Tres días en Bremen

Hacemos una visita de tres días a esta coqueta ciudad del norte de Alemania. Esta ciudad poco conocida es sin embargo un buen destino para pasar unos pocos días y conserva además un casco histórico bastante interesante. De hecho este casco antiguo, limitado al sur por el río Weser y al norte por el foso de las antiguas murallas, ha sido declarado patrimonio de la humanidad. Además de la zona vieja visitaremos la parte nueva de la ciudad, donde se pueden observar edificios de vanguardia, y nos acercaremos al cercano puerto de Bremen –Bremerhaven – donde se ha recuperado buena parte para el ocio y al museo al aire libre de Cloppenburg, donde podemos ver una buena muestra de la arquitectura tradicional de la región.

DÍA 1:

Llegamos a Bremen en avión y a la salida del mismo nos montamos en el tranvía que tras un breve trayecto de un cuarto de hora nos dejó en el centro a las puertas  de nuestro hotel. Hicimos el check-in y sin pérdida  de tiempo nos dispusimos a visitar la ciudad. Como hicimos el viaje en invierno  había que darse prisa ya que oscurecía bastante pronto. Así que sin esperar más nos zambullimos en el casco histórico de Bremen.

Marktplatz, Bremen, Alemania
                                                                                                                                                  Marktplatz

Comenzamos la visita por la preciosa plaza de Marktplatz, una plaza que fue el centro neurálgico de la ciudad medieval y que aún hoy conserva esa importancia. En ella podemos encontrarnos algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. El ayuntamiento es espectacular, un fabuloso edificio de fachada renacentista que destaca por sus numerosos adornos. Visitamos el interior del mismo donde destaca sobre todo la sala gótica y una impresionante escalera de caracol.  Merece la pena entrar a verlo. En la misma plaza encontramos la catedral, un majestuoso edificio románico con dos torres gemelas. En el interior de la catedral pudimos ver también diferentes obras de arte en las diferentes capillas. Visitamos la cripta subterránea donde se alojan una buena cantidad de obispos momificados y lo que más nos gustó fue subir a una de las dos torres, desde donde hay una preciosa panorámica de la zona vieja y en general de la ciudad, ya que la torre es realmente alta.

En la plaza hay dos monumentos bastante destacados: la torre de Rolando y el de los músicos de Bremen. La torre de Rolando es una fabulosa estatua de unos 10 metros de alto del sobrino de Carlomagno y es el centro de la plaza. Un poco más apartada y discreta encontramos la estatua de los músicos de Bremen, los protagonistas de uno de los cuentos clásicos de los hermanos Grimm. Y es precisamente esta discreta estatua es la que se ha convertido en el icono de la ciudad. Otro edificio destacado en la plaza es el Schütting, lugar de reunión de los antiguos mercaderes y también un fabuloso edificio. Otras preciosas casas con la típica fachada escalonada completan la plaza. El único elemento que desentona en la preciosa plaza es un edificio moderno, la sede del parlamento estatal.

Casas en la Marktplatz, Bremen, Alemania
                                                                                                                             Casas en la Marktplatz

En la parte de atrás del ayuntamiento otro apéndice de la plaza alberga una bonita iglesia, la Unser Lieben Frauen. Se trata de una iglesia imponente , la más antigua de la ciudad. Pudimos ver su interior donde hay unas bonitas pinturas y unas preciosas vidrieras. Desde la plaza hacia el río  tomamos un pequeño  callejón que nos llevó a una de las calles más interesantes del casco antiguo, la calle Böttcherstrasse. La calle completamente peatonal destaca por su arquitectura típica art-decó y por un carillón que emite curiosas melodías a determinadas horas. Mientras suena la melodía en su fachada se pueden ver una serie de escenas talladas en madera.  La calle con sus cuidados edificios de ladrillo rojo es preciosa, con sus arcadas, recovecos, restaurantes, pequeños comercios… Varios pasadizos debajo de los edificios conducen a las calles adyacentes. Aprovechamos para tomar un tentempié en uno de los locales ya que se nos había pasado la hora de comer y seguimos nuestra visita entrando a la Roseliushaus, una mansión que se mantiene con su interior tal y como eran las casas de los burgueses de principios de siglo. Merece la pena entrar por ver la decoración de la casa, además el precio de la entrada es bastante asequible.  Estuvimos callejeando por los alrededores de la Marktplatz donde encontramos alguno que otro rincón interesante.

Böttcherstrasse, Bremen, Alemania
                                                                                                                                         Böttcherstrasse

Terminamos el día en la zona del río Weser, una zona muy animada y bien preparada para el ocio. Allí encontramos muchos restaurantes, algunos de ellos en barcos, cruceros y amplias zonas de paseo. Estuvimos paseando por las orillas del río, pasando por los diferentes puentes y llegamos hasta otro pequeño afluente del río. Es una zona muy agradable para pasear por el  centro urbano junto al río y se puede uno alejar hasta zonas más verdes donde te olvidas de estar en una ciudad y parece que estés en un pequeño pueblo. Hacia el oeste encontramos una zona de modernos edificios junto al río y hacia el este llegamos a una amplia zona verde desde donde pudimos vislumbrar una pequeña playa fluvial.  Cenamos algo en uno de los barcos-restaurante y volvimos caminando al hotel. Lo  bueno de Bremen es que toda la zona de interés de la ciudad es bastante compacta por lo que te puedes mover a pie tranquilamente.

DÍA 2:

Por la mañana nos dirigimos a uno de los barrios más interesantes de Bremen, el barrio de Schnoorviertel, un barrio de pequeñas casas del siglo XV que se salvó de la destrucción en la guerra y tras una cuidadosa restauración sea convertido en un lugar muy pintoresco. Estuvimos paseando por las callejuelas repletas de cafés, restaurantes y tiendas de recuerdos para turistas. Lo más interesante es pasear por las callejuelas del barrio. También hay una iglesia y un museo aunque no entramos. Una de las tiendas más curiosas que encontramos fue la tienda Weihnachts Träume, abierta todo el año y dedicada a los adornos navideños de todos los estilos. Es como un aperitivo  del fabuloso mercado navideño de la ciudad, aunque abierto todo el año. Seguimos la ruta hasta el barrio de Ostetor, junto  las antiguas murallas de Bremen. Las murallas ya no están pero se puede apreciar perfectamente el trazado del foso que lo rodeaba en forma de estrella. Paseando por allí encontramos un Molino de viento – de los típicos holandeses – hoy convertido en restaurante.

Schnoorviertel, Bremen, Alemania
                                                                                                                                           Schnoorviertel

En la oficina de turismo nos  informamos de las actividades que se podían hacer en la ciudad y hubo 2 que nos llamaron la atención: la visita a la fábrica de cerveza Beck y un tour por el centro de Airbus que se encuentra en la ciudad. Nos decantamos por el segundo, que era algo que no habíamos hecho nunca. Reservamos el tour de unas dos horas en la oficina de turismo y tomamos un autobús – incluido en el precio – en las cercanías de la Marktplatz y nos llevó hasta el centro. Las dos horas de la visita fueron realmente interesantes. A lo largo de la visita un guía te va mostrando una réplica del laboratorio de la ISS, la estación espacial internacional y se pasa por el centro de control desde donde los técnicos están en contacto con los moradores de la estación espacial. Es una visita realmente interesante y las dos horas pasan volando. Tras la visita el autobús nos volvió a llevar a la Marktplat para seguir con nuestra visita.  Nos acercamos a la estación central de tren ya que es otro de los edificios destacados y la verdad es que es un edificio impresionante, con su fachada de ladrillo rojo. Está situado un poco más allá de las antiguas murallas. En la calle Sögerstrasse, nos encontramos los famosos cerdos de Bremen, unas estatuas de cerdos que rememoran a los pastores que llevaban a la Marktplatz a los animales para su venta. También fuimos después hasta la península de Teerhof, desde donde se tiene una de las más bonitas vistas de la ciudad, con los barcos clásicos amarrados en el muelle y las torres de la catedral y de la cercana iglesia de Unser Lieben Frauen justo detrás.

Molino de Bremen, Alemania
                                                                                                                                     Molino de Bremen

Dedicamos el resto del día hasta el anochecer a callejear por la zona comercial de Bremen cercana al casco antiguo. Aparte de entrar en alguna tienda no encontramos nada digno de mención en esta parte de la ciudad. Volvimos de nuevo a la orilla del río y paseamos por alguna zona que nos  habíamos dejado el día anterior. Cenamos también en esa misma zona y regresamos de nuevo al hotel. Con lo visto estos dos días podemos decir que Bremen estaba completamente visto – a excepción de algún museo que se puede encontrar por la ciudad y no visitamos -. 

Sögerstrasse, Bremen, Alemania
                                                                                                                                              Sögerstrasse

DÍA 3:

Visitado Bremen quisimos aprovechar nuestro último día para hacer unas visitas a algunos puntos de interés cercanos. Nos estuvimos informando sobre la mejor manera de visitar estos puntos y como llegar a ellos en transporte público en un solo día era imposible nos decidimos a alquilar un coche para desplazarnos cómodamente. Nuestro primer destino fue el Museo etnográfico de Cloppenburg. Allí pudimos recorrer una amplia parcela en la que se han recuperado y restaurado  edificios y monumentos de la región de la Baja Sajonia, entre ellas casas típicas, granjas… el conjunto es impresionante y todo el entorno está cuidado al detalle. Además aunque estábamos a primeros de Abril nos cayó una nevada no muy copiosa pero lo suficiente para dejarnos algunas estampas fabulosas en el museo al aire libre. No duró demasiado pero fue un regalo inesperado que le añadió mucho encanto a la visita.

Museo etnográfico de Cloppenburg, Alemania
                                                                                                        Museo etnográfico de Cloppenburg

Dejamos Cloppenburg y nos fuimos hasta el puerto de Bremen, Bremerhaven. En verano hay trayectos en barco desde Bremen, pero en invierno solo había alguno que no paraba en el puerto y además no nos cuadraba el horario. Así que decidimos ir encoche hasta Bremerhaven, que es el puerto de Bremen situado en la desembocadura del río Weser. Allí hay diferentes atracciones y dado el tiempo que teníamos nos decidimos por visitar el Klimahaus. Alojado en un espectacular edificio moderno en forma de submarino, se trata de un museo del clima. Hicimos un recorrido donde se pasa por las diferentes zonas climáticas del planeta y donde se recrean los mismos con temperaturas y olores característicos. En las zonas frías se pasa frío y en el desierto mucho calor. La recreación es espectacular, con mucho detalle. Tardamos unas tres horas en hacer el recorrido aunque lo ideal es ir con más tiempo y dedicarle prácticamente el día entero. No obstante es una visita fabulosa.

Bremerhaven, Alemania
                                                                                                                                              Bremerhaven

Tras la visita la Klimahaus, subimos a una plataforma de observación situada en un hotel anexo al Museo. Hay una plataforma a unos 100 metros de altura que da una visión de todo lo que podemos ver en Bremerhaven y la desembocadura del río y el puerto. Tras disfrutar de la panorámica  nos dedicamos a pasear por Bremerhaven. Vimos una pequeña playa, muchos edificios de almacenes antiguos perfectamente rehabilitados que contrastan con los edificios modernos…. También vimos un submarino de la guerra que es visitable – nosotros no lo hicimos por la hora – amarrado en uno de los muelles.  Hay varios museos que se pueden visitar como el de la  Migración y el Marítimo. Y amarrados en los muelles también pudimos ver navíos clásicos realmente bonitos. El antiguo puerto pesquero se encuentra perfectamente rehabilitado con gran cantidad de bares, restaurantes…. Y es un sitio muy animado. Otro de los elementos de interés es el antiguo faro de Bremerhaven, una estructura gótica que más bien parece una torre de una iglesia que un faro. Otra plataforma de observación se encuentra en la torre de Radar, aunque a esta no subimos. La altura es similar a la plataforma del hotel que sí habíamos visitado previamente.

Casco histórico de Bremen, Alemania
                                                                                                                      Casco histórico de Bremen

Y con esto prácticamente habíamos agotado  el día. Regresamos a Bremen y devolvimos el coche. Aprovechamos para cenar en la zona del río y dar el último paseo por la zona vieja de Bremen, ya que al día siguiente dejábamos esta interesante ciudad alemana.

Lugares de interés: