Amsterdam, la esencia de Holanda

No es Amsterdam una ciudad de grandes monumentos, pero su bien conservado casco histórico y  los numerosos canales que recorren sus calles hacen que sea una de las capitales europeas con mayor encanto. Pasear por sus calles con las típicas fachadas holandesas en escalera y de ladrillo rojizo al borde de los canales o navegar a través de ellos es un auténtico deleite para los sentidos. Visitamos la capital holandesa aprovechando tres días libres, tiempo más que suficiente para dar un buen repaso a todos los atractivos de la ciudad.

Nos alojamos en las cercanías del parque Vondelpark, una zona muy agradable al sur del centro y donde los precios no son tan prohibitivos como en el centro. Para desplazarnos al centro  solo había que tomar un tranvía que en 10 minutos nos dejaba en el mismo centro. Después nos dedicamos a caminar todo el día, sólo usamos el tranvía para ir y venir del hotel. Las distancias son asumibles a pie y caminar por Amsterdam es una gozada. Siempre descubres algún rincón nuevo donde pararte a sacar una fotografía o simplemente disfrutarlo con calma.

DÍA 1:

Tras desayunar en el hotel – habíamos llegado la noche anterior – nos fuimos al centro y empezamos a visitar la  parte más antigua de la ciudad. Empezamos justo enfrente del impresionante edificio de la Estación Central de Amsterdam. Allí  vimos la preciosa torre la Schreierstoren y nos adentramos por el  canal  que allí empezaba, el Geldersekade. Fuimos paseando disfrutando de la arquitectura típica de Amsterdam hasta llegar a un primer puente, repleto de bicicletas, como toda la ciudad. Desde allí hay una buena vista hacia el sur, hacia el edificio del Waag en el Nieuw-Markt. Seguimos por el canal hasta llegar al precioso edificio con sus torrecillas. Es realmente pintoresco y detrás se abre una plaza abierta bastante amplia.

Niuewmarkt, Ammsterdam, Holanda, Canales
                                                                                                                                              Nieuw-Markt

Seguimos tras la plaza viendo más bonitas casas y pasamos por una iglesia, la Zuiderkerk, aunque ya no se usa como iglesia. Y llegamos a uno de los muchos cruces de canales que abundan por toda la  ciudad. Desde aquí hay vistas hasta otra torre en dirección al puerto. También allí se encuentra aquí la casa de Rembrandt, aunque no la visitamos. Retrocedimos en dirección norte por estos canales interiores y llegamos hasta la torre Montelbaanstoren, otro de los restos de las antiguas fortificaciones. Bajamos por el canal Oudeschans. Tras  pasar por una zona de grandes almacenes llegamos al ayuntamiento y a una plaza donde hay un mercado callejero.

Torre Montelbaanstoren con el NEMO al fondo, Amsterdam, Holanda
                                                                                    Torre Montelbaanstoren con el NEMO al fondo

Esta zona nos llevó a una de las zonas más bonitas de la ciudad: la zona de la Ópera. Aquí se juntan varios canales amplios y podemos contemplar lo más típico del paisaje urbano de Amsterdam: las preciosas fachadas de ladrillo con su terminación en escalera asomándose a los canales, y las barcazas que amarradas o navegando forman parte indispensable del decorado característico de la ciudad. Por cierto que algunas de estas barcazas amarradas en la orilla son viviendas y se usan como tal. El edificio de la Ópera es un moderno edificio circular con buena parte de su fachada acristalada y se puede observar desde los cercanos puentes que cruzan el canal. Aquí también vimos por fuera una sinagoga y el museo de historia judía.

Canal en la Ópera de Amsterdam, Holanda
                                                                                                                  Canal en la zona  de la Ópera

Siguiendo el río Amstel, paseamos por la zona de canales más al oeste de la ópera. Encontramos rincones maravillosos y fuimos paseando por canales hasta llegar a la zona del barrio rojo. Por el día no deja der ser más que una zona curiosa por la que pasear viendo numerosas sex-shops y tampoco mucho más. Eso sí, es de las zonas más concurridas de la ciudad y está siempre repleta de gente. Llegamos así a la Oude Kerk, una de las más importantes iglesias de Amsterdam. El interior es muy bonito y destaca sobre todo por su techo dorado, su órgano y algunas vidrieras con mucho detalle. Además pudimos subir a la torre y disfrutar de unas amplias vistas de la ciudad. Desde arriba se aprecian perfectamente las hileras de edificios típicos holandeses, aunque los canales no quedan a la vista.

Vistas desde Oude Kerk, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                          Vistas desde Oude Kerk

Estuvimos paseando por diferentes callejones, puentes y rincones de la zona vieja y empapándonos del paisaje. Otro de los elementos que nos encantó fueron los típicos puentes levadizos holandeses que se pueden ver por ejemplo en esta zona sobre la parte sur de los canales de Groenburgwal y Kloveniersburgwal. Amsterdam es una ciudad muy bulliciosa y el continuo trasiego de tranvías, bicicletas y barcos puede ser hasta mareante en algunas zonas.

Aluminiunbrug, Amsterdam, Holanda
                                                                                                    Aluminiunbrug en Kloveniersburgwal

De aquí nos dirigimos a la zona del Begijnhof, una zona que se construyó para albergar una comunidad religiosa y que hoy en día es un remanso de tranquilidad en el centro de Amsterdam. Las casitas que rodean un pequeño jardín son preciosas y aquí se puede ver la casa más antigua de Amsterdam. También una pequeña iglesia completa el conjunto por el que merece mucho la pena pasear. La plaza Spui justo al lado, es una agradable plaza donde también vimos un mercadillo de libos en este caso. La cercana calle Nes es una calle medieval que alberga varios teatros. Otro de los rincones más pintorescos de la zona. De aquí salimos a la calle Rokin, la principal avenida de esta zona de la ciudad. Allí podemos observar más y más maravillosos ejemplos de arquitectura holandesa. Y subimos por la calle hasta llegar a la plaza del Dam y el Palacio Koninklijk, el antiguo ayuntamiento de la ciudad. En frente un obelisco es el  Monumento Nacional. Pudimos visitar el palacio donde recorrimos varias estancias, salones lujosamente decorados… Y justo detrás del palacio hay un impresionante centro comercial en un vistoso edificio con dos pintorescas torres.

Plaza Dam, Holanda, Amsterdam
                                                                                                                                                 Plaza Dam

Al lado del palacio visitamos otra importante iglesia de la ciudad, la Nieuwe Kerk. Pudimos ver alguna vidriera y otras decoraciones. Detrás de la calle Rokin paseamos por la calle Kalverstraat, una de las zonas comerciales más importantes de Amsterdam. Seguimos paseando hacia el puerto y  allí vimos el edificio de la Bolsa, bastante austero, la preciosa iglesia de Sint Nicolaaskerk – con sus dos torres gemelas y un bonito interior - , y alguna otra iglesia más. Esta zona es en general menos pintoresca por la ausencia de canales, pero también hay  rincones preciosos para ver.

Sint Nicolaaskerk, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                     Sint Nicolaaskerk

Pasamos el resto del día callejeando y explorando algún canal que nos habíamos dejado. Nos entretuvimos en ver algunas tiendas y nos lo tomamos con mucha calma, simplemente disfrutando con más calma de otros  sitios por los que ya habíamos pasado a lo largo del día. Estábamos en Abril y el tiempo era bastante fresco, de hecho  uno de los días nos llegó a caer un poco de nieve, que enseguida se derritió. Cenamos  algo en la zona del Nieumarkt y nos dirigimos a la parada de autobús para regresar al hotel. La frecuencia  del autobús era cada pocos minutos así que no tuvimos que esperar nada.

 

DÍA 2:

Para este día habíamos planeado recorrer la zona de grandes canales que recorren la ciudad de norte a sur en la zona oeste. Empezamos nuestro paseo por la zona norte, por unos pequeños islotes comunicados con puentes que en el mapa aparecen como Westelijke Eilanden, al norte del barrio de Jordaan. Es una zona donde hay muchas casas bonitas y también algunos antiguos almacenes reformados. Algunos  albergan galerías de artistas o pequeños museos. Aquí encontramos varios puentes levadizos muy pintorescos. Dimos un paseo  muy agradable por esta zona en la que como en muchas zonas de Amsterdam no  hay grandes monumentos pero el conjunto  es muy bonito y agradable para pasear. Aquí vimos muchas casas flotantes, algunas de ellas preciosas barcazas de madera y otras más modernas que parecían módulos prefabricados.

Estación central de Amsterdam, Holanda
                                                                                                             Estación central de Amsterdam

Muy cerca de allí empezamos a recorrer la zona de canales hacia el sur. Además de los grandes canales hay otros menores que esconden rincones de una gran belleza. Por ejemplo nos  encantó el pequeño canal Brouwersgracht, por sus casas extremadamente pintorescas y los omnipresentes puentes levadizos de la ciudad. Seguimos hacia el sur hacia la zona de los grandes canales y llegamos a otra iglesia, la Noorderkerk, un edificio precioso situado  en una plaza en la que había un mercadillo de artesanía. Paseando por los canales vimos verdaderas maravillas de casas, todas muy distintas pero guardando  un  estilo común. Y así llegamos a la casa de Ana Frank, la casa en la que se ocultó la niña autora del famoso libro El Diario de Ana Frank. Entramos a visitar la casa, donde se pueden ver las estancias en las que se ocultó la familia de judíos y mucha información histórica de la época. Todo está perfectamente recreado y explicado, para que puedas imaginarte lo que pasó exactamente en cada estancia de la casa. Tuvimos suerte porque según habíamos leído el aforo está limitado a un número de visitantes determinado al día, pero nosotros no tuvimos problemas, supongo que por las fechas del viaje.

Westerkerk, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                                Westerkerk

La casa de Ana Frank está  ya en el  barrio de Jordaan, la zona más bonita de esta parte de amplios canales. Prácticamente al lado de la casa de Ana Frank se encuentra la Westerkerk, una impresionante iglesia por sus dimensiones, es la más alta de Amsterdam. Visitamos el interior y la verdad que fue un poco decepcionante porque no había prácticamente nada que ver. Sin embargo si pudimos subir a la torre- había que reservar hora pero nos dieron al de muy poco tiempo – y disfrutar de unas amplias vistas de la ciudad. La pena es que los canales quedan ocultos, salvo el que tenemos justo debajo, pero aun así subir merece la pena. Se pueden distinguir algunos de los edificios más emblemáticos desde las alturas. Muy cerca de la iglesia vimos el Theatermuseum, un espectacular edificio con una fachada preciosa que albergó en su día un  museo. Aquí estuvimos paseando un buen rato por los diferentes canales disfrutando de las vistas. Especialmente pintoresco es el canal Egelantiersgracht, donde pudimos disfrutar de rincones con mucho encanto y sacamos preciosas fotos desde sus puentes. Y también nos gustó una zona con tiendas más curiosas, conocida como las 9 calles pequeñas textualmente, “De 9 straatjes”.

Leidsplein, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                                  Leidsplein

Y así seguimos por los canales hasta la plaza Leidsplein, una animada plaza donde se encuentra el Teatro de Amsterdam, un  impresionante edificio clásico en tonos rojizos, varios centros comerciales y hoteles. E una zona muy bulliciosa repleta de bares y restaurantes y tiendas de todo tipo. Aprovechamos para comer algo aquí y seguimos explorando esta zona. Por la Leidsestraat nos acercamos hacia la zona centro aunque en ocasiones nos desviamos para ver más canales y rincones que nos iban gustando.

Canal cercano a Leidsplein, Amsterdam, Holanda
Canal cercano a Leidsplein

Así llegamos a De Krijtberg, un gran iglesia católica, cuyo interior es realmente precioso. Es la  iglesia que más nos gustó de Amsterdam, por su decoración interior. Cerca de allí llegaos a la Munttoren, una pintoresca torre parte de las antiguas fortificaciones. El tramo de canal antes de llegar a la torres está ocupado por los recintos del famoso mercado de las flores, una especie depuestos callejeros en la misma orilla del canal, donde se pueden encontrar  flores y mucho más. Otra plaza cercana, la Rembrandtplein – con una estatua de Rembrandt – también nos gustó mucho por lo animado de la zona. Un montón de bares y cafés rodean la plaza, con infinidad de preciosas casas. Seguimos hasta el Magere Brug, un precioso puente levadizo  con su típica estructura de dos piezas móviles. Además este canal ofrece maravillosas vitas ya que es de los más anchos de la zona.

Magere Brug, Amsterdam, Holanda
Magere Brug

Pasamos por la fábrica de cerveza de Heineken, aunque no entramos y seguimos hasta la zona de los museos.  No entramos  en ninguno pero aun así es una zona muy bonita por la que es muy agradable pasear y merece l pena acercarse hasta aquí. A la entrada nos encontramos con el espectacular Rijksmuseum, un maravillosos edificio  de estilo cásico holandés y que está dedicado al arte. Lo que si vimos fueron sus jardines con diferentes esculturas. Tras el impresionante edificio, una enorme explanada verde se abre ante nosotros. Paseando por allí pudimos ver los espectaculares edificios de muchos de los museos de la ciudad. Nos encantaron el museo de Van Gogh, un edificio modernista ondulado precioso, y el Stedelijk, otro precioso museo de arte moderno. Otro impresionante edificio es la Sala de Conciertos de la ciudad, también situado en esta zona.

Rijksmuseum, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                            Rijksmuseum

Estuvimos después callejeando por la zona de los museos y la zona de los canales exteriores lo que nos quedó de día. Y ya al final aprovechamos para dar un paseo por el enorme Vondelpark, muy cerca de nuestro hotel y así regresar caminando. El parque es una extensión verde enorme, con sus cauces de agua, terrazas, edificios preciosos y con una iglesia muy cercana. La verdad es que es un parque precioso donde imagino que los habitantes de Amsterdam pasarán muchas tardes relajándose con sus múltiples atracciones. Cenamos por la zona y nos retiramos al hotel.

 

DÍA 3:

Empezamos nuestro último día desplazándonos a la zona del puerto. Primero cruzamos el canal al norte de la estación de tren – en un ferry gratuito - para llegar a la zona de Amsterdam Norte. Esta zona parece ser la zona de expansión de la ciudad. Allí subimos a un mirador en la torre de un pequeño rascacielos, el A’DAM para disfrutar de vistas de la zona, pero entre que el día no estaba muy claro y que estás al norte de la ciudad completa las vistas tampoco son espectaculares. Además hay una especie de balancín para colgarte del vacío  si así lo deseas mientras disfrutas de las vistas de la ciudad.  Al lado hay otro edificio muy futurista, el museo de cine al que no entramos. Volvimos a la zona sur y nos dirigimos al puerto. Allí pudimos ver un restaurante chino flotante muy curioso en nuestro camino hacia el NEMO, un imponente museo de ciencia y tecnología que tiene forma de barco y que desde la terraza ofrece una vista preciosa de parte de la ciudad. Justo enfrente pudimos ver el Museo Naútico, un edificio más clásico pero igualmente impresionante. Además junto  al NEMO destaca un precioso barco de madera, un antiguo indiano oriental holandés, amarrado en un muelle junto a museo. Un contraste con tanta construcción moderna en la zona del puerto. Sólo el paseo hasta el NEMO desde la zona centro es muy interesante porque vas pasando por una serie de pasarelas que salvan una importante zona de un entrante del mar.

NEMO, Amsterdam, Holanda, Museo Ciencia
                                                                                                                                            Museo NEMO

Cerca de allí nos fuimos al canal del Entrepotdok, un canal flanqueado por unas fachadas preciosas de antiguos almacenes portuarios. Se trata de una zona rehabilitada donde los edificios ahora albergan bares, restaurantes y viviendas y es una zona muy animada, pero sobre todo nos encantaron los antiguos almacenes. Para llegar allí también pasamos por un precioso puente levadizo de los típicos de Amsterdam. Seguimos paseando hacia el zoo y tras pasarlo vimos una zona con un molino de los típicos holandeses, De Gooyer, elevado sobre  una plataforma y una antigua zona de la ciudad.

Molino de Gooyer, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                    Molino de Gooyer

Dimos un paseo hacia la zona de los muelles del este donde hay una zona también muy nueva, fruto  de la rehabilitación de los muelles de la zona, y donde aparte de preciosas muestras de arquitectura vimos un espectacular puente peatonal, en la isla de Borneo. Se trata del Pythonbrug, una especie de serpiente ondulada de tonos rojos que cruza un canal y es realmente espectacular.

Pythonbrug, Amsterdam, Holanda
                                                                                                                                               Pythonbrug

Y tras estas visitas volvimos al centro para hacer algo que no habíamos hecho los dos días anteriores: un viaje en barco por los canales. Aunque nos habíamos pateado la ciudad a conciencia viendo los lugares más emblemáticos y pintorescos nos apetecía repasar algunos de esos lugares desde el barco, relajados. Y además siempre estos viajes en barco te dan otra perspectiva de la ciudad que puede ser muy interesante. En Amsterdam hay muchísimas compañías que ofrecen este servicio. Las hay desde las que ofrecen un viaje en los típicos barcos largos y con techo acristalado – que van repletos de turistas – hasta compañías que ofrecen viajes en barcos más pequeños pero también más caros. Comparamos las diferentes opciones y nos decantamos por la compañía Flagship. Por un precio razonable dimos el paseo en un barco descubierto y no masificado de gente. El viaje fue todo  un acierto, la tripulación muy agradable y pasamos por los diferentes canales viendo un montón de rincones preciosos a lo largo y ancho de la ciudad. El viaje empieza y acaba en la casa de Ana Frank y lleva un poquito más de una hora.

Vistas del teatro Carre en el Amstel, Amsterdam , Holanda
                                                                                                       Vistas del teatro Carre en el Amstel

Tras bajar del barco comimos algo y  tuvimos que volver al hotel para recoger el equipaje y dirigirnos al aeropuerto. Fue un viaje estupendo. Se puede ver Amsterdam en menos tiempo, sin callejear  tanto y saltándonos alguna cosa menor pero también es cierto que no entramos a museos por lo que creemos que tres días – dos y medio en realidad – son adecuados para conocer la maravillosa ciudad de los canales.

Lugares de interés: