Stac Pollaidh es una de las montañas más conocidas de la costa oeste de Escocia. Es una excursión corta pero que nos recompensará con maravillosas vistas de los alrededores – una de las zonas más bonitas de las Highlands -. El perfil de la montaña es muy distintivo, pues está formado por una cresta rocosa que se puede ver desde muchos kilómetros a la redonda. La ascensión a la cresta no presenta dificultad alguna, aunque si queremos llegar a la cumbre occidental si tendremos que usar las manos para ayudarnos en el último tramo, más vertical y complicado. Por eso nosotros solo visitamos la cumbre oriental, más accesible. El recorrido de ida y vuelta lo hicimos en 3.5 horas.
La excursión comienza en un pequeño aparcamiento en una carretera secundaria que sale desde la A835 a la altura de Drumrunie y se interna en una zona donde hay varios lochs. Toda la zona es espectacular con los lagos y las montañas que se elevan a su alrededor. Estamos ante el paisaje más pintoresco y característico de las Highlands. Desde el parking ya se ve claramente la cresta de la montaña con su cima oriental y occidental y la zona un poco más baja entre ambas.
Comenzamos a caminar por un camino claramente visible en el lado opuesto de la carretera, atravesando una puerta. El camino está formado en parte por rocas que hace de escalones y serpentea por una zona de arbustos y bosque bajo. Así vamos ganando altura y llegamos a una bifurcación donde tomamos el camino a la derecha. El camino hasta aquí es estrecho pero no presenta ninguna dificultad.
Tras la bifurcación el camino comienza a ser más ancho, y seguimos ganando altura aunque no tan pronunciadamente como en la primera parte del recorrido. Llegamos a una zona abierta donde hay grandes vistas hacia el lago más grande de la zona (Loch Lurgainn) y varias cumbres como Ben More Coigach. Es una vista excepcional. Seguimos ascendiendo y el camino rodea el lado este de la montaña. Aquí podemos disfrutar de vistas en otras direcciones, y podemos ver entre otros el fantástico monte Suilven y más preciosos lagos. El paisaje de pequeños lagos en una extensión de rocas que sobresalen de la hierba es realmente singular, de los más bonitos que hemos podido ver en Escocia.
Tras pasar por el lado este de Stac Pollaidh, el camino se hace más empinado y más rocoso. Estas rocas precisamente nos sirven como escalones para seguir avanzando. Éste es el tramo final que lleva directamente a la cresta de la cumbre. Es la parte más dura pues es una subida constante por las rocas aunque hay repechos en los que podemos descansar y aprovechar para sacar más y más fotografías. El último tramo es realmente empinado pero la recompensa a este último esfuerzo merece la pena. Aquí llegamos a la zona entre las cumbres oriental y occidental que ya se apreciaba desde el aparcamiento. Sólo llegar hasta aquí ya es una fantástica caminata que merece mucho la pena. Las vistas en todas direcciones son espectaculares. Recorrimos toda la cresta por debajo de las cimas para disfrutar de vistas en todas direcciones.
Desde aquí subimos a la cima oriental que es más sencillo que subir a la occidental que en realidad es el punto más alto de la montaña. Hay un camino que comienza en la parte izquierda del paso al que hemos llegado y para llegar a la cima tendremos que apoyarnos con las manos en alguna roca pero tampoco es demasiado complicado. No obstante ya cada uno decide hasta dónde puede llegar, porque como hemos dicho, sólo llegar al paso ya es una excursión fabulosa. Nosotros subimos a la cima oriental para mejorar aún más las vistas y la verdad es que mereció mucho la pena. Las vistas son más amplias al habernos quitado una parte de la montaña de enfrente y podemos disfrutar de una panorámica de 360 grados espectacular.
Para el camino de vuelta se pude simplemente deshacer el camino pero nosotros optamos por hacer una ruta circular rodeando la montaña a lo largo de las laderas norte y oeste, para tener otra visión de esta preciosa zona. El camino es verdad que es algo más incómodo que el de subida porque discurre por una zona pantanosa y si hay mucha humedad puede resultar un tanto incómodo. Sin embargo, si se puede hacer así es muy recomendable porque las vistas son impresionantes y te da la sensación de estar en los confines de la tierra porque no se ve civilización por ningún lado. Finalmente rodeamos la montaña y llegamos a conectar con el camino original ya cerca del punto de partida y el aparcamiento. Allí por cierto nos encontramos con unos simpáticos escoceses que nos informaron que era posible subir a la cima verdadera – la occidental – pero que había que conocer muy bien el camino porque es una zona muy escarpada y hay que trepar y si te equivocas de camino puede resultar muy peligroso. Así que lo más aconsejable yo creo que es hacer lo que nosotros habíamos hecho.
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