionó a principios del siglo XX y que hoy se encuentra permanentemente atracado en Long Beach como hotel pero también se puede visitar. Y eso es lo que hicimos nosotros, hacer una visita al espectacular crucero.

Desde fuera el barco es precioso. Hicimos un recorrido guiado por las partes que se pueden ver del navío. Algunos de los lugares más singulares que recorrimos son la sala de máquinas, el puente de mando y la sala de la radio. Visitamos también una exposición con algunas maquetas y aparatos de radio de la época. El puente de mando  impresiona por lo antiguo de la maquinaria, los timones… vamos un sitio de película, ya que parece que todo está tal y cual lo dejaron en su día. Durante la visita también pudimos pasear por la cubierta y disfrutar de bonitas vistas de la bahía de Long Beach. Y aunque no lo teníamos previsto, al lado del Queen Mary hay amarrado un submarino soviético capturado en tiempos dela guerra fría, el Scorpion. La visita a su interior aparte de ser muy barata no nos llevó demasiado tiempo y es muy curiosa. Ya habíamos visitado otro submarino en San Francisco pero el interior del submarino ruso es realmente curioso por lo que recomiendo la visita como complemento a la del Queen Mary. Te hace sumergirte en el  mundo de la navegación del siglo pasado. 

Pasamos después por el Point Fermin Park, un parque sobre un acantilado donde hay un precioso faro de madera y unas buenas vistas del océano. Muy cerca de allí encontramos la Campana Coreana de la Amistad en Angels Park, una gigantesca campana en un alto protegida por el típico tejadito chino de pagoda. Es un lugar precioso con grandes vistas hacia el océano. Un poco más al norte con el coche pasamos por una zona en la que había unas antiguas baterías y búnkers. Volvimos a la zona de Hollywood para tratar de ver las famosas letras de Hollywood en la colina y nos acercamos por el barrio de Hollywood Hills hasta donde pudimos para verlas desde abajo. Subimos hasta arriba en coche por una estrecha carretera y las pudimos ver desde arriba aunque a través de un feo vallado, aun así con buenas vistas de la ciudad. Es una pena que no  haya un  mirador habilitado para uno de los iconos de la ciudad que se encuentra medio abandonado y resulta difícil de visitar. Desde aquí nos dirigimos al observatorio Griffith, en las montañas al norte de la ciudad, donde hay unas vistas preciosas de la ciudad, sobre todo al anochecer. No visitamos el observatorio pero desde las terrazas donde hay una preciosa estatua de James Dean, hay buenas vistas de la ciudad. Anocheciendo pudimos ver las hileras interminables de luces de las calles y avenidas de la ciudad. Y así  concluimos la visita a la ciudad, pues por la mañana siguiente saldríamos ya de viaje, de vuelta a España.

Puntos de interés: