Ben A'an, un fabuloso mirador en los Trossachs
Hoy os contamos una pequeña ruta que hicimos por Escocia, en la zona de los Trossachs. El Ben A‘an es una montaña muy modesta con sus 454 metros de altitud pero es un mirador espectacular sobre esta zona de Escocia, donde el paisaje aparece dominado por el fabuloso Lago Katrine y una frondosa vegetación. La subida, que lleva un poco menos de hora y media, nos ofrece una maravillosa panorámica a cambio de un esfuerzo moderado. Y es que el recorrido de subida es tan solo de 2,2 kilómetros, con un desnivel de menos de 400 metros.
El camino comienza en Callander. Hay un aparcamiento dedicado y perfectamente señalizado para la subida al Ben A’an. Este parking se encuentra junto a otro lago de los Trossachs, el Achray. Cruzando la carretera tomamos el sendero perfectamente señalizado que comienza a ascender lentamente. La primera parte del sendero está empedrado para mayor comodidad y discurre por un bosque junto a un arroyo. Tras atravesar esta zona de bosque ya salimos a un claro desde donde se ve la cima de la pequeña montaña. Es una cima en forma de pequeña pirámide de roca desnuda.
Enseguida el camino comienza a ascender en forma de escalones que se han realizado con enormes rocas y comenzamos la parte más dura del recorrido – por la pendiente, que tampoco es excesiva - . En unos 15-20 minutos pasamos esta sección y estamos ya casi arriba, en la cima. Cuando acaban estos escalones se llega a una zona llana bastante amplia donde podemos descansar de la subida y empezar a disfrutar de preciosas vistas. El lago Katrine se extiende a nuestros pies y el viento golpea fuerte en esta meseta antes de alcanzar la cumbre del Ben A’an.
Atravesada la pequeña meseta se accede, tras una última subida claramente visible, a la cima de la montaña. Las vistas se extienden por buena parte de la región de los Trossachs, con sus montañas y lagos. Aparte del lago Katrine, la estrella del panorama, también vemos el lago Achray del que habíamos partido para iniciar la ascensión a la montaña. Tras disfrutar de las vistas deshicimos el camino por el que habíamos ascendido. Durante el descenso también nos entretuvimos más en la zona de bosque, que es realmente bonita.
En definitiva, se trata de una excursión muy sencillita más que de una ruta de senderismo. Y esto se nota porque cuando nosotros hicimos la ruta nos cruzamos con bastante gente. El hecho de que esta zona se encuentre cerca de Glasgow y sea una ruta muy conocida hace que esté bastante frecuentada. Sin embargo eso no le resta un ápice de interés a esta preciosa caminata.
Ruta: