Recorremos Holanda más allá de Amsterdam

Ya conocíamos las principales ciudades de Holanda: Amsterdam, La Haya y Rotterdam. Pero siempre nos habíamos quedado con el gusanillo de volver para visitar otra parte más desconocida de Holanda, con sus pequeños pueblos y verdes paisajes, así que decidimos hacer este viaje para descubrir un buen número de esos lugares más desconocidos y nos quedamos maravillados de los tesoros que esconde este pequeño país.

DÍA 1: Maastricht – Hoensbroek - Elsloo

Viajamos en coche desde Bilbao a Holanda haciendo escala en París. Nuestro primer destino fue la pequeña ciudad de Maastricht en el sur del país. Es una bonita ciudad a orillas del río Maas, por la que es muy agradable pasear. El centro histórico es pequeño y se visita bastante rápido. Empezamos por la céntrica plaza donde se encuentra la bonita basílica de St. Servaas. Allí mismo hay un aparcamiento y dejamos el coche. Es una plaza realmente amplia y rodeada de casas bajas muy bonitas, además de los monumentales edificios de la basílica, un precioso teatro neoclásico y una iglesia con una enorme torre roja. Visitamos la basílica que tiene un interior adornado por diferentes frescos. En la zona centro hay una buena colección de iglesias. También hay otra basílica que pudimos visitar, la Onze-Lieve-Vrouwebasiliek con una cripta que nos gustó mucho, y donde se pueden ver los cimientos de una torre romana. Esta basílica está muy cerca del río ya. Estuvimos callejeando por las calles anexas a esta plaza donde hay multitud de comercios y es una zona muy agradable de calles empedradas. Destaca especialmente la Grote Saat, donde además vimos una curiosa librería en una antigua iglesia. Aunque no hay grandes monumentos aparte de las iglesias, merece la pena dedicar un tiempo a descubrir estas calles pues sí que hay rincones encantadores.

Maastricht, Catedral
                                                                                                                            Catedral de Maastricht

Bajando hacia el sur por la calle Hondstraat llegamos a otra iglesia que ahora funciona como Biblioteca y muy cerca de allí podemos encontrar los mejores restos de las murallas de Maastricht, la impresionante puerta de Helpoort y la torre de Pater Vink. Es una zona verde que se encuentra muy próxima al río. Remontando el río por el paseo hacia el norte llegamos a la plaza del Markt, donde se levanta el monumental edificio del ayuntamiento. Esta plaza también es muy interesante con bonitos edificios y callejuelas que la rodean. La zona del río aquí es muy agradable con un amplio espacio para pasear donde abundan las terrazas. La carretera se ha soterrado y es una zona peatonal donde se puede pasear y disfrutar de las vistas sobre el río. Desde allí cruzamos al otro margen del río a través de un bonito puente, el puente de Sant Servaas, una bonita construcción de piedra de 7 arcos. Al otro lado del río nos encontramos con una zona también de callejuelas empedradas aunque más residencial y con  algún otro comercio. Las vistas sobre el otro lado del río son muy bonitas. Fuimos paseando hacia el sur callejeando y sobre todo por la orilla hasta llegar al siguiente puente, éste un puente ya más moderno, que se abre a una amplia plaza, la Plein 1992. Cruzamos por el puente peatonal, el Hoge Brug, que ofrece preciosos panoramas de la ciudad y sus torres y ya desde allí volvimos al punto de partida.

Tras la visita nos dirigimos al cercano pueblo de Hoensbroek  donde pudimos visitar el precioso castillo, con sus pintorescas torres y en un emplazamiento natural precioso, rodeado de un pequeño lago. En el pueblo no hay nada más que ver pero la visita al precioso castillo que hoy alberga un centro cultura merece la pena. Tras esto, nos desplazamos al cercano Elsloo, donde nos alojamos tras una corta visita por las callejuelas cercanas al castillo, que en realidad es un palacete.

Castillo de Hoensbroek
                                                                                                                          Castillo de Hoensbroek

DÍA 2: Thorn, Heeswijk - s’Hertogenbosch

Al día siguiente viajamos a Thorn, un precioso pueblo, de los más bonitos del país, formado por callejuelas empedradas con casas completamente blancas, algo muy distinto de todo lo que uno se espera encontrar en Holanda. Es un pueblo realmente pintoresco en un entorno natural de prados verdes y canales, realmente encantador.  Las callejuelas empedradas están rodeadas por casas blancas. Solo rompe ese color la bonita iglesia del pueblo.  Hay además una especie de camino de ronda por los alrededores que te permite tener vistas más generales del pueblo. La parte vieja del pueblo, que es la que interesa, la recorrimos en poco tiempo porque son muy pocas calles y hay muy poca actividad es un pueblo muy solitario.

Thorn
                                                                                                                                 Callejuela de Thorn

Tras Thorn pudimos ver el precioso castillo de Heeswijk, otra espectacular muestra de los castillos que se pueden ver por Holanda, también rodeado por agua. Visitamos el castillo que tiene un museo y te llevan por varias estancias pero lo realmente bonito es el edificio en sí mismo. Además se puede recorrer todo alrededor sin necesidad de entrar. Al edificio principal se accede desde uno secundario que es donde está la entrada, por un bonito puente. En el primer edificio podemos ver unos jardines en un recinto amurallado.

Heeswijk
                                                                                                                                Castillo de Heeswijk

Muy cerca de allí nos dirigimos a la población de s’Hertogenbosch. La zona vieja es realmente preciosa. Hay un canal que discurre en parte por debajo de la ciudad bajo edificios que hacen de puentes. Paseando por el centro pudimos ver diferentes edificios medievales, la iglesia y el propio ayuntamiento. Todo está muy cerca y se puede recorrer en poco tiempo. Empezamos en la plaza principal donde podemos encontrar una estatua de El Bosco frente al impresionante edificio neoclásico del ayuntamiento. También allí se puede ver un bonito pozo medieval. Rodeando la plaza hay numerosos edificios preciosos con su típico tejado escalonado como los de Amsterdam. En uno de ellos entramos a la oficina de turismo que nos sugirió una ruta para visitar la ciudad. Además hicimos una pequeña excursión en bote por el canal interior de la ciudad – Binnen Dieze-, lo que resultó ser todo un acierto. Atraviesas algunas zonas bajo edificios, puentes muy bajos, y vimos fragmentos de las murallas. Sin duda una experiencia diferente y muy recomendable, ya que es un estrecho canal que en muchos tramos pasa completamente inadvertido si vas haciendo la visita a pie.

s’Hertogenbosch
                                                                                                                      Plaza de s’Hertogenbosch

Hicimos también el recorrido que va por la mayoría de las callejuelas del centro y vimos la iglesia de Sint Jan (San Juan). Merece la pena  entrar para ver las vidrieras y las numerosas obras de arte que alberga. En la cercana calle de Hinthamerstraat se pueden ver algunos edificios muy interesantes y además es una de las arterias principales del casco histórico, muy animada con todo tipo de comercios y bares. Todo el centro histórico es muy agradable para pasear, ya que aun no siendo totalmente peatonal, son calles empedradas con muchas restricciones de tráfico. Y como ya se hacía de noche cenamos en una animada zona de bares y cafés cerca del canal, en la zona de Uilenburg.

DÍA 3: Heusden-Dordrecht-Kinderdijk

El día siguiente lo empezamos en Heusden, un pueblo fortificado muy bien conservado. Aquí pudimos ver los primeros molinos tan típicos en Holanda, perfectamente integrados en el pueblo fortaleza y también los típicos puentes levadizos. Recorrimos los muros y puertas de la ciudad e hicimos numerosas fotos.  Toda la zona fortificada se encuentra rodeada por agua y por un pequeño puerto, que ofrecen numerosos rincones para fotografiar. Heusden es uno de los pueblos más bonitos que vimos en Holanda. Los muros, las casas de ladrillo, los fosos, y las puertas que se conservan de la ciudad (Veerport y Waterpoort) forman un conjunto realmente pintoresco. Todo el perímetro está rodeado por un foso en forma de estrella que se puede apreciar desde la zona alta de las murallas. En la zona norte del pueblo, la que da al canal que pasa por esta zona del país, hay un pequeño puerto, y allí se pueden ver un par de preciosos molinos –uno de los símbolos de Holanda -, algunos cañones, un precioso puente levadizo de estilo holandés y vistas hacia el canal. Es una zona preciosa para pasear y disfrutar de la tranquilidad de este rincón tan pintoresco. Todo el pueblo está formado por casas de ladrillo  rojizo realmente preciosas.

Heusden
                                                                                                  Molino y puente levadizo en Heusden

Después seguimos nuestro viaje hasta Dordrecht, una interesante y pequeña ciudad. Tiene un bonito puerto donde hay muchos edificios pintorescos, entre ellos algunos almacenes portuarios,  y una iglesia enorme que destaca sobre las bajas casas. Paseamos por la zona del puerto y las calles interiores, que llevaban hacia un canal también interior. Además de la iglesia – la Grote Kerk -y los edificios se conservan algunas cosas interesantes como varias puertas de la ciudad. La puerta principal de la ciudad – Groothoofdspoort -, situada en el extremo norte de la zona de canales, ofrece preciosas vistas. Desde la iglesia fuimos paseando por el exterior de la ciudad, por la orilla del canal principal, pasando por varios puentes ya que hay una zona similar a una isla. Después paseamos por la zona interior donde hay dos canales que discurren más o menos paralelos jalonados por numerosas casas preciosas y también los bonitos barcos añaden encanto al paseo. La pequeña plazoleta de Botermarkt ofrece bonitas vistas a estos canales interiores. El puente Nieuwbrug también cruza uno de estos canales y nos regala preciosas vistas. En el extremo norte de la zona de canales hay un precioso edificio con una gran cúpula y que mediante un pasadizo – la Groothoodfdspoort – nos da acceso a un bonito puente levadizo y hacia el este a la zona de la terminal de ferries. Esta zona de los canales es la más bonita de la ciudad. Luego paseamos hacia el centro donde hay calles agradables pero sin nada especialmente reseñable.

Dordrecht
                                                                                                                                                 Dordrecht

Dejamos Dordrecht y nos dirigimos hacia Kinderdijk, uno de los lugares donde mejor se pueden observar los típicos molinos holandeses. De hecho fueron declarados Patrimonio de la Humanidad. Se visitan caminando por un sendero muy agradable a orillas de un canal, en cuyos márgenes se van sucediendo los molinos. El lugar es muy bonito y especial, ya que hay un montón de molinos – hasta 19 según el folleto - y además el entorno natural está perfectamente preservado. Es una de las imágenes que mejor recuerdo del viaje. El paseo a lo largo del recorrido señalizado es una verdadera gozada y las oportunidades de fotos espectaculares se suceden una tras otra. Tras estas visitas y cenar algo en un  restaurante cercano al recinto de los molinos nos desplazamos a la costa sur de Holanda, donde hay enormes playas que se suceden una tras otra. Pero eso sería el día siguiente.

Kinderdijk
                                                                                                                                                 Kinderdijk

DÍA 4: Zierikzee-Domburg-Westhove-Westkapelle-Middelburg

Empezamos la visita a la costa por Zierikzee, un bonito pueblo con numerosos edificios antiguos, un bonito puerto y como no, los típicos puentes y molinos. Aquí pudimos ver también varias antiguas puertas de la ciudad –Nobelpoort, Noordhavenpoort y Zuidhavenpoort-, unas altas construcciones de planta cuadrada y una buena altura realmente pintorescas.  Son las construcciones que más destacan en esta histórica población holandesa, con sus características torres coronadas por tejados cónicos. Todo el pueblo está rodeado por canales y en un punto un canal se prolonga dando salida al mar. Estuvimos paseando por la zona del canal tanto en el puerto nuevo como  en el puerto viejo. Además de los puentes levadizos en los cruces de canales y los imponentes torreones de las puertas nuevamente las embarcaciones dan mucho encanto al paseo. Las callejuelas laterales son encantadoras también con casas y fachadas muy bonitas. También vimos la bonita iglesia de St-Lievenskerk.

Seguimos hacia el sur por la costa atravesando la maravillosa obra de ingeniería de diques y barreras que protege a Holanda del mar – es un país prácticamente plano y muy expuesto a los embates del mar-. Hicimos varias paradas para contemplar algunas de las  construcciones y finalmente llegamos a Domburg, un pueblo de veraneo al estilo holandés. Hay una zona de dunas preciosa por donde pudimos pasear y subir a un mirador con fantásticas vistas de la costa y el pueblo, se llama Hoge Hil. Lo más interesante del pueblo es la franja costera, con la enorme playa y lgunas casas interesantes que se pueden ver justo allí, en primera línea. En el pueblo justo en la playa destaca un edificio impresionante que es un hotel y en las afueras pudimos ver, aunque no entramos, otro espectacular castillo, el Westhove. Seguimos por la carretera de la caosta hasta otro bonito pueblo, Westkapelle, donde hay un espectacular faro antes de llegar por la costa a la población. La carretera discurre por aquí elevada en una especie de barrera que protege la tierra del mar nuevamente. Aquí nuevamente paseamos por la playa y las dunas, el pueblo en sí no tiene demasiado interés, pero un paseo junto al mar en una zona muy bien conservada siempre se agradece.  

Vistas desde Hoge Hil en Domburg

Finalmente acabamos el día en Middelburg. En su casco antiguo destacan dos edificios: el espectacular ayuntamiento y la abadía. Dejamos el coche al otro lado del canal que rodea la zona centro, más o menos circular, y nos dirigimos a la  plaza principal donde se encuentra el espectacular ayuntamiento de la ciudad. De allí hicimos un recorrido circular por el casco antiguo por callejuelas empedradas – no todas peatonales – y vimos algún precioso edificio como la antigua casa de la guarda de St-Jorisdoelen muy cerquita ya de la abadía. La abadía se puede visitar y alberga un museo pero a la hora que llegamos ya estaba cerrada. Allí mismo hay una iglesia con una torre muy alta de casi 100 metros.  Tras este recorrido circular por la zona vieja nos dirigimos al muelle de Londres, en el canal. Allí estuvimos paseando hacia el este por una zona de canales bastante agradable, Damplein,  con muchas casas bajas y embarcaciones de todo tipo. Un paseo por la zona vieja y una cena rápida fue realmente agradable y un gran final para otro día de viaje muy completo.

Middelburg
                                                                                                                                               Middelburg

DÍA 5: Delft – Scheveningen – Utrecht - Muiden

El día siguiente deshicimos nuestros pasos y retomamos la dirección norte, llegando a la ciudad de Delft. Es una preciosa ciudad con calles de elegantes casas alrededor de sus canales. El centro es una enorme plaza con el bonito ayuntamiento en un lado y una iglesia con una enorme torre en el otro, la Nieuwe Kerk. El ayuntamiento es uno de los edificios más bonitos que vimos en Holanda. Llegamos en día de mercado y toda la plaza estaba cubierta con puestos de productos locales. Subimos a la torre de la iglesia desde donde hay unas vistas espectaculares de la ciudad. Prácticamente al lado de esta iglesia hay otra iglesia, la Maria van Jesse, la iglesia católica con un interesante interior. Tras esto recorrimos las diferentes calles que bordean los pintorescos canales. Toda la zona es realmente bonita con muchas casas preciosas muy bien conservadas. Cerca de la iglesia principal fuimos a la Oude Kerk, que alberga algunas tumbas importantes. Para llegar allí recorrimos la calle Oude Delft con numerosas casas de estilo renacentista preciosas. La zona de canales es bastante amplia y la más bonita que vimos en los diferentes ciudades holandesas. Los canales son estrechos y las casas están muy pegadas a los canales, cruzados por puentecitos en ciertos puntos. Dedicamos varias horas a pasear por las callejuelas disfrutando del ambiente y disfrutando del ambiente en los comercios y en la plaza central. Al este de la plaza llegamos hasta la Oostport, una preciosa puerta de entrada a la ciudad adyacente al canal. Éste es uno de los  lugares más pintorescos de la zona vieja.

Vistas desde la torre de la catedral de Delft
                                                                                         Vistas desde la torre de la catedral de Delft

Tras Delft seguimos hacia el norte por la costa hasta la población de Scheveningen. Es un gran centro de vacaciones cerca de La Haya pero que conserva su encanto. Paseamos por su pequeño puerto y por su larga playa de arena. Allí visitamos un enorme muelle que se adentra en el mar con un diseño realmente espectacular, con zonas de restaurantes, cafeterías, y hasta una noria, al más puro estilo de Santa Mónica en los Ángeles. La verdad es que pasear hasta el extremo del muelle y disfrutar de las vistas fue una gozada. En el centro de la playa hay un gran edificio clásico, el Kurhaus,  que pertenece a un hotel. Aunque es esencialmente un centro de vacaciones con grandes bloques de apartamentos y lo típico en estos casos, la  zona del paseo perpendicular al muelle tiene bastante encanto y estuvimos un tiempo paseando por allí. Seguimos por la costa hacia el norte y atravesamos grandes extensiones de los famosos campos de bulbos. El colorido parecía fantástico pero el tiempo había empeorado y nos cayó una buena tromba de agua que nos impidió disfrutar del espectáculo.

Scheveningen
                                                                                                                         Muelle en Scheveningen

Nuestra siguiente parada fue la preciosa ciudad de Utrecht. Empezamos la visita en la plaza Domplein. En la plaza se encuentran los edificios más emblemáticos de Utrecht: la entrada actual al Domkerk y a su claustro ajardinado –Pandhof Domkerk–, la Domtoren, el que fue el campanario de la iglesia, y el Academiegebouw, un edificio del rectorado de la Universidad. La Torre Dom es la torre más alta de la Holanda y el símbolo de la ciudad. Es lo que queda de una antigua catedral que quedó partida por la mitad y su otra parte se ve en el otro lado de la plaza. Subimos a la torre de la catedral – la entrada no es barata y hay muchas muchas escaleras hasta la cúspide -  para disfrutar de una panorámica de la ciudad. La verdad es que como las casas son bajas parece incluso que estás mucho más arriba de los 95 metros que tiene el mirador pero las vistas son excelentes. Alrededor de la catedral hay numerosas callejuelas en las que hay mucho comercio y casas preciosas. Muy cerquita accedimos al canal principal que recorre la zona vieja de norte a sur. Es distinto al de otros pueblos holandeses. El agua discurre por la zona baja como un río y a ambos lados hay un paseo elevado jalonado por todo tipo de bares y restaurantes. Es una zona muy animada. Este canal es el eje de la ciudad y lo recorrimos tanto hacia el sur como hacia el norte. Hacia el sur está la zona de los museos, una zona muy agradable, más arbolada y con diferentes museos que no pudimos visitar por tiempo. Aquí pudimos ver una gran colección de edificios típicos holandeses, pequeñas tiendecitas, y patios y callejones escondidos. Hacia el norte está la zona más céntrica y animada. Llegamos a la Stadhuisbrug, una plaza por encima del canal y donde confluyen varias calles. El canal sigue hacia el norte entre las paredes de las bonitas casas de ladrillo y con sucesivos puentes desde donde sacar buenas fotografías. A medida que avanzas hacia el norte ya empiezas a entrar en la parte más nueva de la ciudad, por lo que nos dimos la vuelta. Otra de las cosas que nos sorprendió es la variedad de cafeterías que hay en esta zona con decoraciones de lo más variopintas. Además si en general en Holanda hay muchísimas bicis en Utretch es increíble. Había muchísima gente en bici y multitud de ellas apiladas en determinadas zonas. Ya de vuelta al coche vimos la zona de la estación donde están levantando unos edificios ultramodernos y enormes, de los cuales uno de ellos, que debía ser el edificio de la estación en sí era impresionante. Una zona en obras y fuerte contraste a la zona vieja que acabábamos de visitar.

Domtoren en Utrecht
                                                                                                                              Domtoren en Utrecht

 Finalmente nos dirigimos a Muiden, una agradable población con un bonito castillo, que sin embargo no pudimos visitar por la hora y tuvimos que conformarnos con ver desde lejos, ya que el exterior no es accesible sin pagar la entrada.

DÍA 6: Zaanse Schans – Edam – Volendam - Enkhuizen

El nuevo día nos llevó a Zaanse Schans, una zona donde se pueden ver una serie de molinos tradicionales elevados sobre postes sobre casas típicas de madera.  Es otro de los lugares especiales que visitar en Holanda, ya que estos molinos se encuentran junto con edificios de madera muy pintorescos formando un todo, y además junto al canal. El conjunto es realmente pintoresco y para poder verlo mejor hicimos  un pequeño recorrido en barco. Una vez a pie, las mejores vistas del conjunto se obtienen desde un puente levadizo, el Julianabrug. Desde aquí las vistas son algo lejanas pero es el mejor sitio para tener una visión de conjunto. Después ya entramos en el  complejo y vamos visitando por un agradable sendero junto al canal los diferentes molinos, donde incluso se puede ver uno por dentro. El camino es muy agradable y a cada poco nos fuimos parando para sacar fotos de los diferentes molinos. Allí mismo hay varias tiendas de artesanía, souvenirs, queserías… está todo muy bien montado, recreando la vida de un pueblo holandés clásico. Además hay un museo donde pudimos ver la historia de la región y de los molinos.

Zaanse Schans
                                                                                                                                         Zaanse Schans

Tras la visita nos dirigimos a la turística población de Edam. Esta población es sobre todo famosa por su queso como se puede comprobar en sus numerosas tiendas aunque también tiene edificios y rincones interesantes. Pudimos ver el mercado de quesos en una bonita plazoleta pero estaba cerrado, solo debe abrir en verano. El centro neurálgico del pueblo es la zona del museo, donde en una plaza se encuentra el propio museo unas terrazas y un bonito puente sobre el canal, además de algún otro edificio interesante. El canal adyacente, Nieuwe Haven, cuenta con varios de los puentes típicos holandeses y estuvimos paseando por la zona disfrutando de las agradables callejuelas. Más atrás – hacia el interior - en este mismo canal encontramos un bonito rincón en el Kwakelbrug, un precioso puente peatonal en una zona de cruce de canales. También hay una iglesia interesante, la Grote Kerk, sobre todo por sus vidrieras.

Después nos desplazamos a la vecina Volendam, en la costa. A pesar de ser un pueblo muy turístico es realmente encantador. La calle que bordea su línea costera es preciosa con numerosos edificios típicos de madera de colores que crean un conjunto realmente precioso. El pequeño puerto es precioso, merece la pena recorrer cada metro del mismo. Nosotros lo hicimos y no paramos de sacar fotos. Las embarcaciones, el diseño del  propio puerto y las casitas que lo rodean forman un conjunto impresionante. Por supuesto no faltan los puentes típicos en los canales como en Edammerweg, que cuenta con dos bellos ejemplos. Las callejuelas del interior son también muy interesantes y pasamos un buen rato descubriendo sus diferentes rincones. Todas las casitas son preciosas y están supercuidadas.

Volendam
                                                                                                                                                 Volendam

Para terminar otro gran día viajamos a Enkhuizen, más al norte, otra población costera con interesantes edificios. También hay un interesante museo que contiene barcos en botella y se encuentra justo en el edificio de válvulas de la esclusa, muy cerca de la entrada del puerto. Lo tuvimos que ver muy rápido ya que la hora de cierre se nos echaba encima. Aprovechamos lo que quedaba de día para disfrutar del bonito pueblo. La parte más interesante está en la entrada del puerto donde un canal se divide en dos y además del preceptivo puente levadizo  hay un bonito edificio en forma de torre conocido como el Drommedaris. Estuvimos paseando por los dos canales que parten del mismo disfrutando de los barcos – clásicos – y de las casitas a ambos lados del canal.

Enkhuizen
                                                                                                                                                 Enkhuizen

DÍA 7: Marken – Amsterdam - Amersfoort

El día siguiente visitamos el precioso pueblo costero de Marken. Es otra de las visitas típicas cuando uno va a Amsterdam. Es un pueblecito de pescadores más auténtico que los que habíamos visitado porque es realmente tranquilo y no hay muchos turistas. Se encuentra en una isla dentro del lago Markermeer aunque hay una carretera construida por encima del agua para llegar en coche. Desde el aparcamiento  accedemos al pueblo por un  puente levadizo tradicional y vamos recorriendo las estrechas callejuelas, con preciosas casas de piedra y de madera. Callejeamos un poco porque hay rincones realmente bonitos, ideales para fotografiar. Y nos abrimos camino hasta el pequeño puerto. El puerto es precioso y mucho más relajado que el de Volendam. El puerto tiene forma rectangular y lo recorrimos de arriba abajo. Es realmente encantador con la mezcla de casitas de madera verdes y las embarcaciones tradicionales de madera. Un lugar fantástico. De vuelta al aparcamiento seguimos callejeando por la zona que se encuentra justo detrás del puerto, que es la que más merece la pena, pues los canales y calles son estrechas y hay muchos rincones preciosos.

Puerto de Marken
                                                                                                                                    Puerto de Marken

Y después buena parte del día lo dedicamos a Amsterdam. Como ya hemos dicho ya lo conocíamos, pero no  pudimos resistir la tentación de pasar algo más de medio día en la preciosa ciudad de los canales. Hicimos un concentrado recorriendo los principales canales y puntos de interés, pero nonos extenderemos aquí, ya que en breve dedicaremos un post específico a Amsterdam. Recorrimos los principales canales, la zona del puerto, y también dimos un paseo por el barrio de los museos. Fue un día maravilloso, a pesar de que ya conocíamos todos los lugares, pero siempre se descubre algún rincón nuevo que merece la pena.

Tras esta visita rápida a Amsterdam nos dirigimos a Amersfoort. Tiene un centro muy compacto y bonito, rodeado por un canal circular. Aparcamos cerca de la entrada norte, en la espectacular Koppelpoort, una impresionante puerta de entrada a las murallas bajo la cual pasa el canal. Tras pasar la puerta enseguida topamos con un  museo, el Flehite, al que se accede por una pasarela sobre el canal. Seguimos el canal hacia la izquierda y avanzamos por una estrecha callejuela con casas muy bonitas, la calle Muurhuizen, y después nos desviamos a la céntrica plaza de Hof. Esta plaza es bastante amplia y está rodeada por edificios preciosos y terrazas además de una enorme iglesia, la de Joriskerk.  Desde la plaza seguimos por las callejuelas hasta la zona sur del canal circular donde se levanta una impresionante torre de lo que debió ser una antigua iglesia, la Onze Lieve Vrouwetoren. Y siguiendo el trazado del canal llegamos a otra de las puertas de las antiguas murallas, la Waterpoort, del estilo  de la que ya habíamos visto al principio pero menos espectacular. El casco viejo de Amersfoort es realmente bonito y acabamos cenando en la plaza de Hof.

Puerta de Amersfoort
                                                                                                       Puerta Koppelpoort de Amersfoort

DÍA 8: Kampen – Urk - Giethoorn

Tras este paréntesis en el viaje pusimos rumbo norte y llegamos a la bonita ciudad de Kampen, en la ribera de río Ijssel. Es una ciudad de cierto tamaño y eso se notaba en el tamaño de las casas. Aparcamos cerca del puente Stadsbrug, un curioso puente que ofrece vistas maravillosas hacia una línea de preciosas casas con un muelle cubierto por espectaculares barcos de gran tamaño, todos ellos clásicos. Dimos un paseo por el muelle con una amplia zona peatonal donde había numerosas terrazas y disfrutamos de los barcos y de bonitas vistas. Al final del recorrido en el interior vimos la iglesia de O.L. Vrouwe kerk y deshicimos el camino por las calles interiores donde pudimos ver diferentes monumentos un bonito canal interior, el edificio del teatro, y más iglesias. También pudimos ver las tres espectaculares puertas que se conservan de las murallas de la ciudad dos de ellas hacia el oeste, más allá del canal interior.

Kampen
                                                                                                                                                    Kampen

Media hora al norte nos encontramos con Urk, un pintoresco pueblo pesquero muy típico con calles estrechas, donde estuvimos paseando sobre todo por el puerto. Vimos varias iglesias y el faro, justo en la punta del puerto, en un edificio también muy bonito. La parte más interesante es el puerto y la calle que lo bordea. Este pueblo fue el pueblo costero  que más nos gustó. No por nada en especial, pero el animado puerto con sus hileras de casas y además la ausencia total de turistas le daban un aire especial.

Tras disfrutar de su encanto llegamos a otro pueblecito muy peculiar: Giethoorn. Este pequeño pueblo está compuesto por una serie de edificios típicos rurales, comunicados por canales y numerosos puentes, al estilo de Venecia. Aunque hay una parte que se puede recorrer a pie la mejor forma es hacerlo en barco. Es realmente sencillo, ya que pudimos alquilar un pequeño barco eléctrico con el que hicimos una ruta por los canales y el lago que está junto al pueblo. Lo manejas a tu antojo, y es una gozada, una verdadera experiencia recorrer los canales a tu aire, disfrutando de la tranquilidad y las pintorescas casas. Cada casa es diferente y hay muchos puentes peatonales por los que pasas debajo. Al principio se hace un tanto extraño llevar el bote eléctrico por los canales estrechos, pero en cuanto te haces ya puedes disfrutar de las vistas sin preocuparte del bote. Una vez acabada la excursión en barco dimos un paseo por las partes en las que se podía ir a pie para ver una nueva perspectiva del pueblecito. Aquí también se disfruta de casas con techos de paja especialmente por el camino de Molenweg que pasa por la parte más profunda del  pueblo y la más interesante a la vez. Una hora más en coche y llegamos hasta Hindeloopen, aunque ya lo visitaríamos el día siguiente pues nos quedábamos sin luz.

Canales en Giethoorn
                                                                                                                             Canales en Giethoorn

 

DÍA 9: Hindeloopen – Harlingen – Leuuwarden - Dokkum

Hindeloopen es también un pueblo precioso, cuenta con una serie de pintorescos canales y bonitos edificios rurales por los que es una maravilla pasear. La estampa más típica es una construcción junto a la esclusa que da paso al canal interior y que tiene una especie de campanario de madera. La parte exterior del pueblo está rodeada por una barrera cubierta de hierba que lo protege del mar y que ofrece bonitas vistas del pueblo y del mar. Estas barreras es algo que nos resultó muy curioso, pero son muy comunes en los pueblos expuestos al mar, y es que  no en vano estamos en los Países Bajos.  La zona del puerto cercana a Het Oost es la más bonita, una zona pequeña y recogida con  edificios de madera muy pintorescos en la orilla del mar. Primero bordeamos por la costa el pequeño pueblo desde el promontorio que lo rodea y luego  callejeamos viendo interesantes casitas. La zona más pintoresca es la que se observa desde el puente en la calle Wipbrugsteeg, en el canal principal.

Puerto de Hindeloopen
                                                                                                                           Puerto de Hindeloopen

Continuamos con el viaje más al norte, hasta Harlingen. Esta es otra población costera pero de bastante mayor tamaño a las que habíamos visitado anteriormente. En su puerto pudimos ver una gran actividad de ferrys. La parte del puerto es realmente bonita, con numerosos edificios antiguos bien conservados, y diferentes monumentos. Para ser un puerto de ferrys es un lugar con mucho encanto y agradable, nada que ver con lo que te puedes esperar en un gran puerto. Estuvimos callejeando un rato por esta parte y pudimos ver rincones realmente pintorescos. El faro y el ayuntamiento son otros dos edificios destacados que añaden encanto al conjunto de casitas y viejos almacenes que pudimos recorrer.  Aparcamos en el canal Zoutsloot, un bonito canal estrecho y con casas de ladrillo típicas a ambos lados. Desde allí fuimos hasta la zona del puerto, la más interesante del pueblo. Las mejores vistas se tienen desde el Waddenpromenade, en concreto de la terraza de una especie de faro anexo a un restaurante en la punta del paseo. Desde allí se ven los bonitos edificios que rodean el puerto, los puentes levadizos y las embarcaciones clásicas, una vez más espectaculares como en muchos de los puertos holandeses. Parecen barcos sacados de otra época. Una vez recorrido todo el perímetro del puerto y de sacar un montón de fotos nos fuimos a pasear por el canal de Noorderhaven: más barcos, puentes y un entorno muy agradable. El canal se va estrechando y pasamos por varias zonas de esclusas y puentes hasta llegar a la intersección con canal mayor que bordea la zona centro. Bordeamos ese canal por un paseo arbolado y zonas verdes hasta llegar al canal Zuiderhaven, que de nuevo nos conduciría a la zona del puerto y a la preciosa plaza de Grote Bredeplaats.

Ferry en Harlingen
                                                                                                                                  Ferry en Harlingen

Tras la visita seguimos hasta Leeuwarden, donde encontramos una zona de canales y edificios antiguos interesante, pero que tampoco aportaba mucho a lo que ya habíamos visto, así que no nos entretuvimos demasiado y seguimos hasta nuestro destino final de ese día: Dokkum. Éste es un bonito pueblo donde pudimos pasear por sus canales y callejuelas y donde lo que más nos gustó fueron dos preciosos molinos de los elevados sobre postes, que además iluminaban por la noche y quedaban realmente espectaculares. Se encuentran en la zona de las antiguas murallas de la ciudad. En concreto están en los vértices de las antiguas murallas en un islote separado por un canal de la zona principal de la población. El canal que alberga los molinos es el Baantjegracht. Se puede ir rodeando este islote por un paseo muy agradable junto al canal y ver ambos molinos. La zona más bonita es la del canal que separa el islote de la ciudad, el canal Klein Diep, donde hay varios puentes y una plazoleta con preciosos edificios de tejado escalonado. Siguiendo aquí hacia el norte la calle Hoogstraat pasamos por dos iglesias y una zona bastante animada de comercios. También paseamos por la paralela y peatonal calle Grote Breedstraat, una zona más espaciosa y con comercios. Allí de hecho cenamos para acabar el día.

DÍA 10: Zoutkamp - Orvelte

El último día de nuestro viaje solo nos dio tiempo a hacer dos visitas más: Zoutkamp y Orvelte. Zoutkamp es un diminuto pueblo de pescadores donde pudimos ver una buena colección de bonitos barcos clásicos y algunas casitas de pescadores realmente encantadoras. La visita se hace en muy poco tiempo ya que el pueblo en sí es realmente pequeño. Parte del encanto reside también en lo aislado del lugar. Esta zona de Holanda, la zona de Frisia y Groningen, está mucho menos habitada que el masificado centro y sur del país, por lo que se agradecía conducir por carreteras más solitarias entre suaves prados, muchas veces con caballos pastando. Se accede al pueblo por un puente levadizo en la carretera que nos da la mejor vista del puerto. El propio puerto con su muelle de madera y casitas tradicionales es una estampa preciosa.

Casas de pescadores en Zoutkamp
                                                                                                      Casas de pescadores en Zoutkamp

 Orvelte fue el último sitio donde nos dio tiempo a parar. Es una especie de museos al aire libre con numerosas granjas y edificios típicos donde se recrea la vida rural y los oficios de la zona. Es un lugar tranquilo, todo peatonal y muy pintoresco. Dimos un paseo por las diferentes callejuelas y la sensación era  como estar en una aldea de cuento parada en el tiempo, en silencio, sin coches y en un entorno natural precioso. Las casas son muy curiosas con grandes techos de paja de forma triangular que las cubren y las hacen parecer cabañas. Además la entrada al pueblo es gratuita, lo único que tuvimos que pagar fue el parking.

Sin entretenernos mucho más iniciamos nuestro largo viaje de vuelta, que contaría de nuevo con una escala esta vez en Amiens, en Francia. Aunque nos dejamos algún pueblo más en el tintero por falta de tiempo, el viaje fue increíble. Descubrimos una Holanda diferente y nos sorprendió la cantidad de lugares preciosos que hay en este país, así como la educación y amabilidad de los holandeses. Para alojarnos reservamos hoteles previamente desde aquí y la verdad que en general la relación calidad-precio es excelente.

 

DATOS PRÁCTICOS:

Cómo llegar: nosotros hicimos el viaje en coche aunque también se puede volar a Amsterdam y desde allí alquilar un coche.

Desplazamientos: El tráfico es muy denso en las carreteras principales y autopistas. Holanda es un país pequeño pero muy poblado. Hay muchos radares y controles de velocidad. Las autopistas son gratuitas.

Alojarse: reservamos todo desde aquí, combinando B&B con algún hotel. Los B&B en los que nos alojamos fueron espectaculares, mucho mejor que los hoteles, además los holandeses son extremadamente amables y grandes anfitriones.

Comer: los precios son más caros que en España, tanto en restaurantes como en supermercados para los días de picnic. Nosotros solíamos comer algo  rápido dónde nos coincidía y luego ya cenábamos más tranquilamente en algún bar o restaurante.

Clima: hicimos en viaje a finales de Abril, coincidiendo  con Semana Santa y la verdad es que hacía mucho frío sobre todo al atardecer y por las mañanas.

Principales puntos de interés durante el viaje: