De San Francisco a Los Ángeles

Recorremos la costa de California entre San Francisco  y Los Ángeles, pasando por algunas de las playas más emblemáticas de América y algunos enclaves míticos como Santa Bárbara, Carmel o Monterrey, que habremos visto en películas cientos de veces. Y también recorremos la Big Sur, una carretera que bordea uno de los tramos de costa más espectaculares de América.

Este recorrido forma parte de un viaje en el que también vistamos San Francisco y Los Ángeles, pero hoy nos queremos centrar en esta parte del viaje, alejados de las ciudades y visitando maravillosos pueblos, zonas de costa, y todas las maravillas naturales en una de las zonas más conocidas del mundo gracias a Hollywood. Partimos de San Francisco y a lo largo de una semana recorremos la costa hasta Los Ángeles.

DÍA 1: SAN FRANCISCO – SANTA CRUZ

Salimos pronto de San Francisco y nuestra primera parada es en el mismo  San Francisco, en Fort Funston, una zona de acantilados desde donde se lanzan los parapentes y donde un sendero nos lleva a la playa con sus dunas justo debajo. Es un lugar precioso y prácticamente en las afueras de la ciudad muy cerca del zoo. Damos un pequeño paseo y seguimos hasta enlazar con la Highway 1 que será la que nos llevé a lo largo de toda la  costa de California. Poco después paramos en Mori Point, un pequeño promontorio saliente de la costa, donde un agradable sendero nos lleva en 10 minutos al cabo con vistas excepcionales de la costa a ambos lados. Caminamos un poco hacia el sur donde se amplían las vistas hacia la cercana Pacifica Beach. Es otro paseo sencillo y muy agradable, dejando ya atrás el conglomerado urbano de San Francisco y sus alrededores y adentrándonos en la costa californiana más salvaje y virgen.

Mori Point, California
                                                                                                                                                  Mori Point

Justo al otro lado de Pacifica Beach un sendero nos lleva también a otro saliente, el Point San Pedro que nos ofrece una nueva perspectiva de la costa. Unas rocas en el mar a modo de islotes son la prolongación del cabo. Un corto paseo y estamos en la cima del  mismo para disfrutar de las vistas. Y siguiendo con el coche enseguida llegamos a un mirador en la propia carretera, que ya se ha convertido en una carretea de un carril por cada sentido mucho menos transitada que la que salía de San Francisco. Tras la parada seguimos por la carretera tomado el Devil’s Slide Trail que  evita unos túneles de la highway 1 y nos lleva tras pasar por un maravillosos tramos de costa al Devil’s Slide Bunker, los restos de una antigua instalación militar situados en un pequeño saliente de la costa. El propio búnker colgado precariamente de una roca y completamente cubierto por grafittis es una estampa muy curiosa. Y la vista en ambas direcciones desde la roca es espectacular. La playa de Gray Whale Cove queda a un lado y el tramo de costa que hemos recorrido con el coche a otro. Justo en frente del bunker, al otro lado de la carretera hacemos un sendero que sube por la montaña y nos lleva a Two Pines, una montaña sencilla de subir con una panorámica amplísima de la costa. La vista es excepcional y la subida y bajada nos lleva poco más de hora y media.

Desde aquí la carretera sigue por la costa pasando por playas, pequeños asentamientos y un pequeño puerto pesquero, Princeton, que no nos parece demasiado atractivo. Paramos en la playa de Cowell Ranch, en una zona sin casas a la vista. Como todas las playas de la zona, se encuentra protegida por unos acantilados y hay habilitadas unas escaleras para llegar a la arena. Las vistas desde la parte superior de los acantilados son muy bonitas. Aprovechamos para comer algo que traíamos ya de San Francisco en la misma playa y seguimos la ruta. Conducir por aquí es una verdadera gozada, siempre con el mar a un lado y con paisajes montañosos en el otro. Tras  pasar por una sucesión interminable de playas llegamos al faro de Pigeon Point.  Es un faro precioso, de los de película y no en vano en el propio centro dedicado al faro informan de que es uno de los faros más fotografiados de la costa oeste. Se encuentra en su acantilado con una casita de madera a sus pies y aunque no se puede visitar las  vistas desde el acantilado en todas direcciones son preciosas. Además hay una serie de senderos alrededor del faro que nos permitieron sacar buenas fotos desde diferentes perspectivas.

Pigeon Point, Califronia, USA
                                                                                                                                              Pigeon Point

Paramos en el siguiente cabo, el Franklin Point, en este caso un lugar cubierto por dunas y mucho más bajo que el anterior. Una pasarela de madera nos lleva hasta la punta desde donde hay preciosas vistas de las playas y del terreno más bajo que rodea la cota en esta sección. Es un lugar fantástico para pasear. Cogemos el coche y seguimos hacia el sur pasando por playas y más playas hasta llegar al Greyhound Rock County Park, una zona de costa en la que hay una roca enorme que se asemeja a una ballena varada en la playa. Además se puede pasar a la roca y llegamos hasta el final de la misma. La superficie es asombrosamente plana lo que hace todavía mayor el efecto visual que se tiene desde la costa. Poco después pasamos por Scott Creek, un bonito río que desemboca en la playa formando un pequeño lago y que es atravesado por la autopista a través de un puente. Bajamos del  coche para hacer unas fotos porque es un lugar excepcionalmente fotogénico. La carretera pasa por el pequeño pueblo de Davenport – tras muchos Km sin ver ningún rastro de civilización – donde unos restos de un antiguo muelle sobresalen fantasmagóricamente de las  aguas del Pacífico.

Y poco después de pasar el pequeño pueblo nos encontramos con una de las maravillas de la zona: Shark Fin Cove. Es una pequeña cala que tiene una enorme roca en el agua – su parecido con la aleta de un tiburón da nombre al lugar – y una cueva a la que se puede acceder y desde donde hay una fotografía excelente de la cueva. Todo el entorno dela  cala es rocoso con algo de arena y es de una belleza excepcional. La vecina cala arenosa de Bonny Doon es también preciosa. Se accede por una duna desde el aparcamiento y el acantilado que la cierra al sur proporciona unas vistas excelentes.

Shark Fin Cove, California, USA
                                                                                                                                         Shark Fin Cove

Seguimos hacia Santa Cruz y pasamos por muchas más playas destacando algunas paradas que hicimos: Panther Beach, Seven Mile Beach – donde hay un arco en las rocas en la misma arena de la playa – y Four Mile  Beach –con otra roca en el mar en forma de monolito sobre una plataforma de roca -. La verdad es que la variedad de paisajes costeros y playas que fuimos viendo es espectacular. Un verdadero paraíso para los aficionados a la fotografía. Natural Bridges fue la última zona de playas que nos dio tiempo a visitar casi ya oscureciendo. Y así llegamos a Santa Cruz, el  pueblo más importante que encontramos desde que salimos de San Francisco. Es un pueblo bastante grande y muy animado, un resort de veraneo. Cenamos algo en un restaurante muy cercano a la playa y nos alojamos en un motel. Como en otros viajes que habíamos hecho por USA, los moteles son una opción económica y de muy buena calidad para alojarse en un viaje por carretera.

DÍA 2: SANTA CRUZ –MONTERREY

Tras un  buen desayuno en el motel comenzamos a explorar la localidad de Santa Cruz. Fuimos en coche al Seymour Discovery Centre, dedicado a la divulgación de la vida en los océanos, pero no entramos porque no teníamos tiempo. Lo recorrimos por fuera viendo el esqueleto de una enorme ballena en el exterior y también hicimos un recorrido por las terrazas de los acantilados que tienen fabulosas vistas. Desde allí nos dirigimos al Natural Bridges State Beach Vista Point. Desde un mirador hay vistas preciosas de un arco en una roca que se encuentra en el mar y además había una cantidad  de pelícanos impresionante sobre las rocas de la zona. Seguimos la carretera de la costa hasta el centro y paramos en varios miradores hasta llegar al faro de Santa Cruz. Es un faro bonito y modesto que está en una pequeña península con buenas vistas. Desde allí llegamos a la zona de la playa y aparcamos el coche.

Natural Bridges, Santa Cruz, USA, California
                                                                                                                                         Natural Bridges

Todo el paseo de la playa está ocupado por un enorme parque de atracciones, con  montañas rusas y todo tipo de atracciones. El paseo justo delante del parque tiene varios soportales y desemboca en el  wharf, el muelle de madera que se adentra en el océano, y que es muy típico de muchas localidades costeras americanas. Lo curioso de este muelle  es que se puede entrar en coche prácticamente hasta el final. Lo estuvimos recorriendo para disfrutar de las vistas. A lo largo del muelle se pueden ver muchos restaurantes y bares. Al otro lado, la playa acaba en un río cruzado por un bonito puente de ferrocarril y ya cogiendo el coche accedimos al otro lado donde hay un mirador con preciosas vistas hacia la ciudad hacia un lado y una larguísima playa de arena hacia el otro lado. También se ve un faro, el faro de Walton, en la desembocadura del puerto deportivo.  Paseando hacia el interior llegamos a la antigua Misión de Santa Cruz y a su alrededor algún edificio antiguo más. Y antes de abandonar Santa Cruz, nos fuimos a un lugar curioso: The Mistery Spot. Es un lugar en un bosque cercano en el que una anomalía gravitatoria hace que los objetos y las personas parezcan inclinados al caminar por allí, o al dejar caer objetos…. Se producen efectos visuales muy curiosos a lo largo del recorrido que te hacen para visitar la zona y que tiene su epicentro en una cabaña de madera donde hacen diferentes demostraciones.

Santa Cruz, USA, California
                                                                                                                                                 Santa Cruz

Y desde aquí tomamos el coche y fuimos a ver una joya desviándonos un poco de a costa: la misión de San Juan Baustista. Ya el propio pueblo merece la pena una visita. A lo largo delas calles centrales podemos ver edificios antiguos de madera con sus fachadas que te recuerdan a las películas del antiguo oeste americano. Aprovechamos y comimos algo en uno de los bares-restaurantes. No obstante la estrella es la misión. Es un edificio  precioso y sencillo, con su iglesia, jardines, arcadas… Se encuentra en una plaza con antiguos edificios como la antigua cárcel y entramos a visitarla. El interior es una maravilla. Se entra por un arco de madera con una campana de película y pusimos recorrer diferentes estancias, como la cocina, el comedor, las habitaciones y la capilla. Hay muchísimos detalles que son una maravilla y la visita nos encantó de principio a fin. Tras el desvío retomamos nuestra ruta por la costa y pasamos por una sucesión de largas franjas de arena, como la Marina State y Monterrey. Y precisamente después llegamos a Monterrey, uno de los pueblos más bonitos de la costa.

Wharf de Monterrey, USA, California
                                                                                                                                  Wharf de Monterrey

Lo primero que visitamos primero fue el wharf, otro precioso muelle con numerosos bares, restaurantes, y ofertas de avistamiento de ballenas. Es un lugar muy pintoresco, mucho  más bonito que el muelle de Santa Cruz, y también más pequeño. Es un paseo muy agradable. Además Monterrey es un puerto pesquero activo por lo que está muy animado y tiene un encanto especial, con muchas marisquerías y los típicos barcos de pesca amarrados. Saliendo del muelle dimos un paseo por el  núcleo urbano, también encantador. Hay varios edificios tradicionales como las Aduanas, la estación ballenera, o un antiguo teatro. Y todo ello está muy cerquita del muelle. Estuvimos paseando por las calles, con más encanto de lo habitual en cualquier pueblo de los que habíamos visto. Edificios preciosos de época se entremezclan con otros más actuales y hay muchos pequeños museos o exposiciones aunque no entramos a ninguno. Después fuimos recorriendo el inicio de la península donde se asienta Monterrey por la costa donde pequeñas playas se alternan con otros muelles menores, todo formando un cuadro maravilloso. Llegamos así hasta el Aquarium donde una fantástica terraza ofrece vistas de toda la costa. Desde allí retrocedimos y ya cogimos el coche para seguir el recorrido por la costa pero en coche.

Lone Cypress, Carmel, USA, California
                                                                                                                                            Lone Cypress

Nuestra primera parada fue el Lovers Point, un pequeño saliente rocoso en la costa con bonitas vistas y de una gran belleza. Seguimos la carretera de la costa parando en diferentes miradores sobre calas o zonas rocosas de costa. En Point Pinos hay un pintoresco faro del estilo de los que habíamos visto en la zona. Llegamos así a la bahía Spanish Bay y su mirador, una zona en la que ya no hay tanta aglomeración de casas. Desde aquí la carretera es una carretera escénica de pago y vamos pasando por más miradores mientras bordeamos la península y legamos al Lone Cypress, un pintoresco ciprés junto al océano en lo alto de una colina, que es uno de los iconos de la península y de lo más fotografiado en Monterrey.  Hay un mirador acondicionado para poder  sacar la fotografía perfecta. Y siguiendo la carretera llegamos a Pescadero Point un parque con vistas a la bahía de Carmel. Y es que así sin darnos cuenta llegamos a Carmel, otro de los pueblos míticos de la costa californiana. Pero eso ya lo dejaríamos para el día siguiente. Retrocedimos hasta Monterrey y cenamos en el wharf  antes de alojarnos en otro motel a la espera de un nuevo día.

DÍA 4: PINNACLES NATIONAL PARK

Este  día cambiamos totalmente el chip, dejamos la costa y nos dirigimos al parque de Pinnacles – que hoy en día es Parque Nacional - . Y es que aunque no sea uno de los más conocidos de Estados Unidos pasar un día en un parque Nacional es algo a lo que no nos pudimos resistir. Desde Monterrey llegamos al parque en poco más de una hora, concretamente a su entrada oeste, desde el pueblo de Soledad. Y madrugamos bastante porque pretendíamos pasar todo el día caminando. Este parque no es muy grande, pero los senderos principales parten de dos puntos en ambos extremos del mismo que distan  más de una hora en coche. Y lo que hicimos fue una combinación de varios de ellos para hacernos una idea del parque lo más amplia posible. El parque alberga acantilados, peñascos y varias cuevas que fueron formadas por un antiguo volcán. Todo ello confirma un paisaje precioso.

Para nuestra visita de un día que es lo que teníamos decidimos hacer un circuito circular que incluyó parte de varios senderos como el Balconies Trail, Old pinacles Trail, Condor Gulch Trail, High Peaks Trail y Juniper Canyon Trail. Conectando partes de estos senderos queda un recorrido circular muy interesante de unos 17 Km que es asequible para un día, ya que no hay desniveles muy pronunciados. Además tuvimos suerte porque no fue un día demasiado caluroso para estar en pleno verano y las nubes ayudaron bastante a ratos, porque si no la verdad es que se pasa bastante calor y hay que llevar mucha agua. Pero este parque nacional es la única forma de verlo, caminando.

Paisaje de Pinnacles National Park, California, USA
                                                                                                         Paisaje de Pinnacles National Park

Así que a las 9 de la mañana ya estábamos en el centro de visitantes de Chaparral y sin demora iniciamos el Balconies Trail. Comenzamos a andar bajando gradualmente hacia un cañón enmarcado por altas y pintorescas formaciones rocosas que se van acercando cada vez más. Llegamos a un punto en el que para avanzar teníamos dos opciones: atravesar una cueva o tomar un  sendero alternativo que pasa por los  pináculos encima de la cueva. Como  no íbamos equipados nos decidimos por seguir por los pináculos, a lo largo del Balcony Cliff Trail. Eso sí nos internamos un poco en la cueva para ver cómo era, hasta donde la luz nos permitió. Había enormes rocas que habían caído de arriba y que eran las que habían formado la cueva – en realidad un cañón taponado por enormes bloques de roca -. El sendero Cliff Trail es precioso con unas vistas excepcionales y tras un kilómetro largo volvimos a bajar para llegar a la salida de la cueva y seguir nuestro camino.

A partir de aquí tomamos el Old Pinnacles Trail, un ancho sendero de arena que desciende poco a poco a lo largo del fondo del cañón. Esta zona es la parte de la caminata en la que fuimos más encajados y solo se veían las rocas desde abajo pero el paisaje es muy pintoresco, era como estar por un cañón de los de las películas del oeste americano. Además aquí pudimos disfrutar de zonas de sombra cobijados por árboles, lo cual  se agradece. Y así llegamos al  otro extremo del parque, el extremo este. De hecho no llegamos a pasar por el aparcamiento de esa parte pues continuamos hacia el High Peaks Trail, la parte más bonita de la caminata sin duda.

Paisaje de Pinnacles National Park, California, USA
                                                                                      Vista desde la ruta en Pinnacles National Park

Para iniciar ya el camino de vuelta hacia el punto  de origen y completar el loop tomamos el Bench Trail que discurre prácticamente en llano. Al de poco  tomamos ya el High Peaks Trail y comenzamos un ascenso constante hacia las montañas. El sendero discurre a través de crestas y alrededor de depresiones talladas en las laderas debajo de los pináculos de las montañas. Las vistas se amplían a medida que ascendemos y disfrutamos de enormes vistas de los cañones y las crestas hacia el este. No hay formaciones rocosas en ninguna parte en esta dirección, sólo terreno ondulado, lo que realza el aspecto único que tienen los High Peaks cuando llegamos a ellos. Una vez arriba disfrutamos de las maravillosas vistas pero en lugar de seguir por este sendero retrocedimos un poco  y tomamos en Condor Gulch Trail, para conocer otra arte del parque. El sendero en esta parte presenta vistas del sudeste, saliendo de los pináculos rocosos hacia las laderas cubiertas de chaparral. En esta parte de la caminata volvemos a descender pero merece la pena por las vistas de esta zona del parque.

Una vez hemos descendido por el barranco retomamos el High Peaks Trail y de nuevo volvemos a ascender. El sendero entra en un paisaje precioso de altos monolitos de formas extrañas que salen del paisaje en cualquier lugar. Pasamos a través de un túnel tallado en la roca y seguimos ascendiendo de nuevo por la columna vertebral de los pináculos. El sendero es empinado y angosto y avanzamos con ayuda de escalones tallados en la roca y barandillas ocasionales. El paisaje es increíble. Este grupo de picos es lo más alto de todo el recorrido y las vistas son impresionantes por lo que abarcan y por los propios pináculos. Desde la zona más elevada de los pináculos tomamos el Tunnel Trail por donde llegamos en descenso poco a poco a pasar por un fantástico túnel en la roca. Y ya enseguida llegamos al Juniper Canyon Trail, que cae a través de más zigzags hacia la depresión del Cañón Juniper. Alcanza el piso del cañón y pasa a través de un bosquecillo y llegando finalmente hasta el aparcamiento de Chaparral. El recorrido completo la verdad es que aunque maravilloso se hace bastante largo. La parte más espectacular la de High Peaks Trail, por lo que si se quiere tener una opción más sencilla para visitar el parque, este sendero podría ser una buena alternativa el sólo.

Vistas en Pinnacles National Park, California, USA
                                                                                                           Vistas en Pinnacles National Park

Nos dieron las 7 de la tarde cuando llegamos al coche y tomamos aire.  Tomamos el coche y llegamos de nuevo a Monterrey donde nos alojamos exhaustos en el mismo motel que la noche anterior  tras cenar algo en el wharf del propio Monterrey. Un espectacular día de senderismo para conocer un parque nacional y hacer un paréntesis de nuestra ruta costera.

DÍA 4: MONTERREY – POSTS

Tras nuestro paréntesis por el interior de California retomamos nuestra ruta por la costa. Desayunamos  en el wharf de Monterrey en una pintoresca cafetería con vistas al puerto. Y tras el desayuno nos fuimos al vecino pueblo de Carmel. Es un pueblo muy bonito, aunque con un toque un poco artificial. La zona centro está formada por una serie de preciosas casitas de un solo piso que parecen sacadas de un cuento, al más puro estilo de los cottages ingleses o las casas de campo francesas. Y muchas de ellas están ocupadas por galerías de arte, restaurantes y comercios de todo tipo, todos realmente caros, se nota que es un sitio para gente de alto standing. Y también nos dimos un paseo por la bonita playa de arenas blancas. Y de allí nos fuimos a ver la misión de Carmel, una de las más bonitas, si no la que más, de todas la que visitamos. Es un edificio sencillo pero precioso por fuera.  Y  la visitamos por dentro, donde vimos un pequeño museo, la capilla, la cocina, las celdas de los monjes…. Realmente una visita muy interesante aunque lo que más nos gustó fue el edificio en sí, y la belleza y paz que desprendía.

Misión de Carmel, USA, California
                                                                                                                                       Misión de Carmel

Y ya desde aquí empezamos nuestro recorrido por la maravillosa Big Sur, una carretera que sigue el tramo más espectacular de costa de California y donde la naturaleza se muestra en su forma más grandiosa. Desde aquí hasta Cambria apenas podemos encontrar asentamientos ni restos de presencia humana, costa y naturaleza en su estado puro. Y la primera parada fue el parque estatal de Point Lobos. Es un cabo que tiene varios entrantes y salientes rocosos realmente preciosos. Además con el coche se puede llegar a varias  zonas de aparcamiento desde donde visitar los principales puntos de interés. El más emblemático es la propia punta de Point Lobos a donde llegamos tras un breve paseo desde el coche. El paisaje del mar, las rocas y los cipreses de Monterrey forman un conjunto espectacular. Hacia el sur hay vistas preciosas de toda la costa y hacia el norte caminamos hasta un par de calas y la isla de Guillemot, un pintoresco islote muy cerca de la costa.

Vista hacia Soberanes Point, Big Sur, California, USA
                                                                                                                    Vista hacia Soberanes Point

También paramos ya con el coche en Whaler’s Cove otra preciosa cala con los cipreses llegando hasta la propia orilla y en China Cove hacia el sur, otro precioso enclave con grandes vistas de la costa y varios islotes. Es un parque para quedarse a pasear horas y disfrutar del espectáculo, pero queríamos seguir avanzando por la Big Sur. Desde aquí la carretera sigue al sur dejando atrás las últimas zonas urbanizadas y entrando en el  maravilloso paisaje de la costa. La siguiente parada la hicimos en Soberanes Point, indicada por medido de un pequeño aparcamiento. Un corto sendero que pasa por un  pintoresco puente sobre una calita nos lleva a la punta, donde destacan las numerosas rocas que sobresalen del mar. Aprovechamos para comer allí un picnic que  teníamos preparado. Tras  comer cruzamos la carretera e hicimos parte del Rocky Ridge Trail, solo hasta ganar una cierta altura que nos permitió disfrutar de unas maravillosas vistas de Big Sur. La ruta se adentra en las montañas y es mucho  más larga, y aunque nos hubiese encantado hacerla no teníamos tiempo.

Poco después paramos en Garrapata Beach Park, una preciosa playa en la que desemboca un arroyo que pasa por debajo de la carretera. Las rocas de su extremo sur son bastante pintorescas. La verdad es que a lo largo de Big Sur te puedes parar continuamente porque el paisaje es impresionante, así que aquí solo mencionamos las  paradas que hicimos nosotros. Otras seguro que nos dejamos atrás. Poco después paramos en Kasler Point, donde otro pequeño sendero nos llevó aun saliente con buenas vistas y más zonas rocosas. Y lo mismo hicimos en Rocky Point, bajar del coche y andar un pequeño sendero hasta la punta con más vistas. Aquí curiosamente hay un restaurante. Y poco después llegamos a uno de los preciosos puentes que hay en Big Sur. En este caso no es el más conocido de todos, pero el Rocky Creek Bridge, es igualmente pintoresco. Es un puente de un arco que supera un cañón sobre una cala de arena y adentrándonos un  poco en los acantilados que caen sobre la cala  hay una fotografía preciosa del mismo.

Garrapata Beach Park, Big Sur, California, USA
                                                                                                                                Garrapata Beach Park

E inmediatamente después llegamos al mirador de Castle Rock, una curiosa  formación rocosa en el mar y justo después el mítico puente de Bixby Creek Bridge. Prácticamente todas las  fotos que había visto de Big Sur antes del viaje mostraban este bonito puente. Es igual que el anterior que habíamos visto pero algo más grande y la vista hacia el sur con  la carretera que asciende y parece perderse en el infinito es espectacular. Y efectivamente la carretera aquí asciende y pronto llegamos al mirador de Hurricane Point donde disfrutamos de una maravillosa panorámica de la costa en ambas direcciones. El siguiente mirador, el Sea Otter Refuge nos ofreció más vistas, aunque ni rastro de nutrias.

Bixby Creek Bridge, USA, California, Big Sur
                                                                                                                                   Bixby Creek Bridge

La carretera en el siguiente tramo ofrece una de las  mejores vistas de toda la carretera, con varias playas separadas por rocas y que acaban en un cabo rocoso. Llegamos así al parque Little Sur River Beach, un enclave de los más bonitos que disfrutamos ese día Es una zona de playa cerrada en parte por unas enormes y pintorescas rocas que retienen un  río que forma un lago. El conjunto es espectacular y con el sol poniéndose como nos pilló a nosotros, todavía más. Bajamos a la playa, dimos un paseo y acabamos así un maravilloso día. Y desde aquí nos desplazamos a Posts donde habíamos reservado alojamiento. Este alojamiento lo habíamos reservado con mucha antelación y es que no hay mucha oferta de alojamiento a lo largo de Big Sur, y si no  encuentras alojamiento aquí tendrás que hacer o deshacer muchos Km hasta el siguiente punto donde poder encontrar una habitación, con el inconveniente añadido que al día siguiente hay que volver al punto donde lo dejaste.

DÍA 5: POSTS – CAMBRIA

Este día lo dedicamos a la segunda parte de la Big Sur. Tras desayunar en nuestro alojamiento deshicimos la ruta al norte hasta Point Sur, donde lo habíamos dejado el día anterior. Este lugar, que ya habíamos visto desde uno de los miradores, me recordó mucho al Faro de Trafalgar en Cádiz. Se trata de un tómbolo que acaba en un saliente rocoso de la costa donde hay un pequeño faro. El acceso es limitado y no se puede reservar. A las 10 de la mañana era la única visita del día, así que nos presentamos allí a las 9 y media porque al no poder reservar cuando se acaban las plazas ya no hay nada que hacer. La verdad es que estando en Julio ese día concretamente todas las personas que estábamos allí pudimos entrar. El recorrido es muy interesante y las vistas desde lo alto del promontorio son espectaculares hacia ambos lados. Tras la visita nos volvieron a dejar en  la entrada y seguimos nuestro camino.

Point Sur, Big Sur, California, USA
                                                                                                                                                    Point Sur

Seguimos al sur hasta el parque de Andrew Molera. Allí un sendero de un Km más o menos nos condujo a Molera Point, un mirador en un acantilado no muy alto sobre una playa y la desembocadura de un riachuelo. Un lugar precioso. Por un sendero también bajamos a la playa y paseamos un poco. Seguimos en coche hasta la Pfeiffer Beach – una zona de pago – , la playa más bonita de las que vimos. Hay varios islotes rocosos y en uno de ellos un fabuloso arco en el centro. Es un lugar majestuoso, con enormes rocas por todos lados y la pequeña cala de arena. Subimos al cercano  Pfeiffer Point para tener una vista más general de la playa. Esta playa aunque es preciosa no hay que confundirla con la del parque de Julia Pfeiffer, más al sur y también una maravilla.

Seguimos viaje por Big Sur, California, USA
                                                                                                                     Seguimos viaje por Big Sur

Ya casi llegando a Posts, donde habíamos dormido, tomamos una carretera no indicada y que en el GPS aparecía como Pancho Rico Road para dirigirnos a Loma Vista, un acantilado con grandes vistas del mar y de la zona que acabábamos de visitar. Simplemente hicimos una parada en la carretera para disfrutar de las vistas y regresamos a la carretera principal. Siguiendo la carretera hacia el sur pasamos por más miradores con fabulosas vistas como Grimes Point y Seal Beach. Nuestra siguiente parada fue Partington Cove, una zona en la que dos calas rocosas están separadas por un promontorio rocoso. Visitamos las dos por un precario sendero que las une y disfrutamos de las vistas de esta parte de la costa muy accidentada. Lo mejor, las vistas desde la roca que separa las dos pequeñas calas.

Pasamos por algún mirador más y llegamos al Julia Pfeiffer Burns State Park, otro de los puntos icónicos de Big Sur. Aquí tras dejar el coche en el aparcamiento un sendero nos lleva hasta la playa de MacWay, donde una pintoresca cascada cae sobre la arena de la pequeña cala. El sendero nos proporciona una vista aérea estupenda antes de bajar más cerca de la playa y disfrutar de cerca esta maravilla. Esta es otra de las fotos de Big Sur que habíamos visto cientos de veces antes de hacer el viaje, otro de los lugares que no te puedes perder cuando recorras esta  carretera.

Macway Beach, Big Sur, California, Julia Pfeiffer State Park
                                                                                                                                           Macway Beach

Seguimos la carretera y pasamos por otro de los característicos puentes de la misma: el Big Creek Bridge. Para poder verlo hay que seguir un tramo de carretera hasta un mirador sobre una cala desde donde se ve perfectamente el puente de doble arco. Y un poco más adelante otro mirador en Gamboa Point nos da vistas sobre el mismo puente en la lejanía y una bonita cala justo debajo. La carretera sigue por la costa y llegamos a un campamento donde tomamos un pequeño desvío por la carretera de Nacimiento-Fergusson. Como no teníamos tiempo de hacer una ruta esta carretera nos sirvió para subir por la montaña y llegar a varios miradores sobre la costa. Es una buena alternativa a algunas rutas que parten de la carretera y suben a las montañas.

La carretera pasa después por una zona donde las montañas se separan un poquito más de la costa. Paramos para seguir el Pacific Valley Bluff Trail, un sendero que nos llevó hacia la costa  en una zona donde hay varias ensenadas y zonas de rocas muy pintorescas.  Seguimos y paramos en Sand Dollar Beach una preciosa playa de arena que además tiene un sendero que seguimos hasta llegar a la Jade Cove, una pequeña cala donde hay muchas rocas de jade. Pero además del jade es un sitio que merece la pena visitar por su riqueza paisajística. Poco después paramos en Willow Creek Beach y el cabo San Martín. Es una preciosa playa de piedra donde desemboca un arroyo y un sendero nos lleva al cabo que cierra la playa con preciosas vistas de toda la costa.

Willow Creek, Big Sur, California
                                                                                                                                              Willow Creek

Y así llegamos a Ragged Point, casi al final de la Big Sur. Allí dormimos esa noche. El motel en el que nos alojamos se encuentra en una terraza elevada de la costa en una zona en la que la carretera discurre a media altura por la ladera de las  montañas. Las  vistas son espectaculares. Bajamos por un sendero para ver una pequeña cascada y estuvimos paseando por la zona disfrutando de las vistas  en los diferentes miradores habilitados. Este es un lugar fabuloso y espectacular para pasar la noche.

DÍA 5: RAGGED POINT – AVILA BEACH

Desayunamos en un entorno incomparable con unas vistas fantásticas de la costa y un cielo azul intenso. Ya nos quedaba muy poquito para dar por concluida nuestra excursión por la Big Sur.  La carretera comienza a descender y llegamos a Point Sierra Nevada en una zona casi a nivel de mar y donde el sendero realmente agradable nos llevó a un saliente de la tierra con preciosas y amplias vistas. Además aquí pudimos ver varias playas. La carretera entra en una especie de llanura costera con las montañas más alejadas y llegamos al faro de Piedras Blancas, un  bonito edificio aunque no tan espectacular como otros que habíamos visto. Anduvimos el sendero y visitamos el faro, pero lo mejor fue el entono y la sorpresa que nos encontramos rodeando la punta en la que se encuentra el faro. En una de las ensenadas nos encontramos un puñado de elefantes marinos tumbados al sol. De hecho siguiendo la carretera encontramos un mirador señalizado como Elephant Seal Vista Point, donde pudimos ver bastantes más ejemplares de este colosal animal, esta vez tendidos en la arena de la playa.

Piedras Blancas, California, USA
                                                                                                                                         Piedras Blancas

Desde aquí nos desviamos para visitar el Hearst Castle en San Simeon. Se trata de una enorme mansión obra de un magnate de la prensa. Dejamos el coche en el centro de visitantes y desde allí un autobús nos llevó a la mansión. Las vistas desde la mansión son preciosas. Una vez en el ‘castillo’ un guía nos llevó por el recorrido  interior que habíamos reservado – hay varios recorridos - .  Pasamos por el comedor, la sala de estar y diferentes estancias todas ellas ricamente adornadas. Luego pudimos visitar libremente los jardines y piscinas en el exterior de la mansión. La piscina interior es realmente espectacular, todo lujo y opulencia. La visita la verdad es que se hace un poco larga y si volviera a hacer la ruta no sé si la repetiría. Pues si bien la mansión es interesante merece mucho más la pena la riqueza natural y paisajística de la Big Sur. Una vez en el  coche paramos en el cercano  San Simeon Point, con buenas vistas sobre la costa y donde aprovechamos a comer. Paramos a abastecernos en Cambria una pequeña población considerada el final de la Big Sur. La calle principal es muy pintoresca con preciosas casas de madera que albergan todo tipo de comercios.

Hearst Castle, California, USA
                                                                                                                                              Hearst Castle

Tras pasar Cambria, aunque ya hemos dejado atrás Big Sur, la costa sigue siendo muy bonita y hacemos una parada en el parque de Harmony Headlands donde hicimos un pequeño sendero hasta la costa con vistas muy bonitas de la cadena de montañas perdiéndose hacia el sur y varias pequeñas calas. Paramos también un poco más adelante en la Estero Bay, una bahía muy rocosa  y en Cayucos Point, igualmente una bahía con multitud de pintorescas rocas saliendo del mar.  Y así llegamos a Morro Bay, una de las localidades más pintorescas de la costa de California y además un puerto pesquero en activo. Paseamos por la zona del embarcadero, un muelle junto a un río que desemboca junto a un enorme peñón que es lo más característico del pueblo. En el embarcadero hay numerosos restaurantes y tiendas alojados en preciosas casas de madera junto al río donde amarran los barcos. Seguimos paseando hasta  el peñón, al que desgraciadamente no pudimos subir. Allí mismo empieza una enorme playa de arena y lo único que afea la idílica postal es una enorme central eléctrica con sus tres altísimas chimeneas. Al otro lado del río otra enorme lengua de arena se extiende hacia el sur, aunque no es accesible pues hay que cruzar el río.

Morro Bay, USA , California
                                                                                                                                                   Morro Bay

Tras Morro Bay la carretera abandona la costa y llegamos a San Luis Obispo. Dada la hora que era no pudimos visitar la misión de San Luis Obispo, así que nos conformamos con verla pro fuera. Éste es el atractivo principal del pueblo, porque por lo demás salvo algún que otro edificio de madera clásico poco tiene que ver. Subimos a una pequeña colina, el cerro de San Luis Obispo donde pudimos contemplar el paisaje de los alrededores, mucho más árido que el que habíamos disfrutado en Big Sur, ya poco a poco llegando al típico paisaje desértico que caracteriza esta zona de USA. Tras bajar del cerro tomamos el coche y nos fuimos a la cercana Avila Beach, una bonita población en el extremo  de una bahía con su playa, su muelle de madera adentrándose en el mar y un río desembocando en la arena. Un lugar bonito y agradable para acabar este día, cenar algo y llegar al cercano  motel que teníamos reservado.

DÍA 6: AVILA BEACH – SANTA BARBARA

Tras desayunar nos dirigimos a la cercana Smugglers Cove, una bonita cala con un espolón rocoso en la costa. Y aunque no lo teníamos previsto subimos a una colina que se encontraba allí mismo pegada a la costa y que resultó ser un fantástico mirador hacia Avila Beach y también hacia Pismo Beach tras caminar un poco por la cresta. Es un paseo sencillo y que nos recompensó con unas vistas preciosas de toda la costa y de nuestro  próximo objetivo: Pismo Beach. Pismo es una de las playas más conocidas de California y son muy característicos los montes redondeados que se ven detrás dela misma. Estuvimos paseando por la playa y por el muelle de madera que como digo tiene unas vistas excelentes hacia estos pequeños montículos situados tras la misma playa. Con el coche nos desplazamos a la zona sur de la playa donde hay unas dunas impresionantes, de hecho parece que estés en el desierto pues no se ve otra cosa más que arena  en todas direcciones.

Pismo Beach, California, USA
                                                                                                                                               Pismo Beach

Dejamos Pismo y en Guadalupe, un poco más al sur, una carretera te sumerge en un nuevo sistema dunar tan impresionante como el de Pismo, el Rancho Guadalupe Dunes Preserve. Paseamos un poco por allí y sacamos las preceptivas fotos y seguimos nuestro camino. La carretera se separa después dela costa y avanzamos unos cuantos kilómetros hasta la aisladísima playa de Jalama. Una carretera nos lleva hasta la arena donde no hay ningún tipo de vivienda y sólo un aparcamiento. Desde la carretera se ven vistas de buena parte de este tramo de costa completamente deshabitado. Un paisaje más arido que el de Big Sur pero igualmente precioso.

Desde aquí la carretera se vuelve hacia el interior de nuevo hasta que salimos en Gaviota Beach a la costa, en una preciosa cala, que además cuenta con un puente muy pintoresco por el que pasa el ferrocarril – recuerda al de las películas del Oeste - . En la playa también hay un muelle de madera aunque en este  caso no destinado a uso peatonal. Retrocedemos de nuevo al interior para visitar un curioso pueblo: Solvang. Se trata de una singularidad en la región, pues un pueblo de origen danés donde hay varios edificios de estilo escandinavo, algún molino y un pintoresco tranvía tirado por caballos. No es que sea excepcionalmente bonito pero merece la pena una parada para recorrer la zona histórica donde encontramos los edificios más interesantes. Una mezcla curiosa de arquitectura escandinava y urbanismo americano. Una réplica de la Torre Redonda de Copenhague preside el centro de la ciudad. Además allí mismo pusimos ver otra Misión, la de Santa Inés. Como estaba abierta entramos a visitarla y no nos defraudó: sus jardines, la capilla… son preciosos, en la línea de las que ya habíamos visto, pero la verdad es que son verdaderas joyas y además destilan una armonía y una paz impresionantes.

Solvang, USA, California
                                                                                                                                                       Solvang

Seguimos la carretera hasta Santa Bárbara, otro de los destinos emblemáticos de la costa californiana. De camino pasamos por el lago Cachuma, un bonito lago en una zona más montañosa. Santa Bárbara es un pueblo costero de los más bonitos que vimos. La arquitectura con sus casas blancas es muy distintiva  y en la zona histórica pudimos ver varios edificios históricos,  como el presidio, el teatro, el cuartel y el precioso juzgado. También vimos, aunque sólo por fuera debido a las horas a las que llegamos la misión de Santa Bárbara, otro edificio precioso. La calle State está jalonada de numerosos edificios encalados que albergan todo tipo de comercios.  Y tras callejear un poco por el centro nos fuimos al muelle, uno de los más bonitos dela costa. El paseo está repleto de altas palmeras  y una vez que te adentras en el muelle de madera llegas a una zona  de coquetos restaurantes en edificios muy pintorescos y con preciosas vistas a la playa. Continuamos andando por el paseo marítimo alejándonos del centro y llegamos al puerto deportivo. Es una zona muy bonita, y después llegamos a la primera de las playas de Santa Bárbara, la Leadbetter Beach. En conjunto Santa Bárbara fue el pueblo – más bien ciudad -que más nos gustó de este viaje.

Muelle de Santa Bárbara, USA, California
                                                                                                                           Muelle de Santa Bárbara

 

 

 

 

Y así dejamos Santa Bárbara para dirigirnos a nuestro alojamiento en el vecino pueblo de Ventura.

Playa de Santa Bárbara, USA, California
                                                                                                                             Playa de Santa Bárbara

DÍA 7: CHANNEL ISLANDS

Gran parte de este día lo dedicamos a visitar un parque nacional bastante desconocido de Estados Unidos, el de las Islas del Canal, Channel Islands. Como sólo teníamos un día elegimos viajar a la isla más grande de las visitables –Santa Cruz-, una preciosa isla de mediano tamaño con algunas rutas para poder conocer el virgen paisaje de la misma. Reservamos el viaje desde Ventura y salimos en el primer barco a las 8 de la mañana. Es aconsejable hacerlo así y que el último de vuelta sale a las 5 de la isla de Santa Cruz, por lo que tampoco tienes mucho tiempo para recorrer la isla.

Santa Cruz, Channels Islands, Potato Harbor
                                                                                        Santa Cruz, Channels Islands, Potato Harbor

El viaje a la isla dura algo más de una hora. A lo largo del viaje vimos algún delfín. El capitán paro y se desvió un poco para poder verlos con más detalle. Desde donde nos dejó el barco hay varios senderos. La isla es bastante grande por lo que lo que se puede ver en una excursión de un día es bastante limitado.  Lo primero que hicimos fue dirigirnos a Potato Harbor. El camino es sencillo y un ascenso constante por el sendero nos dio increíbles vistas del cañón cubierto de hierba y, finalmente, del océano. Las vistas hacia el mar desde el acantilado son preciosas. Como curiosidad a lo largo del recorrido vimos un par de zorros algo que debe ser bastante usual en esta isla. De regreso a Scorpion Anchorage a través de North Bluff Trail, a lo largo de la costa, el camino ofrece vistas del océano y la parte continental de California y la isla de Anacapa. Pasamos también por el Cavern point, un lugar con bonitas vistas.

Vista hacia Atacapa, Santa Cruz, Channel Islands
                                                                                                                                   Vista hacia Atacapa

Después de disfrutar de las vistas cruzamos la isla hasta el extremo sur. Allegar al interior de la isla anduvimos un poco por el camino que atraviesa la isla hasta llegar a un alto que nos permitió una preciosa vista de la isla en ambas direcciones. No está señalizado como tal pero era un gran mirador. Y después de eso llegamos a la costa sur donde una bahía con una playa empedrada, la Smugglers Cove ofrece preciosas vistas del resto de la isla. Anduvimos por la línea de costa y pasamos a la playa contigua, una preciosa playa de guijarros  donde no pudimos resistir la tentación de darnos un buen baño. Y tras caminar un poco por los alrededores tuvimos que volver al barco, pues el último – que era el que habíamos reservado previamente –salía a las 5. En realidad la excursión se queda muy corta porque habíamos llegado a la isla cerca de las 10 de la mañana, pero si se quiere ver en un día no hay más opciones. La isla es completamente salvaje y solo se puede ver caminando por lo que para poder explorar otras rutas más largas sería necesario acampar. Y tras esta rápida visita al parque nacional cogimos el barco de vuelta y volvimos al puerto de Ventura.

Cala de embarque en Santa Cruz, Channel Islands, California
                                                                                                            Cala de embarque en Santa Cruz

Ya en Ventura nos dimos un paseo por la playa y por el muelle de madera que es simplemente una pasarela que se adentra en el mar sin los habituales restaurantes o bares que los suelen acompañar. En el mismo pueblo buscamos un restaurante donde cenar algo y nos alojamos en el mismo  motel que la noche anterior.

 

DÍA 8: VENTURA – SANTA MONICA

Nos levantamos pronto y seguimos nuestro recorrido por la costa. Lo primero que hicimos fue una sencilla ruta de senderismo a Mugu Peak, una pequeña montaña al inicio de las montañas de Santa Mónica con espectaculares vistas de toda la zona.  Esta zona de la costa es muy bonita porque hacia el norte se ve una zona de riachuelos que desembocan en una zona pantanosa y hacia el sur está la duna de Point Sand. La carretera discurre paralela a la costa. Tras este fantástico paseo regresamos al coche y seguimos la carretera al sur. Pasamos por la roca de Point Mugu, la duna de Point Sand y la cala de Sycamore Cove. A partir de este punto la carretera avanza por una estrecha franja entre las montañas y el océano. Hicimos una parada en la playa de Leo Carrillo y seguimos hacia el sur. La carretera aquí se empieza  a elevar sobre un tramo de acantilados.  Paramos en la playa del Matador, a donde se llega bajando unas escaleras desde la carretera y que tiene bonitas formaciones rocosas.

Vista desde Mugu Peak, California, USA
                                                                                                                             Vista desde Mugu Peak

Y un poco más adelante llegamos al mítico Malibú. La verdad es que es difícil de ver porque a lo largo de la carretera solo hay urbanizaciones privadas con el paso restringido y casas muy opulentas, pero de alguna manera conseguimos llegar a Point Dune. Desde allí hay buenas vistas de la extensión de arena. Un poco más adelante paramos en una zona de la playa donde las mansiones caen directamente a la arena de la playa. Y es que a pesar de la fama mundial de Malibú no hay mucho que ver más que la propia playa. Tomando una carretera que asciende por las montañas llegamos al templo hindú de Malibú, un espectacular templo blanco que parece fuera de sitio tan cerca de Los Ángeles. Y desde allí caminamos hasta Mesa Peak bajo un sol sofocante. No fue una caminata dura porque es bastante corta pero la verdad es que con el calor que hacía se nos hizo eterna. La recompensa: una preciosa y amplia vista de las montañas de Santa  Mónica.

Malibú, California, USA
                                                                                                                                                         Malibú

Retomamos la carretera de la costa y paramos  en el muelle de Malibú, el Malibu Pier, un bonito muelle de madera que se adentra en el mar y con una pintoresca cafetería al final. Es una muestra de lo que encontraríamos en Santa Mónica. Es un muelle muy bonito pero pierde algo de encanto porque la carretera pasa justo al lado de la costa. Paramos un poco más adelante también en Topanga Beach y tras una breve visita subimos con el coche hacia las montañas para llegar a un sendero que sube hacia Parker Mesa Overlook. Las vistas deben ser maravillosas desde arriba pero no teníamos tiempo de hacer todo el recorrido por lo que empezamos a subir hasta llegar a un punto – media hora larga caminando – que ya nos ofrecía amplias vistas de toda la bahía de Santa Mónica y Los Ángeles. Retrocedimos y nos dirigimos con el coche a Santa Mónica donde ya al día siguiente empezaríamos la visita a Los Ángeles, pero eso  es ya otra historia.

Muelle de Santa Mónica, California, USA
                                                                                                                            Muelle de Santa Mónica

En Santa Mónica dejamos el coche en el hotel y nos fuimos a pasear por su archiconocido muelle, sobre una de las playas más famosas del mundo. El muelle tiene un poco de todo, desde atracciones con noria incluida a bares y restaurantes  y todo ello con unas fabulosas vistas de la costa y de la ciudad de Los Ángeles. Pasamos allí lo que quedaba de día y también cenamos allí mismo. Y así acabamos este fabuloso viaje  por la costa californiana entre San Francisco y Los Ángeles. Las visitas a estas dos ciudades dan para entradas separadas que pronto publicaremos.

Playa de Santa Mónica, California, USA
                                                                                                                              Playa de Santa Mónica

 

 

 

DATOS PRÁCTICOS:

Alojamiento: como hemos comentado nos alojamos siempre en moteles de diferentes cadenas como America Best Value Inn, Motel 6, Days Inn, o Super 8.Todos ellos disponen de habitaciones amplias y limpias, aparcamiento fácil y desayunos buffet.

Comida: para comer tiramos de picnic e incluso  alguna vez comimos algo en alguna gasolinera, donde suele haber bastante variedad de productos, eso sí, de comida rápida. Para cenar sí que lo hicimos en restaurantes y hoteles. Buen precio en general y eso sí, no hay que olvidarse dejar una propina de un 15% del importe total.

Transporte: imprescindible coche de alquiler, de otra manera es imposible hacer un  viaje de estas características, en general en cualquier zona de Estados Unidos.

Puntos de interés: