Amberes, la ciudad de los diamantes

Amberes es la segunda ciudad más grande de Bélgica, conocida sobre todo por ser la capital mundial del diamante. No es una ciudad tan atractiva como las maravillosas Brujas o Gante pero si estás en Bruselas tiene cosas interesantes como para pasar un día visitándola. Tiene uno de los puertos más importantes de Europa y aunque conserva algunos vestigios de su pasado se ha convertido en un referente del diseño y la arquitectura moderna.

Nosotros llegamos aquí desde Bruselas, y por comodidad lo hicimos en tren. El viaje dura unos 50 minutos y es realmente barato. Además el tren te deja en la Estación Central de Amberes - Antwerpen-Centraal -, una de las estaciones de tren más espectaculares que recuerdo. Tiene una monumental fachada neogótica y una cúpula espectacular. Las escaleras de la entrada recuerdan en cierta medida a la estación de tren de Nueva York.  Incluso la zona de los andenes tiene una cubierta preciosa. Una forma espectacular de llegar a Amberes. Desde la estación tienes una gran avenida que lleva directamente al centro histórico. Desde la propia estación nos dirigimos al barrio de los diamantes. Amberes es famosa por sus talladores de diamantes. Entre Hovenierstraat y Rijfstraat hay cientos de tiendas. Realmente es una curiosidad más que algo realmente de interés en una visita pero como pilla de paso hacia la zona centro no perdimos nada por verlo. Cuando dejamos atrás el barrio del diamante hay un edificio que es un centro comercial, el Centro Comercial Stadsfeestzaal donde merece l pena entrar para ver el hall. Es una estancia grandiosa decorada como si fuese un palacio y con las tiendas en galerías que rodean esta espectacular entrada. Toda esta zona es la zona comercial de Amberes y está muy animada, con tiendas de todo tipo.

Antwerpen-Centraal
                                                                                                                                 Antwerpen-Centraal

Seguimos caminando  en dirección al mar y nos encontramos de frente con un alto rascacielos de formas rectangulares - la Torre Boerentoren que fue el primer rascacielos de Europa - y justo detrás una primera plaza, la Groenplaats, desde donde se ve un lateral de la enorme catedral de la ciudad. En el centro hay una estatua de Rubens – para los interesados el museo del artista se encuentra un poco más atrás hacia el barrio de los diamantes – y rodeando la plaza numerosos establecimientos donde tomarte algo. También vimos aquí el mercado cubierto, con un interior interesante aunque no demasiado grande comparado con los mercados de otras ciudades. Aquí se empiezan ya a ver algunos edificios más tradicionales.

Torre Boerentoren
                                                                                                                                   Torre Boerentoren

Continuamos un poco por la calle Jan Blomstraat hasta una pequeña plazoleta que alberga la entrada principal dela enorme catedral de la ciudad, la Onze-Lieve-Vrouwekathedraal. Es el edificio religioso más grande y bello de Bélgica y alcanza los 123 metros de altura. Su campanario forma parte de un grupo de torres incluidas en el Patrimonio de la Humanidad. Entramos a verla y el interior no desmerece en absoluto el espectacular exterior con dos torres de diferente altura. En su interior destacan las vidrieras y, sobre todo, pinturas tan famosas como el “Descendimiento de la Cruz” de Rubens. También hay muchas más pinturas por lo que el interior del edificio realmente parece un museo de arte.  Destaca el blanco de sus paredes y el inmenso espacio hasta el techo. La pena es que no se puede subir a la torre pues las vistas deben de  ser fantásticas.

Groenplaats
                                                                                                                    Groenplaats con la catedral

Tras visitar la catedral, en la plaza en la que se encuentra su entrada ya podemos ver edificios más antiguos y con mayor encanto. También muy cerca de la entrada podemos ver el Pozo Quentin Massys, un pozo bastante ornamentado al que no le falta una leyenda asociada. Tomamos un pequeño callejón y llegamos a la cercana Grote Markt, la plaza principal y más bonita de Amberes. Allí nos encontramos las casas gremiales, con el típico tejado en escalera. También aquí se puede ver el espectacular edificio del ayuntamiento. Para mí personalmente el rincón con mayor encanto de todo Amberes se encuentra aquí en esta plaza, y es el frontal de casas gremiales. Y en el centro de la gran plaza podemos ver la estatua dedicada a Brabo - el fundador de la ciudad de Amberes -. Cerca de la plaza Mayor seguimos hasta la iglesia de San Carlos Borromeo, un buen ejemplo del barroco donde otra vez podemos ver numerosas pinturas y obras escultóricas de Rubens.

Casas gremiales en Grote Markt
                                                                                                            Casas gremiales en Grote Markt

En esta zona alrededor de la catedral es donde se encuentra el casco antiguo y estuvimos un buen rato callejeando por aquí. Hay casas y algunos rincones que merecen la pena. De hecho aquí visitamos el callejón Vlaeykensgang, un callejón escondido entre bloques de casas que es de lo más antiguo de la ciudad. De hecho está tan escondido que atraviesa un edificio por debajo y parece que te vas a meter en una casa particular, pero en el plano que nos facilitaron en la oficina de turismo está muy claramente indicado así que entramos. Es un lugar bastante curioso, como sacado de la ciudad de hace siglos. La entrada se encuentra en el número 16 de la calle Oude Koornmarkt. Hay varias tiendas y un restaurante.

Ayuntamiento en Grote Markt
                                                                                                                 Ayuntamiento en Grote Markt

Seguimos avanzando  y llegamos a la orilla del río Escalda. Allí se empieza a vislumbrar el enorme puerto y parece un poco fuera de sitio un bonito castillo que se encuentra a orillas del río. Se trata del castillo Steen (la Piedra), un castillo del siglo XIII y que a sus pies cuenta con una curiosa estatua del gigante de Amberes. Accedimos al interior del castillo al patio del mismo. Desde el castillo hay bonitas vistas sobre el río. Justo enfrente del castillo se encuentra un bonito edificio, el Vleeshuis con su característica fachada de ladrillo y piedra blanca. Tiene un pequeño pasaje que lo atraviesa por debajo y hoy alberga un museo.

Castillo de Steen
                                                                                                                                     Castillo de Steen

Una vez en la orilla del río paseamos un poco. Hacia el sur el paseo no es demasiado atractivo y se ve interrumpido por zonas de edificios portuarios, aparcamientos… pero llegamos a la entrada de un túnel peatonal que atraviesa el río y nos llevó hasta la otra margen. Allí hay un parque – la zona se llama Sint Anna - justo en la orilla del río que proporciona buenas vistas del skyline de la ciudad con la enorme torre de la catedral destacando sobre todo lo demás. En esta margen del río no hay mucho más que ver así que deshicimos nuestros pasos y volvimos a la orilla este de la ciudad. Y aquí un par de manzanas al  este de la entrada del túnel se encuentra el único museo que visitamos en la ciudad, siguiendo las recomendaciones de la oficina de turismo. Se trata del museo Plantin-Moretus, una casa señorial del siglo XVI donde se puede ver la imprenta más antigua del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. También destacan su biblioteca, la antigua tienda de libros y un buen número de piezas originales. La verdad es que es una visita muy recomendable.

Vistas desde Sint Anna
                                                                                                                           Vistas desde Sint Anna

Tras salir del museo seguimos por la orilla hacia el norte. Allí un tramo corto pero interesante de paseo desemboca en un precioso edificio clásico que alberga un restaurante. Y en las cercanías encontramos también la iglesia de San Pablo, con un precioso interior con altares barrocos, y numerosas obras de arte de Rubens o Van Dyck. Desde aquí seguimos hacia el norte por la poco atractiva orilla del río – desaprovechada con aparcamientos y edificios  portuarios – hasta legar al bonito edificio de Loodsgebouw con una preciosa torre. Allí a mano derecha hay una especie de canal interior cerrado por todos los extremos donde se encuentra un nuevo museo, el MAS, una bonita estructura cúbica cuya temática principal es la ciudad de Amberes y su historia. El edificio es moderno con un original diseño que combina piedra roja y cristal. Esta zona es una especie de puerto deportivo en la que da gusto pasear pues se ve que está todo diseñado para el ocio y esparcimiento de los habitantes de la ciudad. Y de aquí hacia el norte ya no hay nada más de interés pues comienzan las instalaciones del puerto. Pero sí que fuimos hasta el edificio de la autoridad Portuaria de Amberes, al comienzo del puerto. Es un edificio espectacular. Sobre un edificio clásico han construido una moderna estructura en forma supuestamente de diamante alargado. Pudimos visitarlo en una visita guiada y es uno de los edificios modernos más destacables de Amberes junto con el MAS. Aparte de verlo merece la pena por las vistas que ofrece de la enorme extensión del puerto, uno de los más importantes del norte de Europa.

Museo MAS en Amberes
                                                                                                                         Museo MAS en Amberes

Como nos sobraba algo de tiempo decidimos después ir al sur del centro al barrio de Zuid. La zona que da al río es bastante fea, la tienen muy dejada. Pero sin embargo adentrándonos en el barrio vemos que es un barrio bastante bonito con numerosas casas del periodo de la Belle Epoque, avenidas y plazoletas muy agradable para pasear. Vimos el edificio del Museo Real de Bellas Artes con una especie de estanque bastante peculiar delante de él, simulando una especie de algas en el fondo. Tras este edificio se encuentra la sinagoga en la calle Bouwmeestersstraat. En esta zona estuvimos paseando un rato y además de algún museo vimos algunas plazas bastante bonitas como  la Lambermontplaats y la Marnixplaats, ésta última rodeada de bonitos edificios en una zona de calle empedrada. Y cerca de la Lambermontplaas también destaca el moderno edificio del palacio de justicia con un tejado con bloques triangulares.

Paseo a orillas del Escalda
Paseo a orillas del Escalda

Y sin tiempo para más volvimos hasta la estación de tren, que pillaba bastante a desmano de donde nos encontrábamos. En definitiva una visita interesante para un día. Desde luego no estamos hablando de ciudades tan encantadoras como Brujas o Gante pero si te encuentras por la zona, por ejemplo en Bruselas como nos sucedió a nosotros, sí que vale la pena pasar un  día o incluso medio para ver las zonas más interesantes de esta ciudad.

 

Puntos de interés en la ciudad de Amberes: