A Annecy, el norte de los Alpes franceses, se le conoce como la Venecia de Saboya. El centro de la ciudad medieval, construido alrededor de un castillo, está atravesado por pequeños canales y arroyos que salen del precioso lago Annecy, de un maravilloso color azulado. Su Palais d'Isle - un antiguo palacio que alberga un museo – se encuentra en una isla entre los canales y es la estampa más conocida de esta preciosa población. El castillo de Annecy que domina la ciudad desde la parte alta y varias iglesias son otros de los atractivos de esta bonita población que visitamos en dos días.
DÍA 1: ANNECY – MONTROTTIER – FIER
Llegamos a Annecy en coche y nuestra primera parada antes de entrar en la ciudad fue el bonito castillo de Montrottier. El castillo es muy bonito por fuera con su torre cilíndrica y demás almenas y defensas. Nosotros optamos por hacer una visita por libre, aunque también hay visitas guiadas. Una cosa muy interesante para los niños es que les dejan a la entrada un baúl para disfrazarse de caballeros, princesas… y pueden hacer todo el recorrido así. Incluso en la sala del trono se pueden sacar fotos sentados en el propio trono…. Para entretenerlos está muy bien. El interior del castillo está bastante bien. Las salas que se visitan están bastante completas de objetos de la época y las vistas desde el castillo hacia los Alpes son magníficas. Estuvimos una hora y media entre la visita del edificio y los jardines y la verdad es que valió la pena, es uno de los castillos más bonitos de la zona.
Muy cerquita del castillo fuimos a visitar las Gorges du Fier, una profunda garganta excavada por el río en la roca. Es un recorrido corto que hicimos en poco más de media hora, por lo que el precio de la entrada (casi 6 euros) me pareció excesivo. Se avanza por una pasarela colgada sobre las rocas y ves el río por debajo de ti. Un panel indica el nivel del río en épocas pasadas. El lugar es bonito pero se ve muy rápido y además hay que usar la misma pasarela de ida y vuelta por lo que en algún momento es un poco agobiante. Aunque quizás no vendría hasta aquí solo para verlo, al venir a castillo queda muy cerca así que merece la pena como complemento a la visita a Montrottier.
Y tras nuestras dos visitas de la mañana llegamos a Annecy en medio de un enorme aguacero que después fue cediendo. Pudimos dejar el coche en el hotel y de allí comenzamos a explorar el casco medieval del pueblo. Aunque Annecy tiene un tamaño bastante grande para la zona, la parte de interés turístico es bastante compacta por lo que se puede ver perfectamente en una tarde como hicimos nosotros. Empezamos la visita desde el puente Quai Eustache Chappuis, por el que discurre la carretera principal. Es un punto en el que ves por una parte la desembocadura del río en el lago y por otra el famoso Palacio de la Isla, el precioso edificio medieval con una forma similar a la proa de un barco que es la imagen marca de la ciudad sin duda. Es un castillo en el centro del canal del río Thiou, cuya forma triangular le da un aspecto realmente pintoresco. Ahora alberga el Centro de Interpretación de la Arquitectura y el Patrimonio de Annecy. Entramos pero la verdad es que no hay mucho que ver, salvo información para empaparte un poco de la historia de la ciudad y sus monumentos.
Junto al Palacio de la Isla se encuentra la Iglesia de San Francisco, en estilo barroco, y que es una copia exacta de la Iglesia del Gesú de Roma, la iglesia matriz de los jesuitas. Esta plaza con sus puentes, el palacio y la iglesia es realmente preciosa. Comenzamos a callejear por el casco antiguo siguiendo el Thiou. Los diferentes edificios medievales que se conservan a ambos lados, con los adornos florales y los diferentes puentes forman una zona realmente impresionante. Cruzamos por cada uno de los puentes que nos encontramos y exploramos con detenimiento esta zona. Al llegar a la parte más alejada del lago nos encontramos con unas antiguas esclusas y un parquecillo muy agradable en la propia orilla del río. Uno de los lugares más bonitos es el Pont Morens desde donde se ve la parte traerá del Palacio de la Isla y un edificio con una pintoresca torre y una arcada que conduce a las calles interiores. Toda la zona está repleta de restaurantes y muchas heladerías, así como tiendas de artesanía y productos típicos. Pasear por aquí es una auténtica gozada.
Subimos por las callejuelas hasta el castillo de la ciudad, un precioso edificio con buenas vistas sobre la misma. Alberga el Museo de la Ciudad y es donde tiene su sede el Observatorio Regional de los Lagos Alpinos. Se accede desde una bonita plaza empedrada y aunque la exposición es interesante poco queda de lo que fue el castillo original. Lo que más nos gustó fue la vista sobre el lago y el casco viejo del pueblo situado exactamente debajo del edificio. Tras la visita seguimos callejeando por la parte antigua, donde hay calles preciosas, muy coloridas y con arcadas repletas de comercios y restaurantes. La Rue de l'Île es especialmente pintoresca, así como la Rue Grenette, ambas paralelas al río. La plaza Sainte Claire donde acaba una de estas calles es también un bonito espacio. Las laberínticas calles, el río y algún canal secundario que atraviesa el casco histórico le dan un especial carácter y forman un conjunto de cuento en el que no se puede parar de sacar fotos. Los balcones, las fachadas, los adornos florales, todo, es realmente precioso. También pasamos por la iglesia de Notre Dame de Liesse y por la propia catedral de la ciudad y tras callejear por esa zona llegamos al lago.
El lago es otra de las grandes atracciones de Annecy. Es un lago precioso de aguas azules y con un marco incomparable de montañas. Está perfectamente habilitado para la realización de todo tipo de deportes acuáticos. Se pueden alquilar botes, pedalos, bañarse en la playa lacustre y hacer cruceros por el mismo lago. A orillas del lago hay un precioso parque, un lugar maravilloso por donde estuvimos paseando. Pasamos por el Puente de Amours y rodeando el parque – frente al cual se encuentra el islote de los Cisnes – llegamos a la desembocadura del río y al muelle donde atracan todos los cruceros que surcan el maravilloso lago. Las vistas desde allí del castillo son preciosas. Dimos una vuelta más por la zona de los puentes para sacar fotos nocturnas de toda esta fantástica ciudad medieval. Y cenamos en uno de los numerosos establecimientos de la zona vieja, muy bien y por un precio muy razonable. Tras la cena nos retiramos al hotel para recuperar fuerzas.
DÍA 2: LAGO DE ANNECY
Comenzamos el día haciendo un crucero por el lago en uno de los enormes barcos que ofertaban el servicio. El crucero es interesante, sobre todo por disfrutar del lago desde dentro. Las vistas de las montañas son espectaculares. Hay cruceros más largos pero queríamos reservar tiempo para recorrer en coche algunos de los pueblos que vigilan el lago desde sus orillas y algunas otras atracciones naturales de la zona, que no son pocas, pues estamos en la antesala de los Alpes.
Comenzamos recorriendo el lago por su orilla oeste. Subimos en coche al monte Semnoz a 18 Km del centro. Desde allí las vistas sobre las montañas y el lago son espectaculares. Tuvimos que andar un poco pues la cima es muy plana y hay que moverse para disfrutar de vistas desde los diferentes miradores. La ventaja es que puedes llegar en coche hasta la misma cima. Tras disfrutar de las vistas descendimos de nuevo hasta el lago y tras pasar el pueblo de Saint Jorioz llegamos a la punta de Duingt, donde un bonito castillo se ubica en un saliente del terreno en un entorno bucólico. Paseamos por el embarcadero y un pequeño parque para sacar unas bonitas fotos.
Seguimos bordeando el río y subimos de nuevo a las montañas para disfrutar de unas maravillosas vistas del lago. Llegamos al Col de Forclaz, donde hay un restaurante justo en el borde del acantilado con unas vistas escandalosas de todo el lago desde este su extremo sur. Seguimos nuestro recorrido y bajamos de nuevo al nivel del lago hacia el bonito pueblo de Talloires. A medio camino, en el pequeño pueblo de Vérel, dejamos el coche en un aparcamiento señalizado y nos dirigimos a las cascadas de Angon. Se llega en poco más de media hora y el lugar es precioso no solo por la cascada sino por las vistas hacia el lago desde las mismas. El sendero desciende desde el aparcamiento cómodamente cerca de unas granjas pero al final llegamos a un camino excavado en el propio acantilado de la roca – protegido con barandillas – y bastante resbaladizo. Este camino pasa por detrás de la propia cascada, y siguiendo un poco más el camino llegamos a un punto donde se puede ver la mayor parte de la misma. Sin embargo aunque la cascada no sea la más espectacular que he visto, su ubicación, las vistas y el pintoresco camino que nos llevó hasta la misma hacen del sitio una visita imprescindible si nos encontramos en la zona.
Después seguimos hacia Taillores, que es un bonito pueblo por el que estuvimos paseando. El Chemin de Quoex nos llevó hasta una pequeña bahía en la orilla del lago. Las vistas hacia las montañas del otro lado del lago son impresionantes. El paseo por la orilla de la pequeña bahía es realmente agradable. Pasamos por varios hoteles y una antigua abadía. Este pequeño pueblo es un resort de lujo en el que parece que veranean diferentes famosos. Hasta las formaciones rocosas sobre las montañas en el lago son realmente pintorescas, conocidas como los Dents de Lanfon. Tras un agradable paseo nos dirigimos al vecino pueblo de Angon.
En Angon nos encontramos con otro pueblecito a orillas del lago y también una pequeña playa. El principal atractivo de este pequeño pueblo son sin embargo las cascadas que ya habíamos visitado. Así que sin perder mucho tiempo seguimos hacia el norte hasta Menthon Saint-Bernard. Es otro precioso pueblo con un paseo junto al lago donde podemos pasar por el embarcadero y ver algunas casas preciosas, con las vistas hasta el otro lado del lago. Tras un paseo subimos al castillo del pueblo, un precioso edificio en una terraza con fantásticas vistas al lago. El edificio por fuera es precioso con sus diferentes torreones. No entramos a visitarlo porque teníamos otros planes pero merece la pena en cualquier caso la subida por las vistas y por el propio edificio que se puede ver perfectamente desde fuera.
Nuestro recorrido por el lago concluyó en otro de los pueblos de la orilla este, Veyrier du Lac. En la calle principal se pueden ver algunas casas interesantes como la propia iglesia. Bajamos a la zona del lago donde nuevamente no encontramos con un embarcadero y una bonita zona lacustre con preciosas vistas. Esta zona es muy agradable para pasear por lo pintoresco del lago, las montañas y las embarcaciones amarradas a pequeños embarcaderos de madera. Éste fue el último pueblo que visitamos pero nos quedó tiempo para llegar al Monte Verrier, una mole de unos 1300 metros muy cerquita de Annecy. Llegamos en coche por el “col des contrebandiers”. Desde allí un pequeño paseo conduce a los diferentes y espectaculares miradores sobre el lago. Uno de los más interesantes es el señalizado como Talabar. Tras esta fantástica vista de la parte norte completamos nuestro recorrido del lago y llegamos de nuevo a Annecy donde volvimos a cenar en otro restaurante y disfrutamos de nuestro último paseo nocturno por la ciudad.
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